¿Es la ortorexia un desorden alimenticio real?

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Buscar el origen y legitimidad de una enfermedad que supuestamente describe “una obsesión insalubre con comer sano”.

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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Natalia Emerson y Tatiana Fernández voluntarios activos en NutritionFacts.org.

La ortorexia nervosa se describe como una “fijación obsesiva con los alimentos o una nociva obsesión con una alimentación saludable”. La ortorexia ha sido catalogada como un tipo de “alimentación mojigata” o como una “alimentación pura” por parte de los que “sufren” del trastorno. Espera, vamos a dar un paso atrás. Primero que todo, aunque este “fenómeno” ha sido descrito en la literatura científica, no ha sido reconocido formalmente como un diagnóstico psiquiátrico oficial. Además, la ortorexia no tiene una definición aceptada, ni criterios de diagnóstico validados. Y si no se puede hacer un diagnóstico o definirla de forma válida, ¿de qué sirve? Primero que nada, ¿de dónde salió este concepto? De ninguna fuente académica, sino de un artículo en la prensa popular llamado “confesiones de un adicto a la comida saludable” publicado por una revista llamada Yoga Journal.

Exploremos su legitimidad científica. Evidentemente, parece que los ortoréxicos en forma obsesiva evitan los alimentos procesados, las grasas no saludables y los alimentos que contienen demasiada sal o azúcar. Pero espera, por definición, deberíamos evitar las grasas no saludables ¡porque son no saludables! Y cualquier cosa que contenga demasiada sal o demasiada azúcar, es porque tiene demasiada sal y demasiada azúcar. ¿Es una persona que no fuma obsesivamente un ortospirexico por evitar los cigarrillos? ¿O por estar obsesionado con una respiración “adecuada”? “Los padres intentan limitar estrictamente el consumo de azúcar en sus hijos…” ¡No! Ellos, también están chiflados.

“Los ortoréxicos se fijan que el valor nutricional de una comida sea más importante que solo el placer de ingerirla”. Pero si no lo hicieras aunque sea un poco, ¿comerías donas todo el día? Si el placer siempre le ganara a la salud, entonces deberíamos todos empezar a usar heroína.

Uno de los criterios propuestos es “una preocupación inusual sobre la propia salud”. ¿Qué significa eso? ¿tendrías una enfermedad mental si decidieras eliminar el tocino de tu hamburguesa con doble queso? Podría interpretarse como un nivel inusual de preocupación en una dieta americana estándar.

“Las personas con ortorexia prestan una atención excesiva a la calidad de los alimentos consumidos, tanto así que prefieren no ingerir alimentos no saludables”. ¡Te apuesto a que también se preocupan de usar los cinturones de seguridad! Es mejor que reprogramemos sus pensamientos poco saludables sobre salud, con una terapia cognitiva conductual combinada por supuesto, con medicamentos (ISRS como Zoloft, Prozac y Paxil). Eso es lo que recomiendan los “expertos”.

Con respecto a los medicamentos psicotrópicos, los ISRS si pueden ayudar, pero también es posible que tengas que sumergirte en los antipsicóticos atípicos. Y a menudo habrá una concesión como: “Desde una perspectiva clínica y de salud pública, por supuesto que no sería razonable sugerir que las personas que siguen una dieta estricta y saludable estén poniendo en peligro su salud”. Solo alcanza un significado de importancia “clínica” cuando una alimentación ‘orientada a la salud’ empieza a causar problemas en las relaciones interpersonales o perjudica la vida social de un individuo. Es como si alguien le pidiera a su pareja que no fume cerca de él o ella o de los niños y ese comportamiento “orientado a la salud” causara “dificultades entre las personas” en esta relación. ¿Deberías callarte entonces? ¿O tú deberías comenzar a fumar para no generar problemas con tu pareja que sí lo hace? Y en relación con la vida social, ¿tendrías una enfermedad mental si le dices a tu cita que prefieres no ir a un asadero o a un club para fumadores?

“El problema es cuando este comportamiento comienza a obstaculizar la capacidad de una persona para participar en la sociedad en forma cotidiana”. ¿Por ejemplo, qué sucedería si comenzaras a llevar tus propios alimentos a las cenas a las cuales asistes? Tal vez he asistido a demasiadas cenas, pero llevar un platillo saludable para compartir no me suena a delito psiquiátrico que requiera medicamentos.

Y ahora está el Instagram. Piensa en las implicaciones que las redes sociales pueden tener en el bienestar psicológico de cientos de miles de personas. ¿Sabías que “las publicaciones de alimentos saludables tienden a recibir más apoyo por parte de los usuarios que sus contrapartes menos saludables, lo que indica una actitud positiva hacia los alimentos y la alimentación saludable?” Muy pronto todos estarán tomando fotos del brócoli. ¡Rápido, saca las camisas de fuerza!

En sus décadas de práctica médica, el Dr. Dean Ornish dice que nunca ha visto un caso de “ortorexia”. En su lugar dice que la mayoría de las personas “tienen el problema opuesto; no les importa lo suficiente el cómo se alimentan”.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

Imagen de: artistlike vía pixabay. La imagen ha sido modificada.

Gráficos de Avocado Video

A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Natalia Emerson y Tatiana Fernández voluntarios activos en NutritionFacts.org.

