La traducción de este texto viene de la mano de nuestra voluntaria Rosana Battagliotti.
Sería bueno que las personas con enfermedades autoinmunes —como la enfermedad de Crohn— no comieran levadura nutricional.
Hace miles de años, la levadura se metió en nuestra harina y nuestras bebidas, para nuestro deleite, y desde entonces hemos estado expuestos a ella con frecuencia. Para la mayoría de las personas, la levadura no representa un problema, pero hasta los microbios que no causan enfermedades podrían desencadenar enfermedades autoinmunes —como la de Crohn— en personas que son propensas a ellas porque el delicado equilibrio de su sistema inmune está afectado. Quizás esa es la razón por la que los panaderos tienen la tasa de mortalidad por enfermedad de Crohn más alta y, de acuerdo con datos de otras fuentes, también tienen los índices más altos de enfermedad de Crohn, como puedes ver en el minuto 0:30 de mi video ¿Es saludable para todos la levadura nutricional?. Puede ser que la “hipersensibilidad a la levadura para panificación (…) desempeñe un papel en la enfermedad de Crohn”.
Si, para calmar la enfermedad, quitas de la dieta de los pacientes con enfermedad de Crohn los tres alimentos para los que más anticuerpos tienen, y si después reintroduces esos alimentos en su dieta, puedes volver a generar los síntomas y estimular la inflamación. Por ejemplo, una fístula anal se seca en ausencia de esos alimentos, empieza a producir absceso de nuevo cuando se los vuelve a incorporar a la dieta, y otra vez deja de hacerlo cuando se los vuelve a eliminar, como puedes ver en el minuto 0:57 de mi video.
Sin embargo, sin un grupo de control, no puedes eliminar la posibilidad de que se deba a un fuerte efecto placebo. No se habían hecho ensayos controlados aleatorizados hasta que los investigadores diseñaron un estudio brillante. Les hicieron análisis a pacientes con enfermedad de Crohn para detectar anticuerpos para 16 alimentos y, luego, dividieron a los sujetos en dos grupos de forma aleatoria. A los dos grupos se les dijo que evitaran cuatro alimentos, pero a uno de los grupos se les dijo que evitaran los cuatro alimentos que más reacción les generaban, mientras que al otro grupo se les dijo que evitaran los alimentos que menos reacción les generaban. Las consignas para los grupos se entregaron en sobres sellados, así que nadie supo quién estaba en qué grupo hasta el final del estudio. ¿Qué resultados se obtuvieron? Se observó más del doble de probabilidad de una mejora clínica significativa en el grupo al que se le indicó no consumir los alimentos a los que eran más reactivos, y no era solo la levadura. De hecho, “el vínculo más claro que se encontró en relación con las mejorías observadas fue la eliminación de la leche, la carne de cerdo y vaca, y los huevos”, lo que llevó a los investigadores a proponer que, tal vez, en lugar de hacer análisis de sangre sofisticados, deberíamos simplemente decirles a nuestros pacientes que eliminen la carne y los huevos de su dieta, y ver cómo les va. Esto coincidiría con varios estudios de poblaciones que vincularon “las dietas con alto contenido de grasa animal” con un riesgo mayor de enfermedades inflamatorias en el intestino y con estudios de intervención que demuestran que una dieta a base de plantas, en la que se reduce el consumo de carne a alrededor de una porción cada dos semanas, puede disminuir los índices de recaída a la extraodinaria cifra de 8 por ciento en dos años.
Pero ¿qué sucede con el tema de la levadura? ¿No se puede simplemente meterle un poco de levadura por el trasero a alguien y ver qué pasa? ¡Pues sí que se puede! Se puede y los investigadores lo han hecho: estudiaron la exposición del recto a seis alimentos diferentes —incluida la levadura— en pacientes con enfermedad de Crohn. Esto se hizo por medio de una prueba de punción cutánea, pero, en lugar de pinchar la piel, se pincha el interior del recto con varios alimentos. En el minuto 3:00 de mi video, puedes ver los distintos puntos de punción según el alimento, y queda claro que la levadura fue la que causó la reacción más notoria en pacientes con enfermedad de Crohn.
