Es el momento de explicar por qué los estadounidenses hispanos tienden a vivir más tiempo.
La paradoja hispana: ¿por qué los latinos viven más tiempo?
Los latinos que viven en los Estados Unidos tienden a tener “menos acceso a educación, una tasa de pobreza más alta y peor acceso a atención médica”. Ellos “representan el paradigma perfecto de disparidades en el cuidado de la salud”. La tasa más alta de personas sin seguro, las menores tasas de pruebas y asesoramiento de salud, los niveles más pobres de control de la presión arterial y de azúcar en sangre, y “otras medidas que denotan una calidad deficiente en atención médica”. Así que los latinos que viven en los EE.UU. deben tener estadísticas horribles de salud pública, ¿verdad? Según los últimos datos nacionales, la esperanza de vida de mujeres y hombres blancos es de 81 y 76 años. La de hombres y mujeres negros, años más corta. ¿Y los hispanos? Sorprendentemente, los superan a todos. Los hispanos son los que más viven.
A esto se le ha llamado la paradoja hispana. Los hispanos tienen un 24% menos riesgo de muerte prematura y “menor riesgo en 9 de las 15 causas principales de muerte”: mucho menos cáncer y enfermedades cardiacas. Se había notado hace ya 30 años, pero comprensiblemente recibió un montón de críticas. ¿A lo mejor los datos eran poco fiables? No, no parecía ser eso. ¿A lo mejor solo la gente más sana emigra? Parece ser todo lo contrario. Siempre está la hipótesis del “sesgo del salmón”, la cual “propone que quizá los latinos vuelven a su país para morir” y por eso no son contados en nuestras estadísticas de muerte; esa teoría tampoco resultó verdad.
Análisis sistemáticos “confirman la existencia de esta paradoja hispana”. Por lo que, con una evidencia tan fuerte, a lo mejor es momento de aceptarlo y concentrarse en averiguar la causa. La mera existencia de la paradoja hispana podría representar “una oportunidad enorme para identificar un factor protector contra las enfermedades cardíacas aplicable al resto de la población”. Después de todo, lo que está ocurriendo es “bastante fuerte, si puede superar los efectos perjudiciales” de la pobreza, las barreras del idioma, niveles bajos de educación, alfabetización, calidad de salud médica y de cobertura médica. Aunque, antes de que se nos suban demasiado las esperanzas a la cabeza, hay que pensar ¿y si es genético? No, porque cuando los latinos nacidos en el extranjero adoptan el estilo de vida norteamericano, sus tasas de mortalidad suben. Entonces, ¿qué hábitos de salud positivos son responsables de su esperanza de vida?
¿A lo mejor hacen más ejercicio? No, los latinos parecen ser incluso más sedentarios. Fuman menos; sin embargo, la paradoja persiste incluso cuando tenemos eso en cuenta. A lo mejor es su alimentación. Cuando adoptan el estilo de vida de los norteamericanos, empiezan a comer más comida procesada y productos animales, y menos vegetales. En concreto uno: las legumbres.Quizás una razón por la que viven más tiempo es porque comen más legumbres. Aunque solo representan un 10% de la población, consumen un tercio de las legumbres de los Estados Unidos, de 4 a 5 veces más por persona. Unos cuantos kilos al mes comparado con unos cuantos kilos al año. Eso puede ayudar a explicar la paradoja hispana porque las legumbres (frijoles, guisantes, garbanzos, lentejas) calman y reducen la inflamación sistemática.
En el video puedes ver el mecanismo que proponen los investigadores en relación a la salud pulmonar. Mientras que fumar cigarrillos y la contaminación del aire causan inflamación pulmonar, que aumenta el riesgo de enfisemas y cáncer de pulmón, cuando comemos frijoles, las bacterias buenas en nuestro estómago cogen la fibra y el almidón resistente, y forman ácidos grasos de cadena corta que son absorbidos en nuestro sistema y reducen la inflamación sistemática. Esta no solo impide el desarrollo del cáncer pulmonar, sino también de otros tipos de cáncer en todo el cuerpo. Los latinos tienen los niveles más bajos de EPOC y cáncer de pulmón, además de niveles más bajos de cáncer de vejiga, cáncer de garganta y cáncer colorrectal, tanto para mujeres como para hombres.
