¿Es buena la comida picante?

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Quienes comen comida picante a menudo suelen vivir más, pero ¿existe alguna relación de causa y efecto?

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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Antonio Galán voluntario activo en NutritionFacts.org.

La mayoría de personas puede nombrar cuatro de los sabores básicos: dulce, ácido, salado y amargo. Un amante de la comida podría añadir el umami, pero ¿qué ocurre con el picante, el sentido del sabor olvidado? Este aparente descuido es sorprendente, pues los pimientos picantes son una de las especias más utilizadas en el mundo. De hecho, hasta una de cada cuatro personas en el planeta come hoy chiles a diario, lo que plantea una pregunta: ¿Por qué la comida picante es tan popular?

¿Por qué gusta el picante? ¿Quién disfruta algo que de primeras produce una sensación irritante y potencialmente dolorosa en la boca? Según la sabiduría popular, es un golpe de endorfina, la liberación de químicos analgésicos naturales similares a la morfina en el cerebro. La prensa generalista se hace mucho eco de esto, pero aún no tenemos pruebas convincentes que lo respalden. Otra sugerencia es que aprendimos a usarlo por sus propiedades antimicrobianas antes de la era de la refrigeración, pues la comida picante suele ser más apreciada en culturas que viven en climas más cálidos. Quizás es porque nos hace sudar y, en última instancia, nos ayuda a enfriarnos. O podría ser que a la gente le gusta el sabor.

La preferencia por alimentos picantes parece quedar en familia. Según estudios que comparan las preferencias de gemelos idénticos y fraternos, los factores genéticos pueden representar hasta la mitad de la variación, similar a la heredabilidad de preferencias dulces y ácidas.

También puede ser hormonal. Unos investigadores en Francia notaron que a los hombres les gustaba la comida picante y se preguntaron si tenía que ver con la testosterona. Tomaron un grupo de más de 100 hombres y les dieron un plato de puré de patatas. Les pidieron añadir tabasco al gusto, pero antes tomaron muestras de saliva para medir sus niveles de testosterona. Los hombres con más testosterona añadieron más salsa picante. Eso podría explicar este estudio, que encontró una correlación entre el consumo de chile picante y la fuerza muscular en hombres adultos.

Como un aparte, cuando consulté la literatura sobre testosterona, encontré este estudio que mostraba que los hombres jóvenes experimentan una disminución aguda en los niveles de testosterona en sangre después de beber agua azucarada o proteína de suero en polvo: Se asignó al azar a jóvenes de 12 a 18 años para tomar unas cucharadas de suero en polvo o el azúcar de unas dos latas de refresco y en 20 minutos observaron una caída significativa en los niveles de testosterona en comparación con el control sin azúcar y sin proteínas. Esto coincide con los niveles más bajos de testosterona encontrados en personas con dietas altas en proteínas y bajas en carbohidratos.

Entonces, ¿qué provoca el consumo de alimentos picantes en nuestra vida? Un enorme estudio de medio millón de hombres y mujeres en China encontró que quienes comen regularmente alimentos picantes tienen una reducción asociada del 14 % en la mortalidad total, es decir, en riesgo de muerte prematura. Eso podría traducirse en aproximadamente un año más de vida, si fuera una relación causa-efecto.

Si sigues mi trabajo sabrás que los estudios observacionales tienen dos problemas potenciales: causalidad inversa y factores de confusión. En otras palabras, quizá no sea el picante el que provoca menos enfermedades, quizá la enfermedad anime a comer alimentos menos picantes, pues las personas enfermas comen dietas más suaves. Sin embargo, el beneficio aparente se mantuvo incluso después de excluir a las personas enfermas o a punto de morir. Excluimos la causalidad inversa, entonces. Pero, oye, quien come más picante seguramente beba más líquidos y ¿qué beben en China? Té verde. ¿Será eso lo que pasa en realidad? Estaría bien replicar el estudio en un país que no beba té verde, o incluso en un país que beba cosas terribles, como los Estados Unidos. Fíjate, idénticos resultados, una reducción del 13 % en la muerte prematura. Y la asociación protectora se mantuvo incluso después de controlar la etnia mexicano-estadounidense. Como dije antes, tienen una ventaja de longevidad, presumiblemente porque comen muchos frijoles.

Hubo los mismos hallazgos en Italia, esta vez un 23 % menos de mortalidad por todas las causas. Eso es como dos años más de vida. Los autores concluyen que los cambios dietéticos menores, como añadir chiles a la dieta habitual, podrían ser medidas valiosas para mejorar la salud.

Se han realizado cuatro estudios en general, incluido este en Irán, que encontraron lo mismo: un riesgo significativamente menor de muerte prematura. De hecho, el consumo de pimienta negra o chile se asoció con un similar aumento de vida que la cúrcuma, incluso con una pizca al día. Y quienes añadieron ambas parecieron ir mejor, eso cuadra con la capacidad de un compuesto de pimienta negra para aumentar la biodisponibilidad de la curcumina de la cúrcuma. Tengo unos 50 vídeos sobre los beneficios de la cúrcuma. Ahora bien, ¿por qué los chiles pueden prolongar tu vida? Lo averiguaremos a continuación.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Antonio Galán voluntario activo en NutritionFacts.org.

