Tratar el cáncer de próstata avanzado con la alimentación: parte 2

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¿Qué sucede cuando a pacientes con cáncer de próstata metastásico se les enseña a aumentar su ingesta de granos enteros, verduras, fruta y legumbres y a disminuir el consumo de carne, lácteos y comida chatarra?

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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba.

El Dr. Ornish y sus colegas pudieron demostrar una aparente reversión de la progresión del cáncer de próstata localizado en etapa temprana con un programa de alimentación a base de vegetales y de estilo de vida e investigadores de la Universidad de Massachusetts, y de otros lugares, demostraron que una alimentación similar puede ayudar a retrasar la progresión, incluso, del cáncer de próstata avanzado durante un período de cuatro meses. ¿Y si fueran seis meses? Investigadores de la UC en San Diego hallaron más pacientes con cáncer en la misma situación y los sometieron al mismo protocolo. Eran pacientes que ya habían recibido tratamiento para el cáncer de próstata invasivo, ya sea con una prostatectomía radical o con terapia de radiación, sin embargo, tenían niveles de PSA en aumento, lo cual sugiere que el tratamiento no funcionó y que el cáncer seguía avanzando.

En quienes se presenta una recurrencia del cáncer, los niveles de PSA suelen aumentar exponencialmente, reflejando el crecimiento gradual e inexorable del cáncer en el cuerpo. La tasa de este aumento del PSA es el mejor predictor del desarrollo de la enfermedad metastásica manifiesta, así como de la supervivencia en general. El siguiente paso sería lo que se llama terapia hormonal, que es la castración química o quirúrgica, la cual tiene una serie de efectos secundarios que incluyen la pérdida de la libido, de la función sexual, de la fuerza y de la ​​vitalidad. Por lo tanto, tratamos de aplazar ese tratamiento el mayor tiempo posible y, si solo estamos esperando, podríamos hacer el intento con la alimentación.

Por lo tanto, se les enseñó a los pacientes a aumentar la ingesta de granos enteros, verduras, frutas y legumbres y a disminuir el consumo de carne, lácteos y carbohidratos refinados. De todas las posibles intervenciones en el estilo de vida, ¿por qué una alimentación a base de vegetales no procesados? Bien, si se mira en todo el mundo, existen enormes diferencias en las tasas de cáncer de próstata con tasas, ‘‘EE. UU, EE. UU. somos número uno’’, hasta cien veces más altas, por ejemplo, que en algunos lugares de Asia. Y, no es solo la genética. Dentro de una generación, desde la llegada a los Estados Unidos, las tasas de cáncer se dispararon y los nietos terminaron con las mismas tasas de los que encabezaban la lista. Se ha estudiado toda una gama de factores vinculados al estilo de vida, pero la alimentación parece tener la mayor influencia. Específicamente, el consumo de carne y lácteos parece aumentar el riesgo y el consumo de alimentos de origen vegetal parece disminuirlo, es decir, una alimentación a base de vegetales.

Un posible mecanismo está asociado al ácido araquidónico, un compuesto inflamatorio que obtenemos de los aceites ricos en omega-6 como: maíz, girasol, cártamo y semilla del algodón y el cual también viene preformado en alimentos de origen animal, particularmente en el pollo en la dieta estadounidense y también en los huevos. Y, al menos en una placa de Petri, el ácido araquidónico parece estimular el crecimiento de las células de cáncer de próstata hasta en un 200%. Pero, pídele a los hombres que eliminen los alimentos procesados ​​y de origen animal de su alimentación durante seis meses y, ¿qué sucede?

Esto es antes: lo rápido que aumentaban sus niveles de PSA antes de comenzar el estudio. Sin tratamiento, los niveles de PSA tienden a aumentar exponencialmente, pero comiendo más sanamente, sucedió esto: nueve de los diez pacientes mostraron una aparente desaceleración del crecimiento del cáncer y cuatro de nueve, mostraron una aparente reversión en el crecimiento de este. El tiempo promedio de duplicación, un cálculo de cuánto tardaría el cáncer en duplicar su tamaño, disminuyó de cada año a aproximadamente cada diez años.

