Friday Favorites: ¿Causan acné el chocolate y el cacao en polvo?

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¿Qué efecto tienen los lácteos, el azúcar y el chocolate en la aparición de espinillas? Para averiguarlo, los investigadores pusieron a prueba el chocolate blanco, el amargo, el chocolate para hornear y el cacao en polvo.

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A continuación una aproximación al contenido del audio de estos videos. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción de este contenido ha sido realizada por Elisabel Gómez y Tamara Amor, voluntarias activas en NutritionFacts.org.

El acné afecta a casi una de cada diez personas en todo el mundo, “lo cual lo convierte en la octava enfermedad más frecuente a nivel mundial”. ¿Qué función desempeña la nutrición? Si nos remontamos al siglo pasado, los manuales de dermatología “recomendaban que se hicieran restricciones en la dieta”. Por ejemplo, aconsejaban que las personas que tuvieran acné dejaran de consumir alimentos como “cerdo, salchichas, queso, pepinillos, pan y dulces, cacao y chocolate en grandes cantidades”.

Pero todos sabemos que la medicina de antaño está repleta de sinsentidos. El Dr. Kellogg, por ejemplo, achacaba el acné a la masturbación. ¡Nada que no se pudiera solucionar con un tazón de sus cereales!

En algunos estudios demográficos se ha establecido un vínculo entre el acné y el consumo de algunos alimentos como son los lácteos, los dulces y el chocolate. Pero no sabemos si se trata de una relación de causa y efecto hasta que se pone a prueba. Ha habido informes de gran calidad, como el Estudio de Salud de Enfermeras de Harvard, en el que participaron 50 000 mujeres, en los que se ha establecido una relación entre el acné y el consumo de leche durante la adolescencia, en especial de leche desnatada. También se observó esta conexión en adolescentes varones.

Los investigadores pensaron que podía deberse a las hormonas presentes en la leche, pero también sospechaban que podría tratarse de la proteína de la leche conocida como suero de leche, que se añade a la leche desnatada para hacerla menos líquida y “podría, por lo tanto, tener algo que ver” en la aparición del acné o cumplir una función como transportadora de hormonas. Se halló una relación entre el suero de leche en polvo y la aparición de brotes de acné en adolescentes que “no respondían a tratamientos de acné, hasta que dejaron de tomar los suplementos de suero de leche”. No parecía que simplemente se tratara de un efecto de la proteína, ya que los suplementos de proteína de soja, por ejemplo, no daban problemas.

En cuanto a los lácteos, en lo que se refiere a estudios de intervención, solo tenemos una serie de casos. Si haces una revisión sistemática sobre el acné y la nutrición tendrás resultados como este: de los aproximadamente 20 artículos sobre el acné y los productos lácteos que existen, alrededor de las tres cuartas partes sugieren efectos adversos, y el resto no informa ningún efecto, sin estudios que sugieran un efecto beneficioso de los productos lácteos sobre el acné. Teniendo todo esto en cuenta, resulta lógico pensar que podría valer la pena intentar seguir una dieta sin lácteos, pero la calidad de estos datos deja mucho que desear. Estos datos estarían en los niveles C y D: los estudios demográficos serían la C y los informes de series de casos serían la D. Lo ideal sería que se hicieran estudios de intervención aleatorizados; esto correspondería a los niveles A y B. No se han realizado estudios de este tipo sobre los lácteos, pero sí se han hecho sobre el chocolate. 

Cuando hablamos de acné, no hay otro alimento “con peor prestigio a nivel mundial que el chocolate”. Pero si eres la Asociación de Fabricantes de Chocolate, ¿cómo vas a diseñar un estudio que no le dé mala fama a tu producto? Siempre se puede usar el viejo truco de comparar tu producto con algo que sea aún peor, y eso es exactamente lo que hicieron. Los investigadores dieron a los participantes barritas de chocolate en comparación con barritas de chocolate falsas, que estaban hechas con aceites vegetales hidrogenados, es decir, grasas trans. El chocolate falso tenía más azúcar y llevaba proteína de leche, y tenía un 28 % de grasa vegetal y de ácidos grasos trans. Y ¡sorpresa! Hubo la misma cantidad de acné en ambos grupos, lo que les permitió llegar a la conclusión de que consumir grandes cantidades de chocolate no tenía efectos negativos en cuanto a acné se refiere.

