Los primeros estudios sobre los atletas vegetarianos

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Atletas consumidores de carne fueron sometidos a pruebas de resistencia frente a atletas vegetarianos e incluso frente a vegetarianos sedentarios.

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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Gabriela Elizondo y Viviana García voluntarios activos en NutritionFacts.org.

En 1986, el acertadamente llamado James Parsley (“perejil” en inglés), condujo a un exitoso club de ciclistas vegetarianos a la victoria. Sus contrincantes evidentemente tuvieron que aceptar humildemente su derrota. Obviamente un belga lo puso a prueba en 1904, llegando a la conclusión de que aquellos que comían más vegetales supuestamente levantaban un peso como un 80% mayor; pero no pude encontrar la fuente principal en inglés. Sin embargo sí pude encontrar una serie de famosos experimentos en Yale, publicados hace más de un siglo, sobre la influencia del consumo de carne en la resistencia.  

Se comparó a cuarenta y nueve personas: atletas regulares (principalmente estudiantes de Yale), atletas vegetarianos y también vegetarianos sedentarios. “El experimento proporcionó un fuerte desafío a los argumentos de quienes se abstienen de comer carne”. Para gran sorpresa de los investigadores, los resultados parecieron reivindicar a los vegetarianos, sugiriendo que el no comer carne lleva a una mayor resistencia comparada con la de las personas acostumbradas a la dieta estadounidense estándar.

Veamos: la primera prueba de resistencia entre consumidores de carne y quienes se abstenían de esta consistió en determinar cuántos minutos consecutivos podías mantener tus brazos levantados de manera horizontal. Los atletas regulares de Yale fueron capaces de mantener sus brazos levantados, en promedio, unos 10 minutos. Esto es mucho más difícil de lo que parece. Inténtalo… Bien, pero los vegetarianos pudieron hacerlo como cinco veces mejor. El tiempo máximo de los consumidores de carne fue solo la mitad del promedio de los vegetarianos. Solo dos consumidores de carne alcanzaron los 15 minutos, mientras que más de dos tercios de los vegetarianos aguantaron 15 minutos. Ninguno entre aquellos con una alimentación regular alcanzó la media hora, mientras que casi la mitad de aquellos con una alimentación saludable lo hizo, incluídas nueve personas superaron una hora, cuatro que excedieron las dos horas y uno que aguantó más de tres horas.   

¿Cuántas flexiones profundas de rodilla puedes hacer? Un atleta pudo hacer más de 1000, en promedio se hicieron 383, pero incluso estos atletas fueron derrotados por los vegetarianos sedentarios. Eso es lo más descabellado, incluso los sedentarios que se abstienen de comer carne superaron a los deportistas consumidores de carne. Los sedentarios que se abstenían de comer carne eran, en la mayoría de los casos, doctores que se la pasaban sentados todo el día. ¡Quiero un doctor que pueda hacer mil flexiones profundas de rodilla!  

Y en términos de recuperación, todas esas flexiones profundas de rodilla dejaron a todos los participantes adoloridos, pero mucho más a aquellos que comían carne. Entre los vegetarianos, de los dos que hicieron alrededor de 2000 flexiones profundas de rodilla, uno se fue inmediatamente a correr en la pista y el otro se fue a seguir con sus deberes de enfermería. Por otro lado, entre los consumidores de carne: un hombre que hizo 254 flexiones, trato de hacer la siguiente y no se pudo levantar, de hecho tuvo que ser transportado y lo incapacitaron varios días; otro quedó afectado por semanas después de desmayarse.

Puede inferirse, sin duda razonable, concluyó el una vez escéptico investigador de Yale, que la resistencia del grupo de atletas consumidores de carne fue muy inferior a la de los vegetarianos, incluso a la de los sedentarios. ¿Qué puede causar esta diferencia tan notable? Algunos argumentaron que la carne contenía una especie de “venenos de fatiga”, pero un investigador alemán que detalló sus experimentos con atletas ofreció una respuesta más prosaica. En su libro sobre lo que parecen estudios fisiológicos de vegetarianos “superventajosos”, ya les dije que solo hablo inglés, él especuló que la aparente superioridad de los vegetarianos se debía solo a la determinación tremenda de éstos para probar su punto y difundir su propaganda; así que ellos solo hicieron un mayor esfuerzo en las pruebas que sus rivales consumidores de carne. Los investigadores de Yale se preocuparon por eso y, consecuentemente, tomaron medidas especiales para estimular a los consumidores de carne al límite, apelando a su orgullo por su universidad. No dejen que esos miserables vegetarianos le ganen al “espirítu de Yale”.  

