¿Cuánto azúcar añadido es demasiado?

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¿El azúcar de mesa y el jarabe de maíz de alta fructosa sólo son calorías vacías o pueden ser activamente dañinos?

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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba.

En 1776 –en tiempos de la revolución estadounidense–, los estadounidenses consumían alrededor de 1.8 kg de azúcar por persona cada año. Hacia 1850, esta cifra había aumentado a 9 kg y, en 1994, a 54 kg. Ahora estamos más cerca de 73 kg. La mitad de eso es fructosa, la cual ocupa aproximadamente el 10% de nuestra dieta. Este porcentaje no viene de comer manzanas, sino más bien del hecho de que cada persona toma en promedio el equivalente a medio litro de refresco todos los días; es decir, alrededor de 189 litros al año.

Incluso los mismos investigadores, pagados por el grupo Dr. Pepper Snapple y la compañía Coca-Cola, reconocen que el azúcar es una caloría vacía, que no contiene micronutrientes esenciales, y que, por lo tanto, si estamos tratando de reducir la ingesta de calorías, reducir el consumo de azúcar es, obviamente, el lugar para comenzar.

Se ha expresado preocupación, sin embargo, sobre la posibilidad de que las calorías del azúcar puedan ser peores que simplemente estar vacías. Un creciente cuerpo de evidencia científica sugiere que la fructosa añadida a alimentos y bebidas en forma de azúcar de mesa y el jarabe de maíz de alta fructosa en grandes cantidades puede desencadenar procesos que conducen a la toxicidad hepática y otras enfermedades crónicas.

La fructosa pone en punto de mira al hígado, y como el alcohol, la fructosa puede aumentar la grasa en el hígado, aumentando el riesgo de desarrollar esteatosis hepática no alcohólica, que es una de las novedades médicas más notables de las últimos 3 décadas: la aparición de la inflamación del hígado graso como un problema de salud pública aquí y en todo el mundo.

Estos mensajes pueden no ser lo que la industria del azúcar o los fabricantes de bebidas quieren oír. En respuesta, el director general del grupo principal de la industria azucarera, la Organización Mundial de Investigación sobre el Azúcar, respondió: “El consumo excesivo de cualquier cosa es perjudicial, incluyendo el agua y el aire”. Sí, intentó comparar el consumo excesivo de azúcar en comparación con la respiración excesiva del aire.

Como un autor expresó, “supongo que es natural trata de proteger los grandes y poderosos intereses de la industria del azúcar, puesto que el azúcar ocupa el porcentaje más grande de nuestra ingesta calórica diaria “.

La Asociación Americana del Corazón está tratando de cambiar eso. En virtud de sus nuevas recomendaciones para el consumo de azúcar, las mujeres estadounidenses deberían consumir no más de 100 calorías por día que provengan de azúcares añadidos y los hombres estadounidenses deberían comer o beber no más de 150.  Eso significa que una lata de refresco podría llevarnos sobre el límite para todo el día. Del mismo modo, las nuevas recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud sugieren restringir la ingesta de azúcares añadidos a menos del 5% de las calorías. Eso es alrededor de 6 cucharadas de azúcar añadida al día. No sé por qué no recomiendan 0% como la medida óptima, pero nos podemos hacer una idea de lo radical que es su propuesta si observamos la cantidad que se consume en promedio en este momento.

La transcripción original del audio del video fue contribuida por Katie Schloer.

La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Paul Pommier y Leslie Salas.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba.

En 1776 –en tiempos de la revolución estadounidense–, los estadounidenses consumían alrededor de 1.8 kg de azúcar por persona cada año. Hacia 1850, esta cifra había aumentado a 9 kg y, en 1994, a 54 kg. Ahora estamos más cerca de 73 kg. La mitad de eso es fructosa, la cual ocupa aproximadamente el 10% de nuestra dieta. Este porcentaje no viene de comer manzanas, sino más bien del hecho de que cada persona toma en promedio el equivalente a medio litro de refresco todos los días; es decir, alrededor de 189 litros al año.

Incluso los mismos investigadores, pagados por el grupo Dr. Pepper Snapple y la compañía Coca-Cola, reconocen que el azúcar es una caloría vacía, que no contiene micronutrientes esenciales, y que, por lo tanto, si estamos tratando de reducir la ingesta de calorías, reducir el consumo de azúcar es, obviamente, el lugar para comenzar.

Se ha expresado preocupación, sin embargo, sobre la posibilidad de que las calorías del azúcar puedan ser peores que simplemente estar vacías. Un creciente cuerpo de evidencia científica sugiere que la fructosa añadida a alimentos y bebidas en forma de azúcar de mesa y el jarabe de maíz de alta fructosa en grandes cantidades puede desencadenar procesos que conducen a la toxicidad hepática y otras enfermedades crónicas.

La fructosa pone en punto de mira al hígado, y como el alcohol, la fructosa puede aumentar la grasa en el hígado, aumentando el riesgo de desarrollar esteatosis hepática no alcohólica, que es una de las novedades médicas más notables de las últimos 3 décadas: la aparición de la inflamación del hígado graso como un problema de salud pública aquí y en todo el mundo.

Estos mensajes pueden no ser lo que la industria del azúcar o los fabricantes de bebidas quieren oír. En respuesta, el director general del grupo principal de la industria azucarera, la Organización Mundial de Investigación sobre el Azúcar, respondió: “El consumo excesivo de cualquier cosa es perjudicial, incluyendo el agua y el aire”. Sí, intentó comparar el consumo excesivo de azúcar en comparación con la respiración excesiva del aire.

Como un autor expresó, “supongo que es natural trata de proteger los grandes y poderosos intereses de la industria del azúcar, puesto que el azúcar ocupa el porcentaje más grande de nuestra ingesta calórica diaria “.

La Asociación Americana del Corazón está tratando de cambiar eso. En virtud de sus nuevas recomendaciones para el consumo de azúcar, las mujeres estadounidenses deberían consumir no más de 100 calorías por día que provengan de azúcares añadidos y los hombres estadounidenses deberían comer o beber no más de 150.  Eso significa que una lata de refresco podría llevarnos sobre el límite para todo el día. Del mismo modo, las nuevas recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud sugieren restringir la ingesta de azúcares añadidos a menos del 5% de las calorías. Eso es alrededor de 6 cucharadas de azúcar añadida al día. No sé por qué no recomiendan 0% como la medida óptima, pero nos podemos hacer una idea de lo radical que es su propuesta si observamos la cantidad que se consume en promedio en este momento.

La transcripción original del audio del video fue contribuida por Katie Schloer.

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Nota del Doctor

Esto subraya por qué es preferible una dieta integral basada en plantas, a una dieta basada en plantas que incluye basura procesada.

También discuto el daño que causan los azúcares refinados en:

Pero, ¿qué pasa con la fructosa en la fruta? ¿Cuánta fruta es demasiada? Estaré abordando estas preguntas en el futuro cercano en una serie de videos. Y también haré más videos sobre la creciente epidemia de esteatosis hepática no alcohólica y lo que podemos hacer al respecto.

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