La comunidad médica se lo creyó. “¿Hemos hecho mal en quitarles los dulces a los niños?”. “Hay demasiados pacientes que viven engañados pensando que lo que comen puede dañar misteriosamente su salud”. Los resultados de este estudio “que confirma que el consumo de chocolate no empeora el acné no se han puesto en duda durante décadas y siguen citándose incluso en publicaciones recientes”. Por ejemplo, en un artículo de una revista médica sobre pediatría, se afirmaba que “hace años quedó demostrado que el consumo de chocolate no tiene efecto alguno sobre el acné…

Esto nos sirve como ejemplo a modo de advertencia de que ‘las pruebas basadas en la investigación’ deberían examinarse a fondo antes de incorporarlas a la práctica clínica”. El hecho de que algo esté publicado en el Journal of the American Medical Association no quiere decir que se trate de un estudio de buena calidad, especialmente cuando hay intereses comerciales de por medio. 

Tal vez se debería aconsejar a los pacientes con acné que intenten reducir el consumo de dulces y lácteos, pero también de las grasas trans que se encuentran en aceites vegetales parcialmente hidrogenados. Sin embargo, “no podemos ser tan tajantes con los pacientes que sufren acné” sobre qué alimentos incluir o excluir de sus dietas hasta que se haga un “ensayo clínico comparativo aleatorizado en condiciones”. Pero no se había realizado este tipo de estudios sobre el acné… hasta ahora. 

Hace un siglo, “la dieta se usaba como tratamiento complementario común para el acné. Sin embargo, durante la década de los 60, la conexión entre la dieta y el acné desapareció”. ¿Por qué? Debido a un estudio que al parecer “‘demostró’ que el chocolate no tenía influencia sobre el acné al comparar una barra de chocolate con una barra de pseudo chocolate compuesta de aceite vegetal hidrogenado al 28 %, un alimento conocido por aumentar los marcadores inflamatorios”. Con tal comparación, no es de extrañar que al chocolate real le fuera mejor.

En otro estudio, grupos de estudiantes de medicina comieron una variedad de supuestos culpables del acné, y solo alrededor de un tercio de ellos se brotaron. Sin embargo, no hubo un grupo de control con el cual comparar. A pesar de sus “importantes defectos de diseño, estos dos estudios fueron suficientes para disociar la dieta del acné en la mente de la mayoría de los dermatólogos. Los libros de texto se revisaron para reflejar este nuevo consenso académico y los dermatólogos adoptaron la postura de que cualquier murmullo sobre la asociación entre la dieta y el acné no era científico y era uno de los muchos mitos que rodean esta enfermedad omnipresente”.

“Comentarios como ‘La asociación de la dieta con el acné ha sido relegada a la categoría de mito’ son comunes tanto en la literatura [médica] antigua como en la actual… [Sin embargo] los principales libros de texto de dermatología promulgan la noción de que la dieta y el acné no están relacionados, pero se basan solo en 2 referencias primarias”, esos dos estudios defectuosos. Por lo que “tiene poco o ningún apoyo fáctico”.

Pero hay razones para sospechar que el consumo de chocolate podría ser un problema. Se extrajo sangre de los participantes antes y después de que comieran un par de barras de chocolate con leche. Parece que el chocolate con leche “prepara” algunas de sus células de pus para liberar sustancias químicas inflamatorias adicionales cuando las expone a las bacterias que causan el acné en una placa de Petri. “De hecho, esto representa uno de los mecanismos que podrían explicar los efectos del chocolate sobre el acné”, pero ¿cómo sabemos que es el chocolate y no el azúcar o la leche añadidos?

Si encuestan a los adolescentes sobre la gravedad del acné y los hábitos alimenticios, parecería haber un vínculo con el consumo de chocolate, pero ¿es esto una asociación con las personas que rocían cacao en polvo en su batido o que comen chocolate amargo? ¿O es por el azúcar y la leche añadidos?

Reducir los alimentos azucarados y los cereales refinados podría reducir a la mitad el recuento de granos en unos pocos meses, lo que fue mejor que el grupo de control de forma significativa, lo cual se comparó con fotografías de antes y después. 

