Almendras para la osteoporosis

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¿Qué sucede cuando extraes sangre de personas antes y cuatro horas después de consumir almendras, y la pones sobre células óseas?

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Actualmente, se estima que diez millones de estadounidenses sufren de osteoporosis, causando más de un millón de fracturas, incluyendo cientos de miles de fracturas de cadera, una razón común por la que la gente termina en asilos de ancianos. Muchas mujeres mayores dicen que prefieren estar muertas que romperse la cadera y terminar en un asilo.

El hueso es un órgano vivo y dinámico que se renueva constantemente a través de un proceso de remodelación y modelado que involucra la descomposición ósea generada por células que comen hueso, llamadas osteoclastos, y la formación de hueso por las células que construyen el hueso, llamadas osteoblastos.
La osteoporosis es causada por un desequilibrio entre la pérdida y la regeneracion de hueso, la mayoría de las veces relacionada con cambios hormonales que ocurren durante la menopausia. ¿Hay algo que podamos hacer para ayudar a inclinar la balanza a favor de los huesos? Hay una serie de compuestos específicos en los alimentos vegetales que parecen prometedores, pero esto se basa en estudios in vitro como este, en el que básicamente ponen gotas de compuestos vegetales sobre células óseas en una placa de Petri, y notan un aumento en las células constructoras de hueso, o un declive en las células comedoras de huesos. Pero no importa cuánto le guste a la gente la salsa de arándanos, no se la están inyectando en sus venas. Para que los fitonutrientes alcancen el hueso, primero tienen que ser absorbidos desde tubo digestivo a nuestro torrente sanguíneo, y pasar por el hígado, antes de que puedan entrar en nuestro esqueleto. Por lo tanto, lo que se necesita es un estudio llamado ex vivo, donde coges a la gente, se les da de comer un alimento -o no- y luego se extrae su sangre unas horas más tarde, para luego echar unas gotas de su sangre sobre células óseas y ver si hay alguna diferencia. Pero nada de eso había sido hecho… hasta este estudio.

Normalmente, no me impresionan los estudios financiados por juntas de comercialización, que pagan por estudios como este, que encontró que comer almendras mejoró la distancia recorrida en bicicleta y el rendimiento atlético… en comparación con galletas. Pero este estudio fue maravilloso; no es de sorprender, dado que se realizó en el mundialmente famoso laboratorio del Dr. David Jenkins. Hubo un estudio de la población que sugirió que comer almendras podría proteger contra la osteoporosis; de modo que podrían simplemente haber puesto unas gotas de algo de extracto de almendra en células óseas, pero eso no es probar el efecto del alimento al completo. En su lugar, podrías tratar células óseas con sangre obtenida de donantes alimentados con el alimento entero para probar directamente los efectos de estos alimentos a nivel celular.

Así, expusieron los osteoclastos humanos, los comedores de huesos, a la sangre obtenida antes y cuatro horas después de comer un puñado de almendras. Pero espera un segundo, antes de hablar de los resultados, si comes un puñado de almendras todos los días, ¿no ganarías peso, con casi 200 calorías en almendras? Vamos a averiguarlo. Si agregas un puñado o un puñado y medio -unas 35 almendras- a la dieta normal de mujeres como un aperitivo a media mañana, y les permites comer todo lo que quieran durante el almuerzo y la cena ese día, la gente come menos; de hecho, tanto menos, que contrarrestan las calorías de las almendras. En este estudio, todos tuvieron el mismo desayuno, luego cero, 173 o 259 calorías de almendras como un snack, luego comieron tanto en el almuerzo como quisieron, pero los frutos secos parecieron ser tan saciantes que comieron menos comida en el almuerzo o la cena; de modo que, al final del día, no hubo diferencia significativa en la ingesta calórica total entre ninguno de los tres grupos. Parte de la razón por la que no tendemos a ganar peso añadiendo frutos secos a nuestra dieta puede ser porque terminamos descargando casi un tercio de las calorías en el inodoro, porque simplemente no masticamos lo suficientemente bien. Esta es la razón por la que creemos que hay mucha menos grasa en nuestro torrente sanguíneo después de comer almendras enteras en comparación con la misma cantidad de aceite de almendras extraído de los frutos secos.

De todos modos, querían descubrir si podían suprimir la actividad de las células que se comen nuestros huesos. Y encontraron que el suero sanguíneo obtenido después del consumo de almendras inhibe la formación, la función y la expresión génica de los osteoclastos humanos, proporcionando evidencia directa para apoyar la asociación entre el consumo cotidiano de almendras y un menor riesgo de desarrollar osteoporosis. También probaron antes y después de comer otros alimentos, arroz o patatas, para asegurarse de que no había simplemente algún efecto al comer en general, pero no, el efecto protector parecía deberse específicamente a las almendras.

