Acné

El acné puede afectar a más del 85% de los adolescentes de los países industrializados y, en los Estados Unidos, casi la mitad de los hombres y mujeres parecen sufrir de este entre sus 20 y 30 años. ¿Por qué se le considera a este trastorno de la piel “una enfermedad de la civilización occidental”? ¿Podría la alimentación desempeñar un papel en la prevalencia de este problema de la piel? ¿Hay algún alimento que pueda ayudar a prevenir o incluso a tratar el acné?

Los bérberos, por ejemplo, han sido evidentemente importantes en la medicina herbal durante miles de años. Quizás entre la mayoría de los frutos secos más antioxidantes disponibles, estas frutas ácidas y baratas, demostraron reducir drásticamente tanto el número de espinillas, en general, como el número de lesiones inflamadas.

En contraste, a los lácteos se les ha identificado como un contribuyente potencial de la epidemia del acné. ¿Qué hay en la leche, el queso y otros lácteos que pueda causar brotes? ¿Es la grasa láctea? ¿La proteína animal? ¿Las hormonas? ¿Hay alguna leche, como la desnatada, mejor que otras? Tenemos videos sobre todos esos temas.

La dieta occidental “cargada de carne” conspira para aumentar la actividad de la enzima TOR, que puede contribuir al acné y a la obesidad. Por lo tanto, la supresión de la enzima a través de la alimentación puede no solo mejorar el acné, sino evitar las enfermedades más graves impulsadas por TOR más adelante en la vida.

Ciertamente, no estoy por encima de apelar a la vanidad, especialmente por mis pacientes más jóvenes, que han estado más interesados en cuáles cambios en la dieta aclaran su acné que en lo que disminuya su futuro riesgo de enfermedad crónica. Así que me alegra ver los artículos que acogen este tipo de estudios con titulares como: “Verduras para verse atractivo”. Aún así, aunque verse bien exteriormente es bueno, estar bien internamente es aún mejor.

Nuestra creciente biblioteca de videos sobre el acné puede aclarar cualquier confusión sobre el papel que la alimentación juega en este trastorno y también en tu tez.

Traducción: Ana Victoria Esquivel. Edición: Viviana Garcia