Los efectos secundarios del yoga

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¿Cuáles son las tasas de lesiones con el yoga en comparación con otras actividades?

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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por María Belén Oliva voluntaria activa en NutritionFacts.org.

Introducción: Este es el último video de una serie de seis sobre el yoga. Si te perdiste alguno, echa un vistazo a los enlaces en la descripción abajo. También hay un enlace al seminario web que hice sobre este tema, que incluye una sección de preguntas y respuestas.

Pese a que para ciertas condiciones de salud no hemos llegado al punto en el que podamos decir que hay evidencia científica sólida de que el yoga sea beneficioso, parece que muchos pacientes obtienen beneficios. Y ¿no es eso acaso lo que importa? Es decir, aún en los estudios que muestran que el beneficio es principalmente un efecto placebo, ¿es eso en realidad importante? Después de todo, este artículo afirmó que nunca se demostró que el yoga tenga efectos secundarios. Pero eso no es cierto. Se registraron cerca de 2000 lesiones relacionadas con el yoga en salas de emergencia de hospitales cada año entre 2001 y 2014.

Parece que solo se ha informado una muerte en la literatura médica, pero si miramos el informe del caso, una niña de 16 años colapsó con una ruptura pulmonar luego de hacer ejercicios voluntarios de respiración boca a boca con un niño adolescente en el pasillo, esto no se podría caracterizar como una práctica típica de yoga. Hay casos trágicos raros relacionados con el yoga real, como esta ruptura cuádruple en esta joven o una fractura de fémur. El fémur es el hueso del muslo, el más largo, fuerte y pesado del cuerpo. Solo se ven fracturas de fémur por traumatismos en accidentes automovilísticos, pero aquí este hombre practicaba una postura de yoga y escuchó un gran crujido y sintió un gran dolor, porque vaya, esto es lo que pasó. Dos semanas antes, había sentido un dolor en su muslo que pensó que era una distensión muscular, pero las biopsias óseas mostraron evidencia de microfracturas previas. Así que parece que se había excedido, debilitándolo antes de la ruptura final. Entonces, supongo que la conclusión es que las personas deberían escuchar al cuerpo y no excederse. En mi último video hablé sobre el riesgo de fracturas por compresión espinal, en particular en aquellos con huesos debilitados, osteopenia u osteoporosis. Las posturas que causan hiperflexión e hiperextensión de la columna deberían evitarse. Estas fueron las posturas relacionadas con lesiones en casos de lesiones musculoesqueléticas descritas en la Clínica Mayo. Pero los informes de casos y las series de informes de casos son en realidad algo así como anécdotas glorificadas. No dan una idea general de la seguridad del yoga. Si miramos ensayos de yoga controlados y aleatorizados, en realidad no hay una diferencia significativa en las tasas de lesiones entre los grupos de yoga y los grupos de control que usaron otro tipo de intervención de ejercicio.

Ahora, esto puede que no se traduzca necesariamente en la experiencia del mundo real dada la duración corta del yoga en estos ensayos clínicos, de tan solo un día, y el hecho de que pueden estar más supervisados con profesores más capacitados. Por eso, las encuestas a gran escala como esta pueden ser útiles, al observar a miles de personas en las clases de yoga.

Parece que cerca del 30 por ciento de los asistentes habían experimentado algún tipo de evento adverso, en su mayoría algo leve como dolores musculares, pero algunos experimentaron eventos más graves que los llevaron a dejar de asistir. Muchas causas estuvieron asociadas con “sobreexigencia y exceso” y sin un buen “estado físico”.

Esta revisión sistemática incluyó nueve estudios observacionales con más de 9000 practicantes de yoga y más de 9000 no practicantes de yoga en Estados Unidos, Europa, Asia y Australia. Una proporción considerable de los practicantes experimentó lesiones u otros eventos adversos. Sin embargo, la mayoría fueron leves y pasajeros, y los riesgos fueron comparables a los de los no practicantes. El riesgo de lesiones asociadas al yoga se estimó en 1,45 por mil horas de práctica de yoga, mucho menor que en los deportes de alto impacto como el fútbol. En comparación con 1,5 para el yoga, los corredores tienen cerca de 2,5 lesiones por mil horas, el fútbol 3.7, el tenis 5 y una hora de yoga es más de 5 veces más seguro que esquiar.

Aquí es donde el yoga se ubica en el espectro. Parece que el yoga es mucho más seguro, por ejemplo, que el funk aeróbico. Por otro lado, los practicantes de yoga pueden correr un mayor riesgo de lesiones en el menisco, el cartílago principal de estabilización y amortiguación de la rodilla. Se encontró que el yoga estaba asociado con un riesgo bastante mayor de lesiones en el menisco comparado con actividades como el bádminton, trotar y subir colinas. Algunas posturas fundamentales de yoga, como la de loto, pueden ser difíciles para las rodillas. Sí, las posturas de yoga pueden sin duda mejorar la flexibilidad de la rodilla, pero el movimiento articular inmoderado puede suponer una grave amenaza.

