Flashback Friday: La dosis óptima de vinagre

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¿Cuánto vinagre debería consumirse cada comida para mejorar la saciedad y reducir los picos de azúcar en sangre, insulina y triglicéridos?

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El consumo de vinagre con una comida reduce el pico de azúcar, de insulina y de triglicéridos en la sangre. Parece que funciona especialmente bien en personas resistentes a la insulina o quienes están en camino de desarrollar diabetes de tipo 2. No es extraño que el consumo de vinagre con las comidas se utilizara como medicina popular para el tratamiento de la diabetes antes de que se inventaran medicamentos para ello. 

Muchas culturas lo han aprovechado, mezclando vinagre con alimentos con alto índice glucémico como el arroz blanco: en Japón, por ejemplo, para hacer sushi; o en el Mediterráneo, al mojar el pan en vinagre balsámico; y en Europa, al comer una variedad de panes de masa fermentada, que causan menos picos de azúcar e insulina en la sangre. Se puede hacer lo mismo con las papas blancas hervidas, al echarles vinagre y dejar que enfríen para hacer ensalada de papas.

Añadirle vinagre al pan blanco no solo reduce las respuestas de azúcar e insulina en la sangre, sino que también aumenta la saciedad, la sensación de estar lleno después de una comida. Si te comes tres rebanadas de pan blanco, puedes sentirte un poco lleno; pero en menos de dos horas, no solo vuelves a tener la misma sensación de hambre que antes, sino que la sensación es mayor y te sientes menos satisfecho que al principio. Si comes la misma cantidad de pan con un poco de vinagre, te sientes el doble de lleno, y dos horas después, todavía te sientes casi tan satisfecho como si te acabaras de comer el pan solo. Este aumento y prolongación de la saciedad requirió casi dos cucharadas de vinagre, y eso es un montón de vinagre. ¿Cuál es el mínimo? Resulta que incluso pequeñas cantidades de vinagre (dos cucharaditas con una comida) pueden reducir significativamente el aumento de azúcar en sangre que produce una comida de carbohidratos refinados (un bagel y un jugo en este caso). Así que podrías simplemente acompañarlo con un poco de ensalada o  en un té con limón; son solo dos cucharaditas. También podrías reemplazar el bagel y el jugo por avena con frutos rojos.

¿Qué pasaría si consumieras vinagre todos los días durante meses? Unos investigadores de la Arizona State University aleatorizaron a personas prediabéticas a beber una botella diaria de una bebida de vinagre de manzana, la mitad de la botella en el almuerzo y la otra mitad durante la cena; el otro grupo debía tomar una píldora de vinagre de sidra de manzana, considerada como un placebo de control, ya que mientras que la botella contenía dos cucharadas de vinagre, dos píldoras equivaldrían a tomar solo un tercio de cucharadita al día. Así que, de manera efectiva, estaban comparando unas 40 cucharadas de vinagre en una semana a 2 cucharadas en doce semanas. Lo que pasó fue que con la bebida de vinagre, el azúcar en sangre en ayunas se redujo en una semana. ¿Qué tan significativa es una disminución de 16 unidades? Un simple cambio en la dieta (una cucharada de vinagre dos veces al día) funcionó mejor que los medicamentos más destacados, como el clorhidrato de metformina y Avandia. “El efecto del vinagre resulta especialmente interesante teniendo en cuenta el costo, la accesibilidad y la toxicidad de los medicamentos”. Por lo tanto, el vinagre es más seguro, más barato y más eficaz. No es de extrañar que se haya estado utilizando con fines medicinales desde la antigüedad. Curiosamente, incluso la pequeña cantidad de vinagre en forma de píldora pareció ayudar un poco; es asombroso. Además, no, esta vez el estudio no fue financiado por la industria del vinagre.

¿Qué hay del uso del vinagre a largo plazo en lo que realmente cuenta: en los diabéticos? Se asignó a personas diabéticas de forma aleatoria a uno de los siguientes tres grupos: 1) Dos cucharas de vinagre dos veces al día con el almuerzo y la cena; 2) Dos pepinillos al escabeche al día, que contenían el equivalente a la mitad de una cucharada de vinagre cada uno; o 3) una píldora de vinagre aún más pequeña dos veces al día, equivalente a solo 1/16 de cucharadita de vinagre cada una. No me sorprendió que la píldora no funcionara, pero los pepinillos tampoco surtieron efecto. ¿Tal vez una cucharada de vinagre al día no es suficiente para personas diabéticas? En cualquier caso, las dos cucharadas de vinagre sí funcionaron, lo que es realmente impresionante porque los pacientes diabéticos estaban en su mayoría bien controlados con medicación, y aun así se registró un beneficio adicional con el vinagre.

Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ver el video más arriba. Esto es sólo una aproximación del audio contribuida por Katie Schloer. La traducción y edición de este contenido fue contribuida por Leslie Salas y Adrián Bravo López. Revisado por Ángela Graña Varela.

