Efectos secundarios de Splenda

Image Credit: Evan Amos / Wikimedia. Esta imagen ha sido modificada.

En el día de los santos inocentes en 1998, la FDA aprobó el edulcorante artificial sucralosa, también conocido como uno-seis-dicloro-uno-seis-di-deoxy-beta-D-fructo-furanosyl-quatro-chloro-quatro-deoxy-alpha-D-galacto-pyranosida, pero aparte de su temible nombre, lo peor que parecía hacer era desencadenar una migraña en individuos susceptibles. El fabricante de la sucralosa contestó que debes comparar cualquier riesgo que pueda suponer la salud con los “riesgos tan grandes asociados a la epidemia de obesidad en Estados Unidos”.

Como cuento en mi video Los efectos de la sucralosa (Splenda) en el microbioma, esa era la esperanza, proveer un sustituto del azúcar inocuo que tuviera un gusto dulce pero sin calorías ni picos de azúcar en la sangre. Sin embargo, no parece que ese haya sido el resultado, con estudios poblacionales que relacionan el consumo de edulcorantes artificiales, mayormente en refrescos dietéticos, con una incidencia mayor de obesidad, síndrome metabólico y diabetes de tipo 2; pero una asociación no significa causalidad, tienes que ponerlo a prueba. Si le das la cantidad de sucralosa que hay en una botella de refresco dietético a una persona obesa, sufre una subida dramática en el azúcar en sangre, y requieren mucha más insulina (20% más insulina en la sangre), lo que sugiere que la sucralosa causa resistencia a la insulina. Esto podría explicar los vínculos entre el consumo de edulcorantes artificiales y el desarrollo de diabetes, enfermedad cardiaca y apoplejía. Así que, la sucralosa no es una sustancia inerte, si no que afecta a la reacción del azúcar en la sangre, ¿pero cómo?

La empresa Splenda recalca que la sucralosa casi nunca es absorbida por el cuerpo y, por eso, se queda en el tracto digestivo para ser rápidamente eliminada del cuerpo. Pero el hecho que no sea absorbida por el intestino delgado quiere decir que llega al intestino grueso y puede afectar nuestra flora intestinal. Ha habido investigaciones sobre los edulcorantes artificiales y las bacterias intestinales de las ratas, pero nunca habían hecho investigaciones en humanos… hasta ahora. Pusieron a prueba la sacarina, la sucralosa y el aspartamo, los edulcorantes artificiales en Sweet & Low, Splenda y NutraSweet, y descubrieron que los edulcorantes sin calorías inducen la intolerancia a la glucosa porque alteran los microbios en el intestino. Las investigaciones humanas fueron limitadas, pero después de unos días tomando sacarina, por ejemplo, algunos de los participantes tuvieron respuestas exageradas de azúcar en sangre causadas por el cambio de tipo de bacteria en su intestino en solo una semana. El acesulfamo K, otro edulcorante artificial común, también se asoció con cambios en la flora intestinal.

Es decir, durante todo este tiempo, los edulcorantes artificiales pretendían prevenir las enfermedades crónicas, pero es posible que hayan estado contribuyendo al problema debido a alteraciones microbianas. Algunos en la comunidad científica se sorprendieron de que “incluso concentraciones pequeñas de un edulcorante [el aspartamo en este caso] son suficientes para causar cambios grandes en los habitantes de nuestro intestino”. Aunque otros se sorprendieron menos. Al fin y al cabo, cada molécula de aspartamo se metaboliza como formaldehído. Esto podría explicar por qué algunas personas que son alérgicas al formaldehído tienen reacciones tan malas a los edulcorantes. “Por lo tanto, no es inesperado que hasta cantidades pequeñas pueden modificar nuestras comunidades bacterianas”. Sin embargo, los informes sobre la seguridad del aspartamo no se ponen de acuerdo. “Todas las investigaciones financiadas por la industria dicen que es muy seguro, mientras que 92% de las investigaciones fundadas independientemente dicen que el aspartamo puede tener efectos malos para la salud”. Esto debería decirnos algo.

“Sin duda, los consumidores de dichos aditivos alimentarios, que normalmente son considerados como seguros, no saben que esas sustancias pueden influir a su flora intestinal. Esto puede ser de especial importancia para pacientes con enfermedades correlacionadas con modificaciones de la flora intestinal, como en el síndrome del intestino irritable p enfermedades intestinales inflamatorias”, como la colitis ulcerativa y la enfermedad de Crohn. A lo mejor estas personas no se dan cuenta de que los edulcorantes artificiales están afectando a su intestino.

¿Es posible que el efecto sea tan grande que cause cambios en la incidencia de las enfermedades intestinales inflamatorias? Canadá fue el primer país que aprobó el uso de sucralosa y sus índices de enfermedad intestinal inflamatoria parecen haber duplicado después de aprobarse su uso. ¿Qué pasa con los Estados Unidos? Después de décadas de tasas relativamente estables de colitis ulcerativa y enfermedad de Crohn, sí parecieron empezar a subir. En China, después de aprobar la sucralosa, la enfermedad intestinal inflamatoria aumentó 12 veces. Otra vez, esto podría ser una coincidencia, pero este tipo de correlación también fue observada en dos continentes más. Cuántos más gráficos vemos que relacionan la sucralosa con el aumento de la incidencia de enfermedades intestinales, más difícil es ignorar la posibilidad de que haya una conexión. 

La buena noticia es que después de dejar de tomar edulcorantes artificiales, tu flora intestinal puede recuperar su equilibrio original en tan solo unas semanas. Eso sí, las consecuencias negativas de los edulcorantes artificiales no deben ser interpretadas como que deberíamos volver a tomar azúcar y jarabe de maíz alto en fructosa. Para tener la mejor salud que puedes tener, lo mejor es intentar reducir el consumo de ambos.


¿Quieres saber más sobre los edulcorantes artificiales?

¿Tanto importa que tu flora intestinal no esté equilibrada? No te lo vas a creer:

Un saludo,

Michael Greger

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