La conclusión es que, como otros tipos de actividad física, el yoga conlleva un riesgo de lesiones. El ejercicio es realmente medicina, pero al igual que las medicinas, se debe recetar de manera adecuada. Muchos pacientes confían en su práctica de yoga para reducir el estrés; por lo tanto, es importante ser consciente de que sufrir una lesión es lo último que necesitas. Parece que las posturas de yoga de mayor riesgo incluyen la parada de cabeza, la parada de hombros, el loto medio loto, la flexión hacia adelante, hacia atrás y la parada de manos. Por ende, los principiantes deben tener cuidado, y prestar especial atención a la columna, ya que es donde ocurre el mayor número de lesiones.

El yoga caliente merece una mención especial. El calor extremo y la intensidad del yoga Bikram pueden hacerlo inapropiado para adultos mayores y personas con condiciones médicas. Pero hay informes de casos como este de un paro cardíaco repentino incluso en una persona sana de 35 años. El embarazo es un momento vulnerable para la exposición al calor. Con el mayor riesgo de defectos en la columna y otros posibles defectos de nacimiento entre los fetos expuestos a calor excesivo, las mujeres embarazadas deben evitar practicarlo durante el embarazo. La hipertermia materna, ya sea en saunas o mantas eléctricas, tuvo un riesgo casi 2 veces mayor de malformaciones de la columna y el cerebro. Por ejemplo, las mujeres embarazadas que usan bañeras calientes aumentan el riesgo de tener bebés con los intestinos fuera de su cuerpo o nacer sin cerebro.

Como cualquier otra práctica física o mental, el yoga se debe practicar con cuidado bajo la supervisión de un instructor calificado. Los principiantes deben evitar prácticas extremas como la parada de cabeza, el loto y la respiración forzada. Las personas con afecciones médicas deben trabajar con su médico e instructor de yoga para adaptar correctamente las posturas. Por ejemplo, los pacientes con glaucoma deben evitar las posiciones boca abajo, y los pacientes con huesos comprometidos deben evitar prácticas de yoga enérgicas, y quizás se deba evitar por completo las prácticas como el vómito voluntario. ¿Qué? Evidentemente, es una práctica común en el yoga tradicional.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por María Belén Oliva voluntaria activa en NutritionFacts.org.

Introducción: Este es el último video de una serie de seis sobre el yoga. Si te perdiste alguno, echa un vistazo a los enlaces en la descripción abajo. También hay un enlace al seminario web que hice sobre este tema, que incluye una sección de preguntas y respuestas.

Pese a que para ciertas condiciones de salud no hemos llegado al punto en el que podamos decir que hay evidencia científica sólida de que el yoga sea beneficioso, parece que muchos pacientes obtienen beneficios. Y ¿no es eso acaso lo que importa? Es decir, aún en los estudios que muestran que el beneficio es principalmente un efecto placebo, ¿es eso en realidad importante? Después de todo, este artículo afirmó que nunca se demostró que el yoga tenga efectos secundarios. Pero eso no es cierto. Se registraron cerca de 2000 lesiones relacionadas con el yoga en salas de emergencia de hospitales cada año entre 2001 y 2014.

Parece que solo se ha informado una muerte en la literatura médica, pero si miramos el informe del caso, una niña de 16 años colapsó con una ruptura pulmonar luego de hacer ejercicios voluntarios de respiración boca a boca con un niño adolescente en el pasillo, esto no se podría caracterizar como una práctica típica de yoga. Hay casos trágicos raros relacionados con el yoga real, como esta ruptura cuádruple en esta joven o una fractura de fémur. El fémur es el hueso del muslo, el más largo, fuerte y pesado del cuerpo. Solo se ven fracturas de fémur por traumatismos en accidentes automovilísticos, pero aquí este hombre practicaba una postura de yoga y escuchó un gran crujido y sintió un gran dolor, porque vaya, esto es lo que pasó. Dos semanas antes, había sentido un dolor en su muslo que pensó que era una distensión muscular, pero las biopsias óseas mostraron evidencia de microfracturas previas. Así que parece que se había excedido, debilitándolo antes de la ruptura final. Entonces, supongo que la conclusión es que las personas deberían escuchar al cuerpo y no excederse. En mi último video hablé sobre el riesgo de fracturas por compresión espinal, en particular en aquellos con huesos debilitados, osteopenia u osteoporosis. Las posturas que causan hiperflexión e hiperextensión de la columna deberían evitarse. Estas fueron las posturas relacionadas con lesiones en casos de lesiones musculoesqueléticas descritas en la Clínica Mayo. Pero los informes de casos y las series de informes de casos son en realidad algo así como anécdotas glorificadas. No dan una idea general de la seguridad del yoga. Si miramos ensayos de yoga controlados y aleatorizados, en realidad no hay una diferencia significativa en las tasas de lesiones entre los grupos de yoga y los grupos de control que usaron otro tipo de intervención de ejercicio.

