Prevenir y tratar la sarcoidosis

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Se desconoce la causa de la sarcoidosis, pero hay investigaciones nuevas que indican que es probable que las micobacterias, como las bacterias MAP que podemos encontrar en lácteos y productos cárnicos, tengan algo que ver con algunos casos de sarcoidosis.

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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Sofía Yáñez quien forma parte del equipo de voluntariado de NutritionFacts.org.

La sarcoidosis se caracteriza por granulomas, cúmulos de células inmunitarias causados por inflamación crónica que se pueden formar en los pulmones, ganglios linfáticos, piel y otras partes del cuerpo. La incidencia de la sarcoidosis varía alrededor del mundo, desde niveles bajos en países como Corea del Sur, Taiwán y Japón hasta niveles cien veces más altos en Suecia y Canadá.

Podría ser algo racial, ya que las poblaciones negras sufren tasas más altas de enfermedad y tasas más altas de mortalidad a edades más tempranas. Es posible que las personas negras tengan más riesgo de enfermedad y de gravedad, pero persisten injusticias de salud y sociales sistemáticas que limitan su acceso a asistencia de calidad.

Se suele tratar la sarcoidosis con corticoesteroides que deprimen el sistema inmunitario. Pero los fármacos tienen limitaciones, como la corticorresistencia, la falta de respuesta a medicamentos y una lista larga de posibles efectos secundarios. ¿Podría la nutrición ayudar a tratar la sarcoidosis? Posiblemente. Componentes en alimentos pueden tener efectos antiinflamatorios en enfermedades pulmonares. Se debería alentar a pacientes de sarcoidosis a tener dietas ricas en antioxidantes y polifenoles. Pero aún no se esto a prueba con ensayos de intervención.

¿Hay un paso que podamos dar para potencialmente evitar esta enfermedad? Se desconoce su causa. La sarcoidosis puede darse en familias, pero quizá solo sea porque comparten el entorno del hogar. Aunque variaciones genéticas pueden aumentar la susceptibilidad, los genes solos no son suficiente para causar sarcoidosis. Algo impulsa el proceso de la enfermedad. Algo impulsa la inflamación.

Parte del misterio de la sarcoidosis está cerca de resolverse. Avances recientes en métodos moleculares e inmunológicos dan una mirada más rigurosa a los impulsadores de la enfermedad y señalan que es probable que micobacterias participen en, al menos, un subconjunto de casos de sarcoidosis. Mycobacterium avium paratuberculosis o MAP es un patógeno zoonótico, es decir, puede pasar de animales a humanos. Hemos abarcado la relación entre MAP y otras autoinmunes, como la diabetes tipo 1, y cómo los productos lácteos son una gran fuente de exposición a MAP en nuestras dietas.

Aún se encuentran bacterias MAP viables en leche pasterizada, a pesar de los esfuerzos de extender la pasterización para prevenir esto. También están en la leche de cabra y varias clases de quesos como el tipo suizo, cheddar, de oveja y de cabra, junto con quesos más suaves como mozzarella y burrata. Por desgracia, es un asunto global en países con cría bovina intensiva, entre los cuales EE.UU. tiene las tasas más altas, donde entre el 68 y 91 por ciento de los rebaños lecheros están infectados.

En este análisis del 2015, dos estudios buscaron bacterias MAP y no hallaron ninguna en pacientes con sarcoidosis ni en sujetos de control. Otros dos estudios buscaron evidencia de exposición a MAP y encontraron entre 7 y 17 veces más probabilidades de reacción a MAP, pero ninguno alcanzó una importancia estadística. ¿Qué aprendimos desde entonces? En un experimento natural, investigadores midieron la sarcoidosis entre quienes sí y quienes no recibieron la vacuna BCG, que otorga protección parcial contra micobacterias como la tuberculosis. Y quienes nacieron en un periodo de consumo alto de la vacuna BCG tenían una tasa menor de sarcoidosis. Pero no fue un experimento aleatorio controlado, y no es claro si la vacunación contra la tuberculosis realmente evitaría enfermedades autoinmunes por MAP, como la enfermedad de Crohn, la enfermedad de Hashimoto, esclerosis múltiple, artritis reumatoide y lupus.

