¿Cuál es el mejor alimento para el final del embarazo?

La traducción de este texto viene de la mano de nuestra voluntaria María José.

Los dátiles, unos frutos dulces comestibles, se ponen a prueba en un ensayo aleatorizado y controlado para la dilatación cervical.

En el capítulo 19 del Corán, María está dando a luz a Jesús. Ni siquiera sabía que Jesús estaba en el Corán. Cuántas cosas no te enseñan en la escuela hebrea. “Y los dolores del parto la llevaron hacia el tronco de una palmera”. Ella grita y le contesta Gabriel, un arcángel y, evidentemente, un obstetra. ¿Quién lo diría? Le dice que sacuda el árbol y que “de él caerán sobre ti dátiles maduros y frescos” y te sentirás mejor, no hace falta epidural.

¿Ayudan realmente los dátiles con los dolores del parto y el propio alumbramiento? Como explico en mi video El mejor alimento para la última etapa del embarazo, para que los investigadores finalmente los pusieran a prueba, hizo falta algo más de 2000 años. Tenían alguna prueba anecdótica de que los dátiles podrían ser útiles, pero querían saber con seguridad “si la adición de dátiles en las últimas semanas de embarazo reduciría la necesidad de inducir o acelerar [el parto]”, es decir, de administrar medicamentos para provocar contracciones uterinas para iniciar o agilizar el parto. Es uno de los procedimientos obstétricos que se realizan con mayor frecuencia en los Estados Unidos y ha aumentado de forma dramática en las últimas décadas: de menos del 10 % de los alumbramientos a casi una cuarta parte. Es cierto que existen indicaciones médicas legítimas, pero a menudo se hacen solo por “comodidad”, y no necesariamente por la comodidad del paciente. El sanitario también puede tener incentivos financieros perversos y otras razones para querer apresurar las cosas. Es posible que los dátiles no ayuden con esos factores, pero ¿podrían ayudar a fomentar un parto normal y espontáneo?

En un estudio prospectivo participaron mujeres que, o bien comieron seis dátiles al día durante su último mes de embarazo, o bien no comieron ninguno. Las que consumieron la fruta presentaban una mejora significativa en la dilatación cervical en comparación con las que no lo hicieron, además de mantener las membranas intactas en una proporción notablemente más alta, lo cual es bueno. Y, con un número significativamente menor de medicamentos administrados, “el parto espontáneo se produjo en el 96 % de las mujeres que consumieron dátiles, en comparación con el 79 % de las mujeres que no consumieron la fruta”. Es más, el parto de las mujeres en el grupo de los dátiles también fue más breve, unas siete horas más corto en general. Por lo tanto, “se concluye que el consumo de dátiles en las 4 semanas [de embarazo] previas al parto redujo de forma significativa la necesidad de inducción y aceleración del parto… Los resultados justifican un ensayo controlado aleatorio”. Un momento. ¿La asignación de las mujeres no era aleatoria? Así es. De hecho, los investigadores incluso comentaron lo difícil que era encontrar mujeres que accedieran a no comer dátiles, porque consumirlos “forma parte de las creencias culturales de la población estudiada”. Como te podrás imaginar, puede haber varias diferencias entre las mujeres que consumieron los dátiles y las que aceptaron no consumirlos que podrían explicar los resultados. Tal vez las que tomaron la fruta eran más religiosas, de un estatus socio-económico más elevado, o algo completamente distinto. ¿Quién sabe? Se podría argumentar que se les podría dar una oportunidad a los dátiles, ya que no parecen presentar ninguna desventaja, pero eso no es suficiente para mí. Quiero saber si realmente funcionan, pero no conseguimos un ensayo aleatorio y controlado hasta tres años después.

