¿Causan fracturas y cáncer de pulmón los suplementos de B12?

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¿Qué es lo que muestran los ensayos controlados aleatorizados acerca de la suplementación diaria de vitamina B12 en dosis altas en relación con el cáncer, la muerte y la longevidad?

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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Irene Belmonte voluntaria activa en NutritionFacts.org.

En 2019, el Estudio de salud de las enfermeras de Harvard encontró una “conexión entre dosis altas de vitaminas B6 y B12 (en alimentos fortificados y suplementos dietéticos), y las fracturas de cadera en mujeres posmenopáusicas”. Hay que recalcar que fue debido a la combinación de vitaminas B6 y B12. Sabemos que, por sí mismo, un tratamiento con altas dosis de vitamina B6 podría aumentar el riesgo de fractura de cadera. De hecho, este aumentó un 40 % en quienes estuvieron tomando dosis altas de suplementos de B6 durante cerca de una década, pero no en quienes tomaron B12.

El estudio de Harvard llegó a la misma conclusión: la ingesta alta de vitamina B12 por sí sola no se asocia a un mayor riesgo. De hecho, algunos estudios observacionales incluso sugieren un riesgo de fractura ligeramente menor con niveles altos de B12 en sangre. Pero los estudios que proporcionan la evidencia más sólida son los de intervención, en los que asignan a los sujetos al azar al grupo con B12 para que podamos ver exactamente qué es lo que sucede. Aun así, no se observó un aumento del riesgo de fractura entre los que tomaron B12. En conclusión, según los ensayos controlados aleatorizados, no se ha demostrado que las dosis altas de vitamina B12 estén asociadas con el riesgo de fracturas.

Bueno ¿y qué pasa con esto? En 2017, un estudio encontró que los hombres que tomaban suplementos de vitamina B12 parecían tener un mayor riesgo de cáncer de pulmón. Eso sí, fue mayormente entre hombres fumadores y no encontraron tal asociación en las mujeres. ¿Podría ser que tomando B12 estuviésemos alimentando algunos tumores en ciernes? Sinceramente, es difícil imaginar que una vitamina sea cancerígena por sí sola, sobre todo si, además, afecta a los hombres pero no a las mujeres. Lo que está claro es que necesitamos estudios adicionales. Pero lo cierto es que, cuando se compararon todos los estudios observacionales, no hubo una correlación significativa entre los niveles de B12 en la sangre y el cáncer de pulmón, fuesen fumadores o no. En todo caso, la mayoría de los estudios tendían a considerar niveles más altos de B12 como protectores.

Pero luego, en 2018, un nuevo estudio encontró una conexión entre el riesgo de padecer cáncer de pulmón y niveles elevados de B12 en sangre, que nuevamente parece ser más una cosa de fumadores. Hay que decir que fue otro estudio observacional en el que se vio que aquellos con niveles más altos de B12 también tenían más probabilidades de padecer cáncer en el futuro. Pero quienes me conocen ya saben lo que pienso. Los estudios observacionales tienen dos grandes inconvenientes que hacen imposible atribuir causa y efecto: los factores de confusión y la causalidad inversa.

¿Cuál podría ser el factor de confusión en este caso, un tercer factor que relacione tanto los niveles de B12 como de cáncer y que pueda ser la verdadera causa? Bueno, ¿quién tiene los niveles más altos de B12 en sangre? Aquellos que consumen mucha carne y lácteos, que son, probablemente, los principales contribuyentes a la enfermedad. Aquellos que comen más carne tienen más posibilidades de padecer cáncer de pulmón, y estas aumentan cerca de un 35 % por cada hamburguesa de un cuarto de libra al día y un 20 % por cada salchicha de desayuno. Por lo tanto, no es de extrañar que aquellos con niveles más altos de B12 en sangre puedan tener más cáncer de pulmón. La B12 podría ser simplemente un marcador de la ingesta de carne.