Los experimentos se publicaron en The New York Times. Los atletas de Yale consumidores de carne (suena como una película de zombies) fueron derrotados en rigurosas pruebas de resistencia. “El profesor de Yale cree que él ha probado definitivamente la inferioridad de los consumidores de carne en pruebas de fuerza y resistencia en comparación con quienes no consumen carne”. Algunos de los atletas más exitosos de Yale participaron en las pruebas de fuerza y el profesor Fischer mencionó que fueron obligados a admitir su inferioridad. ¿Cómo es que la verdad de este estudio se ha ocultado por tanto tiempo? Una razón, sugirió el profesor Fisher, es que los vegetarianos son su propio peor enemigo. En su fanatismo, van inmediatamente de la premisa de que comer carne está mal (generalmente basado en una escritura o una especie de dogma) y luego dicen que el consumo de carne no es saludable. Así no es como funciona la ciencia y el ignorar la lógica los descalifica al hacerlos ver como fanáticos y previene que se haga una investigación científica genuina. Mucha ciencia, incluso en ese tiempo, apuntaba marcadamente hacia una alimentación más a base de vegetales. Sin embargo, la palabra vegetariano (incluso hace 110 años) tenía una connotación tan mala que muchos estaban reacios a conceder la ciencia a su favor. La actitud científica apropiada es estudiar la cuestión del consumo de carne exactamente de la misma manera en que uno lo haría al estudiar la pregunta sobre cualquier otra cosa.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

Créditos de la imagen: Balcer~commonswiki vía wikimedia.org. La imagen ha sido modificada.

Gráficos de Avocado Video

A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Gabriela Elizondo y Viviana García voluntarios activos en NutritionFacts.org.

En 1986, el acertadamente llamado James Parsley (“perejil” en inglés), condujo a un exitoso club de ciclistas vegetarianos a la victoria. Sus contrincantes evidentemente tuvieron que aceptar humildemente su derrota. Obviamente un belga lo puso a prueba en 1904, llegando a la conclusión de que aquellos que comían más vegetales supuestamente levantaban un peso como un 80% mayor; pero no pude encontrar la fuente principal en inglés. Sin embargo sí pude encontrar una serie de famosos experimentos en Yale, publicados hace más de un siglo, sobre la influencia del consumo de carne en la resistencia.  

Se comparó a cuarenta y nueve personas: atletas regulares (principalmente estudiantes de Yale), atletas vegetarianos y también vegetarianos sedentarios. “El experimento proporcionó un fuerte desafío a los argumentos de quienes se abstienen de comer carne”. Para gran sorpresa de los investigadores, los resultados parecieron reivindicar a los vegetarianos, sugiriendo que el no comer carne lleva a una mayor resistencia comparada con la de las personas acostumbradas a la dieta estadounidense estándar.

Veamos: la primera prueba de resistencia entre consumidores de carne y quienes se abstenían de esta consistió en determinar cuántos minutos consecutivos podías mantener tus brazos levantados de manera horizontal. Los atletas regulares de Yale fueron capaces de mantener sus brazos levantados, en promedio, unos 10 minutos. Esto es mucho más difícil de lo que parece. Inténtalo… Bien, pero los vegetarianos pudieron hacerlo como cinco veces mejor. El tiempo máximo de los consumidores de carne fue solo la mitad del promedio de los vegetarianos. Solo dos consumidores de carne alcanzaron los 15 minutos, mientras que más de dos tercios de los vegetarianos aguantaron 15 minutos. Ninguno entre aquellos con una alimentación regular alcanzó la media hora, mientras que casi la mitad de aquellos con una alimentación saludable lo hizo, incluídas nueve personas superaron una hora, cuatro que excedieron las dos horas y uno que aguantó más de tres horas.   

