Lipotoxicidad: cómo la grasa saturada eleva el azúcar en sangre

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La razón por la que los que comen dietas basadas en plantas tienen menos acumulación de grasa en sus células musculares y menos resistencia a la insulina puede ser debido a que las grasas saturadas parecen menoscabar el control de azúcar en la sangre.

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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba.

La asociación entre la grasa y la resistencia a la insulina es ahora ampliamente aceptada, la llamada acumulación de grasa ectópica, es decir, la acumulación de grasa en lugares donde no debería estar, como al interior de nuestras células musculares. Pero no todas las grasas afectan a los músculos de igual manera. El tipo de grasa, saturada vs. insaturada, es crítico.

Las grasas saturadas como el palmitato, que se encuentran principalmente en la carne, productos lácteos y huevos, causan resistencia a la insulina, pero el ácido oleico, que se encuentra principalmente en las nueces, aceitunas y aguacates puede de hecho mejorar la sensibilidad a la insulina. ¿Qué hace que las grasas saturadas sean malas? La grasa saturada causa más productos de descomposición tóxicos y disfunción mitocondrial, y aumenta el estrés oxidativo, los radicales libres y la inflamación estableciendo un círculo vicioso de acontecimientos en la que los radicales libres originados por la grasa saturada causan disfunción en las pequeñas centrales energéticas dentro de nuestras células musculares, lo que provoca un aumento en la producción de radicales libres y el deterioro en la señalización de la insulina.

Las células adiposas llenas de grasa saturada activan una respuesta inflamatoria en una medida mucho mayor. Este aumento de la inflamación, aunado a comer más grasa saturada, ha demostrado causar resistencia a la insulina mediante la producción de radicales libres y ceramidas. La grasa saturada también ha demostrado tener un efecto directo sobre la resistencia a la insulina del músculo esquelético. La acumulación de grasa saturada aumenta la cantidad de diglicéridos en los músculos, que se ha demostrado que tiene un potente efecto sobre la resistencia a la insulina muscular.

No importa si la grasa en nuestra sangre viene de nuestra propia grasa, o de la grasa animal. Se pueden tomar biopsias musculares de personas y correlacionar la acumulación de grasa saturada en sus músculos con resistencia a la insulina. Si bien es más probable que las grasas monoinsaturadas se desintoxiquen o almacenen con seguridad, las grasas saturadas crean estos productos tóxicos de descomposición como la ceramida que causa lipotoxicidad. Lipo significa grasa, como en liposucción y toxicidad.

Esta toxicidad de grasa en nuestros músculos es un concepto bien conocido en la explicación del desencadenante de la resistencia a la insulina. He hablado sobre el papel de las grasas saturadas y de las grasas trans y su contribución a la progresión de otras enfermedades, como enfermedades autoinmunes, cáncer y enfermedades del corazón, pero también pueden causar resistencia a la insulina, la causa subyacente de la prediabetes y la diabetes tipo 2. En la dieta humana, las grasas saturadas se derivan de fuentes animales mientras que las grasas trans se originan en la carne y la leche, además de aceites vegetales parcialmente hidrogenados y refinados. Esa es la razón por la cual pasando experimentalmente a las personas de grasas animales a grasas vegetales puede mejorar la sensibilidad a la insulina.

La sensibilidad a la insulina se vio afectada en la dieta con grasa butírica pero no en la dieta con grasa de oliva añadida. Sabemos que la exposición prolongada de nuestros músculos a altos niveles de grasa conduce a una severa resistencia a la insulina, siendo las grasas saturadas las que demostraron ser peores, pero no sólo conducen a la inhibición de la señalización de la insulina, la activación de vías inflamatorias y el aumento de radicales libres, (también) causan una alteración en la expresión génica, llevando a una supresión de las enzimas mitocondriales clave como la carnitina palmitoiltransferasa, que finalmente resuelve el misterio de por qué aquellos que comen vegetariano tienen una expresión del 60% más alta de esa enzima quema de grasa.

