Dieta Baja En Grasas

Mi abuelo murió de cáncer de páncreas, el cual es una de las formas más letales de cáncer. Algunos factores específicos en la dieta pueden tener un papel importante en el desarrollo de esta enfermedad mortal. El estudio co-patrocinado por los Institutos Nacionales de Salud y la American Association of Retired Persons fue el primero en diferenciar a las grasas de origen animal (incluyendo las carnes, lácteos y huevos) de las grasas de origen vegetal (como los frutos secos, semillas, oliva y aceites vegetales así como el aguacate). El consumo de grasas de origen animal está relacionado con el riesgo de cáncer de páncreas, sin embargo no se encontró relación con el consumo de grasas de origen vegetal. De hecho, cada tipo de grasa afecta de manera diferente.

No todas las grasas afectan a las células de los músculos de manera similar. Por ejemplo, el palmitato, la grasa saturada encontrada principalmente en la carne, los lácteos y los huevos ocasiona resistencia a la insulina, mientras que el oleato, la grasa monoinsaturada encontrada principalmente en los frutos secos, aceitunas y aguacates, puede proteger contra los efectos perjudiciales de las grasas saturadas. Las grasas saturadas pueden ocasionar una acumulación de productos de degradación más tóxicos y radicales libres, así como causar inflamación y la disfunción de las pequeñas plantas de energía de  nuestras células (la mitocondria). Sin embargo, las grasas monoinsaturadas son más fáciles de ser desintoxicadas de nuestro cuerpo o simplemente ser almacenadas de manera segura.

Podemos volver a entrenar nuestro gusto por la comida para optar por alimentos bajos en grasa por sobre los alimentos grasosos. Nuestra lengua se puede hacer más sensible a las grasas y mientras más sensible sea comeremos menos mantequilla, lácteos, carnes y huevos.

Las dietas a base de plantas suelen ser bajas en grasas y pueden ayudar a prevenir, tratar o revertir algunas de las principales causas de muerte, incluyendo la enfermedad cardiaca, la diabetes tipo 2 y la presión arterial alta, también ayuda a mejorar el peso corporal, los niveles de azúcar en sangre, tiene la habilidad de controlar el colesterol y nuestro estado emocional incluyendo la depresión, ansiedad, fatiga, sensación de bienestar y funcionamiento diario.