Para determinar si la causa es el azúcar, los investigadores les dieron a los participantes chocolate con leche o gomitas. Si fuera solo el azúcar, entonces, el acné empeoraría por igual en ambos grupos. En cambio, al grupo de chocolate le fue peor, con una duplicación de las lesiones de acné, mientras que no hubo cambios en el grupo de las gomitas. Entonces, es claro que no es solo el azúcar. Quizás haya algo en el chocolate, ¿o será solo en el chocolate con leche?

“No se han realizado estudios que evalúen los efectos del chocolate puro (hecho 100% de cacao) sobre el acné”… hasta que los investigadores aleatorizaron a 57 voluntarios con “acné leve a moderado” en tres grupos, que recibieron barras de chocolate blanco, barras de chocolate amargo, o ninguna barra, todos los días durante un mes. El chocolate amargo no era un chocolate cualquiera; era 100% chocolate, como el Baker´s. A diferencia del chocolate amargo puro, el blanco está lleno de azúcar y leche. Las lesiones del acné empeoraron en el grupo de chocolate blanco, pero no en los otros. “Según este estudio, el consumo de chocolate blanco pero no el amargo se asocia con la exacerbación de las lesiones del acné”.

Sin embargo, otros estudios demostraron que el acné empeoraba con el chocolate amargo. Cuando a los participantes les dieron una gran cantidad de chocolate para hornear Ghirardelli, en tan solo unos días se brotaron. “Se encontraron aumentos significativos” en el número promedio total de lesiones de acné en solo cuatro días. Lo mismo se encontró con un consumo crónico de chocolate amargo. Los participantes comieron media barra de chocolate pequeña al día durante un mes, y se informó un aumento de la gravedad del acné en dos semanas. Aquí tenemos el antes y el después.

¿Faltaba algo en esos dos estudios? A los participantes les dieron chocolate todos los días o una gran carga de chocolate, y su acné empeoró. ¿Qué no incluyeron estos estudios? Los seguidores de NutritionFacts desde hace mucho tiempo ya deberían saber la respuesta. A los estudios les faltaba un grupo de control.

Si observas las encuestas, encontrarás que la mayoría de la gente cree que el chocolate puede causar acné. Por lo tanto, si le diera a la gente una gran cantidad de chocolate, es posible que el estrés y la expectativa de brotarse contribuyan. Para llegar al fondo de esto, se tendría que diseñar un estudio en el que les dieran a los participantes chocolate disfrazado para exponerlos sin su conocimiento y ver si todavía así se brotan. Por ejemplo, se podría poner cacao en polvo en cápsulas opacas para que los participantes no sepan si reciben cacao o placebo. Esto tendría el beneficio adicional de eliminar el factor de grasa de la manteca de cacao. Sin leche, sin azúcar, sin grasa, solo cacao en polvo puro en cápsulas frente a un placebo. Nunca se había realizado tal estudio… hasta ahora.

Un estudio doble ciego controlado por placebo evaluó el efecto del consumo de chocolate —en realidad, el consumo de cacao en polvo— en sujetos con antecedentes de acné. Se asignó a los participantes a tragar cápsulas llenas de cacao 100 % sin azúcar o un placebo de gelatina en polvo sin sabor y sin azúcar. “Se necesitaron 240 cápsulas para exponerlos en secreto a unas cuantas onzas de cacao en polvo”. Los investigadores encontraron el mismo aumento significativo, la misma duplicación de las lesiones de acné en cuatro días, al igual que en el estudio de Ghirardelli. Entonces, por desgracia “parece que en las personas propensas al acné… el consumo de chocolate se correlaciona con un aumento en la exacerbación del acné”.

Ahora bien, el estudio incluyó solo a hombres, que no tienen que lidiar con los cambios hormonales cíclicos como lo hacen las mujeres, y es difícil imaginar que después de tragar cientos de cápsulas, el grupo del cacao real no haya eructado un poco de sabor a cacao y se diera cuenta de que no estaban en el grupo de placebo. Pero, el mejor balance de evidencia disponible sugiere que, si sueles tener acné, quizás sea bueno dejar de consumir chocolate para ver si tus síntomas mejoran.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

Créditos de la imagen: congerdesign vía Pixabay. La imagen ha sido modificada.

Gráficos de Avocado Video.