Esto es una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Alison Damonte y Adrián Bravo López.

Por favor, considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

Imágenes gracias a Earl a través de Flickr.

Actualmente, se estima que diez millones de estadounidenses sufren de osteoporosis, causando más de un millón de fracturas, incluyendo cientos de miles de fracturas de cadera, una razón común por la que la gente termina en asilos de ancianos. Muchas mujeres mayores dicen que prefieren estar muertas que romperse la cadera y terminar en un asilo.

El hueso es un órgano vivo y dinámico que se renueva constantemente a través de un proceso de remodelación y modelado que involucra la descomposición ósea generada por células que comen hueso, llamadas osteoclastos, y la formación de hueso por las células que construyen el hueso, llamadas osteoblastos.
La osteoporosis es causada por un desequilibrio entre la pérdida y la regeneracion de hueso, la mayoría de las veces relacionada con cambios hormonales que ocurren durante la menopausia. ¿Hay algo que podamos hacer para ayudar a inclinar la balanza a favor de los huesos? Hay una serie de compuestos específicos en los alimentos vegetales que parecen prometedores, pero esto se basa en estudios in vitro como este, en el que básicamente ponen gotas de compuestos vegetales sobre células óseas en una placa de Petri, y notan un aumento en las células constructoras de hueso, o un declive en las células comedoras de huesos. Pero no importa cuánto le guste a la gente la salsa de arándanos, no se la están inyectando en sus venas. Para que los fitonutrientes alcancen el hueso, primero tienen que ser absorbidos desde tubo digestivo a nuestro torrente sanguíneo, y pasar por el hígado, antes de que puedan entrar en nuestro esqueleto. Por lo tanto, lo que se necesita es un estudio llamado ex vivo, donde coges a la gente, se les da de comer un alimento -o no- y luego se extrae su sangre unas horas más tarde, para luego echar unas gotas de su sangre sobre células óseas y ver si hay alguna diferencia. Pero nada de eso había sido hecho… hasta este estudio.

Normalmente, no me impresionan los estudios financiados por juntas de comercialización, que pagan por estudios como este, que encontró que comer almendras mejoró la distancia recorrida en bicicleta y el rendimiento atlético… en comparación con galletas. Pero este estudio fue maravilloso; no es de sorprender, dado que se realizó en el mundialmente famoso laboratorio del Dr. David Jenkins. Hubo un estudio de la población que sugirió que comer almendras podría proteger contra la osteoporosis; de modo que podrían simplemente haber puesto unas gotas de algo de extracto de almendra en células óseas, pero eso no es probar el efecto del alimento al completo. En su lugar, podrías tratar células óseas con sangre obtenida de donantes alimentados con el alimento entero para probar directamente los efectos de estos alimentos a nivel celular.

Así, expusieron los osteoclastos humanos, los comedores de huesos, a la sangre obtenida antes y cuatro horas después de comer un puñado de almendras. Pero espera un segundo, antes de hablar de los resultados, si comes un puñado de almendras todos los días, ¿no ganarías peso, con casi 200 calorías en almendras? Vamos a averiguarlo. Si agregas un puñado o un puñado y medio -unas 35 almendras- a la dieta normal de mujeres como un aperitivo a media mañana, y les permites comer todo lo que quieran durante el almuerzo y la cena ese día, la gente come menos; de hecho, tanto menos, que contrarrestan las calorías de las almendras. En este estudio, todos tuvieron el mismo desayuno, luego cero, 173 o 259 calorías de almendras como un snack, luego comieron tanto en el almuerzo como quisieron, pero los frutos secos parecieron ser tan saciantes que comieron menos comida en el almuerzo o la cena; de modo que, al final del día, no hubo diferencia significativa en la ingesta calórica total entre ninguno de los tres grupos. Parte de la razón por la que no tendemos a ganar peso añadiendo frutos secos a nuestra dieta puede ser porque terminamos descargando casi un tercio de las calorías en el inodoro, porque simplemente no masticamos lo suficientemente bien. Esta es la razón por la que creemos que hay mucha menos grasa en nuestro torrente sanguíneo después de comer almendras enteras en comparación con la misma cantidad de aceite de almendras extraído de los frutos secos.

De todos modos, querían descubrir si podían suprimir la actividad de las células que se comen nuestros huesos. Y encontraron que el suero sanguíneo obtenido después del consumo de almendras inhibe la formación, la función y la expresión génica de los osteoclastos humanos, proporcionando evidencia directa para apoyar la asociación entre el consumo cotidiano de almendras y un menor riesgo de desarrollar osteoporosis. También probaron antes y después de comer otros alimentos, arroz o patatas, para asegurarse de que no había simplemente algún efecto al comer en general, pero no, el efecto protector parecía deberse específicamente a las almendras.

Esto es una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Alison Damonte y Adrián Bravo López.

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