
Dietas cetogénicas: masa muscular y densidad ósea
Las dietas cetogénicas pueden minar los esfuerzos del ejercicio y contribuir al encogimiento de los músculos y la pérdida de hueso.
Las dietas cetogénicas pueden minar los esfuerzos del ejercicio y contribuir al encogimiento de los músculos y la pérdida de hueso.
En ciertas afecciones médicas, los suplementos de probióticos podrían empeorar las cosas.
La mayoría de especialistas están de acuerdo en que el paraTB en la carne y los lácteos podría representar un riesgo para la salud humana y debería ser una prioridad de media a alta en la salud pública.
“El miedo de la reacción del consumidor” llevó a la industria láctea de los Estados Unidos a frenar el descubrimiento en la leche del supermercado de bacterias vivas paraTB, un patógeno asociado con la diabetes tipo 1.
La prediabetes y la diabetes de tipo 2 las causa una disminución en la sensibilidad a la insulina atribuida a la “grasa intramiocelular”, es decir, la grasa acumulada en las células musculares.
¿Por qué la exposición a proteínas bovinas podría incrementar el riesgo de desarrollar diabetes autoinmune tipo 1 en la infancia?
¿La reversión de la diabetes tipo 2 con cirugía de bypass gástrico se debe a la operación, o a la severa restricción dietaria necesaria para la recuperación?
La grasa saturada puede ser tóxica para las células beta pancreáticas productoras de insulina, lo cual explica el por qué el consumo de grasa animal puede dañar la producción de insulina, además de la sensibilidad a esta.
Los dos ”ciclos viciosos idénticos” explican cómo la acumulación de grasa en las células de nuestros músculos, hígado y pancreas causa la diabetes tipo 2; lo cual explica por qué las recomendaciones de alimentación para los diabéticos promueven la reducción del consumo de grasa.
El consumo de proteína puede exacerbar la subida de insulina de alimentos con alto nivel glucémico.
La razón por la que los que comen dietas basadas en plantas tienen menos acumulación de grasa en sus células musculares y menos resistencia a la insulina puede ser debido a que las grasas saturadas parecen menoscabar el control de azúcar en la sangre.
La prediabetes y la diabetes tipo 2 son causadas por un descenso en la sensibilidad a la insulina atribuida a los “lípidos intramiocelulares”, la acumulación de grasa dentro de nuestras células musculares.