Están comiendo menos grasa saturada. Entonces, ¿los que comen dietas basadas en plantas tienen menos grasa obstruyendo sus músculos y menos resistencia a la insulina también? No ha habido datos sobre la sensibilidad a la insulina o de la grasa celular intramuscular de aquellos que comen vegano o vegetariano, hasta ahora. Investigadores de la Escuela Imperial de Londres compararon la resistencia a la insulina y la grasa muscular de veganos contra omnívoros. Ahora, los que comen dietas basadas en plantas tienen la ventaja injusta de ser mucho más delgados, así que encontraron omnívoros que eran tan flacos como los veganos para ver si las dietas basadas en plantas tenían un efecto directo, en lugar de extraer grasa indirectamente de los músculos ayudando a la gente a perder peso en general.

Encontraron significativamente menos grasa atrapada en las células musculares de los veganos en comparación con los omnívoros, incluso con el mismo peso corporal. Encontraron mejor sensibilidad a la insulina, mejores niveles de azúcar en sangre, mejores niveles de insulina y, fascinantemente, mejoró significativamente la función de las células beta, las células en el páncreas que producen la insulina en primer lugar. Concluyen que comer basado en plantas no sólo se espera que sea cardioprotector, ayudando a prevenir nuestro asesino #1, las enfermedades cardíacas, sino que también podría ser un protector de las células beta, ayudando también a prevenir nuestra séptima causa principal de muerte, la diabetes.

La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Juan Andrade.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web. 

Imágenes gracias a Djjewelz y Max Westby vía Flickr, Kapa65 y WaltiGoehner vía Pixabay, y Ljupco Smokovski vía 123RF.

A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba.

La asociación entre la grasa y la resistencia a la insulina es ahora ampliamente aceptada, la llamada acumulación de grasa ectópica, es decir, la acumulación de grasa en lugares donde no debería estar, como al interior de nuestras células musculares. Pero no todas las grasas afectan a los músculos de igual manera. El tipo de grasa, saturada vs. insaturada, es crítico.

Las grasas saturadas como el palmitato, que se encuentran principalmente en la carne, productos lácteos y huevos, causan resistencia a la insulina, pero el ácido oleico, que se encuentra principalmente en las nueces, aceitunas y aguacates puede de hecho mejorar la sensibilidad a la insulina. ¿Qué hace que las grasas saturadas sean malas? La grasa saturada causa más productos de descomposición tóxicos y disfunción mitocondrial, y aumenta el estrés oxidativo, los radicales libres y la inflamación estableciendo un círculo vicioso de acontecimientos en la que los radicales libres originados por la grasa saturada causan disfunción en las pequeñas centrales energéticas dentro de nuestras células musculares, lo que provoca un aumento en la producción de radicales libres y el deterioro en la señalización de la insulina.

Las células adiposas llenas de grasa saturada activan una respuesta inflamatoria en una medida mucho mayor. Este aumento de la inflamación, aunado a comer más grasa saturada, ha demostrado causar resistencia a la insulina mediante la producción de radicales libres y ceramidas. La grasa saturada también ha demostrado tener un efecto directo sobre la resistencia a la insulina del músculo esquelético. La acumulación de grasa saturada aumenta la cantidad de diglicéridos en los músculos, que se ha demostrado que tiene un potente efecto sobre la resistencia a la insulina muscular.

No importa si la grasa en nuestra sangre viene de nuestra propia grasa, o de la grasa animal. Se pueden tomar biopsias musculares de personas y correlacionar la acumulación de grasa saturada en sus músculos con resistencia a la insulina. Si bien es más probable que las grasas monoinsaturadas se desintoxiquen o almacenen con seguridad, las grasas saturadas crean estos productos tóxicos de descomposición como la ceramida que causa lipotoxicidad. Lipo significa grasa, como en liposucción y toxicidad.

