El gran fiasco de la proteína

4.4/5 - (28 votes)

Los nutricionistas se equivocaron completamente con los requerimientos de proteína en humanos, y hubo que recalcularlo todo.

Comenta
Comparte

Siempre ha habido una gran preocupación por la proteína en el mundo de la nutrición. Hace un siglo, la cantidad de proteína recomendada era más del doble de la de hoy en día. Este entusiasmo culminó en los años 50, cuando la ONU identificó a la deficiencia de proteína como un problema global serio y muy extendido. Según ellos, había una brecha mundial de proteína que había que cubrir. No le vino nada mal a la industria de los lácteos en los Estados Unidos, ya que tuvo la oportunidad de deshacerse de su sobreproducción de leche en polvo tras la guerra “en los países en desarrollo, en lugar de enterrarla en los Estados Unidos, como llegó a plantearse el Departamento de Agricultura”. 

Empezó en los años 30 con una enfermedad por malnutrición, kwashiorkor, cuya causa se asumió como la deficiencia de proteína. La Dr. Cicely Williams es la responsable de este famoso descubrimiento, y se pasó el resto de su vida refutando su propia teoría. Parece ser que “no existe ninguna evidencia real de una deficiencia dietética de proteína”. La verdadera “causa del kwashiorkor sigue sin estar clara”, pero los trasplantes fecales sugieren que los cambios en la flora intestinal podrían ser un factor causal. ¿Cómo es posible que el sector de la nutrición se equivocara tanto?

Una editorial famosa sobre la profesión de la nutrición empezó con estas palabras: “La objetividad imparcial de los científicos es un mito. Ningún científico se centra solo en la búsqueda de la verdad, también se preocupan de la búsqueda de subvenciones y del éxito profesional. Puede que los nutricionistas quieran atacar la malnutrición, pero también quieren ganarse la vida de manera conveniente. “Esto empuja inevitablemente a los investigadores a ‘defender’ la importancia de su aportación a este campo y de su ‘nutriente'”, que en este caso es la proteína. 

Aunque es cierto que la ciencia acabó ganando. Hubo una “recalculación masiva de los requerimientos de proteína en humanos en los años 70 que cerró la ‘brecha de proteína de un plumazo’ y destruyó la teoría de la ‘malnutrición pandémica por falta de proteína'”. Los requerimientos de proteína en bebés cambiaron de un 13% de las calorías diarias a un 10%, luego un 7%, y luego un 5%. Sin embargo, sigue habiendo gente obsesionada con la proteína. Por ejemplo, quienes promueven las dietas paleolíticas intentan justificar la necesidad de más proteína desde una perspectiva evolutiva. Vale, entonces, ¿cuál es el alimento perfecto para los humanos, perfeccionado a lo largo de millones de años, con la cantidad perfecta de proteínas para nosotros? La leche materna. 

“Si la proteína de alta calidad fuese ‘el nutriente de nutrientes'” que ayudó al crecimiento de nuestro cerebro estos últimos millones de años, “tendría sentido que esa importancia se viese reflejada claramente en la composición de la leche materna humana”, especialmente porque la infancia es el momento en el que crecemos más rápido. Sin embargo, no es el caso. “De hecho, la leche materna humana es una de las leches con menos proteína del mundo mamífero”. Pues sí, podría tener la menor concentración de proteína de todos los animales del mundo, con menos de un 1% de proteína en peso. Es una de las razones por las que darle leche de vaca directamente a un bebé puede ser tan peligroso. Aunque el contenido de proteína de la leche humana se haya descrito como extremadamente bajo, es exactamente como tiene que ser; es el nivel natural de la especie humana, perfeccionado después de millones de años. 

Los adultos no necesitan más de 0.8 o 0.9 gramos de proteína por kilo de peso corporal sano al día. Es decir, si tu peso ideal son 50 kg, tus requerimientos de proteína al día serían unos 40 gramos. En general, quizá solo necesites unos 30 gramos, que serían como 0.66 gramos por kg, pero lo redondeamos a 0.8 y 0.9 porque cada persona es diferente y se busca incluir a la mayoría de personas en la campana de Gauss. Es bastante más probable que alguien sufra de exceso de proteína que de deficiencia. “Los efectos negativos asociados a un exceso de proteína o una ingesta demasiado alta de carne a largo plazo” podrían incluir problemas en los huesos y el equilibrio de calcio, problemas en la función renal, mayor riesgo de cáncer, problemas en el hígado, y un empeoramiento de la enfermedad coronaria. Al considerar todos estos riesgos potenciales, no existe en este momento ninguna razón científica para recomendar un consumo de proteína por encima de la cantidad diaria recomendada. 

Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger hace referencia, vea el vídeo más arriba. Esto solo es una aproximación del audio realizada por Katie SchloerLa traducción y edición de este contenido han sido realizadas por Ángela Graña Varela.

Considere ser voluntario/a para ayudar en la página web.

Agradecimientos: PublicDomainPictures (vía Pixabay) por las imágenes.

Siempre ha habido una gran preocupación por la proteína en el mundo de la nutrición. Hace un siglo, la cantidad de proteína recomendada era más del doble de la de hoy en día. Este entusiasmo culminó en los años 50, cuando la ONU identificó a la deficiencia de proteína como un problema global serio y muy extendido. Según ellos, había una brecha mundial de proteína que había que cubrir. No le vino nada mal a la industria de los lácteos en los Estados Unidos, ya que tuvo la oportunidad de deshacerse de su sobreproducción de leche en polvo tras la guerra “en los países en desarrollo, en lugar de enterrarla en los Estados Unidos, como llegó a plantearse el Departamento de Agricultura”. 

