¿De qué están hechos los hot dogs y las hamburguesas?

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¿Cuánta carne de músculo tienen los hot dogs y las hamburguesas?

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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Elena Figal quien forma parte del equipo de voluntariado de NutritionFacts.org.

¿Qué contienen los hot dogs que comemos? Un estudio forense publicado en la revista Annals of Diagnostic Pathology encontró huesos, vasos sanguíneos, nervios, cartílagos y piel. Lo más sorprendente fue que el porcentaje de carne que contiene un hot dog es inferior al 10%. Aunque el factor que más debería preocuparnos de los hot dogs es el riesgo de cáncer: de hecho, favorecen la aparición de cáncer colorrectal, el cáncer más mortal entre los no fumadores.

Por este motivo la prestigiosa organización WCRF/AICR (Fondo mundial para la Investigación del Cáncer e Instituto Americano para la Investigación del Cáncer) recomienda en su informe estrella que directamente se evite el consumo de carne procesada. La asociación estadounidense de ganaderos de vacuno recriminó al informe sus “pésimas recomendaciones”, indicando que un informe diferente no halló relación entre la carne y el cáncer. Un informe que, en sus propias palabras, era “completo” y elaborado por “científicos independientes”. “Cómo pudo el análisis del WCRF llegar a una conclusión diferente, es desconcertante”, escribió la asociación de ganaderos. Bueno, pues he encontrado el informe calificado de “análisis independiente y completo” al que se refería el sector vacuno; ¡salgamos de dudas!

Me dediqué a investigarlo a fondo, así que comparemos: El informe financiado por una organización sin ánimo de lucro líder en la investigación del cáncer requirió 9 equipos independientes de unos 200 científicos que revisaron casi 7 000 estudios, recopilados por algunos de los principales investigadores del cáncer del mundo y supervisados por organizaciones de la talla de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de la Salud, que elaboraron un informe de más de 500 páginas.

Por otra parte, el otro informe tiene dos páginas y media, escritas por una consultoría, con fines comerciales, de científicos a los que se puede contratar, que defienden a las grandes tabaqueras y casi cualquier otra sustancia tóxica. ¿Es esto un estudio, cito literalmente, “independiente”? Comprado y pagado por la asociación estadounidense de ganaderos de vacuno.

Si crees que hay que tener osadía para afirmar algo así, espera a saber lo que hizo el sector porcino. Smithfield, el mayor productor de carne porcina a nivel mundial, lanzó una campaña de “charcutería para curar el cáncer”, en la que donaba cinco céntimos por cada medio kilo que se vendía precisamente del tipo de carne que provoca más cánceres según se ha comprobado.

¿Y qué hay de las hamburguesas? Unos anatomopatólogos de la Cleveland Clinic diseccionaron varias hamburguesas de varios sitios de comida rápida para ver qué llevan dentro. Los estadounidenses consumen 5 mil millones de hamburguesas al año, y la mayoría de los consumidores asumen que las hamburguesas que comen están compuestas principalmente por carne. Pero ¿qué averiguaron los investigadores?

Analizaron las hamburguesas de 8 locales de comida rápida diferentes y averiguaron que contenían prácticamente los mismos tejidos detectados en los hot dogs. Probablemente no sea una buena señal. Además, en las hamburguesas de dos de los ocho locales se detectaron parásitos. Una cuarta parte de la muestra de hamburguesas que analizaron estaban plagadas de estos pequeños parásitos. Los investigadores también encontraron vasos sanguíneos, nervios y cartílagos. ¿Encontraron algo de carne?

¿Qué porcentaje de una hamburguesa de comida rápida es carne y no otro tipo de tejido, parásitos, relleno u otra cosa? El contenido en carne de las hamburguesas iba del 2% al 14,8%. ¿Solo un 2% de carne? ¡Son prácticamente vegetarianas!

Parte del 85-98% restante que no era carne puede ser amoniaco. Gracias a una excelente investigación, descubrimos que una empresa desarrolló una técnica novedosa para exterminar las bacterias fecales: inocular amoniaco en la ternera.

Al sector cárnico le gustó tanto este método que el amoniaco se abrió paso hasta la mayor parte de las hamburguesas que se venden en Estados Unidos. No es necesario incluir el amoniaco en la lista de ingredientes porque se considera un “coadyuvante de elaboración”. En Estados Unidos, se abrió paso a todas las grandes cadenas, con lo que los niños comieron miles de toneladas al año en las escuelas.

Aquí se puede ver el proceso, para producir lo que un microbiólogo del Departamento de Agricultura de EE. UU. denominó “baba rosa”, indicando que ni siquiera considera que esta masa sea carne.

Ni siquiera es lo suficientemente buena para los reclusos en Georgia. Fue devuelta porque los trozos de carne apestaban a limpiacristales. ¿Por qué iban a dársela de comer a los niños en los colegios? Los encargados de los comedores explicaron que aceptaron servir la carne tratada con amoniaco básicamente por recortar unos 3 centavos en el coste de elaboración por cada medio kilo de carne picada de vaca.

Este proceso está prohibido en Canadá. La producción y el consumo de “baba rosa” está estrictamente prohibido en Europa. En Estados Unidos, sin embargo, el sector cárnico demandó a ABC News por la noticia que publicaron al respecto y, aunque la cadena sostuvo que su informe era riguroso, ABC News se retractó al enfrentarse a daños por valor de miles de millones de dólares. El sector logró que el Departamento de Agricultura recalificara el producto como carne picada de vaca 100% simplemente con solicitarlo, lo que demuestra el poder de la “gran baba”.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Elena Figal quien forma parte del equipo de voluntariado de NutritionFacts.org.

