¿Los celulares afectan a la función cognitiva?

Image Credit: Pixabay. Esta imagen ha sido modificada

La traducción de este texto viene de la mano de nuestra voluntaria Tamara Amor.

La Organización Mundial de la Salud concluyó que la radiación de los teléfonos celulares podría causar tumores cerebrales, pero ¿qué hay con los efectos sobre la función cognitiva?

“Hoy en día, no sabemos con precisión en qué grado la exposición a los campos de RF [radiofrecuencia] de los teléfonos celulares, medidores inteligentes y otros dispositivos inalámbricos aumenta el riesgo de cáncer o produce otros efectos adversos”. Quizás recuerdes de mi video ¿La radiación de los celulares causa cáncer? datos sobre tumores cerebrales y radiación, pero ¿qué otros posibles efectos adversos para la salud podría producir? ¿Cómo podría afectar la función cerebral? Sobre este tema hablo en mi video ¿Afectan los teléfonos móviles a la función cerebral?.

“El aumento dramático del uso de teléfonos celulares ha generado preocupación sobre los posibles efectos negativos de las señales de radiofrecuencia enviadas al cerebro. Sin embargo, no está claro si la exposición aguda afecta al cerebro humano”. Los investigadores decidieron ponerlo a prueba utilizando la tecnología de escaneo PET. ¿Qué encontraron? Como puedes ver en el minuto 0:44 en mi video, se encontró una actividad cerebral elevada en la región del cerebro más cercana a la antena después de 50 minutos de exposición a una llamada de teléfono celular. Pero, ¿qué significa eso? Bueno, eso evidencia que el cerebro humano tiene cierta sensibilidad a los efectos de la radiación de los teléfonos celulares. El aumento del metabolismo en las regiones del cerebro más cercanas a la antena “sugiere que la absorción cerebral [de las emisiones de los teléfonos celulares] puede aumentar la excitabilidad del tejido cerebral”.

Se desconocen las posibles consecuencias para la salud de esto, aunque los resultados sugieren que “el uso de celulares podría afectar la función cerebral”, lo que a su vez afectaría las actividades neurotransmisoras y neuroquímicas. Quizás esto pueda explicar los cambios en los resultados de las pruebas psicológicas observados después de la exposición a la radiación. Aunque estudios anteriores no lograron encontrar un efecto de la exposición celular a corto plazo en el rendimiento cognitivo humano, una revisión de 2017 señaló que “varios estudios indican un aumento en la excitabilidad cortical y/o la eficiencia con la exposición a los CEM”, es decir, efectos cognitivos medibles. Además, esta “excitabilidad cortical” (excitabilidad de la capa externa del cerebro ligada a la exposición al teléfono móvil) “también podría ser la base de las interrupciones del sueño” y, al mismo tiempo, estar “asociada con un tiempo de reacción más rápido”.

Si se exponen a las personas a teléfonos celulares activos mientras juegan en la computadora, en general responden más rápido en comparación con la exposición simulada, es decir una exposición placebo del mismo escenario, con el teléfono celular apagado. Esto empoderó a la industria para afirmar que, si bien es posible que la radiación de los teléfonos celulares afecte la función cerebral después de todo, ¡los efectos son positivos! Una disminución en el tiempo de reacción ante la exposición a la radiación “ayuda a las personas a responder mejor a diferentes situaciones amenazantes. Por lo tanto, estas exposiciones pueden disminuir la probabilidad de errores humanos y reducir los accidentes destructivos”. Pero, como puedes ver en el minuto 2:40 de mi video, la diferencia en el tiempo de reacción es de solo unas pocas milésimas de segundo. Cuando se analizan todos los estudios, “los efectos parecen ser tan pequeños que se pueden descartar las implicaciones para el desempeño humano en la vida cotidiana”.

