Los documentos de la Ley por la Libertad de la Información muestran como las compañías farmacéuticas esconden hallazgos críticos a los doctores y al público.
¿Realmente funcionan los antidepresivos?
Hemos aprendido que el ejercicio se compara favorablemente a los medicamentos antidepresivos como tratamiento de primera línea para la depresión leve o moderada. Pero, ¿qué supone esto realmente? ¿Cómo son de efectivos los antidepresivos en primer lugar?
Un reciente metaanálisis ha desatado una gran controversia científica y pública exponiendo que el efecto placebo puede explicar la aparente eficacia clínica de los antidepresivos. Pero espera un segundo, ¿no hay ensayos clínicos que proporcionan pruebas convincentes sobre la eficacia de los antidepresivos?, ¿miles de ellos, de hecho? Si un metaanálisis simplemente compila las mejores publicaciones científicas, ¿cómo puede decir que los antidepresivos no funcionan mejor que las píldoras de azúcar? La palabra clave es “publicados”.
¿Qué pasa si una compañía farmacéutica decide únicamente publicar estudios que muestran un efecto positivo pero sigilosamente deja de lado y oculta cualquier estudio que muestre que la medicina no funciona? Si no conoces bien el tema, mirarías la literatura médica publicada y dirías “esta medicina es buenísima”. ¿Y qué ocurre si todas las compañías farmacéuticas lo hicieran? Para averiguar si este era el caso, investigadores solicitaron a la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos ), bajo la Ley de Libertad de Información, tener acceso a los estudios publicados y no publicados presentados por las empresas farmacéuticas. Y lo que encontraron fue impactante.
De acuerdo con la literatura publicada, los resultados de casi todos los ensayos sobre antidepresivos fueron positivos, ¡funcionan! En contraste, el análisis de la FDA de los datos de los ensayos muestran que solo aproximadamente la mitad de estos ensayos tuvieron resultados positivos. En otras palabras, cerca de la mitad de los estudios mostraron que los medicamentos no funcionan. Por lo tanto, cuando se combinan los datos publicados y no publicados, estos fallan y no demuestran una ventaja clínicamente significativa de los antidepresivos en comparación con una píldora de azúcar. No publicar resultados negativos debilita a la medicina basada en la evidencia y pone a millones de pacientes en situación de riesgo al utilizar medicamentos ineficaces o inseguros. Y este es el caso de los fármacos antidepresivos.
Estas revelaciones salieron en el 2008. Prozac, Serzone, Paxil y Effexor funcionan, pero también lo hicieron las píldoras de azúcar, y la diferencia entre el fármaco y placebo fue pequeña. Eso fue en el 2008. ¿Dónde estábamos en el 2014? Los análisis de los datos publicados y de los no publicados que fueron escondidos por las compañías farmacéuticas revelan que la mayoría —si es que no todos— los beneficios de los antidepresivos son debidos al efecto placebo.
Y lo que es peor, los documentos de la Ley de Libertad de Información demuestran que la FDA lo sabía pero tomaron una decisión explicita de mantener esta información lejos del público y de los médicos que prescriben medicamentos. ¿Cómo pudieron las compañías farmacéuticas salirse con la suya?
La industria farmacéutica se considera la industria más rentable y políticamente influyente en los Estados Unidos, y las enfermedades mentales pueden considerarse la gallina de los huevos de oro de esta industria: incurable, común, de largo plazo y que involucra múltiples medicamentos. Los medicamentos antidepresivos son recetados al 8,7% de la población estadounidense. Es un mercado de miles de millones de dólares (sólo este tipo de fármacos).
En resumen, sí existe una fuerte respuesta terapéutica a los medicamentos antidepresivos. Pero la respuesta al placebo es casi igual de fuerte. De hecho, los antidepresivos ofrecen beneficios sustanciales para los millones de personas que sufren depresión. Referirse a ellos como “ineficientes” no es exacto. El hecho de que no funcionen mejor que píldoras falsas, no significa que no funcionen. Es como la homeopatía. El hecho de que no funcione mejor que las píldoras de azúcar que son, no quiere decir que la homeopatía no funcione, porque el efecto placebo es real y es poderoso.
