El diagnóstico de un cáncer se ve como un momento pedagógicamente aprovechable en el que podemos intentar hacer que el paciente coma más sano, pero “las investigaciones sugieren que los pacientes masculinos con cáncer, en particular, pueden ser reacios a introducir modificaciones en la dieta. Esto ha sido atribuido a que las modificaciones en la dieta suelen ser vistas como una imitación de patrones alimenticios femeninos, como enfatizar un incremento en el consumo de frutas y verduras”. Como explico en mi video Cambiar la alimentación de un hombre después de ser diagnosticado con cáncer de próstata, “aunque una alimentación saludable aumente la supervivencia a largo plazo, pocos hombres con cáncer de próstata hacen cambios en la dieta que aumenten su bienestar”. Muchos de los ensayos sobre la supervivencia al cáncer requieren seguir dietas estrictas a base de plantas y, aunque los investigadores intentaron proporcionar una educación exhaustiva en nutrición y programas de orientación, resultó complicado que cumplieran con la dieta.
Parece que la única forma en la que Dean Ornish fue capaz de revertir la progresión del cáncer de próstata con una dieta basada en plantas fue llevándoles la comida preparada a casa a los pacientes, con la idea de que los hombres son tan vagos que comerían cualquier cosa que les pongas delante. Después de todo, la cultura masculina tiende a promover que los hombres beban cerveza y coman comida precocinada y carne. Tomemos el ejemplo de la revista Men’s Health. En la lista de cosas por las que un hombre nunca debería disculparse están incluidas: que le guste ir a McDonald’s, no ofrecer una alternativa vegetariana y reírse de quienes comen surtidos de frutos secos. Esta revista tiene artículos con títulos como “Los vegetales son para chicas” y secciones como “Hombres y Carne: solo hay un tipo de carne que nos gusta más y, aun así, ¡mejor que sepa cómo usar la parrilla!”.
Para atraer al público masculino, se recomienda que los médicos usen metáforas en las que se refieran al ‘cuerpo como una máquina’, y hablen de “la salud de los hombres en términos de objetos mecánicos, como los coches, que necesitan una puesta a punto de vez en cuando. Si los hombres están tan preocupados por su masculinidad y hombría, quizá sea más efectivo hablarles sobre lo que conlleva el tratamiento del cáncer de próstata. La próstata está situada en la base del pene, así que cuando te la extraen con una prostatectomía radical, pierdes alrededor de 2.5 cm de pene, y tendrás suerte si puedes tener una erección. Solo un 16% de los hombres que se someten a este procedimiento recuperan la función eréctil que tenían antes de la cirugía. Se suele hablar de un índice de disfunción eréctil de entre un 60% y un 70%, pero los estudios suelen considerar como recuperación de la disfunción eréctil “la habilidad de mantener una erección lo suficientemente dura para la penetración alrededor del 50% del tiempo”; es decir, que a veces puedas tener una erección útil ya se considera estar recuperado, pero cuando un cirujano le dice a un paciente que va a recuperarse, el paciente probablemente asume que habla de un funcionamiento similar al que tenía antes de la operación. El problema es que eso solo ocurre un 16% de las veces, y solo un 4% en hombres mayores de 60 años. Solo 1 de cada 25 consigue recuperar una función sexual básica.
Tampoco se trata solo de erecciones. Los pacientes pueden experimentar otros problemas, como dolor asociado al orgasmo incluso años después, o incontinencia urinaria durante los preliminares, la estimulación o el orgasmo. La gran mayoría de las parejas sobrestima cuánta función sexual van a recuperar, y muchas reconocen tener sentimientos de pérdida y duelo. Tener cáncer ya es lo es suficientemente malo, sin pérdidas adicionales. Podrías pensar que esto sería suficiente para motivar a los hombres a mejorar sus hábitos alimenticios, pero por lo menos un cuarto de los hombres diagnosticados con cáncer de próstata recientemente declaran que preferirían acortar su vida antes que seguir una dieta que les prohíba la carne de ternera o cerdo. Preferirían ser impotentes antes que mejorar sus dietas. Parece que los placeres de la carne pueden a veces superar… a los placeres carnales.
¿Dije revertir la progresión del cáncer? No te pierdas ¿Revertir el cáncer a través de la dieta? y Cómo no morir de cáncer.
Para saber más sobre la prevención y la supervivencia del cáncer de próstata:
- Supervivencia al cáncer de próstata: la relación A/V
- Prevenir el cáncer de próstata con el té verde
- Tratar el cáncer de próstata con té verde
- El papel de los alimentos de soja en la prevención y el tratamiento de cáncer de próstata
- Salsa de tomate vs. cáncer de próstata
- El cáncer de próstata y la leche ecológica vs la leche de almendras
- Tratar el cáncer de próstata avanzado con la alimentación: parte 1
- Tratar el cáncer de próstata avanzado con la alimentación: parte 2
¿Te interesa el tema de la función sexual? No te pierdas:
- Supervivencia del más firme: disfunción eréctil y muerte
- Pistachos para la disfunción eréctil
- Sandía como tratamiento para la disfunción eréctil
- Azafrán para la disfunción eréctil
Un saludo,
Michael Greger
- 2012: Arrancar de raíz las principales causas de muerte
- 2013: Más de una manzana al día para prevenir nuestras enfermedades más comunes
- 2014: De la mesa a estar capacitado: combatir enfermedades discapacitantes con los alimentos
- 2015: Alimentos como medicina: prevención y tratamiento de las enfermedades más temidas con alimentación
- 2016: Comer para no morir: el rol de la alimentación en prevenir, detener y revertir nuestros 15 principales asesinos