¿Causa acné el chocolate?

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¿Qué efecto tienen los lácteos, el azúcar y el chocolate en la aparición de espinillas?

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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción de este contenido ha sido realizada por Elisabel Gómez, voluntaria activa en NutritionFacts.org.

El acné afecta a casi una de cada diez personas en todo el mundo, “lo cual lo convierte en la octava enfermedad más frecuente a nivel mundial”. ¿Qué función desempeña la nutrición? Si nos remontamos al siglo pasado, los manuales de dermatología “recomendaban que se hicieran restricciones en la dieta”. Por ejemplo, aconsejaban que las personas que tuvieran acné dejaran de consumir alimentos como “cerdo, salchichas, queso, pepinillos, bollería y dulces, cacao y chocolate en grandes cantidades”, pero todos sabemos que la medicina de antaño está repleta de sinsentidos. El Dr. Kellogg, por ejemplo, achacaba el acné a la masturbación. (¡Nada que no se pudiera solucionar con un tazón de sus cereales!)

En algunos estudios demográficos se ha establecido un vínculo entre el acné y el consumo de algunos alimentos como son los lácteos, los dulces y el chocolate. Pero no sabemos si se trata de una relación de causa y efecto hasta que se pone a prueba. Y se hizo, como explico en mi video.

Ha habido informes de gran calidad, como el Estudio de Salud de Enfermeras de Harvard, en el que participaron 50 000 mujeres, en los que se ha establecido una relación entre el acné y el consumo de leche durante la adolescencia, en especial de leche desnatada. También se observó esta conexión en adolescentes varones. Los investigadores pensaron que podía deberse a las hormonas presentes en la leche, pero también sospechaban que podría tratarse de la proteína de la leche conocida como suero de leche o lactosuero, que se añade a la leche desnatada para hacerla menos líquida y “podría, por lo tanto, tener algo que ver” en la aparición del acné o cumplir una función como transportadora de hormonas. En el minuto 1:30 de mi video hablo de un caso en el que se halló una relación entre el suero de leche en polvo y la aparición de brotes de acné en adolescentes que “no respondían a tratamientos de acné como antibióticos orales, retinoides de administración tópica y peróxido de benzoílo”. No conseguían hacer desaparecer el acné, hasta que dejaron de tomar los suplementos de suero de leche. ¿Es posible que simplemente se tratara de un efecto de la proteína? No parece ser el caso, ya que los suplementos de proteína de soja, por ejemplo, no daban problemas.

En cuanto a los lácteos, en lo que se refiere a estudios de intervención, solo tenemos una serie de casos, como el que se publicó en un artículo titulado “El acné y los suplementos de suero de leche entre culturistas”. ¿Qué ocurre si hacemos una revisión sistemática del acné y la nutrición? Como puedes ver en el minuto 2:02 de mi video, de los más o menos 20 artículos disponibles que hablan sobre el acné y los lácteos, unas tres cuartas partes nos permiten suponer que existen reacciones adversas, y en los demás no se observa ningún efecto. En ninguno de los estudios se indica que los lácteos tengan algún efecto favorable sobre el acné. Teniendo todo esto en cuenta, resulta lógico pensar que podría valer la pena intentar seguir una dieta sin lácteos, pero la calidad de estos datos deja mucho que desear. En una escala de A a F, donde la A correspondería a la calidad más alta, estos datos estarían en los niveles C y D: los estudios demográficos serían la C y los informes de series de casos serían la D. Lo ideal sería que se hicieran estudios de intervención aleatorizados; esto correspondería a los niveles A y B. No se han realizado estudios de este tipo sobre los lácteos, pero sí se han hecho sobre el chocolate. 

Cuando hablamos de acné, no hay otro alimento “con peor prestigio a nivel mundial que el chocolate”. Pero si eres la Asociación de Fabricantes de Chocolate, que “hizo posible” el estudio al que nos referimos, ¿cómo vas a diseñar un estudio que dé mala fama a tu producto? Siempre se puede usar el viejo truco de comparar tu producto con algo que sea aún peor, y eso es exactamente lo que hicieron. Como puedes ver en el minuto 3:01 de mi video, los investigadores dierona los participantes barritas de chocolate en comparación con barritas de chocolate falsas, que estaban hechas con aceites vegetales hidrogenados, es decir, grasas trans. El chocolate falso tenía más azúcar y llevaba proteína de leche, y tenía un 28 por ciento de grasa vegetal y de ácidos grasos trans. No es de extrañar que a los participantes que tomaron las barritas de chocolate falsas les salieran tantas espinillas como a los que tomaron las reales, y esto permitió a los investigadores llegar a la conclusión de que consumir grandes cantidades de chocolate no tenía efectos negativos en lo que a la aparición de acné se refiere.

