¿Pueden los suplementos de vitamina E y selenio prevenir o tratar el alzhéimer?

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Un ensayo sobre la prevención del alzhéimer con el uso de vitamina E y selenio aleatorizó a más de 7500 hombres de edad avanzada a tomar vitamina E, selenio, ambos o nada (un placebo) durante cinco años.

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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Antonio Galán voluntario activo en NutritionFacts.org.

El estrés oxidativo de los radicales libres es una de las vías implicadas en el desarrollo y deterioro de los cerebros por alzhéimer, según demuestra un exceso de daño oxidativo en el ADN en la autopsia. ¿Y si usamos un antioxidante? Los niveles de vitamina E tienden a ser más bajos en el torrente sanguíneo de las personas con deterioro cognitivo o demencia, pero ¿qué vino antes? ¿La enfermedad de Alzheimer produjo la mala alimentación o la mala alimentación produjo la enfermedad de Alzheimer? Una mayor ingesta de vitamina E a través de alimentos tiene una relación clara con un menor riesgo de desarrollar alzhéimer, pero no ocurre igual al ingerir más vitamina E de suplementos. Eso no ha impedido a los investigadores incluir un grupo de vitamina E en el mayor estudio de prevención primaria de alzhéimer hasta la fecha.

El ensayo “Prevención del alzhéimer con vitamina E y selenio” asignó al azar vitamina E, selenio, ambos o ninguno (solo placebo) a más de 7 500 hombres mayores durante cinco años. Cito la conclusión: “Ninguno de los suplementos previno la demencia”. Un ensayo a largo plazo distinto de suplementación con vitamina E en mujeres mayores tampoco encontró protección contra el deterioro cognitivo. La vitamina E tampoco pareció beneficiar a las personas con deterioro cognitivo leve, pero los resultados en pacientes con alzhéimer fueron más interesantes.

El primer ensayo, publicado en el New England Journal of Medicine, asignó al azar a más de 150 pacientes con alzhéimer vitamina E o placebo para ver si la vitamina E podría ralentizar la progresión de la enfermedad. El resultado primario fueron los días hasta que ocurrió uno de los siguientes supuestos: muerte, institucionalización, pérdida de capacidad de realizar actividades cotidianas básicas o deslizamiento hacia una demencia grave (pérdida completa del sentido del tiempo o del lugar). En un primer análisis, la vitamina E fracasó: no hubo una ralentización significativa de la progresión. Pero cuando profundizaron, los investigadores se dieron cuenta de que, pese a la asignación aleatoria, el grupo de placebo tuvo por casualidad pacientes con una enfermedad más leve. Tras tener esto en cuenta, la diferencia en los resultados entre los grupos de vitamina E y placebo se amplió sustancialmente. Este tipo de análisis post-hoc no planeado se suele desaprobar, pero el efecto parecía tan considerable que lo publicaron. En el grupo de placebo, el tiempo ajustado hasta la muerte o la pérdida de independencia fue de 440 días, pero en el grupo de vitamina E, después de que se normalizó la cognición basal, fue de 670 días, más de siete meses después. Sin embargo, dado el análisis poco ortodoxo, el mundo científico esperó a que se replicara el estudio.

Allá vamos: más de 600 pacientes con alzhéimer de leve a moderado fueron aleatorizados a tomar suplementos de vitamina E, memantina, ambos o ninguno (solo placebo) durante dos años. Aunque no hubo una desaceleración del deterioro cognitivo después de ajustar por comparaciones múltiples, hubo una desaceleración del deterioro funcional, a la hora de gestionar actividades diarias como bañarse y vestirse. El grupo de vitamina E pareció sufrir solo alrededor de 1,5 años de deterioro funcional en los dos años, que redujo en unas dos horas el tiempo de cuidados externos cada día en comparación con el grupo de medicamentos.

Si esos fueran los únicos dos ensayos clínicos sobre vitamina E, consideraría seriamente la vitamina E para las personas con enfermedad de Alzheimer. Pero existe un tercer ensayo de seis meses que sugirió que la vitamina E puede ser perjudicial para la cognición en algunos pacientes con alzhéimer. Obviamente, hace falta investigar más.

En mi próximo vídeo, cubriré otros antioxidantes que se han puesto a prueba, como la vitamina C, el betacaroteno, el multivitamínico Centrum y los minerales zinc y calcio.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Antonio Galán voluntario activo en NutritionFacts.org.

