¿Son seguros los tratamientos de reposición hormonal bioidénticos aprobados por la FDA?

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Desde el 2019, existen hormonas bioidénticas aprobadas por la FDA y sin orina que evitan las preocupaciones de estandarización de preparaciones magistrales. ¿Son más seguras?

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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Mar Saumell voluntaria activa en NutritionFacts.org.

La noticia de que la terapia hormonal de la menopausia podía provocar mayores tasas de cáncer de mama, enfermedades cardiovasculares y daños en general conmocionó a mujeres y médicos de todo el país. El grupo del estudio utilizó progesterona y Premarin, porque era la forma de estrógeno más comúnmente prescrita y todavía se prescribe más de un millón de veces al año en EE.UU. Es una mezcla de más de 50 estrógenos diferentes procedentes de orina de caballo. (“Premarin” viene de las palabras “orina de yegua preñada”; si eres escéptico, prueba a machacar una pastilla y olerla).

Los sombríos resultados de Women’s Health Initiative (combinados con el apoyo de algunas celebridades de alto nivel) despertaron el interés por las “hormonas bioidénticas”, elaboradas a partir de plantas y no de caballos. Se comercializan como más seguras y eficaces. No es de extrañar que se estime en 30 millones el número anual de recetas, lo que constituye una industria de mil millones de dólares.

Una de las razones por las que los pacientes pueden creer que la terapia hormonal compuesta es más segura es que, gracias a una laguna legal, no se obliga a proporcionar el prospecto que la FDA exige para los productos comerciales en el que se advierte de los efectos secundarios. Compradas en farmacias normales, las hormonas tienen un prominente recuadro negro con una “ADVERTENCIA: CÁNCER ENDOMETRIAL, TRASTORNOS CARDIOVASCULARES, CÁNCER DE MAMA Y PROBABLE DEMENCIA” en mayúsculas. No hay pruebas de que las hormonas bioidénticas sean más seguras, pero la ausencia de una lista de efectos secundarios puede dar a los pacientes una falsa sensación de seguridad. Otro atractivo es la dosificación personalizada basada en pruebas hormonales de saliva, pero se considera que estas pruebas no son fiables y, por lo tanto, se desaconsejan, ya que los únicos que se benefician son los que intentan vendértelas.

Las hormonas preparadas a medida no están aprobadas por la FDA. No se ha demostrado que sean más seguras o eficaces y pueden carecer de estandarización de calidad, pureza y dosis. Cuando la FDA o los periodistas escandalosos han despachado las mismas recetas en farmacias de compuestos de diferentes estados, un tercio de los contenidos de estrógeno declarados eran erróneos hasta en un 250 por ciento. No es de extrañar que todas las principales sociedades médicas estadounidenses que asesoran a los médicos sobre el tratamiento de las mujeres menopáusicas recomienden no utilizar hormonas compuestas, incluido el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos, la Sociedad de Endocrinología de EE.UU. y la Sociedad Norteamericana de la Menopausia. Las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina analizaron el rechazo que recibieron a su crítica de 2020, en la que recomendaban no utilizar hormonas bioidénticas, y concluyeron: “De estas comunicaciones se desprende claramente que muchos médicos, farmacéuticos y pacientes tienen una preocupación mínima, si es que tienen alguna, sobre la seguridad y eficacia de la medicación.”

Ahora, a partir de 2019, hay hormonas bioidénticas sin orina aprobadas por la FDA que eluden las preocupaciones de estandarización de las preparaciones compuestas, pero eso solo nos devuelve al punto de partida, ya que se considera que tienen el mismo perfil de riesgos y beneficios. La multimillonaria industria de las hormonas compuestas se considera una “fuente principal de desinformación”, pero lo mismo podría decirse de las grandes farmacéuticas. Con tantos miles de millones de dólares en juego, es difícil saber en quién confiar. En caso de duda, recurro a The Medical Letter on Drugs and Therapeutics, considerada una de las fuentes menos sesgadas de la medicina. Es algo así como el Consumer Reports del mundo del medicamento y, de hecho, fue cofundado por el cofundador de la editorial de Consumer Reports hace más de 50 años. Como The Medical Letter solía presumir en su sitio web, “no acepta subvenciones de ninguna fuente; donaciones de nadie; [o] financiación de ninguna entidad”. No permiten que su trabajo se utilice con fines promocionales y no aceptan publicidad. En su revisión de las pruebas, concluyeron: “No hay pruebas aceptables de que las hormonas bioidénticas sean más seguras.”

Entonces, ¿cómo tratar los síntomas menopáusicos como los sofocos? El Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos sugiere medidas paliativas, como “consumir bebidas frías”, pero ¿realmente no hay forma de tratar los sofocos sin riesgo a padecer cáncer, coágulos y enfermedades coronarias? Afortunadamente, sí la hay, como expongo en una serie de vídeos que comienza con Los sofocos de la menopausia no son inevitables y pasa de la prevención al tratamiento.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Mar Saumell voluntaria activa en NutritionFacts.org.