Ha habido otros estudios con diferentes dietas e intervenciones nutricionales, como los suplementos vitamínicos, pero ninguna ha funcionado tan bien como esta alimentación. Y su observancia ni siquiera era tan estricta. Hicieron bien en incrementar el consumo de granos enteros, especialmente durante los primeros tres meses, pero luego se descuidaron un poco. Sí, cuando comenzaron, comieron más vegetales, incluyendo una porción de verduras y una porción extra de fruta, al menos al principio, y comieron al menos una ración completa de legumbres al día. Así que, sí observaron una reincidencia alimentaria hacia el final del estudio. Comenzaron muy decididos, pero luego recayeron en viejos hábitos.

Así que, los investigadores notaron que los participantes tal vez serían capaces de vencer a la enfermedad durante ese primer período, y de hecho, después de tres meses, en promedio, hubo reversión del PSA. Así, los cambios en la tasa de aumento del PSA fueron opuestos a los obtenidos durante la ingesta de alimentos de origen vegetal, elevando la provocativa posibilidad de que el PSA haya estado siguiendo esos cambios. Esto sugiere que la adopción de una alimentación a base de vegetales puede tener potencial terapéutico en el manejo del cáncer de próstata recurrente.

Sus hallazgos sugieren que sin más cirugía, radiación o quimioterapia, se puede desacelerar e incluso revertir la progresión de la enfermedad, a pesar del “predominante consenso científico de que la progresión del cáncer es, en gran medida, irreversible”. Los investigadores no están refutando los beneficios de las terapias estándar y no garantizan que una alimentación a base de vegetales y la reducción del estrés siempre provocarán la remisión. Pero, los resultados sí contribuyen a la creciente literatura médica la cual indica que, en al menos algunas circunstancias, el cáncer se puede revertir parcialmente. Solo mediante la modificación de los factores alimentarios y del estilo de vida, los hombres pueden ayudar a prevenir el avance de la enfermedad, todo esto, sin que les corten los testículos.

La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Patricia Susial y Viviana Garcia.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

Créditos de la imagen: Sally Plank vía Flickr. La imagen ha sido modificada.

A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba.

El Dr. Ornish y sus colegas pudieron demostrar una aparente reversión de la progresión del cáncer de próstata localizado en etapa temprana con un programa de alimentación a base de vegetales y de estilo de vida e investigadores de la Universidad de Massachusetts, y de otros lugares, demostraron que una alimentación similar puede ayudar a retrasar la progresión, incluso, del cáncer de próstata avanzado durante un período de cuatro meses. ¿Y si fueran seis meses? Investigadores de la UC en San Diego hallaron más pacientes con cáncer en la misma situación y los sometieron al mismo protocolo. Eran pacientes que ya habían recibido tratamiento para el cáncer de próstata invasivo, ya sea con una prostatectomía radical o con terapia de radiación, sin embargo, tenían niveles de PSA en aumento, lo cual sugiere que el tratamiento no funcionó y que el cáncer seguía avanzando.

En quienes se presenta una recurrencia del cáncer, los niveles de PSA suelen aumentar exponencialmente, reflejando el crecimiento gradual e inexorable del cáncer en el cuerpo. La tasa de este aumento del PSA es el mejor predictor del desarrollo de la enfermedad metastásica manifiesta, así como de la supervivencia en general. El siguiente paso sería lo que se llama terapia hormonal, que es la castración química o quirúrgica, la cual tiene una serie de efectos secundarios que incluyen la pérdida de la libido, de la función sexual, de la fuerza y de la ​​vitalidad. Por lo tanto, tratamos de aplazar ese tratamiento el mayor tiempo posible y, si solo estamos esperando, podríamos hacer el intento con la alimentación.

Por lo tanto, se les enseñó a los pacientes a aumentar la ingesta de granos enteros, verduras, frutas y legumbres y a disminuir el consumo de carne, lácteos y carbohidratos refinados. De todas las posibles intervenciones en el estilo de vida, ¿por qué una alimentación a base de vegetales no procesados? Bien, si se mira en todo el mundo, existen enormes diferencias en las tasas de cáncer de próstata con tasas, ‘‘EE. UU, EE. UU. somos número uno’’, hasta cien veces más altas, por ejemplo, que en algunos lugares de Asia. Y, no es solo la genética. Dentro de una generación, desde la llegada a los Estados Unidos, las tasas de cáncer se dispararon y los nietos terminaron con las mismas tasas de los que encabezaban la lista. Se ha estudiado toda una gama de factores vinculados al estilo de vida, pero la alimentación parece tener la mayor influencia. Específicamente, el consumo de carne y lácteos parece aumentar el riesgo y el consumo de alimentos de origen vegetal parece disminuirlo, es decir, una alimentación a base de vegetales.

