Un metanálisis de dietas bajas en carbohidratos para la remisión de la diabetes descubrió que apenas se obtuvieron resultados después de 12 meses, pero sí se dañó la calidad de vida de forma clínicamente relevante y, algo todavía más importante, subieron los niveles de colesterol de las LDL.
La inocuidad y la eficacia de las dietas cetogénicas bajas en carbohidratos para la remisión de la diabetes
A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Gerardo Piña quien forma parte del equipo de voluntariado de NutritionFacts.org.
El efecto de la alimentación basada en plantas baja en grasas frente a la dieta keto basada en productos animales sobre la ingesta calórica y la pérdida de peso. La alimentación basada en plantas sin alimentos refinados azucarados frente a la dieta keto con muchas verduras. Tras dos semanas asignadas aleatoriamente a una de las dos dietas, los participantes pasaron a la otra durante otras dos semanas. Mirando la báscula, ¿adivinen quién perdió más peso corporal? Los que siguieron la alimentación baja en carbohidratos.
Pero ¿adivinen quién perdió más grasa corporal? Los que siguieron la alimentación baja en grasas. De hecho, no hubo una pérdida significativa de grasa con la alimentación baja en carbohidratos, mientras que con la alimentación baja en grasas se perdió 1 kg de grasa. Lo que perdían con la alimentación baja en carbohidratos era masa libre de grasa, como el peso del agua, pero también músculo. Mientras que la masa libre de grasa se conservaba relativamente con la alimentación baja en grasas, la masa libre de grasa disminuyó con la alimentación baja en carbohidratos, y había pruebas de que los participantes estaban perdiendo masa muscular a pesar de comer más proteínas que cuando seguían la alimentación basada en plantas.
Pero cuando casi no comían carbohidratos, sus niveles de azúcar en sangre eran sin duda más bajos. ¿Tiene cabida la alimentación cetogénica en la práctica clínica de la diabetes? Se ha sugerido incluso que las dietas bajas en carbohidratos podrían poner en remisión la diabetes tipo 2, lo que se puede definir como un HbA1c (hemoglobina glicosilada), un marcador del control del azúcar en sangre, inferior al 6.5 % durante al menos tres meses después de suspender cualquier medicamento para reducir el azúcar en sangre. Pero los niveles altos de azúcar en sangre son solo el síntoma. La enfermedad es una intolerancia a los carbohidratos. Si eres alérgico al cacahuate y no tienes síntomas porque evitas el cacahuate, solo estás administrando la enfermedad, no curándola. Curar la alergia al cacahuate significaría poder comer cacahuates como cualquier persona que no sea alérgica al cacahuate. Lo mismo ocurre con los carbohidratos y la diabetes tipo 2. La verdadera remisión sería poder comer carbohidratos como todo el mundo sin sufrir efectos adversos.
Como ha explicado el Dr. Greger, las dietas bajas en carbohidratos pueden empeorar la diabetes, agravando la resistencia a la insulina y aumentando la intolerancia a los carbohidratos. Sin embargo, eso solo sería un problema si se volviera a comer carbohidratos. ¿Por qué no seguir una alimentación cetogénica para siempre?
¿Cuál es la eficacia y la seguridad de las dietas bajas en carbohidratos para la remisión de la diabetes tipo 2? En primer lugar, no funcionaron. Utilizando la definición de remisión “por debajo del 6,5 % y sin medicamento para la diabetes”, no se observó ningún efecto significativo a los 6 meses y a los 12 meses hubo menos remisión, lo que significa más diabetes en los grupos bajos en carbohidratos, junto con daños clínicamente importantes en la calidad de vida y el factor decisivo: un aumento del colesterol LDL.
El colesterol LDL, comúnmente conocido como colesterol malo, está reconocido de forma inequívoca como la principal fuerza impulsora del desarrollo de la enfermedad cardiovascular aterosclerótica, la mayor causa de muerte tanto en hombres como en mujeres.
Básicamente, debemos intentar que nuestro LDL sea lo más bajo posible. Cuanto más bajo y durante más tiempo, mejor. Incluso si nuestro colesterol LDL es normal, incluso si otros factores de riesgo de enfermedades cardíacas se consideran óptimos, es de suma importancia controlar nuestro colesterol LDL. Si el colesterol LDL es el principal impulsor de nuestra principal causa de muerte, entonces, si pudiéramos saber solo una cosa sobre una dieta, si solo pudiéramos hacer una pregunta sobre alguna nueva dieta que alguien nos recomiende, sería: “¿Cómo afecta esta dieta a mi colesterol LDL?”.