El estrés oxidativo de los radicales libres es una de las vías implicadas en el desarrollo y deterioro de los cerebros por alzhéimer, según demuestra un exceso de daño oxidativo en el ADN en la autopsia. ¿Y si usamos un antioxidante? Los niveles de vitamina E tienden a ser más bajos en el torrente sanguíneo de las personas con deterioro cognitivo o demencia, pero ¿qué vino antes? ¿La enfermedad de Alzheimer produjo la mala alimentación o la mala alimentación produjo la enfermedad de Alzheimer? Una mayor ingesta de vitamina E a través de alimentos tiene una relación clara con un menor riesgo de desarrollar alzhéimer, pero no ocurre igual al ingerir más vitamina E de suplementos. Eso no ha impedido a los investigadores incluir un grupo de vitamina E en el mayor estudio de prevención primaria de alzhéimer hasta la fecha.

El ensayo “Prevención del alzhéimer con vitamina E y selenio” asignó al azar vitamina E, selenio, ambos o ninguno (solo placebo) a más de 7 500 hombres mayores durante cinco años. Cito la conclusión: “Ninguno de los suplementos previno la demencia”. Un ensayo a largo plazo distinto de suplementación con vitamina E en mujeres mayores tampoco encontró protección contra el deterioro cognitivo. La vitamina E tampoco pareció beneficiar a las personas con deterioro cognitivo leve, pero los resultados en pacientes con alzhéimer fueron más interesantes.

El primer ensayo, publicado en el New England Journal of Medicine, asignó al azar a más de 150 pacientes con alzhéimer vitamina E o placebo para ver si la vitamina E podría ralentizar la progresión de la enfermedad. El resultado primario fueron los días hasta que ocurrió uno de los siguientes supuestos: muerte, institucionalización, pérdida de capacidad de realizar actividades cotidianas básicas o deslizamiento hacia una demencia grave (pérdida completa del sentido del tiempo o del lugar). En un primer análisis, la vitamina E fracasó: no hubo una ralentización significativa de la progresión. Pero cuando profundizaron, los investigadores se dieron cuenta de que, pese a la asignación aleatoria, el grupo de placebo tuvo por casualidad pacientes con una enfermedad más leve. Tras tener esto en cuenta, la diferencia en los resultados entre los grupos de vitamina E y placebo se amplió sustancialmente. Este tipo de análisis post-hoc no planeado se suele desaprobar, pero el efecto parecía tan considerable que lo publicaron. En el grupo de placebo, el tiempo ajustado hasta la muerte o la pérdida de independencia fue de 440 días, pero en el grupo de vitamina E, después de que se normalizó la cognición basal, fue de 670 días, más de siete meses después. Sin embargo, dado el análisis poco ortodoxo, el mundo científico esperó a que se replicara el estudio.

Allá vamos: más de 600 pacientes con alzhéimer de leve a moderado fueron aleatorizados a tomar suplementos de vitamina E, memantina, ambos o ninguno (solo placebo) durante dos años. Aunque no hubo una desaceleración del deterioro cognitivo después de ajustar por comparaciones múltiples, hubo una desaceleración del deterioro funcional, a la hora de gestionar actividades diarias como bañarse y vestirse. El grupo de vitamina E pareció sufrir solo alrededor de 1,5 años de deterioro funcional en los dos años, que redujo en unas dos horas el tiempo de cuidados externos cada día en comparación con el grupo de medicamentos.

Si esos fueran los únicos dos ensayos clínicos sobre vitamina E, consideraría seriamente la vitamina E para las personas con enfermedad de Alzheimer. Pero existe un tercer ensayo de seis meses que sugirió que la vitamina E puede ser perjudicial para la cognición en algunos pacientes con alzhéimer. Obviamente, hace falta investigar más.

En mi próximo vídeo, cubriré otros antioxidantes que se han puesto a prueba, como la vitamina C, el betacaroteno, el multivitamínico Centrum y los minerales zinc y calcio.

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Gráficos de Avo Media

Nota del Doctor

No te pierdas mi siguiente video Los suplementos multivitamínicos Centrum, la vitamina C, el betacaroteno, el Souvenaid, el zinc o el calcio para prevenir el alzhéimer.

Para más información sobre la salud cerebral y vitaminas ve ¿Prevenir la pérdida de memoria con las vitaminas B?

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