¿Qué contienen los hot dogs que comemos? Un estudio forense publicado en la revista Annals of Diagnostic Pathology encontró huesos, vasos sanguíneos, nervios, cartílagos y piel. Lo más sorprendente fue que el porcentaje de carne que contiene un hot dog es inferior al 10%. Aunque el factor que más debería preocuparnos de los hot dogs es el riesgo de cáncer: de hecho, favorecen la aparición de cáncer colorrectal, el cáncer más mortal entre los no fumadores.

Por este motivo la prestigiosa organización WCRF/AICR (Fondo mundial para la Investigación del Cáncer e Instituto Americano para la Investigación del Cáncer) recomienda en su informe estrella que directamente se evite el consumo de carne procesada. La asociación estadounidense de ganaderos de vacuno recriminó al informe sus “pésimas recomendaciones”, indicando que un informe diferente no halló relación entre la carne y el cáncer. Un informe que, en sus propias palabras, era “completo” y elaborado por “científicos independientes”. “Cómo pudo el análisis del WCRF llegar a una conclusión diferente, es desconcertante”, escribió la asociación de ganaderos. Bueno, pues he encontrado el informe calificado de “análisis independiente y completo” al que se refería el sector vacuno; ¡salgamos de dudas!

Me dediqué a investigarlo a fondo, así que comparemos: El informe financiado por una organización sin ánimo de lucro líder en la investigación del cáncer requirió 9 equipos independientes de unos 200 científicos que revisaron casi 7 000 estudios, recopilados por algunos de los principales investigadores del cáncer del mundo y supervisados por organizaciones de la talla de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de la Salud, que elaboraron un informe de más de 500 páginas.

Por otra parte, el otro informe tiene dos páginas y media, escritas por una consultoría, con fines comerciales, de científicos a los que se puede contratar, que defienden a las grandes tabaqueras y casi cualquier otra sustancia tóxica. ¿Es esto un estudio, cito literalmente, “independiente”? Comprado y pagado por la asociación estadounidense de ganaderos de vacuno.

Si crees que hay que tener osadía para afirmar algo así, espera a saber lo que hizo el sector porcino. Smithfield, el mayor productor de carne porcina a nivel mundial, lanzó una campaña de “charcutería para curar el cáncer”, en la que donaba cinco céntimos por cada medio kilo que se vendía precisamente del tipo de carne que provoca más cánceres según se ha comprobado.

¿Y qué hay de las hamburguesas? Unos anatomopatólogos de la Cleveland Clinic diseccionaron varias hamburguesas de varios sitios de comida rápida para ver qué llevan dentro. Los estadounidenses consumen 5 mil millones de hamburguesas al año, y la mayoría de los consumidores asumen que las hamburguesas que comen están compuestas principalmente por carne. Pero ¿qué averiguaron los investigadores?

Analizaron las hamburguesas de 8 locales de comida rápida diferentes y averiguaron que contenían prácticamente los mismos tejidos detectados en los hot dogs. Probablemente no sea una buena señal. Además, en las hamburguesas de dos de los ocho locales se detectaron parásitos. Una cuarta parte de la muestra de hamburguesas que analizaron estaban plagadas de estos pequeños parásitos. Los investigadores también encontraron vasos sanguíneos, nervios y cartílagos. ¿Encontraron algo de carne?

¿Qué porcentaje de una hamburguesa de comida rápida es carne y no otro tipo de tejido, parásitos, relleno u otra cosa? El contenido en carne de las hamburguesas iba del 2% al 14,8%. ¿Solo un 2% de carne? ¡Son prácticamente vegetarianas!

Parte del 85-98% restante que no era carne puede ser amoniaco. Gracias a una excelente investigación, descubrimos que una empresa desarrolló una técnica novedosa para exterminar las bacterias fecales: inocular amoniaco en la ternera.

Al sector cárnico le gustó tanto este método que el amoniaco se abrió paso hasta la mayor parte de las hamburguesas que se venden en Estados Unidos. No es necesario incluir el amoniaco en la lista de ingredientes porque se considera un “coadyuvante de elaboración”. En Estados Unidos, se abrió paso a todas las grandes cadenas, con lo que los niños comieron miles de toneladas al año en las escuelas.

Aquí se puede ver el proceso, para producir lo que un microbiólogo del Departamento de Agricultura de EE. UU. denominó “baba rosa”, indicando que ni siquiera considera que esta masa sea carne.

Ni siquiera es lo suficientemente buena para los reclusos en Georgia. Fue devuelta porque los trozos de carne apestaban a limpiacristales. ¿Por qué iban a dársela de comer a los niños en los colegios? Los encargados de los comedores explicaron que aceptaron servir la carne tratada con amoniaco básicamente por recortar unos 3 centavos en el coste de elaboración por cada medio kilo de carne picada de vaca.

Este proceso está prohibido en Canadá. La producción y el consumo de “baba rosa” está estrictamente prohibido en Europa. En Estados Unidos, sin embargo, el sector cárnico demandó a ABC News por la noticia que publicaron al respecto y, aunque la cadena sostuvo que su informe era riguroso, ABC News se retractó al enfrentarse a daños por valor de miles de millones de dólares. El sector logró que el Departamento de Agricultura recalificara el producto como carne picada de vaca 100% simplemente con solicitarlo, lo que demuestra el poder de la “gran baba”.

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