La traducción de este texto viene de la mano de nuestra voluntaria Tamara Amor.
El té verde ha sido considerado una defensa natural contra el cáncer. Los estudios poblacionales que vinculan su consumo con un menor riesgo de cáncer llevaron a algunos a recomendar la incorporación del té en la dieta “para beneficiarse de sus propiedades anticancerígenas”. Después de todo, ¿cuál es la desventaja?
El problema es que los estudios demográficos no pueden probar causa y efecto. “No es posible determinar a partir de estos estudios si el té verde previene el cáncer en las personas”… hasta que se ponga a prueba.
El cáncer de próstata está precedido por una afección precancerosa conocida como neoplasia intraepitelial. En el minuto 0:41 en mi video Tratar el cáncer de próstata con té verde se puede ver un gráfico de la progresión. En menos de 1 año, alrededor del 30% de las neoplasias se convierten en cáncer. Debido a que no se brinda tratamiento a los pacientes hasta que son diagnosticados con cáncer, se presenta una oportunidad perfecta para probar el efecto del té verde. Con ese objetivo se realizó un estudio en el que participaron 60 hombres con neoplasia intraepitelial precancerosa de próstata y se les dio al azar té verde o placebo. Dado que es difícil preparar un placebo convincente, los investigadores usaron píldoras de té verde que eran equivalentes a tomar alrededor de 6 tazas al día y las compararon con píldoras de azúcar. Seis meses después del estudio, se les realizaron biopsias a todos los participantes. En el grupo del placebo, 6 de los 30 hombres desarrollaron cáncer a mitad de camino y 3 de los 24 restantes a finales de año. Lo que significa que alrededor del 30% (9 de cada 30) desarrollaron cáncer en el primer año, que es lo que sucede en general sin ningún tratamiento. Sin embargo, en el grupo del té verde, ninguno de los 30 hombres desarrolló cáncer en los primeros 6 meses y solo 1 a finales del año. Ese 1 de cada 30 significa casi 10 veces menos probabilidades que el grupo placebo. Esto fue la primera demostración de que los compuestos de té verde podrían ser “muy efectivos para tratar lesiones premalignas antes de que se desarrolle el cáncer de próstata”. Incluso 1 año después, luego de que los participantes interrumpieran el consumo de té, casi el 90% siguió sin desarrollarlo, mientras que más de la mitad del grupo placebo lo desarrolló, como se puede ver en el minuto 2:09 en mi video. Esto sugiere que los beneficios del té verde pueden ser “duraderos”, con una reducción general de casi un 80% del cáncer de próstata.
Ahora bien, ¿qué pasa si el cáncer ya está manifestado? En un estudio, le administraron un suplemento de extracto de té verde a 26 hombres con cáncer de próstata durante alrededor de 1 mes antes de que se la extirparan. Como resultado, hubo una disminución significativa en una serie de biomarcadores de cáncer, como los niveles de PSA, lo que sugiere una reducción del tumor. Sin embargo, no hubo un grupo de control y además el estudio fue financiado por la propia compañía de suplementos. Cuando un grupo independiente de investigadores intentó replicar los resultados en un ensayo aleatorizado, doble ciego y con grupo de control, no pudieron encontrar ninguna mejora significativa. ¿Quizás sea que el té verde es efectivo solo en la etapa precancerosa y no es tan poderoso como “para reducir de forma significativa el cáncer de próstata ya manifestado”?
En efecto, no pareció ayudar en el cáncer metastásico avanzado en los 2 estudios que lo probaron. Incluso, hace poco se han puesto en duda también los resultados precancerosos. Cuando unos investigadores intentaron replicarlo, el grupo de extracto de té verde solo redujo a la mitad el desarrollo del cáncer de próstata, lo que también pudo haber sucedido por casualidad, dada la pequeña cantidad de participantes. Entonces, ¿qué significa todo esto?
Por desgracia, las píldoras de extracto de té verde no están exentas de riesgos. Ha habido más de 10 de informes de casos de daño hepático asociado a su uso. Hasta que haya una evidencia más sólida de beneficios, es preferible tomar solo el té. Pero ¿té verde o negro? Un estudio reciente que asignó al azar a 100 hombres con cáncer de próstata a consumir 6 tazas diarias de uno o del otro, encontró una disminución significativa en los niveles de PSA y NF-kB en el grupo que consumió té verde, pero no en el de té negro ni en el de control, como se puede ver en el minuto 4:12 en mi video. Se cree que NF-kB es un marcador de la progresión del cáncer de próstata, por lo que el té verde parece funcionar mejor.
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