La traducción de este texto viene de la mano de nuestra voluntaria Victoria Rodríguez.
¿Es posible que los aparentes efectos adversos en los huesos que causa el consumo frecuente de marihuana se deban a que quienes la consumen son personas más delgadas?
Desde hace décadas, se ha reconocido que fumar cigarrillos puede tener un “efecto importante” en la salud ósea, ya que “aumenta un 50 % el riesgo de sufrir una fractura de cadera en algún momento de la vida”. También parece perjudicar la consolidación de los huesos hasta tal punto que los cirujanos se preguntan si deberían considerar los altos índices de complicaciones en la consolidación ósea y la cicatrización de heridas como un factor que tener en cuenta para negarse a operar a fumadores. ¿Qué pasa con los fumadores de marihuana?
Como explico en mi video Los efectos de la marihuana sobre el aumento de peso y la densidad ósea, “cada vez hay más evidencia de que los cannabinoides (los compuestos del cannabis) y sus receptores desempeñan un papel en el metabolismo de los huesos, ya que regulan la masa ósea, la disminución de la masa ósea y el funcionamiento de los osteocitos (las células óseas)”. Está bien, ¿pero son beneficiosos o perjudiciales?
“Los resultados de las investigaciones sobre los cannabinoides y la densidad mineral ósea en roedores son contradictorios. En algunos estudios, aumentó la osteogénesis, en otros, se aceleró la disminución de la masa ósea y, en otros, no se demostró ninguna asociación. Estas variaciones pueden deberse (en parte) a las diferencias entre las razas de los ratones estudiados, el sexo y la edad”. Pero, si ni siquiera se puede extrapolar de un ratón a otro, ¿cómo se podría extrapolar de ratones a seres humanos?
¿Qué sucedería si midiéramos el consumo de cannabis y la densidad mineral ósea en las personas? Un grupo de investigadores estudiaron a miles de adultos a los que les preguntaron sobre su consumo de cannabis. No pareció haber una asociación entre estos dos factores, lo cual es un alivio. Sin embargo, en este estudio el consumo “frecuente” del cannabis se definió como cinco días o más en los últimos 30 días. No se investigó más allá de eso, por lo que, en teoría, si una persona solo ha fumado cinco cigarrillos de marihuana en toda su vida, podría clasificarse como “consumidor frecuente” si fumó cinco veces en las últimas cuatro semanas.
¿Qué tal si consideramos el consumo de cannabis en 5000 ocasiones distintas durante la vida? Eso sí que sería una definición de “consumidor frecuente”: varias décadas de consumo asiduo. En ese caso, “el consumo frecuente se asoció a una disminución de la densidad mineral ósea y a un incremento en el riesgo de fracturas óseas”. Aproximadamente, se duplicó el índice de fracturas, probablemente debido a una densidad ósea más baja en la cadera y la columna, aunque cabe destacar que los consumidores frecuentes de cannabis también eran más delgados en promedio, y las personas más delgadas tienen huesos más ligeros.
El riesgo de fractura de cadera se reduce con el aumento de peso. Casi la mitad de las mujeres que tienen un peso insuficiente tienen osteoporosis, pero eso solo les ocurre a menos del 1 % de las mujeres con obesidad, lo cual tiene sentido. La obesidad hace que el cuerpo tenga que fortalecer los huesos para que puedan cargar con el peso adicional. Por eso el ejercicio con pesas es tan importante para hacer que el esqueleto se esfuerce constantemente. Para mantenerlos saludables, los huesos se deben usar. También por eso los astronautas pierden un porcentaje de su masa ósea cada mes en los viajes espaciales de larga duración. El cuerpo no es tonto: ¿para qué gastar toda esa energía fortaleciendo el esqueleto si no va a tener que soportar nada de peso?
Entonces, ¿tal vez el motivo de que los consumidores frecuentes de cannabis tengan huesos más frágiles sea que tienden a pesar 7 kg (15 libras) menos? Un momento. ¿De verdad los consumidores de cannabis son más delgados? ¿Incluso los que comen constantemente? “El hecho de que los consumidores frecuentes de cannabis tienen un IMC más bajo podría parecer contradictorio a primera vista”, dado que la marihuana estimula el apetito, pero esto ya había sido observado antes.
“La cultura popular define a los consumidores de marihuana como una subcultura de personas perezosas, letárgicas e improductivas que no paran de comer”, y es cierto que la marihuana incrementa la ingesta de alimentos. Una sola calada puede aumentar el apetito, así que sería esperable que el índice de obesidad aumentase en los estados donde se ha legalizado su consumo. Sin embargo, el aumento de la obesidad pareció disminuir tras la legalización del consumo de marihuana medicinal, mientras que en otros estados seguía aumentando, como se puede ver en el minuto 3:45 de mi video.
La razón por la que los consumidores de marihuana tal vez sean personas más delgadas es por el efecto en el metabolismo que se produce por fumar marihuana. Se sabe desde hace ya 40 años que, 15 minutos después de fumar, el metabolismo se acelera un 25 % y se mantiene así durante al menos una hora, como se puede ver en el minuto 4:04 de mi video. Esa podría ser una de las explicaciones.
¿Por eso el consumo frecuente de cannabis se asocia a una densidad mineral ósea más baja y a un mayor riesgo de fracturas? ¿Porque los usuarios no pesan tanto? No. Aun teniendo el IMC en cuenta, el consumo frecuente de cannabis parece ser “un factor independiente” que predispone a tener huesos más frágiles.
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