A continuación una aproximación al contenido del audio de estos videos. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción de este contenido ha sido realizada por Elisabel Gómez y Tamara Amor, voluntarias activas en NutritionFacts.org.

El acné afecta a casi una de cada diez personas en todo el mundo, “lo cual lo convierte en la octava enfermedad más frecuente a nivel mundial”. ¿Qué función desempeña la nutrición? Si nos remontamos al siglo pasado, los manuales de dermatología “recomendaban que se hicieran restricciones en la dieta”. Por ejemplo, aconsejaban que las personas que tuvieran acné dejaran de consumir alimentos como “cerdo, salchichas, queso, pepinillos, pan y dulces, cacao y chocolate en grandes cantidades”.

Pero todos sabemos que la medicina de antaño está repleta de sinsentidos. El Dr. Kellogg, por ejemplo, achacaba el acné a la masturbación. ¡Nada que no se pudiera solucionar con un tazón de sus cereales!

En algunos estudios demográficos se ha establecido un vínculo entre el acné y el consumo de algunos alimentos como son los lácteos, los dulces y el chocolate. Pero no sabemos si se trata de una relación de causa y efecto hasta que se pone a prueba. Ha habido informes de gran calidad, como el Estudio de Salud de Enfermeras de Harvard, en el que participaron 50 000 mujeres, en los que se ha establecido una relación entre el acné y el consumo de leche durante la adolescencia, en especial de leche desnatada. También se observó esta conexión en adolescentes varones.

Los investigadores pensaron que podía deberse a las hormonas presentes en la leche, pero también sospechaban que podría tratarse de la proteína de la leche conocida como suero de leche, que se añade a la leche desnatada para hacerla menos líquida y “podría, por lo tanto, tener algo que ver” en la aparición del acné o cumplir una función como transportadora de hormonas. Se halló una relación entre el suero de leche en polvo y la aparición de brotes de acné en adolescentes que “no respondían a tratamientos de acné, hasta que dejaron de tomar los suplementos de suero de leche”. No parecía que simplemente se tratara de un efecto de la proteína, ya que los suplementos de proteína de soja, por ejemplo, no daban problemas.

En cuanto a los lácteos, en lo que se refiere a estudios de intervención, solo tenemos una serie de casos. Si haces una revisión sistemática sobre el acné y la nutrición tendrás resultados como este: de los aproximadamente 20 artículos sobre el acné y los productos lácteos que existen, alrededor de las tres cuartas partes sugieren efectos adversos, y el resto no informa ningún efecto, sin estudios que sugieran un efecto beneficioso de los productos lácteos sobre el acné. Teniendo todo esto en cuenta, resulta lógico pensar que podría valer la pena intentar seguir una dieta sin lácteos, pero la calidad de estos datos deja mucho que desear. Estos datos estarían en los niveles C y D: los estudios demográficos serían la C y los informes de series de casos serían la D. Lo ideal sería que se hicieran estudios de intervención aleatorizados; esto correspondería a los niveles A y B. No se han realizado estudios de este tipo sobre los lácteos, pero sí se han hecho sobre el chocolate. 

Cuando hablamos de acné, no hay otro alimento “con peor prestigio a nivel mundial que el chocolate”. Pero si eres la Asociación de Fabricantes de Chocolate, ¿cómo vas a diseñar un estudio que no le dé mala fama a tu producto? Siempre se puede usar el viejo truco de comparar tu producto con algo que sea aún peor, y eso es exactamente lo que hicieron. Los investigadores dieron a los participantes barritas de chocolate en comparación con barritas de chocolate falsas, que estaban hechas con aceites vegetales hidrogenados, es decir, grasas trans. El chocolate falso tenía más azúcar y llevaba proteína de leche, y tenía un 28 % de grasa vegetal y de ácidos grasos trans. Y ¡sorpresa! Hubo la misma cantidad de acné en ambos grupos, lo que les permitió llegar a la conclusión de que consumir grandes cantidades de chocolate no tenía efectos negativos en cuanto a acné se refiere.

