¿Causan cáncer los tintes del cabello?

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¿La mayor tasa de cáncer de vejiga entre los peluqueros se debe a la exposición a tintes para el cabello? ¿Y qué pasa con el uso de colorantes para el cabello en casa?

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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Jon Aske voluntario activo en NutritionFacts.org.

Introducción: El tinte para el cabello ha sido utilizado durante siglos, pero la creación de tintes en el último siglo ha incluido productos químicos que pueden ser cancerígenos, es decir, que pueden causar cáncer. Quédate para conocer lo que la ciencia dice sobre el riesgo.

Dado que, normalmente no hay forma de revertir la pérdida del color del cabello, el uso de colorantes para el cabello es un pilar de la gestión de este cambio, una práctica que está documentada desde el año 1500 a.C. Si bien las canas pueden dar un aspecto distinguido y limitar el sometimiento de las mujeres a miradas sexualizadas, el color del cabello constituye un mercado multimillonario en el que hasta el 60% de los hombres y mujeres de los países occidentales optan por utilizar productos colorantes, muchos de los cuales para ocultar las canas.

Durante más de un siglo, las aminas aromáticas han sido los principales químicos utilizados en los tintes comerciales permanentes oxidativos para el cabello. El principal problema con estos compuestos es que pueden ser potentes alérgenos de contacto. Las etiquetas de estos productos a menudo recomiendan hacer una pequeña aplicación de prueba de 48 horas en la piel antes de su uso, pero una alergia cutánea puede tardar hasta una semana en aparecer. También pueden causar cáncer.

Los productos para el cabello contienen más de 5 000 sustancias químicas, por lo que es difícil estar seguros, pero las aminas aromáticas, como la parafenilendiamina, que a menudo se utilizan en los tintes para el cabello para evitar la decoloración debido al lavado, han sido seleccionadas como “probables carcinógenos”. Antes de la reformulación por la industria en respuesta a las etiquetas obligatorias de advertencia sobre el cáncer, nueve de cada diez productos de tintes permanentes para el cabello eran mutagénicos, es decir, capaces de provocar mutaciones en el ADN. Esto entonces pareció traducirse en más de diez veces las probabilidades de daño en el ADN en las células mamarias obtenidas de la leche materna de mujeres que habían usado tinte para el cabello en los últimos seis meses, en comparación con no usar tintes para el cabello en absoluto. ¿Pero eso se traduce en más cáncer?

Un metaanálisis de 42 estudios encontró que los peluqueros, particularmente aquellos que habían estado en su trabajo durante diez o más años, tenían un riesgo significativamente mayor de desarrollar cáncer de vejiga en el futuro. Los peluqueros, esteticistas y barberos también pueden sufrir más cáncer de pulmón, cáncer de laringe y mieloma múltiple. Existe cierta evidencia de que los peluqueros quizá fumen más, pero los investigadores tuvieron esto en cuenta. La conclusión es que los salones deberían estar mejor ventilados y que se deben utilizar guantes. ¿Pero en qué medida ayudará eso a la persona cuya cabeza ha quedado empapada en el producto? Según pruebas de ingredientes de tintes para el cabello con rastros radiactivos en la orina, los experimentos sugieren que la exposición al tinte para el cabello puede ser varios cientos de veces mayor en los usuarios de tintes para el cabello que el riesgo ocupacional para los peluqueros. Pero afortunadamente, no parece haber un riesgo excesivo de cáncer de vejiga entre quienes simplemente usan tinte para su propio cabello. Además, en la década de 1980 se produjeron cambios importantes para hacer que los tintes para el cabello fueran más seguros.

En 1979, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. comenzó a exigir etiquetas de advertencia sobre el cáncer en los productos de tinte para el cabello, lo que llevó a la industria a comenzar a reformularlos para eliminar los ingredientes más cancerígenos. Los datos no muestran un punto de inflexión en el riesgo de cáncer de vejiga, pero esto puede ser una función del largo tiempo de latencia entre la exposición y la malignidad del cáncer de vejiga, que puede ser de 30 o 40 años. Si nos fijamos en los cánceres que se desarrollan más rápidamente, como la leucemia o el linfoma folicular, parece haber una disminución en el riesgo después de 1980, aunque un metanálisis de 2019 que analizó el aumento del riesgo de linfoma no Hodgkin sin considerar el rango de fechas concluyó que “la exposición a los tintes para el cabello debe reducirse tanto como sea posible”. En el caso del cáncer de próstata, la duplicación de las probabilidades asociadas con el uso de tintes para el cabello parece limitarse a la exposición anterior a 1980, y no parece haber ningún vínculo con los tumores cerebrales en ninguno de los períodos.

Un inciso trágicamente irónico, es que si bien el riesgo asociado con los productos para el cabello puede haber disminuido para los hombres y mujeres blancos, la tendencia opuesta parece haber ocurrido para ciertos productos para el cabello dirigidos a los afroamericanos. El Estudio de Salud de las Mujeres Negras, que evaluó la exposición en la década de 1990, no encontró asociación entre el cáncer de mama y el uso de “relajadores” del cabello, tratamientos químicos utilizados para alisar el cabello. Pero a principios de la década de 2000, los alisadores populares cambiaron de compuestos no cancerígenos, como la lejía, a cocteles químicos que contenían formaldehído. Así que actualmente, el uso frecuente del alisador se asocia con aproximadamente un 30 % más de riesgo de cáncer de mama. Afortunadamente, ha habido un cambio hacia la adopción de estilos de cabello más naturales en la comunidad afroamericana, lo que ha provocado que las ventas de alisadores de pelo caigan un 40 % en los últimos años.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Jon Aske voluntario activo en NutritionFacts.org.