La comunidad médica se lo creyó. “¿Hemos hecho mal en quitarles los caramelos a los niños?”. “Hay demasiados pacientes que viven engañados pensando que lo que comen puede dañar misteriosamente su salud”. Los resultados de este estudio “que confirma que el consumo de chocolate no empeora el acné no se han puesto en duda durante décadas y siguen citándose incluso en publicaciones recientes”. Por ejemplo, en un artículo de Pediatric Annals, una revista médica sobre pediatría, se afirmaba que “hace años quedó demostrado que el consumo de chocolate no tiene efecto alguno sobre el acné… Esto nos sirve como ejemplo a modo de advertencia de que ‘las pruebas basadas en la investigación’ deberían examinarse a fondo antes de incorporarlas a la práctica clínica”. El hecho de que algo esté publicado en el JAMA (revista de la Asociación Médica Estadounidense) no quiere decir que se trate de un estudio de buena calidad, sobre todo cuando hay intereses comerciales de por medio. 

Tal vez se debería aconsejar a los pacientes con acné que intenten reducir el consumo de dulces y lácteos, pero también de las grasas trans que se encuentran en aceites vegetales parcialmente hidrogenados. Sin embargo, “no podemos ser tan tajantes con los pacientes que sufren acné” sobre qué alimentos incluir o excluir de sus dietas hasta que se haga un “ensayo clínico comparativo aleatorizado en condiciones”. No se había realizado este tipo de estudios sobre el acné… hasta ahora. No te pierdas lo que tengo que decir al respecto en ¿Causa acné el cacao en polvo?

Si no lo has hecho aún, puedes suscribirte a mis videos de forma gratuita haciendo click aquí.

Crédito de la imagen: congerdesign vía Pixabay. La imagen ha sido modificada..

Gráficos de Avocado Video.

A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción de este contenido ha sido realizada por Elisabel Gómez, voluntaria activa en NutritionFacts.org.

El acné afecta a casi una de cada diez personas en todo el mundo, “lo cual lo convierte en la octava enfermedad más frecuente a nivel mundial”. ¿Qué función desempeña la nutrición? Si nos remontamos al siglo pasado, los manuales de dermatología “recomendaban que se hicieran restricciones en la dieta”. Por ejemplo, aconsejaban que las personas que tuvieran acné dejaran de consumir alimentos como “cerdo, salchichas, queso, pepinillos, bollería y dulces, cacao y chocolate en grandes cantidades”, pero todos sabemos que la medicina de antaño está repleta de sinsentidos. El Dr. Kellogg, por ejemplo, achacaba el acné a la masturbación. (¡Nada que no se pudiera solucionar con un tazón de sus cereales!)

En algunos estudios demográficos se ha establecido un vínculo entre el acné y el consumo de algunos alimentos como son los lácteos, los dulces y el chocolate. Pero no sabemos si se trata de una relación de causa y efecto hasta que se pone a prueba. Y se hizo, como explico en mi video.

Ha habido informes de gran calidad, como el Estudio de Salud de Enfermeras de Harvard, en el que participaron 50 000 mujeres, en los que se ha establecido una relación entre el acné y el consumo de leche durante la adolescencia, en especial de leche desnatada. También se observó esta conexión en adolescentes varones. Los investigadores pensaron que podía deberse a las hormonas presentes en la leche, pero también sospechaban que podría tratarse de la proteína de la leche conocida como suero de leche o lactosuero, que se añade a la leche desnatada para hacerla menos líquida y “podría, por lo tanto, tener algo que ver” en la aparición del acné o cumplir una función como transportadora de hormonas. En el minuto 1:30 de mi video hablo de un caso en el que se halló una relación entre el suero de leche en polvo y la aparición de brotes de acné en adolescentes que “no respondían a tratamientos de acné como antibióticos orales, retinoides de administración tópica y peróxido de benzoílo”. No conseguían hacer desaparecer el acné, hasta que dejaron de tomar los suplementos de suero de leche. ¿Es posible que simplemente se tratara de un efecto de la proteína? No parece ser el caso, ya que los suplementos de proteína de soja, por ejemplo, no daban problemas.