Empezó en los años 30 con una enfermedad por malnutrición, kwashiorkor, cuya causa se asumió como la deficiencia de proteína. La Dr. Cicely Williams es la responsable de este famoso descubrimiento, y se pasó el resto de su vida refutando su propia teoría. Parece ser que “no existe ninguna evidencia real de una deficiencia dietética de proteína”. La verdadera “causa del kwashiorkor sigue sin estar clara”, pero los trasplantes fecales sugieren que los cambios en la flora intestinal podrían ser un factor causal. ¿Cómo es posible que el sector de la nutrición se equivocara tanto?

Una editorial famosa sobre la profesión de la nutrición empezó con estas palabras: “La objetividad imparcial de los científicos es un mito. Ningún científico se centra solo en la búsqueda de la verdad, también se preocupan de la búsqueda de subvenciones y del éxito profesional. Puede que los nutricionistas quieran atacar la malnutrición, pero también quieren ganarse la vida de manera conveniente. “Esto empuja inevitablemente a los investigadores a ‘defender’ la importancia de su aportación a este campo y de su ‘nutriente'”, que en este caso es la proteína. 

Aunque es cierto que la ciencia acabó ganando. Hubo una “recalculación masiva de los requerimientos de proteína en humanos en los años 70 que cerró la ‘brecha de proteína de un plumazo’ y destruyó la teoría de la ‘malnutrición pandémica por falta de proteína'”. Los requerimientos de proteína en bebés cambiaron de un 13% de las calorías diarias a un 10%, luego un 7%, y luego un 5%. Sin embargo, sigue habiendo gente obsesionada con la proteína. Por ejemplo, quienes promueven las dietas paleolíticas intentan justificar la necesidad de más proteína desde una perspectiva evolutiva. Vale, entonces, ¿cuál es el alimento perfecto para los humanos, perfeccionado a lo largo de millones de años, con la cantidad perfecta de proteínas para nosotros? La leche materna. 

“Si la proteína de alta calidad fuese ‘el nutriente de nutrientes'” que ayudó al crecimiento de nuestro cerebro estos últimos millones de años, “tendría sentido que esa importancia se viese reflejada claramente en la composición de la leche materna humana”, especialmente porque la infancia es el momento en el que crecemos más rápido. Sin embargo, no es el caso. “De hecho, la leche materna humana es una de las leches con menos proteína del mundo mamífero”. Pues sí, podría tener la menor concentración de proteína de todos los animales del mundo, con menos de un 1% de proteína en peso. Es una de las razones por las que darle leche de vaca directamente a un bebé puede ser tan peligroso. Aunque el contenido de proteína de la leche humana se haya descrito como extremadamente bajo, es exactamente como tiene que ser; es el nivel natural de la especie humana, perfeccionado después de millones de años. 

Los adultos no necesitan más de 0.8 o 0.9 gramos de proteína por kilo de peso corporal sano al día. Es decir, si tu peso ideal son 50 kg, tus requerimientos de proteína al día serían unos 40 gramos. En general, quizá solo necesites unos 30 gramos, que serían como 0.66 gramos por kg, pero lo redondeamos a 0.8 y 0.9 porque cada persona es diferente y se busca incluir a la mayoría de personas en la campana de Gauss. Es bastante más probable que alguien sufra de exceso de proteína que de deficiencia. “Los efectos negativos asociados a un exceso de proteína o una ingesta demasiado alta de carne a largo plazo” podrían incluir problemas en los huesos y el equilibrio de calcio, problemas en la función renal, mayor riesgo de cáncer, problemas en el hígado, y un empeoramiento de la enfermedad coronaria. Al considerar todos estos riesgos potenciales, no existe en este momento ninguna razón científica para recomendar un consumo de proteína por encima de la cantidad diaria recomendada. 

Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger hace referencia, vea el vídeo más arriba. Esto solo es una aproximación del audio realizada por Katie SchloerLa traducción y edición de este contenido han sido realizadas por Ángela Graña Varela.

Considere ser voluntario/a para ayudar en la página web.

Agradecimientos: PublicDomainPictures (vía Pixabay) por las imágenes.

Nota del Doctor

Los “bajos” niveles de proteína de la leche humana (sobre un 6% de las calorías) no significan que los adultos necesiten esa cantidad. Un bebé de casi 7 kg puede tomar unas 500 calorías al día, pero un adulto unas 10 veces más pesado no va a consumir 10 veces más comida (5000 calorías). Aunque pesamos 10 veces más, solo comemos unas 4 o 5 veces más. Así que nuestra comida sí necesita tener una mayor concentración de proteínas. Sin embargo, solemos consumir más de lo que necesitamos. Puedes ver mi video ¿Los vegetarianos obtienen suficiente proteína?.

Es mejor consumir proteínas de origen vegetal. No te pierdas estos videos:

¿Qué hay de la calidad de la proteína? ¿Deberíamos intentar combinar ciertos alimentos en nuestras comidas? No dudes en ver El mito de la combinación de proteínas para enterarte. 

Échale un vistazo a la página de información sobre los recursos traducidos.

Sucríbete a nuestra newsletter gratuita y, además de mantenerte al tanto de la ciencia, recibirás de regalo la receta de wraps de garbanzos al curry del recetario de Comer para no morir.

Pin It en Pinterest

Share This