Introducción: El tinte para el cabello ha sido utilizado durante siglos, pero la creación de tintes en el último siglo ha incluido productos químicos que pueden ser cancerígenos, es decir, que pueden causar cáncer. Quédate para conocer lo que la ciencia dice sobre el riesgo.

Dado que, normalmente no hay forma de revertir la pérdida del color del cabello, el uso de colorantes para el cabello es un pilar de la gestión de este cambio, una práctica que está documentada desde el año 1500 a.C. Si bien las canas pueden dar un aspecto distinguido y limitar el sometimiento de las mujeres a miradas sexualizadas, el color del cabello constituye un mercado multimillonario en el que hasta el 60% de los hombres y mujeres de los países occidentales optan por utilizar productos colorantes, muchos de los cuales para ocultar las canas.

Durante más de un siglo, las aminas aromáticas han sido los principales químicos utilizados en los tintes comerciales permanentes oxidativos para el cabello. El principal problema con estos compuestos es que pueden ser potentes alérgenos de contacto. Las etiquetas de estos productos a menudo recomiendan hacer una pequeña aplicación de prueba de 48 horas en la piel antes de su uso, pero una alergia cutánea puede tardar hasta una semana en aparecer. También pueden causar cáncer.

Los productos para el cabello contienen más de 5 000 sustancias químicas, por lo que es difícil estar seguros, pero las aminas aromáticas, como la parafenilendiamina, que a menudo se utilizan en los tintes para el cabello para evitar la decoloración debido al lavado, han sido seleccionadas como “probables carcinógenos”. Antes de la reformulación por la industria en respuesta a las etiquetas obligatorias de advertencia sobre el cáncer, nueve de cada diez productos de tintes permanentes para el cabello eran mutagénicos, es decir, capaces de provocar mutaciones en el ADN. Esto entonces pareció traducirse en más de diez veces las probabilidades de daño en el ADN en las células mamarias obtenidas de la leche materna de mujeres que habían usado tinte para el cabello en los últimos seis meses, en comparación con no usar tintes para el cabello en absoluto. ¿Pero eso se traduce en más cáncer?

Un metaanálisis de 42 estudios encontró que los peluqueros, particularmente aquellos que habían estado en su trabajo durante diez o más años, tenían un riesgo significativamente mayor de desarrollar cáncer de vejiga en el futuro. Los peluqueros, esteticistas y barberos también pueden sufrir más cáncer de pulmón, cáncer de laringe y mieloma múltiple. Existe cierta evidencia de que los peluqueros quizá fumen más, pero los investigadores tuvieron esto en cuenta. La conclusión es que los salones deberían estar mejor ventilados y que se deben utilizar guantes. ¿Pero en qué medida ayudará eso a la persona cuya cabeza ha quedado empapada en el producto? Según pruebas de ingredientes de tintes para el cabello con rastros radiactivos en la orina, los experimentos sugieren que la exposición al tinte para el cabello puede ser varios cientos de veces mayor en los usuarios de tintes para el cabello que el riesgo ocupacional para los peluqueros. Pero afortunadamente, no parece haber un riesgo excesivo de cáncer de vejiga entre quienes simplemente usan tinte para su propio cabello. Además, en la década de 1980 se produjeron cambios importantes para hacer que los tintes para el cabello fueran más seguros.

En 1979, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. comenzó a exigir etiquetas de advertencia sobre el cáncer en los productos de tinte para el cabello, lo que llevó a la industria a comenzar a reformularlos para eliminar los ingredientes más cancerígenos. Los datos no muestran un punto de inflexión en el riesgo de cáncer de vejiga, pero esto puede ser una función del largo tiempo de latencia entre la exposición y la malignidad del cáncer de vejiga, que puede ser de 30 o 40 años. Si nos fijamos en los cánceres que se desarrollan más rápidamente, como la leucemia o el linfoma folicular, parece haber una disminución en el riesgo después de 1980, aunque un metanálisis de 2019 que analizó el aumento del riesgo de linfoma no Hodgkin sin considerar el rango de fechas concluyó que “la exposición a los tintes para el cabello debe reducirse tanto como sea posible”. En el caso del cáncer de próstata, la duplicación de las probabilidades asociadas con el uso de tintes para el cabello parece limitarse a la exposición anterior a 1980, y no parece haber ningún vínculo con los tumores cerebrales en ninguno de los períodos.

Un inciso trágicamente irónico, es que si bien el riesgo asociado con los productos para el cabello puede haber disminuido para los hombres y mujeres blancos, la tendencia opuesta parece haber ocurrido para ciertos productos para el cabello dirigidos a los afroamericanos. El Estudio de Salud de las Mujeres Negras, que evaluó la exposición en la década de 1990, no encontró asociación entre el cáncer de mama y el uso de “relajadores” del cabello, tratamientos químicos utilizados para alisar el cabello. Pero a principios de la década de 2000, los alisadores populares cambiaron de compuestos no cancerígenos, como la lejía, a cocteles químicos que contenían formaldehído. Así que actualmente, el uso frecuente del alisador se asocia con aproximadamente un 30 % más de riesgo de cáncer de mama. Afortunadamente, ha habido un cambio hacia la adopción de estilos de cabello más naturales en la comunidad afroamericana, lo que ha provocado que las ventas de alisadores de pelo caigan un 40 % en los últimos años.

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Nota del Doctor

¿Por qué nuestro cabello se vuelve gris en primer lugar? ¿Qué podemos hacer al respecto? Hablo de todo en el capítulo “Cómo conservar tu cabello” de mi nuevo libro How Not to Age que debutó en los más vendidos por el New York Times, por el momento solo tenemos disponible la versión en inglés, pero esperamos que pronto puedas tener una copia en español en tus manos.

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