¿El café ayuda a potenciar la autofagia y la longevidad?

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Para la longevidad, tres tazas de café descafeinado parecen ser igual de buenas que tres tazas normales.

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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Maria del Mar Saumell quien forma parte del equipo de voluntariado de NutritionFacts.org.

Cuando la comida escasea, nuestro cuerpo detecta esta falta de nutrientes y cambia a un modo de conservación, acelerando el proceso de autofagia, de la palabra griega auto que significa “uno mismo” y phagy que significa “comer”. Autofagia significa, literalmente, comerse a uno mismo. La autofagia juega dos roles principales: la recuperación de nutrientes (productos de descomposición que reingresan al metabolismo celular) y el control de calidad (la eliminación de componentes superfluos, dañados o peligrosos).

En el contexto moderno de no solo tener suficiente comida, sino un exceso de ella, nuestra tasa base de autofagia es baja y disminuye aún más a medida que envejecemos. Se ha descrito un declive en la capacidad autofágica con la edad en casi todos los animales analizados, incluidos los humanos. La autofagia parece no solo ser necesaria para la extensión de la vida, sino también, en algunos casos, suficiente para aumentar la longevidad. Estimular la autofagia por sí sola puede alargar la vida útil en ratones en un 17 % en promedio, además de mejorar su salud. No es de extrañar que la autofagia esté a la vanguardia de tantas investigaciones sobre longevidad.

La forma más confiable de activar la autofagia a gran escala podría ser comer menos comida en general, pero hay un inconveniente en la restricción calórica. Morirse de hambre, como se destacó en una revisión importante, “genera incomodidad”. Sin embargo, hay algo que podemos consumir que induce la autofagia y que muchas personas encuentran reconfortante: el café.

Hace tiempo que sabemos que el consumo de alcohol causa inflamación en el hígado, pero un hallazgo inesperado se halló por un grupo de investigadores noruegos en 1986: el consumo de café se asociaba con menos inflamación hepática. Estudios posteriores realizados en todo el mundo replicaron estos resultados. En Estados Unidos, por ejemplo, aquellos en riesgo de enfermedad hepática que bebían más de dos tazas (475 ml) de café al día parecían tener menos de la mitad del riesgo de desarrollar enfermedad hepática crónica que aquellos que bebían menos de una taza. El hecho de que el consumo regular de café parezca proteger contra el desarrollo de la enfermedad del hígado graso dio a los investigadores una idea. Dado que la autofagia juega un papel tan importante en la eliminación de grasa del hígado, los investigadores probaron si la cafeína podría tener propiedades limpiadoras a nivel celular.

De hecho, se descubrió que la cafeína es un potente estimulante de la autofagia. Entonces, ¿el café o la cafeína extienden la vida útil de organismos modelo como levaduras y gusanos? Sí … y sí … En ratones, el café desencadenó rápidamente la autofagia dentro de pocas horas a una dosis equivalente a la humana, y el café descafeinado funcionó igual de bien. Las propiedades promotoras de la autofagia del café eran independientes del contenido de cafeína. Tanto el café normal como el descafeinado también tuvieron efectos anti-envejecimiento similares en otro camino de envejecimiento en ratones. Pero, ¿y en las personas?

Una revisión sistemática sobre los efectos del café en las enfermedades hepáticas concluyó que “se debe fomentar el consumo diario de café” en pacientes con enfermedad hepática crónica. Pero si el café mejora la autofagia, ¿no deberían extenderse sus beneficios a una amplia gama de enfermedades? Bueno, el consumo de café también se asocia con un menor riesgo de enfermedades renales, así como con una reducción del riesgo de afecciones tan variadas como la gota, el Parkinson, la diabetes tipo 2 y el cáncer de piel. El café descafeinado también se asoció con una variedad de beneficios potenciales para la salud. Los resultados son aún más notables dado que muchos de los estudios no lograron controlar adecuadamente el consumo de tabaco y alimentos poco saludables, ambos asociados con el consumo de café. Así que, los bebedores de café parecían estar más saludables a pesar de sus hábitos menos saludables. ¿Se traduce todo esto en vivir más tiempo? Aparentemente, sí.

Solo tenemos investigaciones observacionales sobre café y mortalidad en humanos, pero, hasta la fecha, más de veinte estudios alrededor del mundo que siguieron a más de diez millones de personas a lo largo del tiempo han encontrado que aquellos que bebían tres tazas (720 ml) de café al día tenían un 13 % menos de riesgo de muerte. Si esto se practicara durante la adultez, se esperaría que se traduzca en aproximadamente un año extra de vida.

En términos de longevidad, tres tazas de café descafeinado parecían ser tan protectoras como tres tazas de café normal, así que no es la cafeína. Esto lo respalda la información que muestra la relación con la longevidad, independientemente de si las personas eran metabolizadores lentos o rápidos de la cafeína. Si no es la cafeína, entonces, ¿qué es? El café contiene más de mil compuestos bioactivos. El ácido clorogénico, un polifenol, es el antioxidante más abundante en los granos de café, por lo que los investigadores comenzaron por ahí y descubrieron que efectivamente podía mejorar la autofagia en células humanas cultivadas. Entonces, ¿qué marcas y tipos de café tienen más de este compuesto que estimula la autofagia? Lo descubriremos a continuación.

