Cómo potenciar las células progenitoras endoteliales para la salud cardiaca

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¿Cómo mejorar la capacidad de los vasos sanguíneos para su autoreparación?

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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Mariana Alejandra Guerra voluntaria activa en NutritionFacts.org.

¿Cómo podemos mantener el corazón joven? La capacidad de los vasos sanguíneos para repararse depende de las células progenitoras endoteliales, que surgen de las células madre presentes en la médula ósea para reparar alguna lesión en el endotelio, el revestimiento interno de los vasos sanguíneos que garantiza una circulación sanguínea fluida. Los niveles más bajos de células progenitoras endoteliales circulantes en la sangre tienen una correlación con las enfermedades arteriales, como la disfunción eréctil. Por el contrario, los niveles más altos se asocian con una significativa reducción del riego de muerte por causas cardiovasculares. Antes de analizar cómo impulsar estos niveles, es importante comprender la relación causa-efecto.

Se llevó a cabo un ensayo aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo en hombres y mujeres con enfermedad vascular periférica, un trastorno circulatorio caracterizado por el estrechamiento de los vasos sanguíneos fuera del corazón o cerebro. Las arterias que suministraban sangre a las piernas se encontraban tan dañadas que los pacientes solo podían caminar un minuto antes de que los músculos de las piernas sufrieran por la falta de oxígeno. En cada participante, se seleccionó, de modo aleatorio, una pierna para inyectarle células de su propia médula ósea. En la otra pierna se inyectó su propia sangre periférica como control. No solo se prolongó, de manera significativa, el tiempo de caminata sin dolor en la pierna inyectada con médula, sino que, además, redujo la probabilidad de futuras amputaciones. La isquemia aguda de las extremidades (falta de oxígeno) provocada por la enfermedad vascular periférica conlleva una tasa de amputación del 10 al 40 % en un plazo de seis meses. El 14 % de los participantes del grupo de control debió someterse a una amputación más grave. Por otro lado, el porcentaje de pacientes en el grupo de médula ósea fue del 0. A la vista de estos beneficios notables, la relación entre una mayor cifra de células progenitoras endoteliales y un menor riesgo de muerte por enfermedades cardiovasculares puede ser, en efecto, causal. Además de la extracción de médula ósea, ¿de qué otra forma podemos cultivar y liberar más células progenitoras endoteliales en nuestro organismo?

Dejar de fumar es uno de los cambios de estilo de vida más importantes y eficaces para aumentar la cantidad y mejorar la función de las células progenitoras endoteliales activas. Reducir el consumo no es suficiente. Un paquete contiene 20 cigarrillos, por lo que, si fumaras tan solo un cigarrillo al día, ¿no crees que solo tendrías una vigésima parte del riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares que si fumaras el paquete entero? Según un metanálisis de más de cien estudios, fumar un solo cigarrillo al día aumenta aproximadamente diez veces el riesgo de enfermedad cardiovascular que se esperaría según esa lógica, en comparación con fumar un paquete al día. No existe un nivel seguro de consumo de tabaco cuando se trata del riesgo de un ataque al corazón o apoplejía. Incluso la exposición al humo pasivo puede deteriorar el recuento de células progenitoras endoteliales circulantes, por lo que simplemente estar cerca de fumadores ya representa un riesgo.

Se demostró en los ensayos aleatorizados controlados que el ejercicio físico puede, en realidad, aumentar la circulación de las células progenitoras endoteliales. Se observó en un estudio llevado a cabo en hombres sedentarios de mediana edad y ancianos que, por ejemplo, tres meses de ejercicio aeróbico moderado, más que nada caminata, aunque algunos comenzaron a trotar un poco a medida que su aptitud física mejoraba, permitieron duplicar las células progenitoras endoteliales en el torrente sanguíneo. El ejercicio aeróbico regular podría considerarse como una estrategia de “primera línea” para prevenir y tratar el envejecimiento arterial. ¿Y qué hay de las dietas?

Se comprobó en un ensayo aleatorizado controlado que reducir el consumo de grasas saturadas (principalmente en forma de mantequilla) aumentaba, de manera significativa, el número de células progenitoras endoteliales. Este resultado se alinea con un estudio en babuinos que indicó que incluso unas pocas semanas de una dieta rica en colesterol y grasas podían provocar una senescencia prematura de las células epiteliales. Se comprobó que alimentos como los frutos rojos, las cebollas y el té verde aumentan las células progenitoras endoteliales circulantes. Además, una dieta centrada, por completo, en alimentos vegetales integrales no solo incrementa de las células progenitoras endoteliales, sino que también mejora la función endotelial y reduce los niveles de colesterol LDL.

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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Mariana Alejandra Guerra voluntaria activa en NutritionFacts.org.