Y, si lo recuerdan, la causalidad inversa es cuando en lugar de X que conduce a Y, tal vez es Y la que conduce a X. Entonces, en lugar de niveles altos de B12 en sangre que conducen a cáncer, tal vez es el cáncer el que provoca niveles altos de B12 en sangre. De hecho, casi las tres cuartas partes de los pacientes con cáncer presentan niveles elevados de B12. Por lo tanto, estos podrían ser solo un biomarcador de cáncer. Hay muchísimos factores, además de la ingesta de vitamina B12, que pueden elevar los niveles de cáncer: problemas hepáticos, problemas renales, problemas de la médula ósea y cáncer. Por lo tanto, podrían ser sólo un biomarcador de un cáncer que aún no ha sido diagnosticado.

Bueno, pero ¿qué pasa con los estudios observacionales que vinculan específicamente la ingesta de suplementos con el cáncer de pulmón? Eso también podría ser una causalidad inversa, en la que alguien con riesgo de padecer cáncer (en otras palabras, un fumador) trataría de tomar vitaminas para disminuir el riesgo. Básicamente, cualquier factor relacionado con el tabaquismo podría estar indirectamente relacionado con el cáncer de pulmón, aunque obviamente es el responsable principal. Entonces, nos quedamos con el dilema de la causalidad del huevo o la gallina, que es exactamente el motivo por el cual necesitamos ensayos controlados aleatorizados para ver si existe alguna causa y efecto. La situación se volvió aún más urgente después de que estudios genéticos sugiriesen que el riesgo aumentaría en quienes nacen con predisposición a tener niveles altos de B12. Afortunadamente, sí que tenemos ensayos controlados aleatorizados al respecto (más de una docena, de hecho) en los que miles de personas tomaron hasta 2000 microgramos de B12 todos los días durante años. Y muestran que la suplementación con vitamina B no tiene ningún efecto en cuanto a contraer cáncer, morir de cáncer, específicamente cáncer de pulmón, o morir en general. De hecho, en todo caso, los suplementos de vitamina B podrían reducir el riesgo de padecer el cáncer de piel más peligroso.

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Video producción de Glass Entertainment

Gráficos de Avocado Video

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En 2019, el Estudio de salud de las enfermeras de Harvard encontró una “conexión entre dosis altas de vitaminas B6 y B12 (en alimentos fortificados y suplementos dietéticos), y las fracturas de cadera en mujeres posmenopáusicas”. Hay que recalcar que fue debido a la combinación de vitaminas B6 y B12. Sabemos que, por sí mismo, un tratamiento con altas dosis de vitamina B6 podría aumentar el riesgo de fractura de cadera. De hecho, este aumentó un 40 % en quienes estuvieron tomando dosis altas de suplementos de B6 durante cerca de una década, pero no en quienes tomaron B12.

El estudio de Harvard llegó a la misma conclusión: la ingesta alta de vitamina B12 por sí sola no se asocia a un mayor riesgo. De hecho, algunos estudios observacionales incluso sugieren un riesgo de fractura ligeramente menor con niveles altos de B12 en sangre. Pero los estudios que proporcionan la evidencia más sólida son los de intervención, en los que asignan a los sujetos al azar al grupo con B12 para que podamos ver exactamente qué es lo que sucede. Aun así, no se observó un aumento del riesgo de fractura entre los que tomaron B12. En conclusión, según los ensayos controlados aleatorizados, no se ha demostrado que las dosis altas de vitamina B12 estén asociadas con el riesgo de fracturas.