Si se sigue a personas que siguen una alimentación baja en carbohidratos durante un tiempo y se observa qué ocurre con sus puntuaciones de calcio en las arterias coronarias, que indican la progresión de la enfermedad coronaria, se comprueba que el grupo que sigue una dieta baja en carbohidratos tiene la mayor incidencia de empeoramiento del calcio en las arterias coronarias, aunque esto solo ocurre con las dietas bajas en carbohidratos basadas en productos animales, no en las basadas en plantas. Pero aquellos que comenzaron a seguir una dieta baja en carbohidratos rica en proteínas y grasas animales en la edad adulta temprana tenían un mayor riesgo de progresión del calcio en las arterias coronarias en la mediana edad.
Por supuesto, no todos los carbohidratos son iguales. Los carbohidratos que son perjudiciales para nuestra salud, como los azúcares y los cereales refinados, deben distinguirse de los que tienen efectos beneficiosos. Cuando la Asociación Americana del Corazón analizó los patrones alimenticios a nivel poblacional y los clasificó de más a menos coordinados con sus recomendaciones dietéticas para la salud cardíaca, ¿qué puesto ocuparon las dietas bajas en carbohidratos? Uno muy malo. De hecho, ocuparon el último lugar. Incluso cuando la alimentación muy baja en carbohidratos se sigue de manera óptima, promueve la restricción de alimentos considerados esenciales para la salud cardíaca, como las legumbres y los cereales integrales, e incluye fuentes de grasas saturadas como la carne y los lácteos, que se desaconsejan encarecidamente.
Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.
- Hall KD, Guo J, Courville AB, et al. Effect of a plant-based, low-fat diet versus an animal-based, ketogenic diet on ad libitum energy intake. Nat Med. 2021;27(2):344-353.
- Firman CH, Mellor DD, Unwin D, Brown A. Does a ketogenic diet have a place within diabetes clinical practice? Review of current evidence and controversies. Diabetes Ther. 2024;15(1):77-97.
- Goldenberg JZ, Johnston BC. Low and very low carbohydrate diets for diabetes remission. BMJ. 2021;373:n262.
- Riddle MC, Cefalu WT, Evans PH, et al. Consensus report: definition and interpretation of remission in type 2 diabetes. Diabetes Care. 2021;44(10):2438-2444.
- Goldenberg JZ, Day A, Brinkworth GD, et al. Efficacy and safety of low and very low carbohydrate diets for type 2 diabetes remission: systematic review and meta-analysis of published and unpublished randomized trial data. BMJ. 2021;372:m4743.
- Borén J, Chapman MJ, Krauss RM, et al. Low-density lipoproteins cause atherosclerotic cardiovascular disease: pathophysiological, genetic, and therapeutic insights: a consensus statement from the European Atherosclerosis Society Consensus Panel. Eur Heart J. 2020;41(24):2313-2330.
- Atar D, Jukema JW, Molemans B, et al. New cardiovascular prevention guidelines: How to optimally manage dyslipidaemia and cardiovascular risk in 2021 in patients needing secondary prevention? Atherosclerosis. 2021;319:51-61.
- Mhaimeed O, Burney ZA, Schott SL, Kohli P, Marvel FA, Martin SS. The importance of LDL-C lowering in atherosclerotic cardiovascular disease prevention: Lower for longer is better. Am J Prev Cardiol. 2024;18:100649.
- Fernández-Friera L, Fuster V, López-Melgar B, et al. Normal ldl-cholesterol levels are associated with subclinical atherosclerosis in the absence of risk factors. J Am Coll Cardiol. 2017;70(24):2979-2991.
- Poli A, Catapano AL, Corsini A, et al. LDL-cholesterol control in the primary prevention of cardiovascular diseases: An expert opinion for clinicians and health professionals. Nutr Metab Cardiovasc Dis. 2023;33(2):245-257.
- Gao (高静伟) JW, Hao (郝卿鋆) QY, Zhang (张海峰) HF, et al. Low-carbohydrate diet score and coronary artery calcium progression: results from the cardia study. Arterioscler Thromb Vasc Biol. 2021;41(1):491-500.
- Lorkowski S, Richter M, Linseisen J, Watzl B; German Nutrition Society. Associations of fats and carbohydrates with cardiovascular disease and mortality-PURE and simple?. Lancet. 2018;391(10131):1678-1679. doi:10.1016/S0140-6736(18)30800-6
- Gardner CD, Vadiveloo MK, Petersen KS, et al. Popular dietary patterns: alignment with american heart association 2021 dietary guidance: a scientific statement from the american heart association. Circulation. 2023;147(22):1715-1730.
Gráficos de Avo Media
A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Gerardo Piña quien forma parte del equipo de voluntariado de NutritionFacts.org.