Los investigadores estudiaron el efecto del consumo de dátiles al final del embarazo sobre la llamada dilatación cervical en madres primerizas. En las últimas semanas de embarazo, los cambios hormonales hacen que el cuello uterino, la abertura del útero, comience a madurar y se ablande, para poder dilatarse con mayor facilidad cuando comienzan las contracciones. “En esta etapa, el cuello uterino pierde su estructura integrada y, por lo tanto, se vuelve blando y se dilata en cuanto comienzan las contracciones fuertes”. A través de un cuello uterino maduro, se puede expulsar a un bebé con menos de 1,4 atmósferas de presión. Si el cuello uterino no está listo, pueden hacer falta casi 14 atmósferas. Por lo tanto, “la maduración cervical previa al inicio del parto es un factor importante” si se desea un parto vaginal normal. “La búsqueda de un método seguro, económico y sencillo de [facilitar] la dilatación cervical reviste gran importancia”. ¿Qué sucedió cuando se asignó al azar a un par de cientos de mujeres para comer, o bien unos seis dátiles al día, o bien ninguno desde aproximadamente la semana 37 del embarazo hasta la primera contracción?

La dilatación cervical se clasifica mediante el llamado índice de Bishop. Normalmente, un índice de 5 o menos “indica un cuello uterino desfavorable”, mientras que un índice de 8 o más permite continuar con el parto. El índice de Bishop medio en las mujeres asignadas aleatoriamente al grupo de los dátiles fue significativamente más alto, cercano a 8, mientras que el grupo sin dátiles obtuvo una puntuación inferior, en torno a 5. Además, en el grupo de las consumidoras de dátiles, el cérvix también estaba más dilatado. Los investigadores concluyeron que dado que el dátil es saludable de todos modos, y está “lleno de energía y nutrientes, se recomienda a las mujeres embarazadas para ayudar con la maduración cervical, especialmente en las últimas semanas” de su embarazo.

¿Qué pasa con los efectos de los dátiles en el parto espontáneo, el parto prematuro, el tiempo que se tarda en dar a luz y la hemorragia posparto? Cubro todo eso en mi video El mejor alimento para el parto.

Me encanta comer dátiles como tentempié, pero también los uso en recetas. Aquí tienes una de mi recetario The How Not to Die Cookbook, el Jarabe de dátiles. Y, como siempre, todas mis ganancias de las ventas de libros las donamos a caridad.

Key Takeaways

  • La inducción o aceleración del parto es uno de los procedimientos obstétricos más comunes en los Estados Unidos y ha aumentado de menos del 10 % de los partos hace unas décadas a casi un cuarto en la actualidad.

  • De forma anecdótica, se ha informado de que los dátiles ayudan a fomentar un parto normal espontáneo y a reducir la necesidad de inducir o acelerar el parto, es decir, administrar medicamentos para inducir las contracciones uterinas e iniciar o agilizar el parto.

  • Las mujeres que comieron seis dátiles al día durante su último mes de embarazo presentaron una mejora significativa en su dilatación cervical en comparación con las que no consumieron ninguno, así como una proporción notablemente mayor de las membranas intactas. El parto espontáneo tuvo lugar en el 96 % de las mujeres que consumieron dátiles y solo en el 79 % de las que no tomaron ninguno, y el parto fue más breve para las que estaban en el grupo de los dátiles, unas siete horas más corto en general. Sin embargo, el estudio no era aleatorizado.

  • Los investigadores que estudian los efectos del consumo de dátiles al final del embarazo sobre la maduración cervical en las madres primerizas encontraron que aquellas que se habían asignado al azar al grupo de los dátiles tenían índices de Bishop más cercanos a 8, lo que indica que el cuello uterino está listo, mientras que el grupo de las mujeres que no consumieron la fruta obtuvo una puntuación de alrededor de 5, lo que “indica un cuello uterino desfavorable”.

  • Dado que los dátiles son saludables, los investigadores recomendaron que las mujeres embarazadas los consumieran “para ayudar con la maduración cervical, especialmente en las últimas semanas” del embarazo.


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