En esta revista de psicofarmacología, un psiquiatra que recibe financiación de la compañía Prozac, defiende esta medicación. Un tema clave es ignorado por críticos que se oponen. Si el paciente se beneficia de un tratamiento antidepresivo, ¿importa si esto se logra a través de medicamentos o si es a través del efecto placebo?
Sí, ¡sí importa! Entre los efectos secundarios de los antidepresivos está la disfunción sexual en hasta tres cuartas partes de las personas, aumento de peso a largo plazo, insomnio, náuseas y diarrea. Aproximadamente uno de cada cinco muestra síntomas de abstinencia cuando intentan dejarlo. Y quizás lo más trágico, pueden hacer que se tengan mas probabilidades de deprimirse en el futuro. Las personas son más propensas a deprimirse nuevamente después del tratamiento mediante antidepresivos que después del tratamiento con otros medios, incluyendo placebo.
Así que si los médicos están dispuestos a dar a los pacientes tratamientos equivalentes al placebo, tal vez sería mejor que simplemente mintiesen a los pacientes y les diesen pastillas de azúcar de verdad. Sí, eso implica un engaño, pero ¿no es eso preferible al engaño con efectos secundarios? Tal vez los cuerpos médicos deban aceptar que una cucharada de engaño puede ser terapéutico.
Si hay diferentes tratamientos que son igual de eficientes, ¿no debería la elección estar basada en el riesgo y el daño? Y de todos los tratamientos disponibles, los fármacos antidepresivos pueden ser uno de los más arriesgados y más dañinos. Si se van a utilizar en absoluto, debe ser como último recurso, cuando la depresión es extremadamente severa y las otras alternativas se han intentado y han fracasado.
Los antidepresivos pueden no funcionar mejor que el placebo para la depresión leve y moderada, pero para la depresión severa, los medicamentos superan a las píldoras de azúcar. Pero eso es solo una pequeña fracción de las personas que están tomando estos medicamentos. Eso significa que la gran mayoría de los pacientes deprimidos —nueve de cada diez— están siendo prescritos con medicamentos que tienen beneficios insignificantes para ellos.
Demasiados médicos deciden rápidamente sobre un diagnóstico de depresión sin ni siquiera escuchar lo que el paciente quiere decir y terminan prescribiéndoles antidepresivos sin considerar alternativas. Y afortunadamente, hay alternativas eficaces. El ejercicio físico, por ejemplo, puede tener efectos duraderos. Y si esto también termina siendo un efecto placebo, es al menos un placebo con una envidiable lista de efectos secundarios.
Mientras que los efectos secundarios de los antidepresivos incluyen la disfunción sexual y el insomnio, los efectos secundarios del ejercicio incluyen más libido y mejora en el sueño, disminución de la grasa corporal, mejoras en el tono muscular y una vida más larga.
Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el vídeo más arriba. Esto es sólo una aproximación del audio contribuida por Katie Schloer. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Santiago Velásquez y María Fernández.
Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.
- P J Carek, S E Laibstain, S M Carek. Exercise for the treatment of depression and anxiety. Int J Psychiatry Med. 2011;41(1):15-28.
- E Penn, D K Tracy. The drugs don’t work? antidepressants and the current and future pharmacological management of depression. Ther Adv Psychopharmacol. 2012 Oct; 2(5): 179–188.
- D Spence. Are antidepressants overprescribed? Yes. BMJ. 2013 Jan 22;346:f191.
- I Kirsch. Antidepressants and the Placebo Effect. Z Psychol. 2014;222(3):128-134.
- C Blease. Deception as treatment: the case of depression. J Med Ethics. 2011 Jan;37(1):13-6.
- I Kirsch. Review: benefits of antidepressants over placebo limited except in very severe depression. Evid Based Ment Health. 2010 May;13(2):49.
- I Kirsch. Challenging Received Wisdom: Antidepressants and the Placebo Effect. Mcgill J Med. 2008 Nov; 11(2): 219–222.
