La desconexión entre la ciencia y la política

Image Credit: Max Pixel. Esta imagen ha sido modificada.

En 1912, cuando casi nadie fumaba cigarros, el cáncer de pulmón era tan raro que casi merecía estar en un museo. Sin embargo, en las siguientes décadas aumentó unas 50 veces en todo el mundo. Ya en aquel entonces, los investigadores lo tenían claro; a mitad de siglo, la evidencia que relacionaba el cáncer de pulmón con el tabaco se consideraba abrumadora. ¿Quién lo dice? Pues los propios científicos de la industria del tabaco en un memorando interno. Se sabe que “los científicos y ejecutivos superiores de la industria del tabaco ya sabían que había riesgo de cáncer incluso en los años 40″. En público decían cosas como: “Claro que hay estadísticas que relacionan el cáncer de pulmón con fumar. Igual que las hay que relacionan el cáncer de pulmón con el divorcio, o con no dormir lo suficiente. Pero ningún científico tiene pruebas biológicas o clínicas de que los cigarros causen la enfermedad que se les acusa de causar”. ¿Qué decía el gobierno? Mi video Complicidad de la Asociación Médica Americana con la industria tabacalera incluye numerosos anuncios de tabaco reales, incluido uno en el que un senador estadounidense aconseja fumar Lucky Strikes. ¿Quien no querría “darle unas vacaciones a [su] garganta”, como dice otro anuncio? Otros te aseguran que “no hay ni un solo caso de irritación de garganta”, y ¿cómo podrían verse afectadas tu garganta y tu nariz si los cigarros “son tan puros como el agua que bebes”? ¿Qué pasa si sí que te irritan? No hay problema, el médico te puede dar una prescripción para más cigarros, según un anuncio del Journal of the American Medical Association. Después de todo, “no fumar” es un consejo difícil de aceptar, según otro anuncio. 

Esto me recuerda a una encuesta reciente en médicos que descubrió que la principal razón por la que los médicos no prescriben dietas sanas es que piensan que los pacientes tienen miedo de verse privados de su comida basura favorita. Philip Morris les recuerda a los médicos en un anuncio que queremos mantener a los pacientes felices y “los cambios radicales en los hábitos… pueden hacer daño”. La industria tabacalera les pagó mucho dinero a las revistas médicas para publicar anuncios así. ¿Deberíamos preocuparnos de la existencia de un conflicto de intereses? No según Philip Morris, quien asegura que “las afirmaciones vienen de fuentes completamente fiables”, de estudios hechos por “autoridades reconocidas… cuyos descubrimientos han sido publicados en las principales revistas médicas”. Incluso ofrecían enviar paquetes gratis a los médicos para que pudieran probarlos y les invitaban a “hacer de la sala de descanso [o el fumadero] un club” en la convención de la American Medical Association. 

¿Qué dijo la AMA sobre esto? Como la mayoría de revistas médicas, aceptaron los anuncios de tabaco y aseguraron que “los exámenes postmortem no muestran lesiones que puedan relacionarse claramente con el hecho de fumar tabaco”. Para la AMA parecía un caso cerrado. Incluso después de la publicación del Surgeon General’s Report on Smoking and Health, la AMA, la American Cancer Society y el Congreso se mantuvieron atrasados. El gobierno seguía subvencionando el tabaco, igual que nuestros impuestos subvencionan a las industrias del azúcar y de la carne hoy en día. La AMA incluso admitió oficialmente que se negaba a apoyar el informe de Surgeon General. ¿Podría deberse a que acababa de recibir diez millones de dólares de la industria tabacalera? Hoy en día, el dinero viene de la industria alimenticia. La American Academy of Family Physicians ha aceptado mucho dinero de Coca-Cola “para subvencionar la educación de los pacientes en la prevención de la obesidad”. Me pregunto qué dirá ese panfleto. ¿Y quién aparece como uno de los principales socios en la página web de Coca-Cola? El American College of Cardiology. Igual que habría sido un grave error para tu salud el tomar el consejo de los médicos sobre fumar en los años 50, podría ser peligroso para tu salud hoy en día tomar el consejo de los médicos sobre qué es sano comer.


Si la balanza de la evidencia científica recae claramente en una dieta a base de plantas, ¿por qué los médicos no la recomiendan más que nadie? Es la pregunta que intento responder con esto. Si te fijas en los hábitos y las creencias sobre el tabaco en los años 50, está claro que no es una locura pensar que los médicos, el gobierno y la sociedad apoyan hábitos que se sabe de sobra son malos para tu salud. 

Para saber más sobre la influencia de la industria en la política alimentaria: 

Un saludo,

Michael Greger

PD: si todavía no lo has hecho, puedes suscribirte a mis videos gratuitamente aquí, y ver mis charlas de repaso anuales: 
 

Pin It en Pinterest

Share This