El efecto de la alimentación basada en plantas baja en grasas frente a la dieta keto basada en productos animales sobre la ingesta calórica y la pérdida de peso. La alimentación basada en plantas sin alimentos refinados azucarados frente a la dieta keto con muchas verduras. Tras dos semanas asignadas aleatoriamente a una de las dos dietas, los participantes pasaron a la otra durante otras dos semanas. Mirando la báscula, ¿adivinen quién perdió más peso corporal? Los que siguieron la alimentación baja en carbohidratos.
Pero ¿adivinen quién perdió más grasa corporal? Los que siguieron la alimentación baja en grasas. De hecho, no hubo una pérdida significativa de grasa con la alimentación baja en carbohidratos, mientras que con la alimentación baja en grasas se perdió 1 kg de grasa. Lo que perdían con la alimentación baja en carbohidratos era masa libre de grasa, como el peso del agua, pero también músculo. Mientras que la masa libre de grasa se conservaba relativamente con la alimentación baja en grasas, la masa libre de grasa disminuyó con la alimentación baja en carbohidratos, y había pruebas de que los participantes estaban perdiendo masa muscular a pesar de comer más proteínas que cuando seguían la alimentación basada en plantas.
Pero cuando casi no comían carbohidratos, sus niveles de azúcar en sangre eran sin duda más bajos. ¿Tiene cabida la alimentación cetogénica en la práctica clínica de la diabetes? Se ha sugerido incluso que las dietas bajas en carbohidratos podrían poner en remisión la diabetes tipo 2, lo que se puede definir como un HbA1c (hemoglobina glicosilada), un marcador del control del azúcar en sangre, inferior al 6.5 % durante al menos tres meses después de suspender cualquier medicamento para reducir el azúcar en sangre. Pero los niveles altos de azúcar en sangre son solo el síntoma. La enfermedad es una intolerancia a los carbohidratos. Si eres alérgico al cacahuate y no tienes síntomas porque evitas el cacahuate, solo estás administrando la enfermedad, no curándola. Curar la alergia al cacahuate significaría poder comer cacahuates como cualquier persona que no sea alérgica al cacahuate. Lo mismo ocurre con los carbohidratos y la diabetes tipo 2. La verdadera remisión sería poder comer carbohidratos como todo el mundo sin sufrir efectos adversos.
Como ha explicado el Dr. Greger, las dietas bajas en carbohidratos pueden empeorar la diabetes, agravando la resistencia a la insulina y aumentando la intolerancia a los carbohidratos. Sin embargo, eso solo sería un problema si se volviera a comer carbohidratos. ¿Por qué no seguir una alimentación cetogénica para siempre?
¿Cuál es la eficacia y la seguridad de las dietas bajas en carbohidratos para la remisión de la diabetes tipo 2? En primer lugar, no funcionaron. Utilizando la definición de remisión “por debajo del 6,5 % y sin medicamento para la diabetes”, no se observó ningún efecto significativo a los 6 meses y a los 12 meses hubo menos remisión, lo que significa más diabetes en los grupos bajos en carbohidratos, junto con daños clínicamente importantes en la calidad de vida y el factor decisivo: un aumento del colesterol LDL.
El colesterol LDL, comúnmente conocido como colesterol malo, está reconocido de forma inequívoca como la principal fuerza impulsora del desarrollo de la enfermedad cardiovascular aterosclerótica, la mayor causa de muerte tanto en hombres como en mujeres.
Básicamente, debemos intentar que nuestro LDL sea lo más bajo posible. Cuanto más bajo y durante más tiempo, mejor. Incluso si nuestro colesterol LDL es normal, incluso si otros factores de riesgo de enfermedades cardíacas se consideran óptimos, es de suma importancia controlar nuestro colesterol LDL. Si el colesterol LDL es el principal impulsor de nuestra principal causa de muerte, entonces, si pudiéramos saber solo una cosa sobre una dieta, si solo pudiéramos hacer una pregunta sobre alguna nueva dieta que alguien nos recomiende, sería: “¿Cómo afecta esta dieta a mi colesterol LDL?”.
Si se sigue a personas que siguen una alimentación baja en carbohidratos durante un tiempo y se observa qué ocurre con sus puntuaciones de calcio en las arterias coronarias, que indican la progresión de la enfermedad coronaria, se comprueba que el grupo que sigue una dieta baja en carbohidratos tiene la mayor incidencia de empeoramiento del calcio en las arterias coronarias, aunque esto solo ocurre con las dietas bajas en carbohidratos basadas en productos animales, no en las basadas en plantas. Pero aquellos que comenzaron a seguir una dieta baja en carbohidratos rica en proteínas y grasas animales en la edad adulta temprana tenían un mayor riesgo de progresión del calcio en las arterias coronarias en la mediana edad.