- I Kirsch, B J Deacon, T B Huedo-Medina, A Scoboria, T J Moore, B T Johnson. Initial severity and antidepressant benefits: a meta-analysis of data submitted to the Food and Drug Administration. PLoS Med. 2008 Feb;5(2):e45.
- A Vilhelmsson. T Svensson. A Meeuwisse. A Pill for the Ill? Patients' Reports of Their Experience of the Medical Encounter in the Treatment of Depression. PLoS One. 2013 Jun 18;8(6):e66338.
- M A Sugarman, A M Loree, B B Baltes, E R Grekin, I Kirsch. The efficacy of paroxetine and placebo in treating anxiety and depression: a meta-analysis of change on the Hamilton Rating Scales. PLoS One. 2014 Aug 27;9(8):e106337.
- J C Fournier, R J DeRubeis, S D Hollon, S Dimidjan, J D Amsterdam, R C Shelton, J Fawcett. Antidepressant drug effects and depression severity: a patient-level meta-analysis. JAMA. 2010 Jan 6;303(1):47-53.
- R Shimazawa, M Ikeda. Conflicts of interest in psychiatry: strategies to cultivate literacy in daily practice. Psychiatry Clin Neurosci. 2014 Jul;68(7):489-97.
- I Kirsch. Antidepressants and the placebo response. Epidemiol Psichiatr Soc. 2009 Oct-Dec;18(4):318-22.
- E H Turner, A M Matthews, E Linardatos, R A Tell, R Rosenthal. Selective publication of antidepressant trials and its influence on apparent efficacy. N Engl J Med. 2008 Jan 17;358(3):252-60.
- P W Andrews, J A Thomson Jr, A Amstadhter, M C Neale. Primum non nocere: an evolutionary analysis of whether antidepressants do more harm than good. Front Psychol. 2012 Apr 24;3:117.
Imágenes gracias a psyberartist via Flickr.
Hemos aprendido que el ejercicio se compara favorablemente a los medicamentos antidepresivos como tratamiento de primera línea para la depresión leve o moderada. Pero, ¿qué supone esto realmente? ¿Cómo son de efectivos los antidepresivos en primer lugar?
Un reciente metaanálisis ha desatado una gran controversia científica y pública exponiendo que el efecto placebo puede explicar la aparente eficacia clínica de los antidepresivos. Pero espera un segundo, ¿no hay ensayos clínicos que proporcionan pruebas convincentes sobre la eficacia de los antidepresivos?, ¿miles de ellos, de hecho? Si un metaanálisis simplemente compila las mejores publicaciones científicas, ¿cómo puede decir que los antidepresivos no funcionan mejor que las píldoras de azúcar? La palabra clave es “publicados”.
¿Qué pasa si una compañía farmacéutica decide únicamente publicar estudios que muestran un efecto positivo pero sigilosamente deja de lado y oculta cualquier estudio que muestre que la medicina no funciona? Si no conoces bien el tema, mirarías la literatura médica publicada y dirías “esta medicina es buenísima”. ¿Y qué ocurre si todas las compañías farmacéuticas lo hicieran? Para averiguar si este era el caso, investigadores solicitaron a la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos ), bajo la Ley de Libertad de Información, tener acceso a los estudios publicados y no publicados presentados por las empresas farmacéuticas. Y lo que encontraron fue impactante.
De acuerdo con la literatura publicada, los resultados de casi todos los ensayos sobre antidepresivos fueron positivos, ¡funcionan! En contraste, el análisis de la FDA de los datos de los ensayos muestran que solo aproximadamente la mitad de estos ensayos tuvieron resultados positivos. En otras palabras, cerca de la mitad de los estudios mostraron que los medicamentos no funcionan. Por lo tanto, cuando se combinan los datos publicados y no publicados, estos fallan y no demuestran una ventaja clínicamente significativa de los antidepresivos en comparación con una píldora de azúcar. No publicar resultados negativos debilita a la medicina basada en la evidencia y pone a millones de pacientes en situación de riesgo al utilizar medicamentos ineficaces o inseguros. Y este es el caso de los fármacos antidepresivos.