Un posible mecanismo está asociado al ácido araquidónico, un compuesto inflamatorio que obtenemos de los aceites ricos en omega-6 como: maíz, girasol, cártamo y semilla del algodón y el cual también viene preformado en alimentos de origen animal, particularmente en el pollo en la dieta estadounidense y también en los huevos. Y, al menos en una placa de Petri, el ácido araquidónico parece estimular el crecimiento de las células de cáncer de próstata hasta en un 200%. Pero, pídele a los hombres que eliminen los alimentos procesados ​​y de origen animal de su alimentación durante seis meses y, ¿qué sucede?

Esto es antes: lo rápido que aumentaban sus niveles de PSA antes de comenzar el estudio. Sin tratamiento, los niveles de PSA tienden a aumentar exponencialmente, pero comiendo más sanamente, sucedió esto: nueve de los diez pacientes mostraron una aparente desaceleración del crecimiento del cáncer y cuatro de nueve, mostraron una aparente reversión en el crecimiento de este. El tiempo promedio de duplicación, un cálculo de cuánto tardaría el cáncer en duplicar su tamaño, disminuyó de cada año a aproximadamente cada diez años.

Ha habido otros estudios con diferentes dietas e intervenciones nutricionales, como los suplementos vitamínicos, pero ninguna ha funcionado tan bien como esta alimentación. Y su observancia ni siquiera era tan estricta. Hicieron bien en incrementar el consumo de granos enteros, especialmente durante los primeros tres meses, pero luego se descuidaron un poco. Sí, cuando comenzaron, comieron más vegetales, incluyendo una porción de verduras y una porción extra de fruta, al menos al principio, y comieron al menos una ración completa de legumbres al día. Así que, sí observaron una reincidencia alimentaria hacia el final del estudio. Comenzaron muy decididos, pero luego recayeron en viejos hábitos.

Así que, los investigadores notaron que los participantes tal vez serían capaces de vencer a la enfermedad durante ese primer período, y de hecho, después de tres meses, en promedio, hubo reversión del PSA. Así, los cambios en la tasa de aumento del PSA fueron opuestos a los obtenidos durante la ingesta de alimentos de origen vegetal, elevando la provocativa posibilidad de que el PSA haya estado siguiendo esos cambios. Esto sugiere que la adopción de una alimentación a base de vegetales puede tener potencial terapéutico en el manejo del cáncer de próstata recurrente.

Sus hallazgos sugieren que sin más cirugía, radiación o quimioterapia, se puede desacelerar e incluso revertir la progresión de la enfermedad, a pesar del “predominante consenso científico de que la progresión del cáncer es, en gran medida, irreversible”. Los investigadores no están refutando los beneficios de las terapias estándar y no garantizan que una alimentación a base de vegetales y la reducción del estrés siempre provocarán la remisión. Pero, los resultados sí contribuyen a la creciente literatura médica la cual indica que, en al menos algunas circunstancias, el cáncer se puede revertir parcialmente. Solo mediante la modificación de los factores alimentarios y del estilo de vida, los hombres pueden ayudar a prevenir el avance de la enfermedad, todo esto, sin que les corten los testículos.

La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Patricia Susial y Viviana Garcia.

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Créditos de la imagen: Sally Plank vía Flickr. La imagen ha sido modificada.

Nota del Doctor

Sin embargo, la alimentación sana solo sirve si la consumes. Ve el estudio previo en mi más reciente video: Tratar el cáncer de próstata avanzado con la alimentación: parte 1

¿Por qué es tan difícil hacer que los hombres cambien su alimentación, incluso cuando se enfrentan al cáncer? Ve mi video: Cambiar la alimentación masculina luego de un diagnóstico de cáncer de próstata.

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