La evidencia más importante provendría de observar una respuesta a antimicobacterianos. Barry Marshall ganó el premio Nobel por demostrar que H. pylori inflama el estómago, al tragar la bacteria y luego curarse a sí mismo con antibióticos. Este es el estudio que emocionó a la comunidad de la sarcoidosis. La sarcoidosis cardíaca, es decir, la sarcoidosis del corazón, se resolvió con antibióticos contra MAP. Se registró por primera vez MAP en la sangre y tras más de un año con antibióticos contra MAP, su sarcoidosis pareció desvanecerse, algo que no se creía posible. Un estudio piloto en pacientes con sarcoidosis pulmonar tuvo resultados notables con terapia antimicobacterial, con mejoras en la función pulmonar y calidad de vida. Pero cuando los investigadores hicieron un ensayo más grande, no hubo ningún beneficio significativo para la función pulmonar pese a una baja significativa de las respuestas inmunitarias micobacterianas.

Entonces ¿en dónde estamos? La mycobacterium avium paratuberculosis en los alimentos es un problema de salud pública. “Para reducir la exposición humana a MAP por el consumo de productos lácteos y carnes, urgen estudios cuantitativos para calcular” cuánta MAP hay en la leche, carne y heces de estos animales, y cuánta contaminación fecal hay en la leche y carne, para resolver cómo eliminarla.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Sofía Yáñez quien forma parte del equipo de voluntariado de NutritionFacts.org.

La sarcoidosis se caracteriza por granulomas, cúmulos de células inmunitarias causados por inflamación crónica que se pueden formar en los pulmones, ganglios linfáticos, piel y otras partes del cuerpo. La incidencia de la sarcoidosis varía alrededor del mundo, desde niveles bajos en países como Corea del Sur, Taiwán y Japón hasta niveles cien veces más altos en Suecia y Canadá.

Podría ser algo racial, ya que las poblaciones negras sufren tasas más altas de enfermedad y tasas más altas de mortalidad a edades más tempranas. Es posible que las personas negras tengan más riesgo de enfermedad y de gravedad, pero persisten injusticias de salud y sociales sistemáticas que limitan su acceso a asistencia de calidad.

Se suele tratar la sarcoidosis con corticoesteroides que deprimen el sistema inmunitario. Pero los fármacos tienen limitaciones, como la corticorresistencia, la falta de respuesta a medicamentos y una lista larga de posibles efectos secundarios. ¿Podría la nutrición ayudar a tratar la sarcoidosis? Posiblemente. Componentes en alimentos pueden tener efectos antiinflamatorios en enfermedades pulmonares. Se debería alentar a pacientes de sarcoidosis a tener dietas ricas en antioxidantes y polifenoles. Pero aún no se esto a prueba con ensayos de intervención.

¿Hay un paso que podamos dar para potencialmente evitar esta enfermedad? Se desconoce su causa. La sarcoidosis puede darse en familias, pero quizá solo sea porque comparten el entorno del hogar. Aunque variaciones genéticas pueden aumentar la susceptibilidad, los genes solos no son suficiente para causar sarcoidosis. Algo impulsa el proceso de la enfermedad. Algo impulsa la inflamación.

Parte del misterio de la sarcoidosis está cerca de resolverse. Avances recientes en métodos moleculares e inmunológicos dan una mirada más rigurosa a los impulsadores de la enfermedad y señalan que es probable que micobacterias participen en, al menos, un subconjunto de casos de sarcoidosis. Mycobacterium avium paratuberculosis o MAP es un patógeno zoonótico, es decir, puede pasar de animales a humanos. Hemos abarcado la relación entre MAP y otras autoinmunes, como la diabetes tipo 1, y cómo los productos lácteos son una gran fuente de exposición a MAP en nuestras dietas.

