Qué hacer si contraes la COVID-19

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¿Pueden infectarse las mascotas como los gatos y los perros e infectar a su vez la COVID-19?

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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Inmaculada Neira voluntaria activa en NutritionFacts.org.

Cuando te hayas infectado, lo ideal sería que te pusieras en cuarentena de forma segura lejos de tu familia en lo que se conoce como “clínicas para tratar la fiebre”, instalaciones especializadas diseñadas para evaluar, realizar pruebas, tratar y clasificar a los enfermos, con el fin de no poner en peligro a las personas con las que vives. Las clínicas para tratar la fiebre fueron una de las estrategias utilizadas para controlar el brote en China, dado que ayudaban a evitar los grupos de infecciones entre miembros de un mismo núcleo familiar. En lugar de hacer uso de tales modernidades, la mejor opción es tratar de recuperarse en casa, aislándose, tanto como sea posible, de las personas que viven bajo el mismo techo. Preferiblemente, deberías evitar el contacto tanto con personas como con animales de compañía, y recluirte en una “habitación de uso exclusivo” con un baño privado, si fuera posible.

En cuanto a los animales domésticos, ¿pueden contraer la enfermedad? En casos aislados, se han descubierto perros infectados con el nuevo coronavirus, pero este patógeno apenas se replica en estos animales, que no parecen enfermarse…, y que no parecen transmitir el virus a otros. Esto sigue la tendencia de lo que vimos con el SARS, en el que, a pesar de que un pequeño número de animales domésticos daba positivo, no parecían ser capaces de infectar a otros.

Sin embargo, se ha demostrado que el virus COVID-19 se reproduce eficazmente en los gatos, que, a continuación, lo pueden transmitir experimentalmente a otros gatos en jaulas separadas, supuestamente a través de gotitas respiratorias, aunque es posible que por sí mismos no lleguen a enfermarse. Un estudio en el que participaron 102 gatos en la provincia de Wuhan después de la remisión del brote halló signos de infección en 15 de ellos, al parecer como ocurría con los perros, y clasificó estos casos como una transmisión desde un ser humano a un animal. En Estados Unidos, el primer caso confirmado de infección en animales se registró en un tigre enfermo en el Zoo del Bronx, después se conocieron otros casos de felinos domésticos. Hasta la fecha no existen pruebas de que los animales de compañía hayan representado un foco de infección de la Covid-19 para los seres humanos, más bien se sospecha que es al revés.

Para reducir el riesgo de propagación de la enfermedad a los que viven contigo, si estás enfermo, tápate la nariz y la boca con un pañuelo de papel cuando tosas o estornudes, tira el pañuelo usado en un cubo de basura cubierto con una bolsa y luego desinfecta de inmediato tus manos. No compartas artículos personales del hogar, como utensilios para comer, toallas o ropa de cama. Lávate las manos a menudo. Desinfecta tú mismo de forma rutinaria todos los objetos que toques con mayor frecuencia, como teléfonos, pomos de puertas y superficies del inodoro, en la habitación y cuarto de baño que uses de forma exclusiva, y pídele a alguien que limpie y desinfecte el resto de la casa. Los expertos en salud pública de Harvard recomiendan poner en marcha el extractor de aire del baño. Abrir las ventanas de la habitación de uso exclusivo para mejorar la ventilación también puede ayudar. Durante el brote de SARS, las salas de los hospitales con ventanas de ventilación más grandes parecían suponer un riesgo de infección significativamente menor para los profesionales sanitarios. Y, por último, tomando como referencia otros sucedáneos de coronavirus, el uso de un humidificador, si el aire es seco, también puede reducir la circulación del virus.

La mayoría de las personas que contraen la COVID-19 se recuperan espontáneamente sin necesidad de intervención médica. Si te infectas, protege a los que te rodean, descansa, manténte hidratado y vigila tus síntomas. Si surgen problemas graves, tales como dificultad para respirar o dolor persistente o presión en el pecho, solicita atención médica, pero comunica, a través del teléfono de emergencia habilitado para ello, que puedes haber contraído el virus o, si son menos graves, en primer lugar, pónte en contacto con tu médico o servicio de emergencia antes de acudir al hospital, ya que pueden disponer de protocolos especiales para casos sospechosos por la zona en la que resides.

