Los productos de glicación avanzada en nuestra dieta pueden suprimir la actividad enzimática de la sirtuina y desempeñar un papel en la pérdida de volumen cerebral relacionada con la edad.
Reducir la ingesta de glicotoxinas para prevenir el alzhéimer
Cada uno de nosotros tiene cerca de 10 billones de kilómetros de ADN. ¿Qué hace nuestro cuerpo para evitar que se enrede todo? Hay proteínas especiales llamadas histonas, que actúan como bobinas, con ADN como el hilo. Enzimas llamadas sirtuinas envuelven el ADN alrededor de las bobinas de histonas y, al hacerlo, silencian cualquier gen presente en ese tramo de ADN–por eso se llaman SIRtuinas, de Silencing Information Regulator (regulador para silenciar información).
A pesar de que fueron descubiertas hace tan sólo una década, el estudio de las sirtuinas se ha convertido en una de las áreas más prometedoras de la biomedicina, ya que parecen estar involucradas en promover la longevidad y el envejecimiento saludables. La supresión de esta defensa clave en el huésped es considerada una característica central de la enfermedad de Alzheimer.
Autopsias de víctimas de Alzheimer revelan que la pérdida de actividad de la enzima sirtuina está estrechamente relacionada con la característica acumulación de las placas y nudos en el cerebro que se ve en las víctimas de Alzheimer. Las sirtuinas parecen activar las vías que dirigen el cerebro para evitar la formación de placa y que se enmarañen las proteínas. Debido a que la reducción en la actividad de la sirtuina puede tener efectos claramente nocivos para la salud de los nervios, están tratando de producir medicinas para aumentar la actividad de las sirtuinas–pero, ¿por qué no simplemente prevenir su supresión en primer lugar?
Glicotoxinas en los alimentos suprimen la actividad de las sirtuinas, estos llamados productos de glicación avanzada, o AGEs (edad, o envejecer, en inglés). Nuestra dieta moderna incluye exceso de AGEs, lo que puede ser neurotóxico. Altos niveles en la sangre pueden predecir deterioro cognitivo con el paso del tiempo.
Si mides en la orina los niveles de glicotoxinas que fluye por los cuerpos de adultos de edad avanzada, aquellos con los niveles más altos sufrieron el mayor deterioro cognitivo durante los siguientes nueve años.
A medida que envejecemos, nuestro cerebro encoge, literalmente. Cuando entramos en nuestros 60 y 70 años de edad perdemos una media de cinco centímetros cúbicos del volumen total de tejido cerebral cada año, pero unos pierden más que otros. La atrofia cerebral puede ser reducida en individuos muy saludables. Y algunas personas no pierden nada de cerebro en absoluto. Normalmente perdemos aproximadamente el 2% del volumen cerebral cada año, pero eso es sólo el promedio. A pesar de que el promedio de pérdida cerebral para gente en sus 70 y 80 años fue del 2,1%, algunos perdieron más, otros perdieron menos, y algunos hombres y mujeres no perdieron nada en absoluto durante un periodo de cuatro años.
Investigadores en Australia proporcionaron la primera evidencia que vincula AGEs con este tipo de pérdida de volumen cerebral. Así que limitar nuestro consumo de estos compuestos puede llegar a tener beneficios significativos para la salud pública.
Debido a que la deficiencia de sirtuina se puede prevenir y revertir por medio de la reducción de los AGEs dietéticos, una estrategia terapéutica que incluye comer menos AGEs puede ofrecer una nueva vía para combatir la epidemia de Alzheimer.
Algunas de estas glicotoxinas son producidas internamente, particularmente en los diabéticos, pero cualquier persona las puede obtener por medio de fumar o comer–particularmente alimentos con alto contenido en grasas y proteínas.
En un vídeo anterior hice una lista de los 15 alimentos más contaminados con glicotoxinas–sobre todo la carne de pollo, pero también la carne de cerdo, de vaca, y la de pescado–lo que puede ayudar a explicar por qué aquellos que comen más carne pueden tener el triple de riesgo de contraer demencia, en comparación con los que han sido vegetarianos durante mucho tiempo.
Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el vídeo más arriba. Esto es sólo una aproximación del audio contribuida por Katie Schloer. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Maria Menacho y Adrián Bravo López.
Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.
Imágenes gracias a Meagan vía Flickr y Richard Wheeler vía Wikimedia Commons.