¿Cuántas flexiones profundas de rodilla puedes hacer? Un atleta pudo hacer más de 1000, en promedio se hicieron 383, pero incluso estos atletas fueron derrotados por los vegetarianos sedentarios. Eso es lo más descabellado, incluso los sedentarios que se abstienen de comer carne superaron a los deportistas consumidores de carne. Los sedentarios que se abstenían de comer carne eran, en la mayoría de los casos, doctores que se la pasaban sentados todo el día. ¡Quiero un doctor que pueda hacer mil flexiones profundas de rodilla!  

Y en términos de recuperación, todas esas flexiones profundas de rodilla dejaron a todos los participantes adoloridos, pero mucho más a aquellos que comían carne. Entre los vegetarianos, de los dos que hicieron alrededor de 2000 flexiones profundas de rodilla, uno se fue inmediatamente a correr en la pista y el otro se fue a seguir con sus deberes de enfermería. Por otro lado, entre los consumidores de carne: un hombre que hizo 254 flexiones, trato de hacer la siguiente y no se pudo levantar, de hecho tuvo que ser transportado y lo incapacitaron varios días; otro quedó afectado por semanas después de desmayarse.

Puede inferirse, sin duda razonable, concluyó el una vez escéptico investigador de Yale, que la resistencia del grupo de atletas consumidores de carne fue muy inferior a la de los vegetarianos, incluso a la de los sedentarios. ¿Qué puede causar esta diferencia tan notable? Algunos argumentaron que la carne contenía una especie de “venenos de fatiga”, pero un investigador alemán que detalló sus experimentos con atletas ofreció una respuesta más prosaica. En su libro sobre lo que parecen estudios fisiológicos de vegetarianos “superventajosos”, ya les dije que solo hablo inglés, él especuló que la aparente superioridad de los vegetarianos se debía solo a la determinación tremenda de éstos para probar su punto y difundir su propaganda; así que ellos solo hicieron un mayor esfuerzo en las pruebas que sus rivales consumidores de carne. Los investigadores de Yale se preocuparon por eso y, consecuentemente, tomaron medidas especiales para estimular a los consumidores de carne al límite, apelando a su orgullo por su universidad. No dejen que esos miserables vegetarianos le ganen al “espirítu de Yale”.  

Los experimentos se publicaron en The New York Times. Los atletas de Yale consumidores de carne (suena como una película de zombies) fueron derrotados en rigurosas pruebas de resistencia. “El profesor de Yale cree que él ha probado definitivamente la inferioridad de los consumidores de carne en pruebas de fuerza y resistencia en comparación con quienes no consumen carne”. Algunos de los atletas más exitosos de Yale participaron en las pruebas de fuerza y el profesor Fischer mencionó que fueron obligados a admitir su inferioridad. ¿Cómo es que la verdad de este estudio se ha ocultado por tanto tiempo? Una razón, sugirió el profesor Fisher, es que los vegetarianos son su propio peor enemigo. En su fanatismo, van inmediatamente de la premisa de que comer carne está mal (generalmente basado en una escritura o una especie de dogma) y luego dicen que el consumo de carne no es saludable. Así no es como funciona la ciencia y el ignorar la lógica los descalifica al hacerlos ver como fanáticos y previene que se haga una investigación científica genuina. Mucha ciencia, incluso en ese tiempo, apuntaba marcadamente hacia una alimentación más a base de vegetales. Sin embargo, la palabra vegetariano (incluso hace 110 años) tenía una connotación tan mala que muchos estaban reacios a conceder la ciencia a su favor. La actitud científica apropiada es estudiar la cuestión del consumo de carne exactamente de la misma manera en que uno lo haría al estudiar la pregunta sobre cualquier otra cosa.

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Créditos de la imagen: Balcer~commonswiki vía wikimedia.org. La imagen ha sido modificada.

Gráficos de Avocado Video

Nota del Doctor

Este es el segundo video de una serie de tres sobre atletas vegetarianos. Si te perdiste el anterior, ve: La dieta de los gladiadores y el aumento de atletas vegetarianos, sigue atento a El poder, la fuerza y la resistencia muscular de los vegetarianos

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