Los CDC aconsejan que, una vez que tus síntomas remitan, cuando ya no tengas fiebre durante tres días completos (sin medicamentos antipiréticos) y haya pasado al menos una semana completa desde que tus síntomas aparecieran por primera vez, entonces podrás comenzar a relajar tu aislamiento en casa. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud adopta un enfoque más conservador y recomienda la cuarentena autoimpuesta durante catorce días completos para cualquier persona con síntomas o que viva con alguien que presente síntomas.

Si estás enfermo, pero tienes que compartir la misma habitación con otra persona, debes usar una mascarilla. Para eso se diseñaron las mascarillas desde un principio, lo que se conoce como control de la fuente, en lugar de recurrir a la autoprotección. Están destinadas a proteger a los demás de ti, en lugar de protegerte a ti de los demás. Los coronavirus del resfriado común (así como la gripe y los rinovirus) se pueden detectar en el aliento exhalado, no solo en la tos y los estornudos, y las mascarillas quirúrgicas pueden reducir la cantidad de virus que exhalas. Todavía no sabemos si esto es cierto para la COVID-19, pero el responsable de la comisión permanente de Enfermedades Infecciosas Emergentes de la Academia Nacional de Ciencias comunicó a la Casa Blanca lo siguiente: “Las investigaciones disponibles en la actualidad respaldan la posibilidad de que el SARS-CoV-2 se pueda propagar a través de bioaerosoles generados directamente por la exhalación de los enfermos”.

Esto no nos debería de sorprender. Después de todo, las gotitas respiratorias no solo son depósitos de moco que eliminamos a través de los estornudos. La condensación de tu aliento cuando estás en la calle en un día muy frío sirve como ilustración de las gotitas respiratorias. La nube de vapor que sale de tu boca está compuesta por pequeñas gotículas de agua que proceden directamente de tus pulmones. En un día caluroso, puedes imaginar que exhalas esa misma nube, sin embargo, no la puedes ver. Sé precavido y asume que el virus circula por tu aliento.

Puesto que los sujetos infectados exhalan el virus antes de saber que lo padecen, tal vez todos deberíamos cubrirnos la cara en público. Los CDC se opusieron inicialmente a adoptar esta medida, una decisión que el director general de los CDC en China tildó de “gran equivocación”. Los CDC en EE. UU. se retractaron en abril y recomendaron “el uso de protecciones de tela para la cara en lugares públicos donde son difíciles de cumplir las medidas de distanciamiento social”, como, por ejemplo, las tiendas de alimentos o las farmacias. El giro de 180 grados probablemente se ejemplifica mejor con el cambio de opinión del cirujano general de EE.UU., que pasó de tuitear “Por favor, ¡DEJEN DE COMPRAR MASCARILLAS!”, todo en mayúsculas y con signo de exclamación, a aparecer en un video semanas más tarde en el que enseñaba cómo improvisar mascarillas con un pañuelo y gomas elásticas. Recientemente los CDC han publicado instrucciones fáciles que prescinden del uso de costuras en bit.ly/CDCDIY.

Además, en el caso de los enfermos que no tienen más remedio que exponerse a otras personas, se aconseja el uso de mascarillas quirúrgicas al desinfectar una vivienda que pueda haber estado expuesta al virus. También debes usar guantes desechables, abrir todas las ventanas mientras friegas el suelo y limpias todas las superficies con una solución desinfectante, así como lavar con detergente toda la ropa de cama, toallas y manteles, junto con la ropa que has llevado puesta durante las labores de limpieza. Asegúrate de mantener la ropa sucia alejada de tu cuerpo, y no la agites antes de proceder a su lavado. Y, como siempre, procura no tocarte los ojos, la nariz y la boca cuando te quites la mascarilla y, después, lávate las manos a conciencia. Puedes encontrar estas instrucciones completas en https://bit.ly/COVIDcleaning.

La insinuación de que el público no debería usar mascarillas debido a que los profesionales sanitarios las necesitan más es claramente válida… hasta cierto punto, pero seguramente sea una razón para fabricar más, no para negárselas a los sectores de la población que potencialmente se podrían beneficiar de ellas. Hasta que dichas mascarillas no estén disponibles en cantidades suficientes, los CDC recomiendan sus versiones de tela, de lavado frecuente. La próxima vez, hablaré de cuáles son los mejores materiales para las mascarillas, así como del papel de los respiradores N95.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Inmaculada Neira voluntaria activa en NutritionFacts.org.