Este concepto de la inflamación sistémica está apoyado por el hecho de que cuando los latinos tienen cáncer de pulmón, o cáncer de colon o cáncer de mama, tienen mejores tasas de supervivencia, y quizá también de ataques al corazón y apoplejías. Reducir la inflamación de todo el cuerpo puede ser importante tanto para la prevención, como para la supervivencia. Eso sí, los estadounidenses de origen asiático también parecen tener un nivel de protección alto, que puede ser porque también comen más legumbres en forma de tofu y otros productos de soja, y el consumo de soja está asociado con la prevención y supervivencia de cáncer de pulmón.
Los hispanos también comen más maíz, tomates y chiles. Una cuarta parte de la dieta mexicana está basada en tortillas de maíz, y tanto los mexicanos nacidos en México como los mexicanos nacidos en los Estados Unidos continúan comiendo más que la población general. Al observar las tasas de cáncer alrededor del mundo, no solo se asoció el consumo de legumbres con menos cáncer de colon, mama y próstata, sino que también el consumo de arroz y maíz parecieron dar protección. Por supuesto, desde el TLCAN, la dieta mexicana ha cambiado y pasado a incorporar más bebidas gaseosas, comidas procesadas y de origen animal, y sus niveles de obesidad están alcanzando niveles estadounidenses. En los Estados Unidos, los latinos comen más frutas y verduras que otros grupos (aproximadamente 6 o 7 porciones al día) pero todavía no llegan al nivel mínimo recomendado de 9 porciones. O sea, que su dieta podría mejorar. Así que, sí, quizá los latinos tienen la mitad de las probabilidades de morirse de una enfermedad del corazón, “pero todavía es su primera causa de muerte”.
“Por eso, estos resultados no deben ser interpretados como que las enfermedades cardiacas son poco comunes entre hispanos”. Porque, idealmente, deberían comer más plantas. Pero una cosa que todo el mundo puede aprender de la experiencia latina es que además de un cambio hacia una dieta más basada en plantas, las legumbres pueden ser una herramienta muy útil en la prevención y el tratamiento de las enfermedades crónicas.
Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. Esto es sólo una aproximación del audio contribuida por Katie Schloer. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Emma Navajas y Ángela Graña Varela.
Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.
- F Lopez-Jimenez, C J Lavie. Hispanics and cardiovascular health and the "Hispanic Paradox": what is known and what needs to be discovered? Prog Cardiovasc Dis. 2014 Nov-Dec;57(3):227-9.
- [No authors listed] Research in kidney disease: an acute and chronic history. Lancet. 2015 May 16;385(9981):1918.
- J Medina-Inojosa, N Jean, M Cortes-Bergoderi, F Lopez-Jimenez. The Hispanic paradox in cardiovascular disease and total mortality. Prog Cardiovasc Dis. 2014 Nov-Dec;57(3):286-92.
- M Cortes-Bergoderi, K Goel, M H Murad, T Allison, V K Somers, P J Erwin, O Sochor, F Lopez-Jimenez. Cardiovascular mortality in Hispanics compared to non-Hispanic whites: a systematic review and meta-analysis of the Hispanic paradox. Eur J Intern Med. 2013 Dec;24(8):791-9.
- R P Young, R J Hopkins. A review of the Hispanic paradox: time to spill the beans? Eur Respir Rev. 2014 Dec;23(134):439-49.
- J M Ruiz, P Steffen, T B Smith. Hispanic mortality paradox: a systematic review and meta-analysis of the longitudinal literature. Am J Public Health. 2013 Mar;103(3):e52-60.
