¿Deberíamos estar preocupados por los efectos de la ocratoxina?

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El costo de beneficio de las micotoxinas depende en qué alimento sea el contaminado.

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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por María José voluntaria activa en NutritionFacts.org.

Se ha descrito la ocratoxina como un elemento tóxico para el sistema inmunitario, el desarrollo del feto, los riñones y el sistema nervioso, y también como un carcinógeno… en estudios sobre animales. La ocratoxina causa toxicidad renal en algunas especies animales, pero no hay muchas evidencias documentadas sobre los efectos adversos en humanos. Por eso solo se clasifica como un posible carcinógeno humano.

Big Ag asegura que los niveles actuales de ocratoxina son seguros incluso para aquellos que consumen muchos alimentos contaminados. El peor de los casos puede ser el de niños pequeños que comen muchos cereales de avena, pero incluso en este caso consideran el riesgo de que estos niños sufran cáncer a lo largo de su vida como desdeñable. Los que están en contra de que se implanten normas reguladoras indican que puedes comer más de 42 tazones de avena al día sin preocupación. ¿De dónde sacan estos cálculos?

Determinan la llamada dosis de referencia en animales (la dosis de la toxina que supone un aumento de un 10 % en patología) y, como uno prefiere pecar de precavido, por seguridad divides esa dosis por 500 para compensar y desarrollar así la ingesta diaria tolerable.

Para el riesgo de padecer cáncer, puedes encontrar la dosis del tumor (la dosis que aumenta la incidencia de tumores en animales de laboratorio en un 5 %) y extrapolar para obtener la “ingesta para un riesgo de cáncer desdeñable”, multiplicando de forma efectiva la seguridad por 5000. Parece un poco arbitrario, ¿no? Pero ¿qué otra cosa puedes hacer? No puedes darle estos alimentos a la gente de forma deliberada para ver qué pasa. Sin embargo, la gente los come continuamente. ¿No podemos hacer un seguimiento de estas personas y su dieta a lo largo del tiempo para ver si los que comen más cereales integrales como la avena, por ejemplo, tienen más probabilidades de desarrollar cáncer o vivir menos tiempo?

¿Cuál es la asociación entre el consumo de cereales integrales y  una mortalidad por todas las causas, por problemas cardiovasculares y por cáncer? Una ración de menos de 30 gramos adicionales de cereales integrales al día se asocia, no solo con un riesgo menor de cáncer, sino también con un riesgo menor de mortalidad por todas las causas. Aquí tenemos todos los grandes estudios sobre el cáncer. En todos y cada uno de ellos se tendía, en todo caso, a un riesgo más bajo de padecer cáncer.

En conclusión, no hay confirmación de efectos adversos en estos estudios poblacionales. Esto no quiere decir necesariamente que la ocratoxina sea inocua, pero sus riesgos no superan los beneficios que ya se conocen del consumo de cereales integrales. De hecho, los elementos saludables de los cereales integrales como los antioxidantes protegen las células y pueden reducir directamente el efecto de las micotoxinas, así que comer muchas frutas y verduras también puede ayudar. En cualquier caso, una dieta saludable puede tener un impacto significativo en la reducción del riesgo.

En resumen, los alimentos saludables como los cereales integrales son buenos, pero no tanto como podrían por culpa de la ocratoxina; por otro lado, alimentos menos saludables, como el vino y el cerdo, son peores por culpa de la micotoxina. Por ejemplo, se detectó ocratoxina en un 44 % del cerdo analizado.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

Video producción Glass Entertainment

Gráficos Avo Media

A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por María José voluntaria activa en NutritionFacts.org.

Se ha descrito la ocratoxina como un elemento tóxico para el sistema inmunitario, el desarrollo del feto, los riñones y el sistema nervioso, y también como un carcinógeno… en estudios sobre animales. La ocratoxina causa toxicidad renal en algunas especies animales, pero no hay muchas evidencias documentadas sobre los efectos adversos en humanos. Por eso solo se clasifica como un posible carcinógeno humano.

Big Ag asegura que los niveles actuales de ocratoxina son seguros incluso para aquellos que consumen muchos alimentos contaminados. El peor de los casos puede ser el de niños pequeños que comen muchos cereales de avena, pero incluso en este caso consideran el riesgo de que estos niños sufran cáncer a lo largo de su vida como desdeñable. Los que están en contra de que se implanten normas reguladoras indican que puedes comer más de 42 tazones de avena al día sin preocupación. ¿De dónde sacan estos cálculos?

Determinan la llamada dosis de referencia en animales (la dosis de la toxina que supone un aumento de un 10 % en patología) y, como uno prefiere pecar de precavido, por seguridad divides esa dosis por 500 para compensar y desarrollar así la ingesta diaria tolerable.

Para el riesgo de padecer cáncer, puedes encontrar la dosis del tumor (la dosis que aumenta la incidencia de tumores en animales de laboratorio en un 5 %) y extrapolar para obtener la “ingesta para un riesgo de cáncer desdeñable”, multiplicando de forma efectiva la seguridad por 5000. Parece un poco arbitrario, ¿no? Pero ¿qué otra cosa puedes hacer? No puedes darle estos alimentos a la gente de forma deliberada para ver qué pasa. Sin embargo, la gente los come continuamente. ¿No podemos hacer un seguimiento de estas personas y su dieta a lo largo del tiempo para ver si los que comen más cereales integrales como la avena, por ejemplo, tienen más probabilidades de desarrollar cáncer o vivir menos tiempo?

¿Cuál es la asociación entre el consumo de cereales integrales y  una mortalidad por todas las causas, por problemas cardiovasculares y por cáncer? Una ración de menos de 30 gramos adicionales de cereales integrales al día se asocia, no solo con un riesgo menor de cáncer, sino también con un riesgo menor de mortalidad por todas las causas. Aquí tenemos todos los grandes estudios sobre el cáncer. En todos y cada uno de ellos se tendía, en todo caso, a un riesgo más bajo de padecer cáncer.

En conclusión, no hay confirmación de efectos adversos en estos estudios poblacionales. Esto no quiere decir necesariamente que la ocratoxina sea inocua, pero sus riesgos no superan los beneficios que ya se conocen del consumo de cereales integrales. De hecho, los elementos saludables de los cereales integrales como los antioxidantes protegen las células y pueden reducir directamente el efecto de las micotoxinas, así que comer muchas frutas y verduras también puede ayudar. En cualquier caso, una dieta saludable puede tener un impacto significativo en la reducción del riesgo.

En resumen, los alimentos saludables como los cereales integrales son buenos, pero no tanto como podrían por culpa de la ocratoxina; por otro lado, alimentos menos saludables, como el vino y el cerdo, son peores por culpa de la micotoxina. Por ejemplo, se detectó ocratoxina en un 44 % del cerdo analizado.

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Gráficos Avo Media

Nota del Doctor

Este es el tercer video de una serie de cuatro sobre toxinas del moho. Si te perdiste los dos primeros, puedes ver La ocratoxina en los cereales de desayunoLa ocratoxina en algunas hierbas, especias y vinos.

Mantente atento a ¿Deberíamos estar preocupados por los efectos de la ocratoxina?

Échale un vistazo a la página de información sobre los recursos traducidos.

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