Cuando te hayas infectado, lo ideal sería que te pusieras en cuarentena de forma segura lejos de tu familia en lo que se conoce como “clínicas para tratar la fiebre”, instalaciones especializadas diseñadas para evaluar, realizar pruebas, tratar y clasificar a los enfermos, con el fin de no poner en peligro a las personas con las que vives. Las clínicas para tratar la fiebre fueron una de las estrategias utilizadas para controlar el brote en China, dado que ayudaban a evitar los grupos de infecciones entre miembros de un mismo núcleo familiar. En lugar de hacer uso de tales modernidades, la mejor opción es tratar de recuperarse en casa, aislándose, tanto como sea posible, de las personas que viven bajo el mismo techo. Preferiblemente, deberías evitar el contacto tanto con personas como con animales de compañía, y recluirte en una “habitación de uso exclusivo” con un baño privado, si fuera posible.

En cuanto a los animales domésticos, ¿pueden contraer la enfermedad? En casos aislados, se han descubierto perros infectados con el nuevo coronavirus, pero este patógeno apenas se replica en estos animales, que no parecen enfermarse…, y que no parecen transmitir el virus a otros. Esto sigue la tendencia de lo que vimos con el SARS, en el que, a pesar de que un pequeño número de animales domésticos daba positivo, no parecían ser capaces de infectar a otros.

Sin embargo, se ha demostrado que el virus COVID-19 se reproduce eficazmente en los gatos, que, a continuación, lo pueden transmitir experimentalmente a otros gatos en jaulas separadas, supuestamente a través de gotitas respiratorias, aunque es posible que por sí mismos no lleguen a enfermarse. Un estudio en el que participaron 102 gatos en la provincia de Wuhan después de la remisión del brote halló signos de infección en 15 de ellos, al parecer como ocurría con los perros, y clasificó estos casos como una transmisión desde un ser humano a un animal. En Estados Unidos, el primer caso confirmado de infección en animales se registró en un tigre enfermo en el Zoo del Bronx, después se conocieron otros casos de felinos domésticos. Hasta la fecha no existen pruebas de que los animales de compañía hayan representado un foco de infección de la Covid-19 para los seres humanos, más bien se sospecha que es al revés.

Para reducir el riesgo de propagación de la enfermedad a los que viven contigo, si estás enfermo, tápate la nariz y la boca con un pañuelo de papel cuando tosas o estornudes, tira el pañuelo usado en un cubo de basura cubierto con una bolsa y luego desinfecta de inmediato tus manos. No compartas artículos personales del hogar, como utensilios para comer, toallas o ropa de cama. Lávate las manos a menudo. Desinfecta tú mismo de forma rutinaria todos los objetos que toques con mayor frecuencia, como teléfonos, pomos de puertas y superficies del inodoro, en la habitación y cuarto de baño que uses de forma exclusiva, y pídele a alguien que limpie y desinfecte el resto de la casa. Los expertos en salud pública de Harvard recomiendan poner en marcha el extractor de aire del baño. Abrir las ventanas de la habitación de uso exclusivo para mejorar la ventilación también puede ayudar. Durante el brote de SARS, las salas de los hospitales con ventanas de ventilación más grandes parecían suponer un riesgo de infección significativamente menor para los profesionales sanitarios. Y, por último, tomando como referencia otros sucedáneos de coronavirus, el uso de un humidificador, si el aire es seco, también puede reducir la circulación del virus.

La mayoría de las personas que contraen la COVID-19 se recuperan espontáneamente sin necesidad de intervención médica. Si te infectas, protege a los que te rodean, descansa, manténte hidratado y vigila tus síntomas. Si surgen problemas graves, tales como dificultad para respirar o dolor persistente o presión en el pecho, solicita atención médica, pero comunica, a través del teléfono de emergencia habilitado para ello, que puedes haber contraído el virus o, si son menos graves, en primer lugar, pónte en contacto con tu médico o servicio de emergencia antes de acudir al hospital, ya que pueden disponer de protocolos especiales para casos sospechosos por la zona en la que resides.

Los CDC aconsejan que, una vez que tus síntomas remitan, cuando ya no tengas fiebre durante tres días completos (sin medicamentos antipiréticos) y haya pasado al menos una semana completa desde que tus síntomas aparecieran por primera vez, entonces podrás comenzar a relajar tu aislamiento en casa. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud adopta un enfoque más conservador y recomienda la cuarentena autoimpuesta durante catorce días completos para cualquier persona con síntomas o que viva con alguien que presente síntomas.