- J T Lariscy, R A Hummer, M D Hayward. Hispanic older adult mortality in the United States: new estimates and an assessment of factors shaping the Hispanic paradox. Demography. 2015 Feb;52(1):1-14.
- G Yang, X O Shu, H L Li, W H Chow, W Wen, Y B Xiang, X Zhang, H Cai, B T Ji, Y T Gao, W Zheng. Prediagnosis soy food consumption and lung cancer survival in women. J Clin Oncol. 2013 Apr 20;31(12):1548-53.
- K S Markides, J Coreil. The health of Hispanics in the southwestern United States: an epidemiologic paradox. Public Health Rep. 1986 May-Jun;101(3):253-65.
- G Yang, X O Shu, W H Chow, X Zhang, H L Li, B T Ji, H Cai, S Wu, Y T Gao, W Zheng. Soy food intake and risk of lung cancer: evidence from the Shanghai Women's Health Study and a meta-analysis. Am J Epidemiol. 2012 Nov 15;176(10):846-55.
- A M Miniño. Death in the United States, 2011. NCHS Data Brief. 2013 Mar;(115):1-8.
- K D Kochanek, S L Murphy, J Xu, E Arias. Mortality in the United States, 2013. NCHS Data Brief. 2014 Dec;(178):1-8.
- G X Ayala, B Baquero, S Klinger. A systematic review of the relationship between acculturation and diet among Latinos in the United States: implications for future research. J Am Diet Assoc. 2008 Aug;108(8):1330-44.
- U Colón-Ramos, F E Thompson, A L Yaroch, R P Moser, T S McNeel, K W Dodd, A A Atienza, S B Sugerman, L Nebeling. Differences in fruit and vegetable intake among Hispanic subgroups in California: results from the 2005 California Health Interview Survey. J Am Diet Assoc. 2009 Nov;109(11):1878-85.
- J W Anderson, B M Smith, C S Washnock. Cardiovascular and renal benefits of dry bean and soybean intake. Am J Clin Nutr. 1999 Sep;70(3 Suppl):464S-474S.
- G Lucier, B-H Lin, J Allshouse, L Scott Kantor. Factors Affecting Dry Bean Consumption in the United States.
- C Batis, L Hernandez-Barrera, S Barquera, J A Rivera, B M Popkin. Food acculturation drives dietary differences among Mexicans, Mexican Americans, and Non-Hispanic Whites. J Nutr. 2011 Oct;141(10):1898-906.
- C A Reyes-Ortiz, H Ju, K Eschbach, Y F Kuo, J S Goodwin. Neighbourhood ethnic composition and diet among Mexican-Americans. Public Health Nutr. 2009 Dec;12(12):2293-301.
- P Correa. Epidemiological correlations between diet and cancer frequency. Cancer Res. 1981 Sep;41(9 Pt 2):3685-90.
- S E Clark, C Hawkes, S M Murphy, K A Hansen-Kuhn, D Wallinga. Exporting obesity: US farm and trade policy and the transformation of the Mexican consumer food environment. Int J Occup Environ Health. 2012 Jan-Mar;18(1):53-65.
- N Schneiderman, D A Chirinos, M L Avilés-Santa, G Heiss. Challenges in preventing heart disease in hispanics: early lessons learned from the Hispanic Community Health Study/Study of Latinos (HCHS/SOL). Prog Cardiovasc Dis. 2014 Nov-Dec;57(3):253-61.
Imagen gracias a Robert Judge vía flickr.
