La traducción de este texto viene de la mano de nuestra voluntaria Tamara Amor.
En 1989, unos oftalmólogos de la India descubrieron que las gotas para los ojos hechas de la especia cúrcuma (allí conocida como haridra) parecían funcionar tan bien como las gotas antibióticas en el tratamiento de la conjuntivitis. Entonces, unos investigadores decidieron probar la cúrcuma contra enfermedades oculares inflamatorias más graves como la uveítis, que deja ciegos a decenas de miles de estadounidenses cada año. La uveítis es una inflamación autoinmune o infecciosa de las estructuras centrales del ojo y su tratamiento estándar son los esteroides. Estos se administran con el objetivo de derribar el sistema inmunológico de las personas, pero a la vez conllevan una gran cantidad de efectos secundarios.
Los investigadores les dieron a los pacientes con uveítis suplementos orales de curcumina, el pigmento amarillo de la cúrcuma que se cree que es responsable de los efectos antiinflamatorios de la especia. De los 18 pacientes que recibieron el tratamiento, todos presentaron mejoras con “una eficacia… comparable a la terapia con corticosteroides”, pero sin efectos secundarios.
Luego, se realizó un estudio de seguimiento más amplio que fue igual de alentador. Por 1 año se estudiaron 106 pacientes que habían tenido recaídas de uveítis en el año anterior al inicio de la curcumina (un total de 275 recaídas). Como se puede ver en el minuto 1:10 en mi video Beneficios de la cúrcuma para el seudotumor orbital inflamatorio, solo 19 pacientes volvieron a tener recaídas en el año posterior al tratamiento y la cifra se redujo a 36.
Si la curcumina de la cúrcuma funciona tanto para la inflamación ocular leve como para la grave, ¿funcionaría también contra aquellas mucho más graves, como los pseudotumores orbitarios inflamatorios idiopáticos? Si analizamos el significado de la enfermedad vemos que “idiopático” significa que los médicos no tienen idea de qué lo causa, por su origen griego “idios”, como en idiota; “orbital” se refiere a la cavidad ósea que alberga nuestro globo ocular y “pseudotumor” a un casi tumor, pero sin serlo. Desde que se publicó el estudio en 2000, mucho ha cambiado . “El pseudotumor orbitario inflamatorio ahora se atribuye de forma general al linfoma no Hodgkin de bajo grado”, por lo que parecería ser una forma de cáncer. Bueno, pero ¿qué puede hacer la curcumina al respecto?
Los investigadores decidieron analizar la curcumina porque los otros tratamientos disponibles son muy tóxicos ( esteroides, radiación y quimioterapia). De hecho, todos los pacientes del estudio habían recibido esteroides como primer tratamiento, pero tuvieron que suspenderlos porque no funcionaron o por complicaciones. La radiación la descartaron porque no querían que existiese la posibilidad de que alguien se quedase ciego. Pero algo debían hacer, porque todos los pacientes tenían tanta hinchazón que no podían mover el ojo de forma normal. Si tan solo hubiera alguna solución barata, simple y segura.
Cuatro de los cinco pacientes que completaron el estudio con terapia de curcumina tuvieron una respuesta completa, definida como recuperación total sin signos o síntomas residuales. De hecho, se produjo una regresión completa de la dislocación e hinchazón de los ojos en todos los pacientes, y solo uno de ellos continuó teniendo algunos efectos residuales.
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Michael Greger
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