Ahora, esto puede que no se traduzca necesariamente en la experiencia del mundo real dada la duración corta del yoga en estos ensayos clínicos, de tan solo un día, y el hecho de que pueden estar más supervisados con profesores más capacitados. Por eso, las encuestas a gran escala como esta pueden ser útiles, al observar a miles de personas en las clases de yoga.

Parece que cerca del 30 por ciento de los asistentes habían experimentado algún tipo de evento adverso, en su mayoría algo leve como dolores musculares, pero algunos experimentaron eventos más graves que los llevaron a dejar de asistir. Muchas causas estuvieron asociadas con “sobreexigencia y exceso” y sin un buen “estado físico”.

Esta revisión sistemática incluyó nueve estudios observacionales con más de 9000 practicantes de yoga y más de 9000 no practicantes de yoga en Estados Unidos, Europa, Asia y Australia. Una proporción considerable de los practicantes experimentó lesiones u otros eventos adversos. Sin embargo, la mayoría fueron leves y pasajeros, y los riesgos fueron comparables a los de los no practicantes. El riesgo de lesiones asociadas al yoga se estimó en 1,45 por mil horas de práctica de yoga, mucho menor que en los deportes de alto impacto como el fútbol. En comparación con 1,5 para el yoga, los corredores tienen cerca de 2,5 lesiones por mil horas, el fútbol 3.7, el tenis 5 y una hora de yoga es más de 5 veces más seguro que esquiar.

Aquí es donde el yoga se ubica en el espectro. Parece que el yoga es mucho más seguro, por ejemplo, que el funk aeróbico. Por otro lado, los practicantes de yoga pueden correr un mayor riesgo de lesiones en el menisco, el cartílago principal de estabilización y amortiguación de la rodilla. Se encontró que el yoga estaba asociado con un riesgo bastante mayor de lesiones en el menisco comparado con actividades como el bádminton, trotar y subir colinas. Algunas posturas fundamentales de yoga, como la de loto, pueden ser difíciles para las rodillas. Sí, las posturas de yoga pueden sin duda mejorar la flexibilidad de la rodilla, pero el movimiento articular inmoderado puede suponer una grave amenaza.

La conclusión es que, como otros tipos de actividad física, el yoga conlleva un riesgo de lesiones. El ejercicio es realmente medicina, pero al igual que las medicinas, se debe recetar de manera adecuada. Muchos pacientes confían en su práctica de yoga para reducir el estrés; por lo tanto, es importante ser consciente de que sufrir una lesión es lo último que necesitas. Parece que las posturas de yoga de mayor riesgo incluyen la parada de cabeza, la parada de hombros, el loto medio loto, la flexión hacia adelante, hacia atrás y la parada de manos. Por ende, los principiantes deben tener cuidado, y prestar especial atención a la columna, ya que es donde ocurre el mayor número de lesiones.

El yoga caliente merece una mención especial. El calor extremo y la intensidad del yoga Bikram pueden hacerlo inapropiado para adultos mayores y personas con condiciones médicas. Pero hay informes de casos como este de un paro cardíaco repentino incluso en una persona sana de 35 años. El embarazo es un momento vulnerable para la exposición al calor. Con el mayor riesgo de defectos en la columna y otros posibles defectos de nacimiento entre los fetos expuestos a calor excesivo, las mujeres embarazadas deben evitar practicarlo durante el embarazo. La hipertermia materna, ya sea en saunas o mantas eléctricas, tuvo un riesgo casi 2 veces mayor de malformaciones de la columna y el cerebro. Por ejemplo, las mujeres embarazadas que usan bañeras calientes aumentan el riesgo de tener bebés con los intestinos fuera de su cuerpo o nacer sin cerebro.

Como cualquier otra práctica física o mental, el yoga se debe practicar con cuidado bajo la supervisión de un instructor calificado. Los principiantes deben evitar prácticas extremas como la parada de cabeza, el loto y la respiración forzada. Las personas con afecciones médicas deben trabajar con su médico e instructor de yoga para adaptar correctamente las posturas. Por ejemplo, los pacientes con glaucoma deben evitar las posiciones boca abajo, y los pacientes con huesos comprometidos deben evitar prácticas de yoga enérgicas, y quizás se deba evitar por completo las prácticas como el vómito voluntario. ¿Qué? Evidentemente, es una práctica común en el yoga tradicional.

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