La noticia de que la terapia hormonal de la menopausia podía provocar mayores tasas de cáncer de mama, enfermedades cardiovasculares y daños en general conmocionó a mujeres y médicos de todo el país. El grupo del estudio utilizó progesterona y Premarin, porque era la forma de estrógeno más comúnmente prescrita y todavía se prescribe más de un millón de veces al año en EE.UU. Es una mezcla de más de 50 estrógenos diferentes procedentes de orina de caballo. (“Premarin” viene de las palabras “orina de yegua preñada”; si eres escéptico, prueba a machacar una pastilla y olerla).

Los sombríos resultados de Women’s Health Initiative (combinados con el apoyo de algunas celebridades de alto nivel) despertaron el interés por las “hormonas bioidénticas”, elaboradas a partir de plantas y no de caballos. Se comercializan como más seguras y eficaces. No es de extrañar que se estime en 30 millones el número anual de recetas, lo que constituye una industria de mil millones de dólares.

Una de las razones por las que los pacientes pueden creer que la terapia hormonal compuesta es más segura es que, gracias a una laguna legal, no se obliga a proporcionar el prospecto que la FDA exige para los productos comerciales en el que se advierte de los efectos secundarios. Compradas en farmacias normales, las hormonas tienen un prominente recuadro negro con una “ADVERTENCIA: CÁNCER ENDOMETRIAL, TRASTORNOS CARDIOVASCULARES, CÁNCER DE MAMA Y PROBABLE DEMENCIA” en mayúsculas. No hay pruebas de que las hormonas bioidénticas sean más seguras, pero la ausencia de una lista de efectos secundarios puede dar a los pacientes una falsa sensación de seguridad. Otro atractivo es la dosificación personalizada basada en pruebas hormonales de saliva, pero se considera que estas pruebas no son fiables y, por lo tanto, se desaconsejan, ya que los únicos que se benefician son los que intentan vendértelas.

Las hormonas preparadas a medida no están aprobadas por la FDA. No se ha demostrado que sean más seguras o eficaces y pueden carecer de estandarización de calidad, pureza y dosis. Cuando la FDA o los periodistas escandalosos han despachado las mismas recetas en farmacias de compuestos de diferentes estados, un tercio de los contenidos de estrógeno declarados eran erróneos hasta en un 250 por ciento. No es de extrañar que todas las principales sociedades médicas estadounidenses que asesoran a los médicos sobre el tratamiento de las mujeres menopáusicas recomienden no utilizar hormonas compuestas, incluido el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos, la Sociedad de Endocrinología de EE.UU. y la Sociedad Norteamericana de la Menopausia. Las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina analizaron el rechazo que recibieron a su crítica de 2020, en la que recomendaban no utilizar hormonas bioidénticas, y concluyeron: “De estas comunicaciones se desprende claramente que muchos médicos, farmacéuticos y pacientes tienen una preocupación mínima, si es que tienen alguna, sobre la seguridad y eficacia de la medicación.”

Ahora, a partir de 2019, hay hormonas bioidénticas sin orina aprobadas por la FDA que eluden las preocupaciones de estandarización de las preparaciones compuestas, pero eso solo nos devuelve al punto de partida, ya que se considera que tienen el mismo perfil de riesgos y beneficios. La multimillonaria industria de las hormonas compuestas se considera una “fuente principal de desinformación”, pero lo mismo podría decirse de las grandes farmacéuticas. Con tantos miles de millones de dólares en juego, es difícil saber en quién confiar. En caso de duda, recurro a The Medical Letter on Drugs and Therapeutics, considerada una de las fuentes menos sesgadas de la medicina. Es algo así como el Consumer Reports del mundo del medicamento y, de hecho, fue cofundado por el cofundador de la editorial de Consumer Reports hace más de 50 años. Como The Medical Letter solía presumir en su sitio web, “no acepta subvenciones de ninguna fuente; donaciones de nadie; [o] financiación de ninguna entidad”. No permiten que su trabajo se utilice con fines promocionales y no aceptan publicidad. En su revisión de las pruebas, concluyeron: “No hay pruebas aceptables de que las hormonas bioidénticas sean más seguras.”

Entonces, ¿cómo tratar los síntomas menopáusicos como los sofocos? El Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos sugiere medidas paliativas, como “consumir bebidas frías”, pero ¿realmente no hay forma de tratar los sofocos sin riesgo a padecer cáncer, coágulos y enfermedades coronarias? Afortunadamente, sí la hay, como expongo en una serie de vídeos que comienza con Los sofocos de la menopausia no son inevitables y pasa de la prevención al tratamiento.

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