La comunidad médica se lo creyó. “¿Hemos hecho mal en quitarles los dulces a los niños?”. “Hay demasiados pacientes que viven engañados pensando que lo que comen puede dañar misteriosamente su salud”. Los resultados de este estudio “que confirma que el consumo de chocolate no empeora el acné no se han puesto en duda durante décadas y siguen citándose incluso en publicaciones recientes”. Por ejemplo, en un artículo de una revista médica sobre pediatría, se afirmaba que “hace años quedó demostrado que el consumo de chocolate no tiene efecto alguno sobre el acné…

Esto nos sirve como ejemplo a modo de advertencia de que ‘las pruebas basadas en la investigación’ deberían examinarse a fondo antes de incorporarlas a la práctica clínica”. El hecho de que algo esté publicado en el Journal of the American Medical Association no quiere decir que se trate de un estudio de buena calidad, especialmente cuando hay intereses comerciales de por medio. 

Tal vez se debería aconsejar a los pacientes con acné que intenten reducir el consumo de dulces y lácteos, pero también de las grasas trans que se encuentran en aceites vegetales parcialmente hidrogenados. Sin embargo, “no podemos ser tan tajantes con los pacientes que sufren acné” sobre qué alimentos incluir o excluir de sus dietas hasta que se haga un “ensayo clínico comparativo aleatorizado en condiciones”. Pero no se había realizado este tipo de estudios sobre el acné… hasta ahora. 

Hace un siglo, “la dieta se usaba como tratamiento complementario común para el acné. Sin embargo, durante la década de los 60, la conexión entre la dieta y el acné desapareció”. ¿Por qué? Debido a un estudio que al parecer “‘demostró’ que el chocolate no tenía influencia sobre el acné al comparar una barra de chocolate con una barra de pseudo chocolate compuesta de aceite vegetal hidrogenado al 28 %, un alimento conocido por aumentar los marcadores inflamatorios”. Con tal comparación, no es de extrañar que al chocolate real le fuera mejor.

En otro estudio, grupos de estudiantes de medicina comieron una variedad de supuestos culpables del acné, y solo alrededor de un tercio de ellos se brotaron. Sin embargo, no hubo un grupo de control con el cual comparar. A pesar de sus “importantes defectos de diseño, estos dos estudios fueron suficientes para disociar la dieta del acné en la mente de la mayoría de los dermatólogos. Los libros de texto se revisaron para reflejar este nuevo consenso académico y los dermatólogos adoptaron la postura de que cualquier murmullo sobre la asociación entre la dieta y el acné no era científico y era uno de los muchos mitos que rodean esta enfermedad omnipresente”.

“Comentarios como ‘La asociación de la dieta con el acné ha sido relegada a la categoría de mito’ son comunes tanto en la literatura [médica] antigua como en la actual… [Sin embargo] los principales libros de texto de dermatología promulgan la noción de que la dieta y el acné no están relacionados, pero se basan solo en 2 referencias primarias”, esos dos estudios defectuosos. Por lo que “tiene poco o ningún apoyo fáctico”.

Pero hay razones para sospechar que el consumo de chocolate podría ser un problema. Se extrajo sangre de los participantes antes y después de que comieran un par de barras de chocolate con leche. Parece que el chocolate con leche “prepara” algunas de sus células de pus para liberar sustancias químicas inflamatorias adicionales cuando las expone a las bacterias que causan el acné en una placa de Petri. “De hecho, esto representa uno de los mecanismos que podrían explicar los efectos del chocolate sobre el acné”, pero ¿cómo sabemos que es el chocolate y no el azúcar o la leche añadidos?

Si encuestan a los adolescentes sobre la gravedad del acné y los hábitos alimenticios, parecería haber un vínculo con el consumo de chocolate, pero ¿es esto una asociación con las personas que rocían cacao en polvo en su batido o que comen chocolate amargo? ¿O es por el azúcar y la leche añadidos?

Reducir los alimentos azucarados y los cereales refinados podría reducir a la mitad el recuento de granos en unos pocos meses, lo que fue mejor que el grupo de control de forma significativa, lo cual se comparó con fotografías de antes y después. 

Para determinar si la causa es el azúcar, los investigadores les dieron a los participantes chocolate con leche o gomitas. Si fuera solo el azúcar, entonces, el acné empeoraría por igual en ambos grupos. En cambio, al grupo de chocolate le fue peor, con una duplicación de las lesiones de acné, mientras que no hubo cambios en el grupo de las gomitas. Entonces, es claro que no es solo el azúcar. Quizás haya algo en el chocolate, ¿o será solo en el chocolate con leche?