Estas revelaciones salieron en el 2008. Prozac, Serzone, Paxil y Effexor funcionan, pero también lo hicieron las píldoras de azúcar, y la diferencia entre el fármaco y placebo fue pequeña. Eso fue en el 2008. ¿Dónde estábamos en el 2014? Los análisis de los datos publicados y de los no publicados que fueron escondidos por las compañías farmacéuticas revelan que la mayoría —si es que no todos— los beneficios de los antidepresivos son debidos al efecto placebo.
Y lo que es peor, los documentos de la Ley de Libertad de Información demuestran que la FDA lo sabía pero tomaron una decisión explicita de mantener esta información lejos del público y de los médicos que prescriben medicamentos. ¿Cómo pudieron las compañías farmacéuticas salirse con la suya?
La industria farmacéutica se considera la industria más rentable y políticamente influyente en los Estados Unidos, y las enfermedades mentales pueden considerarse la gallina de los huevos de oro de esta industria: incurable, común, de largo plazo y que involucra múltiples medicamentos. Los medicamentos antidepresivos son recetados al 8,7% de la población estadounidense. Es un mercado de miles de millones de dólares (sólo este tipo de fármacos).
En resumen, sí existe una fuerte respuesta terapéutica a los medicamentos antidepresivos. Pero la respuesta al placebo es casi igual de fuerte. De hecho, los antidepresivos ofrecen beneficios sustanciales para los millones de personas que sufren depresión. Referirse a ellos como “ineficientes” no es exacto. El hecho de que no funcionen mejor que píldoras falsas, no significa que no funcionen. Es como la homeopatía. El hecho de que no funcione mejor que las píldoras de azúcar que son, no quiere decir que la homeopatía no funcione, porque el efecto placebo es real y es poderoso.
En esta revista de psicofarmacología, un psiquiatra que recibe financiación de la compañía Prozac, defiende esta medicación. Un tema clave es ignorado por críticos que se oponen. Si el paciente se beneficia de un tratamiento antidepresivo, ¿importa si esto se logra a través de medicamentos o si es a través del efecto placebo?
Sí, ¡sí importa! Entre los efectos secundarios de los antidepresivos está la disfunción sexual en hasta tres cuartas partes de las personas, aumento de peso a largo plazo, insomnio, náuseas y diarrea. Aproximadamente uno de cada cinco muestra síntomas de abstinencia cuando intentan dejarlo. Y quizás lo más trágico, pueden hacer que se tengan mas probabilidades de deprimirse en el futuro. Las personas son más propensas a deprimirse nuevamente después del tratamiento mediante antidepresivos que después del tratamiento con otros medios, incluyendo placebo.
Así que si los médicos están dispuestos a dar a los pacientes tratamientos equivalentes al placebo, tal vez sería mejor que simplemente mintiesen a los pacientes y les diesen pastillas de azúcar de verdad. Sí, eso implica un engaño, pero ¿no es eso preferible al engaño con efectos secundarios? Tal vez los cuerpos médicos deban aceptar que una cucharada de engaño puede ser terapéutico.
Si hay diferentes tratamientos que son igual de eficientes, ¿no debería la elección estar basada en el riesgo y el daño? Y de todos los tratamientos disponibles, los fármacos antidepresivos pueden ser uno de los más arriesgados y más dañinos. Si se van a utilizar en absoluto, debe ser como último recurso, cuando la depresión es extremadamente severa y las otras alternativas se han intentado y han fracasado.
Los antidepresivos pueden no funcionar mejor que el placebo para la depresión leve y moderada, pero para la depresión severa, los medicamentos superan a las píldoras de azúcar. Pero eso es solo una pequeña fracción de las personas que están tomando estos medicamentos. Eso significa que la gran mayoría de los pacientes deprimidos —nueve de cada diez— están siendo prescritos con medicamentos que tienen beneficios insignificantes para ellos.