La mayoría de personas puede nombrar cuatro de los sabores básicos: dulce, ácido, salado y amargo. Un amante de la comida podría añadir el umami, pero ¿qué ocurre con el picante, el sentido del sabor olvidado? Este aparente descuido es sorprendente, pues los pimientos picantes son una de las especias más utilizadas en el mundo. De hecho, hasta una de cada cuatro personas en el planeta come hoy chiles a diario, lo que plantea una pregunta: ¿Por qué la comida picante es tan popular?

¿Por qué gusta el picante? ¿Quién disfruta algo que de primeras produce una sensación irritante y potencialmente dolorosa en la boca? Según la sabiduría popular, es un golpe de endorfina, la liberación de químicos analgésicos naturales similares a la morfina en el cerebro. La prensa generalista se hace mucho eco de esto, pero aún no tenemos pruebas convincentes que lo respalden. Otra sugerencia es que aprendimos a usarlo por sus propiedades antimicrobianas antes de la era de la refrigeración, pues la comida picante suele ser más apreciada en culturas que viven en climas más cálidos. Quizás es porque nos hace sudar y, en última instancia, nos ayuda a enfriarnos. O podría ser que a la gente le gusta el sabor.

La preferencia por alimentos picantes parece quedar en familia. Según estudios que comparan las preferencias de gemelos idénticos y fraternos, los factores genéticos pueden representar hasta la mitad de la variación, similar a la heredabilidad de preferencias dulces y ácidas.

También puede ser hormonal. Unos investigadores en Francia notaron que a los hombres les gustaba la comida picante y se preguntaron si tenía que ver con la testosterona. Tomaron un grupo de más de 100 hombres y les dieron un plato de puré de patatas. Les pidieron añadir tabasco al gusto, pero antes tomaron muestras de saliva para medir sus niveles de testosterona. Los hombres con más testosterona añadieron más salsa picante. Eso podría explicar este estudio, que encontró una correlación entre el consumo de chile picante y la fuerza muscular en hombres adultos.

Como un aparte, cuando consulté la literatura sobre testosterona, encontré este estudio que mostraba que los hombres jóvenes experimentan una disminución aguda en los niveles de testosterona en sangre después de beber agua azucarada o proteína de suero en polvo: Se asignó al azar a jóvenes de 12 a 18 años para tomar unas cucharadas de suero en polvo o el azúcar de unas dos latas de refresco y en 20 minutos observaron una caída significativa en los niveles de testosterona en comparación con el control sin azúcar y sin proteínas. Esto coincide con los niveles más bajos de testosterona encontrados en personas con dietas altas en proteínas y bajas en carbohidratos.

Entonces, ¿qué provoca el consumo de alimentos picantes en nuestra vida? Un enorme estudio de medio millón de hombres y mujeres en China encontró que quienes comen regularmente alimentos picantes tienen una reducción asociada del 14 % en la mortalidad total, es decir, en riesgo de muerte prematura. Eso podría traducirse en aproximadamente un año más de vida, si fuera una relación causa-efecto.

Si sigues mi trabajo sabrás que los estudios observacionales tienen dos problemas potenciales: causalidad inversa y factores de confusión. En otras palabras, quizá no sea el picante el que provoca menos enfermedades, quizá la enfermedad anime a comer alimentos menos picantes, pues las personas enfermas comen dietas más suaves. Sin embargo, el beneficio aparente se mantuvo incluso después de excluir a las personas enfermas o a punto de morir. Excluimos la causalidad inversa, entonces. Pero, oye, quien come más picante seguramente beba más líquidos y ¿qué beben en China? Té verde. ¿Será eso lo que pasa en realidad? Estaría bien replicar el estudio en un país que no beba té verde, o incluso en un país que beba cosas terribles, como los Estados Unidos. Fíjate, idénticos resultados, una reducción del 13 % en la muerte prematura. Y la asociación protectora se mantuvo incluso después de controlar la etnia mexicano-estadounidense. Como dije antes, tienen una ventaja de longevidad, presumiblemente porque comen muchos frijoles.

Hubo los mismos hallazgos en Italia, esta vez un 23 % menos de mortalidad por todas las causas. Eso es como dos años más de vida. Los autores concluyen que los cambios dietéticos menores, como añadir chiles a la dieta habitual, podrían ser medidas valiosas para mejorar la salud.

Se han realizado cuatro estudios en general, incluido este en Irán, que encontraron lo mismo: un riesgo significativamente menor de muerte prematura. De hecho, el consumo de pimienta negra o chile se asoció con un similar aumento de vida que la cúrcuma, incluso con una pizca al día. Y quienes añadieron ambas parecieron ir mejor, eso cuadra con la capacidad de un compuesto de pimienta negra para aumentar la biodisponibilidad de la curcumina de la cúrcuma. Tengo unos 50 vídeos sobre los beneficios de la cúrcuma. Ahora bien, ¿por qué los chiles pueden prolongar tu vida? Lo averiguaremos a continuación.

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Gráficos de Avo Media

Nota del Doctor

Mantente atento al siguiente video, Cómo los chiles podrían alargar tu esperanza de vida.

Anteriormente cubrí los alimentos picantes para la pérdida de peso en Promover el tejido adiposo marrón a través de la alimentación y Los beneficios del ajenuz (nigella sativa) para la pérdida de peso

El video que menciono sobre frijoles y longevidad es La paradoja hispana: ¿Por qué los latinos viven más tiempo? 

Puedes encontrar todos mis videos sobre cúrcuma en la página temática, que incluye el que se menciona en este video: Incrementar la biodisponibilidad de la curcumina.

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