Si estás enfermo, pero tienes que compartir la misma habitación con otra persona, debes usar una mascarilla. Para eso se diseñaron las mascarillas desde un principio, lo que se conoce como control de la fuente, en lugar de recurrir a la autoprotección. Están destinadas a proteger a los demás de ti, en lugar de protegerte a ti de los demás. Los coronavirus del resfriado común (así como la gripe y los rinovirus) se pueden detectar en el aliento exhalado, no solo en la tos y los estornudos, y las mascarillas quirúrgicas pueden reducir la cantidad de virus que exhalas. Todavía no sabemos si esto es cierto para la COVID-19, pero el responsable de la comisión permanente de Enfermedades Infecciosas Emergentes de la Academia Nacional de Ciencias comunicó a la Casa Blanca lo siguiente: “Las investigaciones disponibles en la actualidad respaldan la posibilidad de que el SARS-CoV-2 se pueda propagar a través de bioaerosoles generados directamente por la exhalación de los enfermos”.

Esto no nos debería de sorprender. Después de todo, las gotitas respiratorias no solo son depósitos de moco que eliminamos a través de los estornudos. La condensación de tu aliento cuando estás en la calle en un día muy frío sirve como ilustración de las gotitas respiratorias. La nube de vapor que sale de tu boca está compuesta por pequeñas gotículas de agua que proceden directamente de tus pulmones. En un día caluroso, puedes imaginar que exhalas esa misma nube, sin embargo, no la puedes ver. Sé precavido y asume que el virus circula por tu aliento.

Puesto que los sujetos infectados exhalan el virus antes de saber que lo padecen, tal vez todos deberíamos cubrirnos la cara en público. Los CDC se opusieron inicialmente a adoptar esta medida, una decisión que el director general de los CDC en China tildó de “gran equivocación”. Los CDC en EE. UU. se retractaron en abril y recomendaron “el uso de protecciones de tela para la cara en lugares públicos donde son difíciles de cumplir las medidas de distanciamiento social”, como, por ejemplo, las tiendas de alimentos o las farmacias. El giro de 180 grados probablemente se ejemplifica mejor con el cambio de opinión del cirujano general de EE.UU., que pasó de tuitear “Por favor, ¡DEJEN DE COMPRAR MASCARILLAS!”, todo en mayúsculas y con signo de exclamación, a aparecer en un video semanas más tarde en el que enseñaba cómo improvisar mascarillas con un pañuelo y gomas elásticas. Recientemente los CDC han publicado instrucciones fáciles que prescinden del uso de costuras en bit.ly/CDCDIY.

Además, en el caso de los enfermos que no tienen más remedio que exponerse a otras personas, se aconseja el uso de mascarillas quirúrgicas al desinfectar una vivienda que pueda haber estado expuesta al virus. También debes usar guantes desechables, abrir todas las ventanas mientras friegas el suelo y limpias todas las superficies con una solución desinfectante, así como lavar con detergente toda la ropa de cama, toallas y manteles, junto con la ropa que has llevado puesta durante las labores de limpieza. Asegúrate de mantener la ropa sucia alejada de tu cuerpo, y no la agites antes de proceder a su lavado. Y, como siempre, procura no tocarte los ojos, la nariz y la boca cuando te quites la mascarilla y, después, lávate las manos a conciencia. Puedes encontrar estas instrucciones completas en https://bit.ly/COVIDcleaning.

La insinuación de que el público no debería usar mascarillas debido a que los profesionales sanitarios las necesitan más es claramente válida… hasta cierto punto, pero seguramente sea una razón para fabricar más, no para negárselas a los sectores de la población que potencialmente se podrían beneficiar de ellas. Hasta que dichas mascarillas no estén disponibles en cantidades suficientes, los CDC recomiendan sus versiones de tela, de lavado frecuente. La próxima vez, hablaré de cuáles son los mejores materiales para las mascarillas, así como del papel de los respiradores N95.

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Producción de Glass Entertainment

Gráficos de Avocado Video

Nota del Doctor

Te dejo los primeros videos en caso de que te los hayas perdido:

Solo faltan unos pocos para terminar la serie:

Tengo la serie completa (en inglés) disponible para descargarla gratuitamente en DrGreger.org y puedes ahondar un poco más en mi nuevo libro (disponible solo en inglés) How to Survive a Pandemic, en caso de que no lo sepas, todas las ganancias de las ventas de este libro son donadas a instituciones para la prevención de pandemias.

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