La traducción de este texto viene de la mano de nuestra voluntaria Tamara Amor.
¿Qué es más importante: los probióticos o los prebióticos? ¿Dónde podemos conseguirlos?
“Todos los días nos enfrentamos a la actividad de nuestro intestino, por eso no es sorprendente que al menos algunos de nosotros hayamos desarrollado una fascinación por nuestra condición intestinal y su relación con la salud y la enfermedad”.
“En los últimos años, la microbiota intestinal [nuestra flora intestinal] ha sido identificada como un ‘órgano nuevo’ y fascinante”, con todo tipo de funciones. Entonces, si las bacterias en nuestro intestino forman un órgano completo y separado dentro de nuestro cuerpo, ¿es posible realizar un trasplante? Discuto esto en mi video Cómo convertirse en un superdonante de trasplante fecal.
¿Qué pasaría si se transfirieran bacterias intestinales de donantes delgados a sujetos obesos? Los investigadores pensaron que reequilibrar las bacterias que causan obesidad con una infusión de bacterias intestinales de un donante delgado podría ser útil y beneficioso. El problema fue encontrar un placebo para realizar el estudio. Para los medicamentos es fácil, porque a los sujetos de control se les puede dar una pastilla de azúcar. Pero, cuando hay que insertar un tubo en la garganta para trasplantar heces, ¿qué se puede usar como placebo? Tanto a los donantes como los sujetos se les hizo traer heces frescas, de esta forma a los sujetos que no recibían el trasplante, se les introdujo una infusión de sus propias heces.
¿Cuál fue el resultado? Como se puede ver en el minuto 1:32 en mi video, la sensibilidad a la insulina de los donantes delgados era de alrededor de 50, lo cual es algo bueno ya que significa un bajo nivel de resistencia a la misma, que es la causa de la diabetes tipo 2 y la prediabetes. Los sujetos obesos comenzaron con un nivel alrededor de 20 y, después de una infusión de sus propias heces, permanecieron con el mismo valor. Los que recibieron heces de los donantes delgados aumentaron su sensibilidad a un nivel cercano al de ellos.
Es interesante el hecho de que no todas las heces de los donantes delgados tuvieron el mismo efecto sobre la sensibilidad a la insulina. Algunos donantes, los llamados donantes súper fecales, tuvieron efectos muy significativos, mientras que otros tuvieron poco o ningún efecto, como se puede ver en el minuto 2:02 en mi video. Es probable que esta diferencia se de por las cantidades de bacterias intestinales productoras de ácidos grasos de cadena corta en las heces, bacterias alimenticias que prosperan de la fibra que consumimos. Los ácidos grasos de cadena corta podrían contribuir a la liberación de hormonas intestinales, una de las posibles causas del aumento de la sensibilidad a la insulina.
“En los últimos tiempos, el trasplante fecal ha atraído una atención considerable debido a su éxito en los tratamientos, así como a su capacidad para proporcionar relaciones causa-efecto”, es decir, evidencia de causa y efecto de que las bacterias que tenemos en el intestino podrían afectar nuestro metabolismo. Sin embargo, la composición bacteriana de los sujetos trasplantados en el estudio, volvió a su forma original luego de unos pocos meses, es decir que los efectos fueron temporales.
Podríamos obtener beneficios similares con solo alimentar las pocas bacterias intestinales buenas que ya tenemos. Si tuviéramos una casa llena de conejos y los alimentaramos con chicharrones, todos morirían. Podríamos repoblar nuestra casa si trajéramos conejitos nuevos, pero si siguiéramos alimentándolos con chicharrones, también morirían. En cambio, incluso si comienzáramos con unos pocos conejos, pero los alimentáramos con lo que están destinados a comer, crecerían y se multiplicarían, y la casa pronto estaría llena de conejos que comen fibra.
Los trasplantes fecales y los probióticos son solo soluciones temporales si le damos a las bacterias el combustible incorrecto. Por eso es importante el consumo de prebióticos como la fibra, lo que significa “aumentar el consumo de alimentos a base de plantas integrales”. De esta forma podemos seleccionar y fomentar el crecimiento de nuestras propias bacterias buenas. Sin embargo, una vez que cesa la ingesta alta en fibra, los efectos beneficiosos podrían disminuir. Por lo tanto, para mejorar nuestra salud nuestros hábitos alimenticios deben incluir un consumo continuo de grandes cantidades de alimentos ricos en fibra. De lo contrario, podríamos matar de hambre nuestros propios microbios.
El microbioma es uno de las áreas de investigación más interesantes en la medicina en los últimos años:
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Michael Greger
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