La ortorexia nervosa se describe como una “fijación obsesiva con los alimentos o una nociva obsesión con una alimentación saludable”. La ortorexia ha sido catalogada como un tipo de “alimentación mojigata” o como una “alimentación pura” por parte de los que “sufren” del trastorno. Espera, vamos a dar un paso atrás. Primero que todo, aunque este “fenómeno” ha sido descrito en la literatura científica, no ha sido reconocido formalmente como un diagnóstico psiquiátrico oficial. Además, la ortorexia no tiene una definición aceptada, ni criterios de diagnóstico validados. Y si no se puede hacer un diagnóstico o definirla de forma válida, ¿de qué sirve? Primero que nada, ¿de dónde salió este concepto? De ninguna fuente académica, sino de un artículo en la prensa popular llamado “confesiones de un adicto a la comida saludable” publicado por una revista llamada Yoga Journal.

Exploremos su legitimidad científica. Evidentemente, parece que los ortoréxicos en forma obsesiva evitan los alimentos procesados, las grasas no saludables y los alimentos que contienen demasiada sal o azúcar. Pero espera, por definición, deberíamos evitar las grasas no saludables ¡porque son no saludables! Y cualquier cosa que contenga demasiada sal o demasiada azúcar, es porque tiene demasiada sal y demasiada azúcar. ¿Es una persona que no fuma obsesivamente un ortospirexico por evitar los cigarrillos? ¿O por estar obsesionado con una respiración “adecuada”? “Los padres intentan limitar estrictamente el consumo de azúcar en sus hijos…” ¡No! Ellos, también están chiflados.

“Los ortoréxicos se fijan que el valor nutricional de una comida sea más importante que solo el placer de ingerirla”. Pero si no lo hicieras aunque sea un poco, ¿comerías donas todo el día? Si el placer siempre le ganara a la salud, entonces deberíamos todos empezar a usar heroína.

Uno de los criterios propuestos es “una preocupación inusual sobre la propia salud”. ¿Qué significa eso? ¿tendrías una enfermedad mental si decidieras eliminar el tocino de tu hamburguesa con doble queso? Podría interpretarse como un nivel inusual de preocupación en una dieta americana estándar.

“Las personas con ortorexia prestan una atención excesiva a la calidad de los alimentos consumidos, tanto así que prefieren no ingerir alimentos no saludables”. ¡Te apuesto a que también se preocupan de usar los cinturones de seguridad! Es mejor que reprogramemos sus pensamientos poco saludables sobre salud, con una terapia cognitiva conductual combinada por supuesto, con medicamentos (ISRS como Zoloft, Prozac y Paxil). Eso es lo que recomiendan los “expertos”.

Con respecto a los medicamentos psicotrópicos, los ISRS si pueden ayudar, pero también es posible que tengas que sumergirte en los antipsicóticos atípicos. Y a menudo habrá una concesión como: “Desde una perspectiva clínica y de salud pública, por supuesto que no sería razonable sugerir que las personas que siguen una dieta estricta y saludable estén poniendo en peligro su salud”. Solo alcanza un significado de importancia “clínica” cuando una alimentación ‘orientada a la salud’ empieza a causar problemas en las relaciones interpersonales o perjudica la vida social de un individuo. Es como si alguien le pidiera a su pareja que no fume cerca de él o ella o de los niños y ese comportamiento “orientado a la salud” causara “dificultades entre las personas” en esta relación. ¿Deberías callarte entonces? ¿O tú deberías comenzar a fumar para no generar problemas con tu pareja que sí lo hace? Y en relación con la vida social, ¿tendrías una enfermedad mental si le dices a tu cita que prefieres no ir a un asadero o a un club para fumadores?

“El problema es cuando este comportamiento comienza a obstaculizar la capacidad de una persona para participar en la sociedad en forma cotidiana”. ¿Por ejemplo, qué sucedería si comenzaras a llevar tus propios alimentos a las cenas a las cuales asistes? Tal vez he asistido a demasiadas cenas, pero llevar un platillo saludable para compartir no me suena a delito psiquiátrico que requiera medicamentos.

Y ahora está el Instagram. Piensa en las implicaciones que las redes sociales pueden tener en el bienestar psicológico de cientos de miles de personas. ¿Sabías que “las publicaciones de alimentos saludables tienden a recibir más apoyo por parte de los usuarios que sus contrapartes menos saludables, lo que indica una actitud positiva hacia los alimentos y la alimentación saludable?” Muy pronto todos estarán tomando fotos del brócoli. ¡Rápido, saca las camisas de fuerza!

En sus décadas de práctica médica, el Dr. Dean Ornish dice que nunca ha visto un caso de “ortorexia”. En su lugar dice que la mayoría de las personas “tienen el problema opuesto; no les importa lo suficiente el cómo se alimentan”.

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Nota del Doctor

Me divertí mucho haciendo esta serie, estaba ansioso por que se publicaran y ¡hoy es el gran día!. Manténte atento para la asombrosa conclusión de mi serie de tres videos con Síntomas de la ortorexia nervosa y Las pruebas de ortorexia.

Échale un vistazo a la página de información sobre los recursos traducidos.

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