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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Maria del Mar Saumell quien forma parte del equipo de voluntariado de NutritionFacts.org.

Cuando la comida escasea, nuestro cuerpo detecta esta falta de nutrientes y cambia a un modo de conservación, acelerando el proceso de autofagia, de la palabra griega auto que significa “uno mismo” y phagy que significa “comer”. Autofagia significa, literalmente, comerse a uno mismo. La autofagia juega dos roles principales: la recuperación de nutrientes (productos de descomposición que reingresan al metabolismo celular) y el control de calidad (la eliminación de componentes superfluos, dañados o peligrosos).

En el contexto moderno de no solo tener suficiente comida, sino un exceso de ella, nuestra tasa base de autofagia es baja y disminuye aún más a medida que envejecemos. Se ha descrito un declive en la capacidad autofágica con la edad en casi todos los animales analizados, incluidos los humanos. La autofagia parece no solo ser necesaria para la extensión de la vida, sino también, en algunos casos, suficiente para aumentar la longevidad. Estimular la autofagia por sí sola puede alargar la vida útil en ratones en un 17 % en promedio, además de mejorar su salud. No es de extrañar que la autofagia esté a la vanguardia de tantas investigaciones sobre longevidad.

La forma más confiable de activar la autofagia a gran escala podría ser comer menos comida en general, pero hay un inconveniente en la restricción calórica. Morirse de hambre, como se destacó en una revisión importante, “genera incomodidad”. Sin embargo, hay algo que podemos consumir que induce la autofagia y que muchas personas encuentran reconfortante: el café.

Hace tiempo que sabemos que el consumo de alcohol causa inflamación en el hígado, pero un hallazgo inesperado se halló por un grupo de investigadores noruegos en 1986: el consumo de café se asociaba con menos inflamación hepática. Estudios posteriores realizados en todo el mundo replicaron estos resultados. En Estados Unidos, por ejemplo, aquellos en riesgo de enfermedad hepática que bebían más de dos tazas (475 ml) de café al día parecían tener menos de la mitad del riesgo de desarrollar enfermedad hepática crónica que aquellos que bebían menos de una taza. El hecho de que el consumo regular de café parezca proteger contra el desarrollo de la enfermedad del hígado graso dio a los investigadores una idea. Dado que la autofagia juega un papel tan importante en la eliminación de grasa del hígado, los investigadores probaron si la cafeína podría tener propiedades limpiadoras a nivel celular.

De hecho, se descubrió que la cafeína es un potente estimulante de la autofagia. Entonces, ¿el café o la cafeína extienden la vida útil de organismos modelo como levaduras y gusanos? Sí … y sí … En ratones, el café desencadenó rápidamente la autofagia dentro de pocas horas a una dosis equivalente a la humana, y el café descafeinado funcionó igual de bien. Las propiedades promotoras de la autofagia del café eran independientes del contenido de cafeína. Tanto el café normal como el descafeinado también tuvieron efectos anti-envejecimiento similares en otro camino de envejecimiento en ratones. Pero, ¿y en las personas?

Una revisión sistemática sobre los efectos del café en las enfermedades hepáticas concluyó que “se debe fomentar el consumo diario de café” en pacientes con enfermedad hepática crónica. Pero si el café mejora la autofagia, ¿no deberían extenderse sus beneficios a una amplia gama de enfermedades? Bueno, el consumo de café también se asocia con un menor riesgo de enfermedades renales, así como con una reducción del riesgo de afecciones tan variadas como la gota, el Parkinson, la diabetes tipo 2 y el cáncer de piel. El café descafeinado también se asoció con una variedad de beneficios potenciales para la salud. Los resultados son aún más notables dado que muchos de los estudios no lograron controlar adecuadamente el consumo de tabaco y alimentos poco saludables, ambos asociados con el consumo de café. Así que, los bebedores de café parecían estar más saludables a pesar de sus hábitos menos saludables. ¿Se traduce todo esto en vivir más tiempo? Aparentemente, sí.

Solo tenemos investigaciones observacionales sobre café y mortalidad en humanos, pero, hasta la fecha, más de veinte estudios alrededor del mundo que siguieron a más de diez millones de personas a lo largo del tiempo han encontrado que aquellos que bebían tres tazas (720 ml) de café al día tenían un 13 % menos de riesgo de muerte. Si esto se practicara durante la adultez, se esperaría que se traduzca en aproximadamente un año extra de vida.

En términos de longevidad, tres tazas de café descafeinado parecían ser tan protectoras como tres tazas de café normal, así que no es la cafeína. Esto lo respalda la información que muestra la relación con la longevidad, independientemente de si las personas eran metabolizadores lentos o rápidos de la cafeína. Si no es la cafeína, entonces, ¿qué es? El café contiene más de mil compuestos bioactivos. El ácido clorogénico, un polifenol, es el antioxidante más abundante en los granos de café, por lo que los investigadores comenzaron por ahí y descubrieron que efectivamente podía mejorar la autofagia en células humanas cultivadas. Entonces, ¿qué marcas y tipos de café tienen más de este compuesto que estimula la autofagia? Lo descubriremos a continuación.

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Nota del Doctor

Este es el primer video de una serie de tres partes. Mantente atento a La forma más saludable de beber café¿Quién debe evitar el café?

 

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