En mi video ¿Es errónea la teoría de la fibra?, cuento cómo los alimentos altos en fibra podrían no solo ayudar a prevenir las enfermedades cardiacas, sino también a tratarlas. Los pacientes con problemas de corazón que comieron más fibra después de su primera ataque al corazón redujeron su riesgo de tener un segundo ataque y vivieron más tiempo que aquellos que no la comieron. ¿Qué pasa si no queremos tener un ataque al corazón en primer lugar? Si 7 gramos de fibra reducen el riesgo un 9%, ¿77 gramos al día pueden reducir el riesgo en un 99%? Es más o menos la cantidad de fibra que solían consumir en Uganda, un país en el que las enfermedades cardiacas apenas existían, a pesar de ser nuestra mayor causa de muerte.
Las enfermedades coronarias son tan raras entre las personas que siguen dietas a base de plantas en Uganda que se publicaron estudios con títulos como “Un caso de enfermedad coronaria en un africano”. Después de 26 años trabajando en el este de África, los médicos de esa zona por fin encontraron su primer caso de enfermedad coronaria: era un juez con una alimentación “parcialmente occidentalizada”, en la que alimentos como la carne, los huevos y los lácteos reemplazaban a aquellos altos en fibra de origen vegetal que forman parte de la dieta tradicional.
¿Había tan pocos casos porque los africanos no vivían mucho tiempo? No, la esperanza de vida general era baja debido a enfermedades en la infancia, como las infecciones, pero una vez los africanos llegaban a la mediana edad, tenían las mejores tasas de supervivencia, gracias en parte a que nuestro mayor asesino estaba fundamentalmente ausente. Por supuesto, desde que la alimentación en gran parte del continente se ha vuelto más “occidental”, las enfermedades cardiacas coronarias se han convertido también en su mayor asesino, pasando a ser una epidemia.
Algunos le echan la culpa de este cambio a la grasa animal, mientras que otros se la echan a la falta de fibra, pero ambas cosas llevan a la misma conclusión: una alimentación centrada en alimentos integrales de origen vegetal. Además, a veces es más fácil convencer a los pacientes de que mejoren su alimentación diciéndoles que coman más de lo bueno, para que no quede sitio para no malo.
La “hipótesis de la fibra”, propuesta por primera vez en los años 70, concluyó que la fibra era un componente dietético tremendamente protector contra las enfermedades crónicas. Desde entonces, está claro que hay cada vez más estudios que confirman que el comer fibra protege de varias enfermedades crónicas. Pero es posible que la fibra solo sea un marcador de una dieta sana, llena de alimentos vegetales e integrales, que son la mayor fuente de fibra. Quizá todos estos estudios que muestran que la fibra es buena solo están mostrando que comer alimentos vegetales sin procesar es sano. “La fibra solo es un componente de las plantas, y no tener en cuenta el resto [como los fitonutrientes] supone limitarse seriamente”.
¿Por qué apostaron por la fibra Dr. Burkitt, Painter y Walker (los fundadores de la teoría de la fibra)? Una posible explicación es que eran médicos, y como médicos les gustaba pensar en salvaciones mágicas. Es como se nos entrena: hay una operación, una pastilla. No eran nutricionistas, así que tenían ese punto de vista reduccionista. El problema es que si llegas a la conclusión equivocada, puedes acabar con la solución equivocada. Burkitt afirma que las tasas de enfermedades crecieron enormemente cuando dejamos de comer alimentos vegetales integrales y empezamos a consumir alimentos refinados; y en lugar de decir que deberíamos volver a comer como antes, estaba tan convencido de que la fibra iba a ser ese componente mágico que lo solucionase todo que su recomendación fue comer pan integral (aunque en Uganda no comían pan en absoluto) y poner un poco de salvado de trigo en la comida.
Sin embargo, los estudios que hasta ahora relacionan la ingesta elevada de fibra con menos riesgo de enfermedad y muerte se refieren a la fibra de la comida, y no a la fibra aislada o en extractos. No queda nada claro si la fibra consumida como suplementos ayuda en absoluto. Visto lo visto, puede que haya sido un error el “aislar la fibra del contexto de la nutrición a base de plantas”. La evidencia que apoya el valor de las frutas, las verduras y los cereales integrales, en lugar de solo la fibra, ha sido mucho más consistente en sus resultados. La fibra solo es uno de los componentes beneficiosos de las frutas, verduras, frutos secos, cereales y legumbres. “Habría sido mejor utilizar el tiempo y los recursos gastados en estudiar la fibra y en aislarla para implementar una estrategia relacionada con la alimentación a base de vegetales integrales”.
¿Qué habría pasado si el Dr. Burkitt y el resto hubiesen enfatizado el valor de los alimentos vegetales? El poder de los alimentos vegetales sin refinar, que incorporan fibra y fitonutrientes, podría haber sido el foco de atención, en lugar de solo la fibra de manera aislada, lo que llevó a la gente a comprar en el pasillo de los suplementos en lugar de la zona de las frutas y verduras.
Mi video Resolviendo un misterio del cáncer de colon es un ejemplo perfecto del concepto que presento aquí. Si la fibra fuese realmente la clave de todo, entonces el África subsahariana estaría plagada de cáncer colorrectal hoy en día.
Como ejemplo extremo, ¿podemos revertir enfermedades con una dieta centrada en el arroz blanco? Puedes ver los videos La dieta del arroz de Kempner: poniéndonos en forma y Los medicamentos y la desaparición de la dieta del arroz.
En mi video La regla 5:1 de la fibra hablo de cómo identificar los alimentos menos procesados utilizando a la fibra como guía.
Si todavía tienes curiosidad por saber más sobre la fibra, puedes ver ¿La fibra realmente previene la diverticulosis?.
Un saludo,
Michael Greger
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