Por supuesto, no todos los carbohidratos son iguales. Los carbohidratos que son perjudiciales para nuestra salud, como los azúcares y los cereales refinados, deben distinguirse de los que tienen efectos beneficiosos. Cuando la Asociación Americana del Corazón analizó los patrones alimenticios a nivel poblacional y los clasificó de más a menos coordinados con sus recomendaciones dietéticas para la salud cardíaca, ¿qué puesto ocuparon las dietas bajas en carbohidratos? Uno muy malo. De hecho, ocuparon el último lugar. Incluso cuando la alimentación muy baja en carbohidratos se sigue de manera óptima, promueve la restricción de alimentos considerados esenciales para la salud cardíaca, como las legumbres y los cereales integrales, e incluye fuentes de grasas saturadas como la carne y los lácteos, que se desaconsejan encarecidamente.
Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.
- Hall KD, Guo J, Courville AB, et al. Effect of a plant-based, low-fat diet versus an animal-based, ketogenic diet on ad libitum energy intake. Nat Med. 2021;27(2):344-353.
- Firman CH, Mellor DD, Unwin D, Brown A. Does a ketogenic diet have a place within diabetes clinical practice? Review of current evidence and controversies. Diabetes Ther. 2024;15(1):77-97.
- Goldenberg JZ, Johnston BC. Low and very low carbohydrate diets for diabetes remission. BMJ. 2021;373:n262.
- Riddle MC, Cefalu WT, Evans PH, et al. Consensus report: definition and interpretation of remission in type 2 diabetes. Diabetes Care. 2021;44(10):2438-2444.
- Goldenberg JZ, Day A, Brinkworth GD, et al. Efficacy and safety of low and very low carbohydrate diets for type 2 diabetes remission: systematic review and meta-analysis of published and unpublished randomized trial data. BMJ. 2021;372:m4743.
- Borén J, Chapman MJ, Krauss RM, et al. Low-density lipoproteins cause atherosclerotic cardiovascular disease: pathophysiological, genetic, and therapeutic insights: a consensus statement from the European Atherosclerosis Society Consensus Panel. Eur Heart J. 2020;41(24):2313-2330.
- Atar D, Jukema JW, Molemans B, et al. New cardiovascular prevention guidelines: How to optimally manage dyslipidaemia and cardiovascular risk in 2021 in patients needing secondary prevention? Atherosclerosis. 2021;319:51-61.
- Mhaimeed O, Burney ZA, Schott SL, Kohli P, Marvel FA, Martin SS. The importance of LDL-C lowering in atherosclerotic cardiovascular disease prevention: Lower for longer is better. Am J Prev Cardiol. 2024;18:100649.
- Fernández-Friera L, Fuster V, López-Melgar B, et al. Normal ldl-cholesterol levels are associated with subclinical atherosclerosis in the absence of risk factors. J Am Coll Cardiol. 2017;70(24):2979-2991.
- Poli A, Catapano AL, Corsini A, et al. LDL-cholesterol control in the primary prevention of cardiovascular diseases: An expert opinion for clinicians and health professionals. Nutr Metab Cardiovasc Dis. 2023;33(2):245-257.
- Gao (高静伟) JW, Hao (郝卿鋆) QY, Zhang (张海峰) HF, et al. Low-carbohydrate diet score and coronary artery calcium progression: results from the cardia study. Arterioscler Thromb Vasc Biol. 2021;41(1):491-500.
- Lorkowski S, Richter M, Linseisen J, Watzl B; German Nutrition Society. Associations of fats and carbohydrates with cardiovascular disease and mortality-PURE and simple?. Lancet. 2018;391(10131):1678-1679. doi:10.1016/S0140-6736(18)30800-6
- Gardner CD, Vadiveloo MK, Petersen KS, et al. Popular dietary patterns: alignment with american heart association 2021 dietary guidance: a scientific statement from the american heart association. Circulation. 2023;147(22):1715-1730.
Gráficos de Avo Media
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La inocuidad y la eficacia de las dietas cetogénicas bajas en carbohidratos para la remisión de la diabetes
LicenciaCreative Commons Attribution-NonCommercial 4.0 International (CC BY-NC 4.0)
URLNota del Doctor
Nota del Dr. Greger:
Estoy encantado de presentar a la Dra. Kristine Dennis, nuestra Científica Senior de Investigación. La Dra. Dennis es una experimentada científica en nutrición y salud pública que se unió a NutritionFacts para ampliar nuestra capacidad investigativa, sumergiéndose a fondo en la investigación, escribiendo guiones y ahora, narrando sus propios videos. Seguirán viendo videos tanto míos como de ella, sin un orden específico. Estoy muy feliz de que Kristine forme parte de NutritionFacts para ayudarnos a ampliar nuestra capacidad y perspectivas.
Este es el video al que me refería: ¿La dieta cetogénica mejora o empeora la diabetes?
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