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Los latinos que viven en los Estados Unidos tienden a tener “menos acceso a educación, una tasa de pobreza más alta y peor acceso a atención médica”. Ellos “representan el paradigma perfecto de disparidades en el cuidado de la salud”. La tasa más alta de personas sin seguro, las menores tasas de pruebas y asesoramiento de salud, los niveles más pobres de control de la presión arterial y de azúcar en sangre, y “otras medidas que denotan una calidad deficiente en atención médica”. Así que los latinos que viven en los EE.UU. deben tener estadísticas horribles de salud pública, ¿verdad? Según los últimos datos nacionales, la esperanza de vida de mujeres y hombres blancos es de 81 y 76 años. La de hombres y mujeres negros, años más corta. ¿Y los hispanos? Sorprendentemente, los superan a todos. Los hispanos son los que más viven.
A esto se le ha llamado la paradoja hispana. Los hispanos tienen un 24% menos riesgo de muerte prematura y “menor riesgo en 9 de las 15 causas principales de muerte”: mucho menos cáncer y enfermedades cardiacas. Se había notado hace ya 30 años, pero comprensiblemente recibió un montón de críticas. ¿A lo mejor los datos eran poco fiables? No, no parecía ser eso. ¿A lo mejor solo la gente más sana emigra? Parece ser todo lo contrario. Siempre está la hipótesis del “sesgo del salmón”, la cual “propone que quizá los latinos vuelven a su país para morir” y por eso no son contados en nuestras estadísticas de muerte; esa teoría tampoco resultó verdad.
Análisis sistemáticos “confirman la existencia de esta paradoja hispana”. Por lo que, con una evidencia tan fuerte, a lo mejor es momento de aceptarlo y concentrarse en averiguar la causa. La mera existencia de la paradoja hispana podría representar “una oportunidad enorme para identificar un factor protector contra las enfermedades cardíacas aplicable al resto de la población”. Después de todo, lo que está ocurriendo es “bastante fuerte, si puede superar los efectos perjudiciales” de la pobreza, las barreras del idioma, niveles bajos de educación, alfabetización, calidad de salud médica y de cobertura médica. Aunque, antes de que se nos suban demasiado las esperanzas a la cabeza, hay que pensar ¿y si es genético? No, porque cuando los latinos nacidos en el extranjero adoptan el estilo de vida norteamericano, sus tasas de mortalidad suben. Entonces, ¿qué hábitos de salud positivos son responsables de su esperanza de vida?
¿A lo mejor hacen más ejercicio? No, los latinos parecen ser incluso más sedentarios. Fuman menos; sin embargo, la paradoja persiste incluso cuando tenemos eso en cuenta. A lo mejor es su alimentación. Cuando adoptan el estilo de vida de los norteamericanos, empiezan a comer más comida procesada y productos animales, y menos vegetales. En concreto uno: las legumbres.Quizás una razón por la que viven más tiempo es porque comen más legumbres. Aunque solo representan un 10% de la población, consumen un tercio de las legumbres de los Estados Unidos, de 4 a 5 veces más por persona. Unos cuantos kilos al mes comparado con unos cuantos kilos al año. Eso puede ayudar a explicar la paradoja hispana porque las legumbres (frijoles, guisantes, garbanzos, lentejas) calman y reducen la inflamación sistemática.
En el video puedes ver el mecanismo que proponen los investigadores en relación a la salud pulmonar. Mientras que fumar cigarrillos y la contaminación del aire causan inflamación pulmonar, que aumenta el riesgo de enfisemas y cáncer de pulmón, cuando comemos frijoles, las bacterias buenas en nuestro estómago cogen la fibra y el almidón resistente, y forman ácidos grasos de cadena corta que son absorbidos en nuestro sistema y reducen la inflamación sistemática. Esta no solo impide el desarrollo del cáncer pulmonar, sino también de otros tipos de cáncer en todo el cuerpo. Los latinos tienen los niveles más bajos de EPOC y cáncer de pulmón, además de niveles más bajos de cáncer de vejiga, cáncer de garganta y cáncer colorrectal, tanto para mujeres como para hombres.