Aún se encuentran bacterias MAP viables en leche pasterizada, a pesar de los esfuerzos de extender la pasterización para prevenir esto. También están en la leche de cabra y varias clases de quesos como el tipo suizo, cheddar, de oveja y de cabra, junto con quesos más suaves como mozzarella y burrata. Por desgracia, es un asunto global en países con cría bovina intensiva, entre los cuales EE.UU. tiene las tasas más altas, donde entre el 68 y 91 por ciento de los rebaños lecheros están infectados.

En este análisis del 2015, dos estudios buscaron bacterias MAP y no hallaron ninguna en pacientes con sarcoidosis ni en sujetos de control. Otros dos estudios buscaron evidencia de exposición a MAP y encontraron entre 7 y 17 veces más probabilidades de reacción a MAP, pero ninguno alcanzó una importancia estadística. ¿Qué aprendimos desde entonces? En un experimento natural, investigadores midieron la sarcoidosis entre quienes sí y quienes no recibieron la vacuna BCG, que otorga protección parcial contra micobacterias como la tuberculosis. Y quienes nacieron en un periodo de consumo alto de la vacuna BCG tenían una tasa menor de sarcoidosis. Pero no fue un experimento aleatorio controlado, y no es claro si la vacunación contra la tuberculosis realmente evitaría enfermedades autoinmunes por MAP, como la enfermedad de Crohn, la enfermedad de Hashimoto, esclerosis múltiple, artritis reumatoide y lupus.

La evidencia más importante provendría de observar una respuesta a antimicobacterianos. Barry Marshall ganó el premio Nobel por demostrar que H. pylori inflama el estómago, al tragar la bacteria y luego curarse a sí mismo con antibióticos. Este es el estudio que emocionó a la comunidad de la sarcoidosis. La sarcoidosis cardíaca, es decir, la sarcoidosis del corazón, se resolvió con antibióticos contra MAP. Se registró por primera vez MAP en la sangre y tras más de un año con antibióticos contra MAP, su sarcoidosis pareció desvanecerse, algo que no se creía posible. Un estudio piloto en pacientes con sarcoidosis pulmonar tuvo resultados notables con terapia antimicobacterial, con mejoras en la función pulmonar y calidad de vida. Pero cuando los investigadores hicieron un ensayo más grande, no hubo ningún beneficio significativo para la función pulmonar pese a una baja significativa de las respuestas inmunitarias micobacterianas.

Entonces ¿en dónde estamos? La mycobacterium avium paratuberculosis en los alimentos es un problema de salud pública. “Para reducir la exposición humana a MAP por el consumo de productos lácteos y carnes, urgen estudios cuantitativos para calcular” cuánta MAP hay en la leche, carne y heces de estos animales, y cuánta contaminación fecal hay en la leche y carne, para resolver cómo eliminarla.

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Gráficos de Avo Media

Nota del Doctor

Nota del Dr. Greger:

Estoy encantado de presentar a la Dra. Kristine Dennis, nuestra Científica Senior de Investigación. La Dra. Dennis es una experimentada científica en nutrición y salud pública que se unió a NutritionFacts para ampliar nuestra capacidad investigativa: sumergiéndose a fondo en la investigación, escribiendo guiones y ahora, narrando sus propios videos. Seguirán viendo videos tanto míos como de ella, sin un orden específico. Estoy muy feliz de que Kristine forme parte de NutritionFacts para ayudarnos a ampliar nuestra capacidad y perspectivas.

En el video menciono ¿Es posible que la tuberculosis por comer carne pueda desencadenar diabetes de tipo 1? No te lo pierdas.

Échale un vistazo a la página de información sobre los recursos traducidos.

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