No parece haber ninguna diferencia entre los efectos negativos del jarabe de maíz de alta fructosa y el azúcar de mesa sobre la grasa corporal, la presión arterial, el nivel de azúcar en sangre, los triglicéridos o el colesterol, pero el jarabe de maíz de alta fructosa sí mostró ser más proinflamatorio.
El mercurio en el jarabe de maíz alto en fructosa
A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Gerardo Piña voluntario activo en NutritionFacts.org.
Tanto si se alimenta a las personas con miel, azúcar de mesa o jarabe de maíz con alto contenido en fructosa, se observan efectos metabólicos negativos similares. Un metaanálisis de todos estos estudios reveló que no parecía haber ninguna diferencia entre los efectos negativos del jarabe de maíz con alto contenido en fructosa y el azúcar de mesa sobre la grasa corporal, la presión arterial, los niveles de azúcar en sangre, los triglicéridos o el colesterol. Sin embargo, el jarabe de maíz con alto contenido en fructosa sí parecía ser más proinflamatorio.
Una cosa que diferencia al jarabe de maíz del azúcar es el mercurio, detectado en aproximadamente la mitad de las muestras de jarabe de maíz con alto contenido en fructosa analizadas. En términos de alimentación, el mercurio se detecta habitualmente en el pescado, pero también se encuentra en otras carnes como las aves de corral, ya que los granjeros alimentan habitualmente a los pollos con harina de pescado, pero ¿cómo llega el mercurio al jarabe de maíz? Todo lo que querías saber, pero no te atrevías a preguntar. Resulta que el mercurio puede entrar en la línea de productos edulcorantes de maíz de dos maneras: mediante el uso de productos químicos procesados con mercurio en el proceso de fabricación o mediante la adición deliberada de productos químicos que contienen mercurio. En cualquier caso, ¿llega realmente al consumidor?
Los investigadores analizaron 50 marcas diferentes de alimentos que contienen jarabe de maíz, desde refrescos hasta Pop-Tarts, yogur Yoplait y mermelada. ¿El resultado? Alrededor del 30 % estaba contaminado con niveles detectables de mercurio. ¿Es suficiente para ser perjudicial? Teniendo en cuenta el consumo medio diario de jarabe de maíz y la cantidad de mercurio que encontraron, la exposición media diaria potencial al mercurio procedente del jarabe de maíz con alto contenido en fructosa podría oscilar entre cero y 28 mcg. Este rango puede compararse con el rango de exposición total al mercurio de los empastes dentales de amalgama plateada que nos ponen para las caries. Canadá y otros países desaconsejan el uso de amalgamas de mercurio en mujeres embarazadas o niños, al igual que Estados Unidos desde 2020.
Por supuesto, una sola lata de atún puede contener tanto mercurio como una taza entera (240 ml) de jarabe de maíz con alto contenido en fructosa. Pero aun así, probablemente no deberíamos dejar que nuestros hijos se conviertan en niños del maíz. Dada su contaminación por mercurio, se podría argumentar que el jarabe de maíz con alto contenido en fructosa es peor que el azúcar. Pero ambos son malos para nosotros. Ambos son solo calorías vacías, calorías sin ningún valor nutricional.
Echa un vistazo a este clásico anuncio de la industria azucarera: “Si el azúcar engorda tanto, ¿por qué hay tantos niños delgados?”. Sin duda, eso ya no se puede decir. ¿El eslogan? “Azúcar. No solo sabe bien, es un buen alimento”. Por increíble que parezca, este es mi favorito: Mary es una niña muy ocupada. “Necesita azúcar en su vida. Para tener energía. Necesita alimentos y bebidas sin energía y con edulcorantes artificiales como una tortuga necesita un cinturón de seguridad”. “… 18 calorías por cucharadita y todo es energía”. ¡Ese es el problema! Solo la industria azucarera podía tomar su mayor debilidad, las calorías vacías, e intentar convertirla en algo bueno.
“Nota para las madres: no corras riesgos con tus hijos, asegúrate de que tomen azúcar todos los días”. No podría inventarme algo así. ¿Te imaginas a la industria cárnica diciendo algo como “Come manteca de cerdo”? Sí, supongo que sí. Otro anuncio real, aunque antiguo, con un mensaje “en colaboración con el Departamento de Salud”. De hecho, están contentos porque “comen manteca de cerdo”.
Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.
- Raatz SK, Johnson LK, Picklo MJ. Consumption of honey, sucrose, and high-fructose corn syrup produces similar metabolic effects in glucose-tolerant and -intolerant individuals. J Nutr. 2015;145(10):2265-2272.
- Li X, Luan Y, Li Y, et al. The effect of high-fructose corn syrup vs. sucrose on anthropometric and metabolic parameters: a systematic review and meta-analysis. Front Nutr. 2022;9:1013310.
- Dufault R, LeBlanc B, Schnoll R, et al. Mercury from chlor-alkali plants: measured concentrations in food product sugar. Environ Health. 2009;8:2.
- Fulgoni V. High-fructose corn syrup: everything you wanted to know, but were afraid to ask. Am J Clin Nutr. 2008;88(6):1715S.
- Dufault RJ, Wolle MM, Kingston HMS, Gilbert SG, Murray JA. Connecting inorganic mercury and lead measurements in blood to dietary sources of exposure that may impact child development. World J Methodol. 2021;11(4):144-159.
- Wallinga D, Sorensen J, Mottl P, Yablon B. Not so sweet: missing mercury and high fructose corn syrup. Institute for Agriculture and Trade Policy. 2009.