Imagen de Andreas Levers vía Flickr

El consumo de vinagre con una comida reduce el pico de azúcar, de insulina y de triglicéridos en la sangre. Parece que funciona especialmente bien en personas resistentes a la insulina o quienes están en camino de desarrollar diabetes de tipo 2. No es extraño que el consumo de vinagre con las comidas se utilizara como medicina popular para el tratamiento de la diabetes antes de que se inventaran medicamentos para ello. 

Muchas culturas lo han aprovechado, mezclando vinagre con alimentos con alto índice glucémico como el arroz blanco: en Japón, por ejemplo, para hacer sushi; o en el Mediterráneo, al mojar el pan en vinagre balsámico; y en Europa, al comer una variedad de panes de masa fermentada, que causan menos picos de azúcar e insulina en la sangre. Se puede hacer lo mismo con las papas blancas hervidas, al echarles vinagre y dejar que enfríen para hacer ensalada de papas.

Añadirle vinagre al pan blanco no solo reduce las respuestas de azúcar e insulina en la sangre, sino que también aumenta la saciedad, la sensación de estar lleno después de una comida. Si te comes tres rebanadas de pan blanco, puedes sentirte un poco lleno; pero en menos de dos horas, no solo vuelves a tener la misma sensación de hambre que antes, sino que la sensación es mayor y te sientes menos satisfecho que al principio. Si comes la misma cantidad de pan con un poco de vinagre, te sientes el doble de lleno, y dos horas después, todavía te sientes casi tan satisfecho como si te acabaras de comer el pan solo. Este aumento y prolongación de la saciedad requirió casi dos cucharadas de vinagre, y eso es un montón de vinagre. ¿Cuál es el mínimo? Resulta que incluso pequeñas cantidades de vinagre (dos cucharaditas con una comida) pueden reducir significativamente el aumento de azúcar en sangre que produce una comida de carbohidratos refinados (un bagel y un jugo en este caso). Así que podrías simplemente acompañarlo con un poco de ensalada o  en un té con limón; son solo dos cucharaditas. También podrías reemplazar el bagel y el jugo por avena con frutos rojos.

¿Qué pasaría si consumieras vinagre todos los días durante meses? Unos investigadores de la Arizona State University aleatorizaron a personas prediabéticas a beber una botella diaria de una bebida de vinagre de manzana, la mitad de la botella en el almuerzo y la otra mitad durante la cena; el otro grupo debía tomar una píldora de vinagre de sidra de manzana, considerada como un placebo de control, ya que mientras que la botella contenía dos cucharadas de vinagre, dos píldoras equivaldrían a tomar solo un tercio de cucharadita al día. Así que, de manera efectiva, estaban comparando unas 40 cucharadas de vinagre en una semana a 2 cucharadas en doce semanas. Lo que pasó fue que con la bebida de vinagre, el azúcar en sangre en ayunas se redujo en una semana. ¿Qué tan significativa es una disminución de 16 unidades? Un simple cambio en la dieta (una cucharada de vinagre dos veces al día) funcionó mejor que los medicamentos más destacados, como el clorhidrato de metformina y Avandia. “El efecto del vinagre resulta especialmente interesante teniendo en cuenta el costo, la accesibilidad y la toxicidad de los medicamentos”. Por lo tanto, el vinagre es más seguro, más barato y más eficaz. No es de extrañar que se haya estado utilizando con fines medicinales desde la antigüedad. Curiosamente, incluso la pequeña cantidad de vinagre en forma de píldora pareció ayudar un poco; es asombroso. Además, no, esta vez el estudio no fue financiado por la industria del vinagre.

¿Qué hay del uso del vinagre a largo plazo en lo que realmente cuenta: en los diabéticos? Se asignó a personas diabéticas de forma aleatoria a uno de los siguientes tres grupos: 1) Dos cucharas de vinagre dos veces al día con el almuerzo y la cena; 2) Dos pepinillos al escabeche al día, que contenían el equivalente a la mitad de una cucharada de vinagre cada uno; o 3) una píldora de vinagre aún más pequeña dos veces al día, equivalente a solo 1/16 de cucharadita de vinagre cada una. No me sorprendió que la píldora no funcionara, pero los pepinillos tampoco surtieron efecto. ¿Tal vez una cucharada de vinagre al día no es suficiente para personas diabéticas? En cualquier caso, las dos cucharadas de vinagre sí funcionaron, lo que es realmente impresionante porque los pacientes diabéticos estaban en su mayoría bien controlados con medicación, y aun así se registró un beneficio adicional con el vinagre.

Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ver el video más arriba. Esto es sólo una aproximación del audio contribuida por Katie Schloer. La traducción y edición de este contenido fue contribuida por Leslie Salas y Adrián Bravo López. Revisado por Ángela Graña Varela.

Imagen de Andreas Levers vía Flickr

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