Este concepto de la inflamación sistémica está apoyado por el hecho de que cuando los latinos tienen cáncer de pulmón, o cáncer de colon o cáncer de mama, tienen mejores tasas de supervivencia, y quizá también de ataques al corazón y apoplejías. Reducir la inflamación de todo el cuerpo puede ser importante tanto para la prevención, como para la supervivencia. Eso sí, los estadounidenses de origen asiático también parecen tener un nivel de protección alto, que puede ser porque también comen más legumbres en forma de tofu y otros productos de soja, y el consumo de soja está asociado con la prevención y supervivencia de cáncer de pulmón.
Los hispanos también comen más maíz, tomates y chiles. Una cuarta parte de la dieta mexicana está basada en tortillas de maíz, y tanto los mexicanos nacidos en México como los mexicanos nacidos en los Estados Unidos continúan comiendo más que la población general. Al observar las tasas de cáncer alrededor del mundo, no solo se asoció el consumo de legumbres con menos cáncer de colon, mama y próstata, sino que también el consumo de arroz y maíz parecieron dar protección. Por supuesto, desde el TLCAN, la dieta mexicana ha cambiado y pasado a incorporar más bebidas gaseosas, comidas procesadas y de origen animal, y sus niveles de obesidad están alcanzando niveles estadounidenses. En los Estados Unidos, los latinos comen más frutas y verduras que otros grupos (aproximadamente 6 o 7 porciones al día) pero todavía no llegan al nivel mínimo recomendado de 9 porciones. O sea, que su dieta podría mejorar. Así que, sí, quizá los latinos tienen la mitad de las probabilidades de morirse de una enfermedad del corazón, “pero todavía es su primera causa de muerte”.
“Por eso, estos resultados no deben ser interpretados como que las enfermedades cardiacas son poco comunes entre hispanos”. Porque, idealmente, deberían comer más plantas. Pero una cosa que todo el mundo puede aprender de la experiencia latina es que además de un cambio hacia una dieta más basada en plantas, las legumbres pueden ser una herramienta muy útil en la prevención y el tratamiento de las enfermedades crónicas.
Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. Esto es sólo una aproximación del audio contribuida por Katie Schloer. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Emma Navajas y Ángela Graña Varela.
Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.
- F Lopez-Jimenez, C J Lavie. Hispanics and cardiovascular health and the "Hispanic Paradox": what is known and what needs to be discovered? Prog Cardiovasc Dis. 2014 Nov-Dec;57(3):227-9.
- [No authors listed] Research in kidney disease: an acute and chronic history. Lancet. 2015 May 16;385(9981):1918.
- J Medina-Inojosa, N Jean, M Cortes-Bergoderi, F Lopez-Jimenez. The Hispanic paradox in cardiovascular disease and total mortality. Prog Cardiovasc Dis. 2014 Nov-Dec;57(3):286-92.
- M Cortes-Bergoderi, K Goel, M H Murad, T Allison, V K Somers, P J Erwin, O Sochor, F Lopez-Jimenez. Cardiovascular mortality in Hispanics compared to non-Hispanic whites: a systematic review and meta-analysis of the Hispanic paradox. Eur J Intern Med. 2013 Dec;24(8):791-9.
- R P Young, R J Hopkins. A review of the Hispanic paradox: time to spill the beans? Eur Respir Rev. 2014 Dec;23(134):439-49.
- J M Ruiz, P Steffen, T B Smith. Hispanic mortality paradox: a systematic review and meta-analysis of the longitudinal literature. Am J Public Health. 2013 Mar;103(3):e52-60.
- J T Lariscy, R A Hummer, M D Hayward. Hispanic older adult mortality in the United States: new estimates and an assessment of factors shaping the Hispanic paradox. Demography. 2015 Feb;52(1):1-14.
- G Yang, X O Shu, H L Li, W H Chow, W Wen, Y B Xiang, X Zhang, H Cai, B T Ji, Y T Gao, W Zheng. Prediagnosis soy food consumption and lung cancer survival in women. J Clin Oncol. 2013 Apr 20;31(12):1548-53.