“No se han realizado estudios que evalúen los efectos del chocolate puro (hecho 100% de cacao) sobre el acné”… hasta que los investigadores aleatorizaron a 57 voluntarios con “acné leve a moderado” en tres grupos, que recibieron barras de chocolate blanco, barras de chocolate amargo, o ninguna barra, todos los días durante un mes. El chocolate amargo no era un chocolate cualquiera; era 100% chocolate, como el Baker´s. A diferencia del chocolate amargo puro, el blanco está lleno de azúcar y leche. Las lesiones del acné empeoraron en el grupo de chocolate blanco, pero no en los otros. “Según este estudio, el consumo de chocolate blanco pero no el amargo se asocia con la exacerbación de las lesiones del acné”.

Sin embargo, otros estudios demostraron que el acné empeoraba con el chocolate amargo. Cuando a los participantes les dieron una gran cantidad de chocolate para hornear Ghirardelli, en tan solo unos días se brotaron. “Se encontraron aumentos significativos” en el número promedio total de lesiones de acné en solo cuatro días. Lo mismo se encontró con un consumo crónico de chocolate amargo. Los participantes comieron media barra de chocolate pequeña al día durante un mes, y se informó un aumento de la gravedad del acné en dos semanas. Aquí tenemos el antes y el después.

¿Faltaba algo en esos dos estudios? A los participantes les dieron chocolate todos los días o una gran carga de chocolate, y su acné empeoró. ¿Qué no incluyeron estos estudios? Los seguidores de NutritionFacts desde hace mucho tiempo ya deberían saber la respuesta. A los estudios les faltaba un grupo de control.

Si observas las encuestas, encontrarás que la mayoría de la gente cree que el chocolate puede causar acné. Por lo tanto, si le diera a la gente una gran cantidad de chocolate, es posible que el estrés y la expectativa de brotarse contribuyan. Para llegar al fondo de esto, se tendría que diseñar un estudio en el que les dieran a los participantes chocolate disfrazado para exponerlos sin su conocimiento y ver si todavía así se brotan. Por ejemplo, se podría poner cacao en polvo en cápsulas opacas para que los participantes no sepan si reciben cacao o placebo. Esto tendría el beneficio adicional de eliminar el factor de grasa de la manteca de cacao. Sin leche, sin azúcar, sin grasa, solo cacao en polvo puro en cápsulas frente a un placebo. Nunca se había realizado tal estudio… hasta ahora.

Un estudio doble ciego controlado por placebo evaluó el efecto del consumo de chocolate —en realidad, el consumo de cacao en polvo— en sujetos con antecedentes de acné. Se asignó a los participantes a tragar cápsulas llenas de cacao 100 % sin azúcar o un placebo de gelatina en polvo sin sabor y sin azúcar. “Se necesitaron 240 cápsulas para exponerlos en secreto a unas cuantas onzas de cacao en polvo”. Los investigadores encontraron el mismo aumento significativo, la misma duplicación de las lesiones de acné en cuatro días, al igual que en el estudio de Ghirardelli. Entonces, por desgracia “parece que en las personas propensas al acné… el consumo de chocolate se correlaciona con un aumento en la exacerbación del acné”.

Ahora bien, el estudio incluyó solo a hombres, que no tienen que lidiar con los cambios hormonales cíclicos como lo hacen las mujeres, y es difícil imaginar que después de tragar cientos de cápsulas, el grupo del cacao real no haya eructado un poco de sabor a cacao y se diera cuenta de que no estaban en el grupo de placebo. Pero, el mejor balance de evidencia disponible sugiere que, si sueles tener acné, quizás sea bueno dejar de consumir chocolate para ver si tus síntomas mejoran.

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Créditos de la imagen: congerdesign vía Pixabay. La imagen ha sido modificada.

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Nota del Doctor

Incluso si el chocolate contribuyera a la formación de acné, ¿será a causa del azúcar o de la leche en el chocolate? ¿Qué hay del chocolate amargo y la cocoa?

Para aprender más sobre el acné ve:

¿Qué efectos tienen el chocolate y el cacao en polvo en otros aspectos de la salud? No te pierdas estos videos:

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Los videos fueron publicados originalmente el 16 y 18 de marzo de 2018.

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