Esta toxicidad de grasa en nuestros músculos es un concepto bien conocido en la explicación del desencadenante de la resistencia a la insulina. He hablado sobre el papel de las grasas saturadas y de las grasas trans y su contribución a la progresión de otras enfermedades, como enfermedades autoinmunes, cáncer y enfermedades del corazón, pero también pueden causar resistencia a la insulina, la causa subyacente de la prediabetes y la diabetes tipo 2. En la dieta humana, las grasas saturadas se derivan de fuentes animales mientras que las grasas trans se originan en la carne y la leche, además de aceites vegetales parcialmente hidrogenados y refinados. Esa es la razón por la cual pasando experimentalmente a las personas de grasas animales a grasas vegetales puede mejorar la sensibilidad a la insulina.

La sensibilidad a la insulina se vio afectada en la dieta con grasa butírica pero no en la dieta con grasa de oliva añadida. Sabemos que la exposición prolongada de nuestros músculos a altos niveles de grasa conduce a una severa resistencia a la insulina, siendo las grasas saturadas las que demostraron ser peores, pero no sólo conducen a la inhibición de la señalización de la insulina, la activación de vías inflamatorias y el aumento de radicales libres, (también) causan una alteración en la expresión génica, llevando a una supresión de las enzimas mitocondriales clave como la carnitina palmitoiltransferasa, que finalmente resuelve el misterio de por qué aquellos que comen vegetariano tienen una expresión del 60% más alta de esa enzima quema de grasa.

Están comiendo menos grasa saturada. Entonces, ¿los que comen dietas basadas en plantas tienen menos grasa obstruyendo sus músculos y menos resistencia a la insulina también? No ha habido datos sobre la sensibilidad a la insulina o de la grasa celular intramuscular de aquellos que comen vegano o vegetariano, hasta ahora. Investigadores de la Escuela Imperial de Londres compararon la resistencia a la insulina y la grasa muscular de veganos contra omnívoros. Ahora, los que comen dietas basadas en plantas tienen la ventaja injusta de ser mucho más delgados, así que encontraron omnívoros que eran tan flacos como los veganos para ver si las dietas basadas en plantas tenían un efecto directo, en lugar de extraer grasa indirectamente de los músculos ayudando a la gente a perder peso en general.

Encontraron significativamente menos grasa atrapada en las células musculares de los veganos en comparación con los omnívoros, incluso con el mismo peso corporal. Encontraron mejor sensibilidad a la insulina, mejores niveles de azúcar en sangre, mejores niveles de insulina y, fascinantemente, mejoró significativamente la función de las células beta, las células en el páncreas que producen la insulina en primer lugar. Concluyen que comer basado en plantas no sólo se espera que sea cardioprotector, ayudando a prevenir nuestro asesino #1, las enfermedades cardíacas, sino que también podría ser un protector de las células beta, ayudando también a prevenir nuestra séptima causa principal de muerte, la diabetes.

La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Juan Andrade.

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Imágenes gracias a Djjewelz y Max Westby vía Flickr, Kapa65 y WaltiGoehner vía Pixabay, y Ljupco Smokovski vía 123RF.

Nota del Doctor

Esta es la tercera de una serie de tres partes, comenzando con ¿Qué causa la resistencia a la insulina? y El efecto derrame vincula la obesidad a la diabetes. Ojalá pudiera haber cabido todo en un video, pero habría sido demasiado largo.

Incluso si la grasa saturada no estuviera asociada con las enfermedades cardíacas, sus efectos sobre la función pancreática y la resistencia a la insulina en los músculos serían suficientes para justificar evitarla. A pesar de los informes populares de la prensa, la ingesta de grasas saturadas sigue siendo el principal factor determinante modificable del colesterol LDL, el factor #1 de riesgo de nuestro asesino #1 – la enfermedad cardíaca. Ve Los Estudios Sobre La Grasa Saturada: Moldeando al Público y los Estudios de la Grasa Saturada: Diseñados para fallar.

¿Qué tan bajo debemos tener como meta en términos de consumo de grasas saturadas? Tan bajo como sea posible, de acuerdo con la Academia Nacional de Ciencia, Instituto de Medicina de EE.UU.: Grasas trans, grasas saturadas y colesterol: Ingesta superior tolerable de cero .

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