En cuanto a los lácteos, en lo que se refiere a estudios de intervención, solo tenemos una serie de casos, como el que se publicó en un artículo titulado “El acné y los suplementos de suero de leche entre culturistas”. ¿Qué ocurre si hacemos una revisión sistemática del acné y la nutrición? Como puedes ver en el minuto 2:02 de mi video, de los más o menos 20 artículos disponibles que hablan sobre el acné y los lácteos, unas tres cuartas partes nos permiten suponer que existen reacciones adversas, y en los demás no se observa ningún efecto. En ninguno de los estudios se indica que los lácteos tengan algún efecto favorable sobre el acné. Teniendo todo esto en cuenta, resulta lógico pensar que podría valer la pena intentar seguir una dieta sin lácteos, pero la calidad de estos datos deja mucho que desear. En una escala de A a F, donde la A correspondería a la calidad más alta, estos datos estarían en los niveles C y D: los estudios demográficos serían la C y los informes de series de casos serían la D. Lo ideal sería que se hicieran estudios de intervención aleatorizados; esto correspondería a los niveles A y B. No se han realizado estudios de este tipo sobre los lácteos, pero sí se han hecho sobre el chocolate. 

Cuando hablamos de acné, no hay otro alimento “con peor prestigio a nivel mundial que el chocolate”. Pero si eres la Asociación de Fabricantes de Chocolate, que “hizo posible” el estudio al que nos referimos, ¿cómo vas a diseñar un estudio que dé mala fama a tu producto? Siempre se puede usar el viejo truco de comparar tu producto con algo que sea aún peor, y eso es exactamente lo que hicieron. Como puedes ver en el minuto 3:01 de mi video, los investigadores dierona los participantes barritas de chocolate en comparación con barritas de chocolate falsas, que estaban hechas con aceites vegetales hidrogenados, es decir, grasas trans. El chocolate falso tenía más azúcar y llevaba proteína de leche, y tenía un 28 por ciento de grasa vegetal y de ácidos grasos trans. No es de extrañar que a los participantes que tomaron las barritas de chocolate falsas les salieran tantas espinillas como a los que tomaron las reales, y esto permitió a los investigadores llegar a la conclusión de que consumir grandes cantidades de chocolate no tenía efectos negativos en lo que a la aparición de acné se refiere.

La comunidad médica se lo creyó. “¿Hemos hecho mal en quitarles los caramelos a los niños?”. “Hay demasiados pacientes que viven engañados pensando que lo que comen puede dañar misteriosamente su salud”. Los resultados de este estudio “que confirma que el consumo de chocolate no empeora el acné no se han puesto en duda durante décadas y siguen citándose incluso en publicaciones recientes”. Por ejemplo, en un artículo de Pediatric Annals, una revista médica sobre pediatría, se afirmaba que “hace años quedó demostrado que el consumo de chocolate no tiene efecto alguno sobre el acné… Esto nos sirve como ejemplo a modo de advertencia de que ‘las pruebas basadas en la investigación’ deberían examinarse a fondo antes de incorporarlas a la práctica clínica”. El hecho de que algo esté publicado en el JAMA (revista de la Asociación Médica Estadounidense) no quiere decir que se trate de un estudio de buena calidad, sobre todo cuando hay intereses comerciales de por medio. 

Tal vez se debería aconsejar a los pacientes con acné que intenten reducir el consumo de dulces y lácteos, pero también de las grasas trans que se encuentran en aceites vegetales parcialmente hidrogenados. Sin embargo, “no podemos ser tan tajantes con los pacientes que sufren acné” sobre qué alimentos incluir o excluir de sus dietas hasta que se haga un “ensayo clínico comparativo aleatorizado en condiciones”. No se había realizado este tipo de estudios sobre el acné… hasta ahora. No te pierdas lo que tengo que decir al respecto en ¿Causa acné el cacao en polvo?

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Crédito de la imagen: congerdesign vía Pixabay. La imagen ha sido modificada..

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