Cada uno de nosotros tiene cerca de 10 billones de kilómetros de ADN. ¿Qué hace nuestro cuerpo para evitar que se enrede todo? Hay proteínas especiales llamadas histonas, que actúan como bobinas, con ADN como el hilo. Enzimas llamadas sirtuinas envuelven el ADN alrededor de las bobinas de histonas y, al hacerlo, silencian cualquier gen presente en ese tramo de ADN–por eso se llaman SIRtuinas, de Silencing Information Regulator (regulador para silenciar información).
A pesar de que fueron descubiertas hace tan sólo una década, el estudio de las sirtuinas se ha convertido en una de las áreas más prometedoras de la biomedicina, ya que parecen estar involucradas en promover la longevidad y el envejecimiento saludables. La supresión de esta defensa clave en el huésped es considerada una característica central de la enfermedad de Alzheimer.
Autopsias de víctimas de Alzheimer revelan que la pérdida de actividad de la enzima sirtuina está estrechamente relacionada con la característica acumulación de las placas y nudos en el cerebro que se ve en las víctimas de Alzheimer. Las sirtuinas parecen activar las vías que dirigen el cerebro para evitar la formación de placa y que se enmarañen las proteínas. Debido a que la reducción en la actividad de la sirtuina puede tener efectos claramente nocivos para la salud de los nervios, están tratando de producir medicinas para aumentar la actividad de las sirtuinas–pero, ¿por qué no simplemente prevenir su supresión en primer lugar?
Glicotoxinas en los alimentos suprimen la actividad de las sirtuinas, estos llamados productos de glicación avanzada, o AGEs (edad, o envejecer, en inglés). Nuestra dieta moderna incluye exceso de AGEs, lo que puede ser neurotóxico. Altos niveles en la sangre pueden predecir deterioro cognitivo con el paso del tiempo.
Si mides en la orina los niveles de glicotoxinas que fluye por los cuerpos de adultos de edad avanzada, aquellos con los niveles más altos sufrieron el mayor deterioro cognitivo durante los siguientes nueve años.
A medida que envejecemos, nuestro cerebro encoge, literalmente. Cuando entramos en nuestros 60 y 70 años de edad perdemos una media de cinco centímetros cúbicos del volumen total de tejido cerebral cada año, pero unos pierden más que otros. La atrofia cerebral puede ser reducida en individuos muy saludables. Y algunas personas no pierden nada de cerebro en absoluto. Normalmente perdemos aproximadamente el 2% del volumen cerebral cada año, pero eso es sólo el promedio. A pesar de que el promedio de pérdida cerebral para gente en sus 70 y 80 años fue del 2,1%, algunos perdieron más, otros perdieron menos, y algunos hombres y mujeres no perdieron nada en absoluto durante un periodo de cuatro años.
Investigadores en Australia proporcionaron la primera evidencia que vincula AGEs con este tipo de pérdida de volumen cerebral. Así que limitar nuestro consumo de estos compuestos puede llegar a tener beneficios significativos para la salud pública.
Debido a que la deficiencia de sirtuina se puede prevenir y revertir por medio de la reducción de los AGEs dietéticos, una estrategia terapéutica que incluye comer menos AGEs puede ofrecer una nueva vía para combatir la epidemia de Alzheimer.
Algunas de estas glicotoxinas son producidas internamente, particularmente en los diabéticos, pero cualquier persona las puede obtener por medio de fumar o comer–particularmente alimentos con alto contenido en grasas y proteínas.
En un vídeo anterior hice una lista de los 15 alimentos más contaminados con glicotoxinas–sobre todo la carne de pollo, pero también la carne de cerdo, de vaca, y la de pescado–lo que puede ayudar a explicar por qué aquellos que comen más carne pueden tener el triple de riesgo de contraer demencia, en comparación con los que han sido vegetarianos durante mucho tiempo.
Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el vídeo más arriba. Esto es sólo una aproximación del audio contribuida por Katie Schloer. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Maria Menacho y Adrián Bravo López.
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Reducir la ingesta de glicotoxinas para prevenir el alzhéimer
LicenciaCreative Commons Attribution-NonCommercial 4.0 International (CC BY-NC 4.0)
URLNota del Doctor
Estoy tan contento de haber podido finalmente cubrir el tema de las sirtuinas. Unas enzimas tan importantes, pero estaba esperando una relación dietética.
He cubierto los productos de glicación avanzada anteriormente en:
Más sobre ralentizar del envejecimiento cerebral en Cómo retrasar dos años el envejecimiento cerebral.
Échale un vistazo a la página de información sobre los recursos traducidos.