¿Cómo podemos mantener el corazón joven? La capacidad de los vasos sanguíneos para repararse depende de las células progenitoras endoteliales, que surgen de las células madre presentes en la médula ósea para reparar alguna lesión en el endotelio, el revestimiento interno de los vasos sanguíneos que garantiza una circulación sanguínea fluida. Los niveles más bajos de células progenitoras endoteliales circulantes en la sangre tienen una correlación con las enfermedades arteriales, como la disfunción eréctil. Por el contrario, los niveles más altos se asocian con una significativa reducción del riego de muerte por causas cardiovasculares. Antes de analizar cómo impulsar estos niveles, es importante comprender la relación causa-efecto.

Se llevó a cabo un ensayo aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo en hombres y mujeres con enfermedad vascular periférica, un trastorno circulatorio caracterizado por el estrechamiento de los vasos sanguíneos fuera del corazón o cerebro. Las arterias que suministraban sangre a las piernas se encontraban tan dañadas que los pacientes solo podían caminar un minuto antes de que los músculos de las piernas sufrieran por la falta de oxígeno. En cada participante, se seleccionó, de modo aleatorio, una pierna para inyectarle células de su propia médula ósea. En la otra pierna se inyectó su propia sangre periférica como control. No solo se prolongó, de manera significativa, el tiempo de caminata sin dolor en la pierna inyectada con médula, sino que, además, redujo la probabilidad de futuras amputaciones. La isquemia aguda de las extremidades (falta de oxígeno) provocada por la enfermedad vascular periférica conlleva una tasa de amputación del 10 al 40 % en un plazo de seis meses. El 14 % de los participantes del grupo de control debió someterse a una amputación más grave. Por otro lado, el porcentaje de pacientes en el grupo de médula ósea fue del 0. A la vista de estos beneficios notables, la relación entre una mayor cifra de células progenitoras endoteliales y un menor riesgo de muerte por enfermedades cardiovasculares puede ser, en efecto, causal. Además de la extracción de médula ósea, ¿de qué otra forma podemos cultivar y liberar más células progenitoras endoteliales en nuestro organismo?

Dejar de fumar es uno de los cambios de estilo de vida más importantes y eficaces para aumentar la cantidad y mejorar la función de las células progenitoras endoteliales activas. Reducir el consumo no es suficiente. Un paquete contiene 20 cigarrillos, por lo que, si fumaras tan solo un cigarrillo al día, ¿no crees que solo tendrías una vigésima parte del riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares que si fumaras el paquete entero? Según un metanálisis de más de cien estudios, fumar un solo cigarrillo al día aumenta aproximadamente diez veces el riesgo de enfermedad cardiovascular que se esperaría según esa lógica, en comparación con fumar un paquete al día. No existe un nivel seguro de consumo de tabaco cuando se trata del riesgo de un ataque al corazón o apoplejía. Incluso la exposición al humo pasivo puede deteriorar el recuento de células progenitoras endoteliales circulantes, por lo que simplemente estar cerca de fumadores ya representa un riesgo.

Se demostró en los ensayos aleatorizados controlados que el ejercicio físico puede, en realidad, aumentar la circulación de las células progenitoras endoteliales. Se observó en un estudio llevado a cabo en hombres sedentarios de mediana edad y ancianos que, por ejemplo, tres meses de ejercicio aeróbico moderado, más que nada caminata, aunque algunos comenzaron a trotar un poco a medida que su aptitud física mejoraba, permitieron duplicar las células progenitoras endoteliales en el torrente sanguíneo. El ejercicio aeróbico regular podría considerarse como una estrategia de “primera línea” para prevenir y tratar el envejecimiento arterial. ¿Y qué hay de las dietas?

Se comprobó en un ensayo aleatorizado controlado que reducir el consumo de grasas saturadas (principalmente en forma de mantequilla) aumentaba, de manera significativa, el número de células progenitoras endoteliales. Este resultado se alinea con un estudio en babuinos que indicó que incluso unas pocas semanas de una dieta rica en colesterol y grasas podían provocar una senescencia prematura de las células epiteliales. Se comprobó que alimentos como los frutos rojos, las cebollas y el té verde aumentan las células progenitoras endoteliales circulantes. Además, una dieta centrada, por completo, en alimentos vegetales integrales no solo incrementa de las células progenitoras endoteliales, sino que también mejora la función endotelial y reduce los niveles de colesterol LDL.

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Gráficos de Avo Media

Nota del Doctor

También es posible mejorar la capacidad de funcionamiento del endotelio al comer vegetales ricos en nitratos, como las remolachas y verduras de hojas verdes. Para más información, visita Oxigenar la sangre con vegetales ricos en nitratos.

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