- K S Markides, J Coreil. The health of Hispanics in the southwestern United States: an epidemiologic paradox. Public Health Rep. 1986 May-Jun;101(3):253-65.
- G Yang, X O Shu, W H Chow, X Zhang, H L Li, B T Ji, H Cai, S Wu, Y T Gao, W Zheng. Soy food intake and risk of lung cancer: evidence from the Shanghai Women's Health Study and a meta-analysis. Am J Epidemiol. 2012 Nov 15;176(10):846-55.
- A M Miniño. Death in the United States, 2011. NCHS Data Brief. 2013 Mar;(115):1-8.
- K D Kochanek, S L Murphy, J Xu, E Arias. Mortality in the United States, 2013. NCHS Data Brief. 2014 Dec;(178):1-8.
- G X Ayala, B Baquero, S Klinger. A systematic review of the relationship between acculturation and diet among Latinos in the United States: implications for future research. J Am Diet Assoc. 2008 Aug;108(8):1330-44.
- U Colón-Ramos, F E Thompson, A L Yaroch, R P Moser, T S McNeel, K W Dodd, A A Atienza, S B Sugerman, L Nebeling. Differences in fruit and vegetable intake among Hispanic subgroups in California: results from the 2005 California Health Interview Survey. J Am Diet Assoc. 2009 Nov;109(11):1878-85.
- J W Anderson, B M Smith, C S Washnock. Cardiovascular and renal benefits of dry bean and soybean intake. Am J Clin Nutr. 1999 Sep;70(3 Suppl):464S-474S.
- G Lucier, B-H Lin, J Allshouse, L Scott Kantor. Factors Affecting Dry Bean Consumption in the United States.
- C Batis, L Hernandez-Barrera, S Barquera, J A Rivera, B M Popkin. Food acculturation drives dietary differences among Mexicans, Mexican Americans, and Non-Hispanic Whites. J Nutr. 2011 Oct;141(10):1898-906.
- C A Reyes-Ortiz, H Ju, K Eschbach, Y F Kuo, J S Goodwin. Neighbourhood ethnic composition and diet among Mexican-Americans. Public Health Nutr. 2009 Dec;12(12):2293-301.
- P Correa. Epidemiological correlations between diet and cancer frequency. Cancer Res. 1981 Sep;41(9 Pt 2):3685-90.
- S E Clark, C Hawkes, S M Murphy, K A Hansen-Kuhn, D Wallinga. Exporting obesity: US farm and trade policy and the transformation of the Mexican consumer food environment. Int J Occup Environ Health. 2012 Jan-Mar;18(1):53-65.
- N Schneiderman, D A Chirinos, M L Avilés-Santa, G Heiss. Challenges in preventing heart disease in hispanics: early lessons learned from the Hispanic Community Health Study/Study of Latinos (HCHS/SOL). Prog Cardiovasc Dis. 2014 Nov-Dec;57(3):253-61.
Imagen gracias a Robert Judge vía flickr.
- afroamericanos
- alimentación a base de vegetales
- alimentos procesados
- apoplejía
- arroz
- Asia
- cáncer
- cáncer de colon
- cáncer de garganta
- cáncer de mama
- cáncer de próstata
- cáncer de pulmón
- cáncer de vejiga
- carne
- cereales
- chiles
- ejercicio
- enfermedad cardiaca
- enfermedad cardiovascular
- enfermedades crónicas
- enfisema
- EPOC
- esperanza de vida
- fibra
- flora intestinal
- fruta
- fumar
- garbanzos
- gaseosas
- guisantes partidos
- inflamación
- legumbres
- legumbres
- lentejas
- longevidad
- maíz
- microbioma
- mortalidad
- obesidad
- productos de origen animal
- salud pulmonar
- soja
- supervivencia al cáncer
- tabaco
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La paradoja hispana: ¿por qué los latinos viven más tiempo?
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