A principio del siglo XX, la enfermedad por deficiencia de vitamina D, el raquitismo, era muy predominante, gracias a la vida en ciudad con la sombra de los edificios y el hollín del aire. La industria láctea no quiso perder la oportunidad y fortificó la leche con vitamina D; y lo mismo pasó con la cerveza. Según un anuncio: “La cerveza es buena para ti, pero Schlitz, con su vitamina D Sunshine, es incluso mejor. Así que bebe Schlitz a diario”. Está claro que hay opciones fortificadas más sanas, como el jugo de naranja, pero haría falta beber entre 15 y 20 vasos de leche, cerveza o jugo fortificado al día para alcanzar la cantidad mínima recomendada. Como explico en mi video Los riesgos y beneficios de la exposición prudente al sol, para conseguir la dosis adecuada te hace falta un suplemento o el sol.
La mayoría de la población recibe entre un 90 y un 95% de la vitamina D que necesitan del sol. El peligro de cáncer de piel es real, pero suele ser por una exposición al sol excesiva o por quemaduras. “Hay muy poca evidencia de que una exposición al sol mínima y con cuidado pueda aumentar de manera considerable el riesgo de cáncer de piel”. Aunque, ¿por qué aceptar cualquier riesgo si podemos conseguir nuestra vitamina D de los suplementos? Imaginemos que no existen tales suplementos. ¿Qué pasa si necesitamos equilibrar los efectos positivos y negativos de la exposición al sol? Por un lado, tenemos entidades como la American Academy of Dermatology que recomiendan que “nadie debería exponerse nunca a la luz solar directa sin protección solar”. Al fin y al cabo, se sabe que los rayos UVA del sol son carcinógenos, responsables de más de la mitad de los tumores malignos en personas caucásicas. La industria del bronceado sin duda ha hecho un gran trabajo para restarle importancia a este hecho.
Incluso los investigadores que aceptan dinero de la industria del bronceado reconocen que una exposición al sol excesiva puede aumentar el riesgo de cáncer de piel, pero abogan por la moderación, y aconsejan una “exposición al sol responsable”; incluso le echan la culpa a la industria del protector solar por exagerar el riesgo. Sin embargo, es más difícil impugnar la opinión de los dermatólogos, porque van en contra de su interés financiero, ya que el cáncer de piel es lo que les da de comer. Lo que dicen los defensores de los rayos UVA es que la “propaganda solfóbica” podría hacer más daño que bien. Utilizan estudios como este de Suecia que concluyó que las personas diagnosticadas con cáncer de piel tienden a vivir más y tener menos ataques al corazón y fracturas de cadera. A los medios de comunicación les encantó, y publicaron titulares como “Quienes toman el sol viven más”. Sin embargo, solo la exposición a rayos UVA natural se asoció con menos mortalidad; la exposición artificial se asoció con mayor mortalidad. Es probable que esto no tenga nada que ver con la vitamina D. ¿Cómo es posible que quienes estén al sol tanto tiempo como para coger cáncer de piel acaben viviendo más? Quizá es porque suelen estar corriendo. El ejercicio podría explicar su aumento en la esperanza de vida. Además, en los Estados Unidos, la exposición a los rayos UVA se asoció con una esperanza de vida más corta.
Hay estudios modelo que sugieren que, en Estados Unidos, al menos 50000 muertes por cáncer podrían ser atribuidas a bajos niveles de vitamina D, que podrían evitarse con más exposición al sol, que como mucho mataría a 12000 personas de cáncer de piel. Es decir, que al final los beneficios superarían a los riesgos. Aunque, de nuevo, ¿por qué correr el riesgo si podemos tomar el suplemento? De hecho, ¿de dónde se sacaron esas estimaciones de que la vitamina D puede prevenir un cáncer interno? Pues de estudios de intervención con suplementos de vitamina D, no con rayos UVA. Así que no hay controversia. “En resumen, se habla del problema como una decisión entre cáncer de piel o cáncer en órganos internos y otras enfermedades”, debido a la deficiencia por vitamina D. El problema es que se ignora el que exista otra manera. Durante la mayor parte de nuestro periodo evolutivo, no necesitábamos preocuparnos por el cáncer de piel porque no vivíamos tanto tiempo, y la vitamina D no estaba “disponible en la tienda de la esquina”.
Si solo queremos vernos más atractivos, ¿por qué no comer más frutas y verduras? Al comparar modelos con frutas y verduras contra los modelos con rayos UVA, el brillo en la piel de los carotenoides ganó sin duda. Además, este efecto funciona en personas caucásicas, asiáticas, africanas, americanas…
Esto ha sido básicamente todo lo que han aportado los 15950 estudios que se han hecho sobre la vitamina D. A menos que se descubra algo verdaderamente sorprendente, la siguiente actualización probablemente sea en 2021.Si te perdiste los otros videos de la serie:
- ¿Sirven los suplementos de vitamina D para la diabetes, la pérdida de peso y la presión arterial?
- ¿Vivirás más si tomas suplementos de vitamina D?
- ¿Cuánta vitamina D debemos tomar?
- La dosis óptima de vitamina D basada en niveles naturales
- La mejor forma de obtener vitamina D: ¿sol, suplementos o salones?
También hablo de la vitamina D con respecto a enfermedades específicas:
- ¿Reducen los suplementos de vitamina D el riesgo de morir de cáncer?
- La vitamina D para el asma
- Vitamina D para la enfermedad inflamatoria intestinal
- ¿Deberían los ancianos tomar suplementos de vitamina D para prevenir caídas?
Un saludo,
Michael Greger
- 2012: Arrancar de raíz las principales causas de muerte
- 2013: Más de una manzana al día para prevenir nuestras enfermedades más comunes
- 2014: De la mesa a estar capacitado: combatir enfermedades discapacitantes con los alimentos
- 2015: Alimentos como medicina: prevención y tratamiento de las enfermedades más temidas con alimentación
- 2016: Comer para no morir: el rol de la alimentación en prevenir, detener y revertir nuestros 15 principales asesinos