Demasiados médicos deciden rápidamente sobre un diagnóstico de depresión sin ni siquiera escuchar lo que el paciente quiere decir y terminan prescribiéndoles antidepresivos sin considerar alternativas. Y afortunadamente, hay alternativas eficaces. El ejercicio físico, por ejemplo, puede tener efectos duraderos. Y si esto también termina siendo un efecto placebo, es al menos un placebo con una envidiable lista de efectos secundarios.
Mientras que los efectos secundarios de los antidepresivos incluyen la disfunción sexual y el insomnio, los efectos secundarios del ejercicio incluyen más libido y mejora en el sueño, disminución de la grasa corporal, mejoras en el tono muscular y una vida más larga.
Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el vídeo más arriba. Esto es sólo una aproximación del audio contribuida por Katie Schloer. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Santiago Velásquez y María Fernández.
Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.
- P J Carek, S E Laibstain, S M Carek. Exercise for the treatment of depression and anxiety. Int J Psychiatry Med. 2011;41(1):15-28.
- E Penn, D K Tracy. The drugs don’t work? antidepressants and the current and future pharmacological management of depression. Ther Adv Psychopharmacol. 2012 Oct; 2(5): 179–188.
- D Spence. Are antidepressants overprescribed? Yes. BMJ. 2013 Jan 22;346:f191.
- I Kirsch. Antidepressants and the Placebo Effect. Z Psychol. 2014;222(3):128-134.
- C Blease. Deception as treatment: the case of depression. J Med Ethics. 2011 Jan;37(1):13-6.
- I Kirsch. Review: benefits of antidepressants over placebo limited except in very severe depression. Evid Based Ment Health. 2010 May;13(2):49.
- I Kirsch. Challenging Received Wisdom: Antidepressants and the Placebo Effect. Mcgill J Med. 2008 Nov; 11(2): 219–222.
- I Kirsch, B J Deacon, T B Huedo-Medina, A Scoboria, T J Moore, B T Johnson. Initial severity and antidepressant benefits: a meta-analysis of data submitted to the Food and Drug Administration. PLoS Med. 2008 Feb;5(2):e45.
- A Vilhelmsson. T Svensson. A Meeuwisse. A Pill for the Ill? Patients' Reports of Their Experience of the Medical Encounter in the Treatment of Depression. PLoS One. 2013 Jun 18;8(6):e66338.
- M A Sugarman, A M Loree, B B Baltes, E R Grekin, I Kirsch. The efficacy of paroxetine and placebo in treating anxiety and depression: a meta-analysis of change on the Hamilton Rating Scales. PLoS One. 2014 Aug 27;9(8):e106337.
- J C Fournier, R J DeRubeis, S D Hollon, S Dimidjan, J D Amsterdam, R C Shelton, J Fawcett. Antidepressant drug effects and depression severity: a patient-level meta-analysis. JAMA. 2010 Jan 6;303(1):47-53.
- R Shimazawa, M Ikeda. Conflicts of interest in psychiatry: strategies to cultivate literacy in daily practice. Psychiatry Clin Neurosci. 2014 Jul;68(7):489-97.
- I Kirsch. Antidepressants and the placebo response. Epidemiol Psichiatr Soc. 2009 Oct-Dec;18(4):318-22.
- E H Turner, A M Matthews, E Linardatos, R A Tell, R Rosenthal. Selective publication of antidepressant trials and its influence on apparent efficacy. N Engl J Med. 2008 Jan 17;358(3):252-60.
- P W Andrews, J A Thomson Jr, A Amstadhter, M C Neale. Primum non nocere: an evolutionary analysis of whether antidepressants do more harm than good. Front Psychol. 2012 Apr 24;3:117.
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He utilizado la Ley de Libertad de Información para obtener acceso a las mentiras de la industria. Puedes ver, por ejemplo, lo que encontré sobre la industria del huevo en ¿Quién dice que los huevos no son sanos o seguros? y Los huevos y el colesterol: Alegaciones claramente falsas y engañosas.
Este no es el único caso en el que la profesión médica exagera los beneficios de los medicamentos. Ve El beneficio real de la alimentación vs medicamentos y Por qué prevenir vale más que curar (aunque si estás preocupado por tu estado de ánimo, podrían deprimirte incluso más).
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