Bueno ¿y qué pasa con esto? En 2017, un estudio encontró que los hombres que tomaban suplementos de vitamina B12 parecían tener un mayor riesgo de cáncer de pulmón. Eso sí, fue mayormente entre hombres fumadores y no encontraron tal asociación en las mujeres. ¿Podría ser que tomando B12 estuviésemos alimentando algunos tumores en ciernes? Sinceramente, es difícil imaginar que una vitamina sea cancerígena por sí sola, sobre todo si, además, afecta a los hombres pero no a las mujeres. Lo que está claro es que necesitamos estudios adicionales. Pero lo cierto es que, cuando se compararon todos los estudios observacionales, no hubo una correlación significativa entre los niveles de B12 en la sangre y el cáncer de pulmón, fuesen fumadores o no. En todo caso, la mayoría de los estudios tendían a considerar niveles más altos de B12 como protectores.

Pero luego, en 2018, un nuevo estudio encontró una conexión entre el riesgo de padecer cáncer de pulmón y niveles elevados de B12 en sangre, que nuevamente parece ser más una cosa de fumadores. Hay que decir que fue otro estudio observacional en el que se vio que aquellos con niveles más altos de B12 también tenían más probabilidades de padecer cáncer en el futuro. Pero quienes me conocen ya saben lo que pienso. Los estudios observacionales tienen dos grandes inconvenientes que hacen imposible atribuir causa y efecto: los factores de confusión y la causalidad inversa.

¿Cuál podría ser el factor de confusión en este caso, un tercer factor que relacione tanto los niveles de B12 como de cáncer y que pueda ser la verdadera causa? Bueno, ¿quién tiene los niveles más altos de B12 en sangre? Aquellos que consumen mucha carne y lácteos, que son, probablemente, los principales contribuyentes a la enfermedad. Aquellos que comen más carne tienen más posibilidades de padecer cáncer de pulmón, y estas aumentan cerca de un 35 % por cada hamburguesa de un cuarto de libra al día y un 20 % por cada salchicha de desayuno. Por lo tanto, no es de extrañar que aquellos con niveles más altos de B12 en sangre puedan tener más cáncer de pulmón. La B12 podría ser simplemente un marcador de la ingesta de carne.

Y, si lo recuerdan, la causalidad inversa es cuando en lugar de X que conduce a Y, tal vez es Y la que conduce a X. Entonces, en lugar de niveles altos de B12 en sangre que conducen a cáncer, tal vez es el cáncer el que provoca niveles altos de B12 en sangre. De hecho, casi las tres cuartas partes de los pacientes con cáncer presentan niveles elevados de B12. Por lo tanto, estos podrían ser solo un biomarcador de cáncer. Hay muchísimos factores, además de la ingesta de vitamina B12, que pueden elevar los niveles de cáncer: problemas hepáticos, problemas renales, problemas de la médula ósea y cáncer. Por lo tanto, podrían ser sólo un biomarcador de un cáncer que aún no ha sido diagnosticado.

Bueno, pero ¿qué pasa con los estudios observacionales que vinculan específicamente la ingesta de suplementos con el cáncer de pulmón? Eso también podría ser una causalidad inversa, en la que alguien con riesgo de padecer cáncer (en otras palabras, un fumador) trataría de tomar vitaminas para disminuir el riesgo. Básicamente, cualquier factor relacionado con el tabaquismo podría estar indirectamente relacionado con el cáncer de pulmón, aunque obviamente es el responsable principal. Entonces, nos quedamos con el dilema de la causalidad del huevo o la gallina, que es exactamente el motivo por el cual necesitamos ensayos controlados aleatorizados para ver si existe alguna causa y efecto. La situación se volvió aún más urgente después de que estudios genéticos sugiriesen que el riesgo aumentaría en quienes nacen con predisposición a tener niveles altos de B12. Afortunadamente, sí que tenemos ensayos controlados aleatorizados al respecto (más de una docena, de hecho) en los que miles de personas tomaron hasta 2000 microgramos de B12 todos los días durante años. Y muestran que la suplementación con vitamina B no tiene ningún efecto en cuanto a contraer cáncer, morir de cáncer, específicamente cáncer de pulmón, o morir en general. De hecho, en todo caso, los suplementos de vitamina B podrían reducir el riesgo de padecer el cáncer de piel más peligroso.

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