En el minuto 2:57 de mi video, muestro un estudio que concluyó que los usuarios intensivos de teléfonos celulares obtuvieron mejores resultados en una prueba de la capacidad de filtrar información irrelevante, pero esta mejora en la atención enfocada también puede deberse a que los tienen mucha práctica para mantener conversaciones en lugares concurridos, “en lugar de tratarse de un efecto directo del uso del teléfono móvil en la cognición”. En general, los campos electromagnéticos de los teléfonos “no parecen inducir efectos cognitivos o psicomotores [habilidades motoras finas]”. Sin embargo, hay que preocuparse por “la existencia de sesgos de patrocinio y publicación”. Los estudios podrían tener conflictos de intereses, como por ejemplo ser financiados por compañías de telefonía celular. Tal vez hasta fueran diseñados de una manera para sesgar los resultados o que incluso aquellos con resultados negativos nunca fueran publicados.

De hecho, los investigadores compararon la fuente de financiamiento y los resultados de los estudios sobre los efectos en la salud del uso de los móviles y “encontraron que los financiados por la industria tenían menos probabilidades de informar efectos significativos… que puedan ser relevantes para la salud”. Sin embargo, parecería sospechoso si todos los estudios de la industria no mostraran efectos adversos, por lo que algunos han acusado a la industria de llevar la ofuscación a otro nivel. “Aunque los estudios financiados por la industria tenían muchas más probabilidades de ser negativos”, es decir, no mostrar efectos, “como se esperaba, no hubo dos estudios positivos que reportaran el mismo efecto, y los pocos intentos de hacerlo fracasaron. Por lo tanto, el mensaje aparente de los estudios encajaba bien con la posición [de la industria] de que no hay efectos biológicos reproducibles”. Entonces, la industria no solo negaba la existencia de efectos; también negaba la existencia de efectos reproducibles. De esta forma, si todos los estudios financiados por la industria no encontraran efectos adversos del uso de teléfonos celulares, en contraste con los hallazgos de la investigación independiente, el programa de investigación financiado por la industria podría haber sido descartado más fácilmente. Además, los investigadores de la industria no podrían publicar los efectos adversos para la salud porque eso sería malo para el negocio. Entonces, se les ocurrió una amplia mezcla de resultados contradictorios. Así parecería que pueden protegerse mejor. ¿Fue todo esto parte de “una estrategia legal bien diseñada” para luchar contra las demandas? Puede que nunca lo sepamos.

Sabemos que cuando la Organización Mundial de la Salud anunció que los teléfonos móviles pueden causar tumores cerebrales, la industria entró en control de daños para atacar a la agencia, de forma similar a cuando la OMS se pronunció contra el humo de tabaco ajeno. “Sembrar confusión y dudas es una estrategia bien conocida utilizada por las industrias del tabaco y otras”.

¿Qué hemos aprendido?

  •  La Organización Mundial de la Salud (OMS) descubrió que la radiación de los teléfonos celulares podría causar tumores cerebrales.
  • Los investigadores investigaron el impacto de las señales de radiofrecuencia de los dispositivos celulares en el cerebro y encontraron, a través de la tecnología de exploración PET, evidencia de al menos cierta sensibilidad a los efectos de la radiación de los teléfonos celulares.
  • Aún no se han determinado las posibles consecuencias para la salud, pero los resultados sugieren que el uso de teléfonos celulares puede afectar la función cerebral y parece aumentar la “excitabilidad cortical”, que puede estar relacionada tanto con la interrupción del sueño como con el “tiempo de reacción más rápido”, aunque la diferencia puede ser solo de unas pocas milésimas de segundo.
  • Se descubrió que la investigación financiada por la industria de la telefonía móvil tenía muchas menos probabilidades de reportar efectos significativos en la salud. “No hubo dos estudios positivos que reportaran el mismo efecto, y los pocos intentos de hacerlo fracasaron”. De esta manera, los estudios financiados por la industria tienen una amplia gama de resultados contradictorios, que al parecer podrían haber sido calculados.

Este artículo es parte de una serie sobre los celulares:

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Un saludo,

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