Pareciera que la levadura para panificación —que es la misma que se usa para la levadura de cerveza y la levadura nutricional— podría jugar un papel importante en el desarrollo de la enfermedad de Crohn, pero la buena noticia es que “podría tener relevancia terapéutica”. Si los pacientes con enfermedad de Crohn tuvieran una dieta sin levadura, ¿mejorarían? Es imposible saberlo si no se pone a prueba.
De hecho, eso es precisamente lo que indicaba el estudio original que vinculó la levadura con la enfermedad de Crohn, allá por 1988: “valdría la pena hacer un estudio controlado sobre una dieta sin levadura en pacientes con enfermedad de Crohn”. ¿Por qué pasaron tantos años antes de que se hiciera un estudio así? El problema es: ¿quién lo va a financiar? ¿los grandes productores de comida chatarra? Por suerte, hay instituciones benéficas como la National Association for Colitis and Crohn’s disease (Asociación Nacional sobre Colitis y Enfermedad de Crohn), que están dispuestas a hacerlo.
Diecinueve pacientes con enfermedad de Crohn mantuvieron su dieta normal por un mes y luego pasaron a una dieta sin levadura. Se observó un aumento significativo en el Índice de la actividad de la enfermedad de Crohn (Crohn’s disease activity index, CDAI), que evalúa síntomas como el dolor abdominal y la diarrea en la etapa en la que consumían levadura, en comparación con el período en el que no lo hacían. Los resultados demostraron que la actividad de la enfermedad era más alta con la levadura que sin ella. Pero, ¿de qué constaba la dieta sin levadura? No eliminaron solo el pan y la cerveza. Por ejemplo, los investigadores hicieron que los sujetos consumieran leche de soja en lugar de leche de vaca y harina integral en lugar de refinada. A veces, el simple hecho de dejar de consumir leche puede ayudar con la enfermedad intestinal inflamatoria, como puedes ver en el minuto 4:43 de mi video.
Con tantos cambios en la dieta, ¿cómo sabemos cuál era el papel de la levadura? Pues de la siguiente manera: después de que los sujetos comenzaran con la nueva dieta sin levadura, los investigadores les dieron una cápsula con levadura o un placebo. Incluso una cantidad muy pequeña de levadura (un cuarto de cucharadita de levadura nutricional por día) los hacía empeorar, lo que indica que “la levadura podría jugar un papel importante en la patogénesis [el proceso de la enfermedad] de la enfermedad de Crohn”.
Ahora bien, para la gran mayoría de la gente, la levadura no representa un problema, pero, en personas susceptibles, puede desencadenar una respuesta inmune anormal en el intestino. Pero, aguarda un momento. Pensaba que el microbio de la paratuberculosis era un desencadenante de la enfermedad de Crohn. Bueno, tal vez la infección por paratuberculosis es lo que “induce la reacción de hipersensibilidad que se genera por la levadura presente en la dieta”. ¿Quién sabe? La cuestión es que es mejor que las personas con enfermedad de Crohn no hagan demasiados esfuerzos por añadir a su dieta levadura nutricional, de cerveza o para panificación.
Presenté este tema en el video ¿La levadura nutricional desencadena la enfermedad de Crohn?, y me fui por la tangente en ¿Es real el síndrome de hipersensibilidad por cándida?. Concluyo esta serie de videos hablando sobre otra enfermedad autoinmune que parece verse afectada en Curar la hidradenitis supurativa con la alimentación.
Para saber más sobre la enfermedad de Crohn, no te pierdas Prevenir la enfermedad de Crohn con la dieta y El tratamiento dietético de la enfermedad de Crohn.
Y la paratubercu… ¿qué? No te pierdas ¿La paratuberculosis en la leche provoca la diabetes tipo 1? y ¿Es posible que la tuberculosis por comer carne pueda desencadenar diabetes de tipo 1?.
Un saludo,
Michael Greger
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