- Shuren J. FDA issues recommendations for certain high-risk groups regarding mercury-containing dental amalgam. U.S. Food and Drug Administration. September 24, 2020.
Gráficos de Avo Media
A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Gerardo Piña voluntario activo en NutritionFacts.org.
Tanto si se alimenta a las personas con miel, azúcar de mesa o jarabe de maíz con alto contenido en fructosa, se observan efectos metabólicos negativos similares. Un metaanálisis de todos estos estudios reveló que no parecía haber ninguna diferencia entre los efectos negativos del jarabe de maíz con alto contenido en fructosa y el azúcar de mesa sobre la grasa corporal, la presión arterial, los niveles de azúcar en sangre, los triglicéridos o el colesterol. Sin embargo, el jarabe de maíz con alto contenido en fructosa sí parecía ser más proinflamatorio.
Una cosa que diferencia al jarabe de maíz del azúcar es el mercurio, detectado en aproximadamente la mitad de las muestras de jarabe de maíz con alto contenido en fructosa analizadas. En términos de alimentación, el mercurio se detecta habitualmente en el pescado, pero también se encuentra en otras carnes como las aves de corral, ya que los granjeros alimentan habitualmente a los pollos con harina de pescado, pero ¿cómo llega el mercurio al jarabe de maíz? Todo lo que querías saber, pero no te atrevías a preguntar. Resulta que el mercurio puede entrar en la línea de productos edulcorantes de maíz de dos maneras: mediante el uso de productos químicos procesados con mercurio en el proceso de fabricación o mediante la adición deliberada de productos químicos que contienen mercurio. En cualquier caso, ¿llega realmente al consumidor?
Los investigadores analizaron 50 marcas diferentes de alimentos que contienen jarabe de maíz, desde refrescos hasta Pop-Tarts, yogur Yoplait y mermelada. ¿El resultado? Alrededor del 30 % estaba contaminado con niveles detectables de mercurio. ¿Es suficiente para ser perjudicial? Teniendo en cuenta el consumo medio diario de jarabe de maíz y la cantidad de mercurio que encontraron, la exposición media diaria potencial al mercurio procedente del jarabe de maíz con alto contenido en fructosa podría oscilar entre cero y 28 mcg. Este rango puede compararse con el rango de exposición total al mercurio de los empastes dentales de amalgama plateada que nos ponen para las caries. Canadá y otros países desaconsejan el uso de amalgamas de mercurio en mujeres embarazadas o niños, al igual que Estados Unidos desde 2020.
Por supuesto, una sola lata de atún puede contener tanto mercurio como una taza entera (240 ml) de jarabe de maíz con alto contenido en fructosa. Pero aun así, probablemente no deberíamos dejar que nuestros hijos se conviertan en niños del maíz. Dada su contaminación por mercurio, se podría argumentar que el jarabe de maíz con alto contenido en fructosa es peor que el azúcar. Pero ambos son malos para nosotros. Ambos son solo calorías vacías, calorías sin ningún valor nutricional.
Echa un vistazo a este clásico anuncio de la industria azucarera: “Si el azúcar engorda tanto, ¿por qué hay tantos niños delgados?”. Sin duda, eso ya no se puede decir. ¿El eslogan? “Azúcar. No solo sabe bien, es un buen alimento”. Por increíble que parezca, este es mi favorito: Mary es una niña muy ocupada. “Necesita azúcar en su vida. Para tener energía. Necesita alimentos y bebidas sin energía y con edulcorantes artificiales como una tortuga necesita un cinturón de seguridad”. “… 18 calorías por cucharadita y todo es energía”. ¡Ese es el problema! Solo la industria azucarera podía tomar su mayor debilidad, las calorías vacías, e intentar convertirla en algo bueno.
“Nota para las madres: no corras riesgos con tus hijos, asegúrate de que tomen azúcar todos los días”. No podría inventarme algo así. ¿Te imaginas a la industria cárnica diciendo algo como “Come manteca de cerdo”? Sí, supongo que sí. Otro anuncio real, aunque antiguo, con un mensaje “en colaboración con el Departamento de Salud”. De hecho, están contentos porque “comen manteca de cerdo”.
Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.
- Raatz SK, Johnson LK, Picklo MJ. Consumption of honey, sucrose, and high-fructose corn syrup produces similar metabolic effects in glucose-tolerant and -intolerant individuals. J Nutr. 2015;145(10):2265-2272.
- Li X, Luan Y, Li Y, et al. The effect of high-fructose corn syrup vs. sucrose on anthropometric and metabolic parameters: a systematic review and meta-analysis. Front Nutr. 2022;9:1013310.
- Dufault R, LeBlanc B, Schnoll R, et al. Mercury from chlor-alkali plants: measured concentrations in food product sugar. Environ Health. 2009;8:2.
- Fulgoni V. High-fructose corn syrup: everything you wanted to know, but were afraid to ask. Am J Clin Nutr. 2008;88(6):1715S.
- Dufault RJ, Wolle MM, Kingston HMS, Gilbert SG, Murray JA. Connecting inorganic mercury and lead measurements in blood to dietary sources of exposure that may impact child development. World J Methodol. 2021;11(4):144-159.
- Wallinga D, Sorensen J, Mottl P, Yablon B. Not so sweet: missing mercury and high fructose corn syrup. Institute for Agriculture and Trade Policy. 2009.
- Shuren J. FDA issues recommendations for certain high-risk groups regarding mercury-containing dental amalgam. U.S. Food and Drug Administration. September 24, 2020.
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El mercurio en el jarabe de maíz alto en fructosa
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