¿Qué podemos comer para incrementar la riqueza de nuestras bacterias buenas en el colon?
Enriquecer el microbioma intestinal con los cereales integrales
A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba.
Vivimos en un “ambiente obesogénico”, rodeados de comida basura, en parte debido a las subvenciones que recibe el “complejo industrial alimentario”, que fabrica alimentos obesogénicos que crean adicción. Es decir, la raíz del problema podría hacer que sea muy difícil escapar de la obesidad”, pero mucha gente lo hace. Todo el mundo debería estar obeso, si la causa fuese simplemente externa y ambiental.
“Algunas personas parecen ser más susceptibles a ese ambiente obesogénico que otras”, lo que sugiere la existencia de un componente genético, algo confirmado por estudios con gemelos e hijos adoptados. Sin embargo, los genes identificados hasta ahora solo representan entre un 6 y un 11 % de la variación genética en el índice de masa corporal. Quizá haya que tener en cuenta la variación en el “otro genoma”, es decir, los microbios que viven en nuestro cuerpo, conocidos como el microbioma. Tenemos cien veces más genes bacterianos que genes humanos.
Un estudio descubrió que la gente suele dividirse en dos grupos: quienes tienen muchos tipos de bacterias en el intestino (mayor riqueza bacteriana) y quienes tienen menos. En el estudio, quienes tenían menor riqueza bacteriana tenían más grasa corporal, más resistencia a la insulina (causa de la diabetes tipo 2) y niveles más altos de triglicéridos y de marcadores de inflamación, como la proteína C reactiva. Las personas con menor riqueza pesaban más y también engordaron más con el paso del tiempo. La pregunta es, ¿es posible que una intervención dietética tenga un impacto real? “Varios estudios han asociado a las dietas altas en frutas, verduras y fibra con una mayor riqueza microbiana”.
Eso sí, darles suplementos de fibra no parece funcionar, ya que la clave está en la “complejidad de la composición” de los alimentos enteros e integrales, como los cereales integrales, “que podrían fomentar la existencia de más taxones bacterianos”, los tipos de bacterias, “algo que aumenta la diversidad”. El problema es que no había interés por hacer estudios con humanos sobre los efectos de los cereales integrales… hasta ahora. Los sujetos recibieron cebada integral, arroz integral, o una mezcla de ambos durante un mes, y en los tres casos se aumentó la diversidad de su comunidad bacteriana. Es posible que se necesite una gran variedad de sustratos para aumentar la diversidad bacteriana, algo que podemos conseguir con una dieta a base de plantas.
Además, los cambios en la flora intestinal ocurrieron al mismo tiempo que una disminución en la inflamación sistémica del cuerpo. Se creía que la fibra de los cereales integrales nos ayudaba al ralentizar la absorción del azúcar y reducir la subida en los niveles de azúcar en sangre que suele ocurrir después de comer carbohidratos refinados. Ahora se sabe que la fibra se descompone en el colon, gracias a la flora intestinal, que libera numerosas substancias beneficiosas en el torrente sanguíneo que pueden incluso tener un efecto antiinflamatorio. Así que quizás esto nos pueda ayudar a explicar los efectos protectores de los cereales integrales contra la diabetes de tipo 2. Como curiosidad, la combinación de la cebada y el arroz funcionó mejor, lo que me hace pensar en la sinergia de los alimentos. Podría ser una explicación para “la discrepancia existente sobre los efectos para la salud del consumo de cereales integrales que se suele ver en estudios epidemiológicos y de intervención”.
Los estudios observacionales “indican claramente” que quienes consumen 3 raciones o más de cereales integrales al día suelen tener un IMC más bajo, menos grasa abdominal y menor tendencia a ganar peso, aunque en ensayos clínicos recientes no se pudo probar la existencia de beneficios para el peso corporal al aleatorizar a los sujetos del ensayo a comer pan blanco o pan integral. Está claro que los cereales integrales son mejores nutricionalmente hablando y deberían recomendarse en lugar de los refinados. Sin embargo, los “ensayos de intervención podrían haber fallado a la hora de mostrar beneficios porque se centraron en una lista limitada de cereales integrales, mientras que en los ensayos epidemiológicos los sujetos consumían una mayor diversidad de cereales integrales, lo que podría crear mayor sinergia”.
La traducción y edición de este contenido ha sido realizado por Ángela Graña Varela.
Por favor considere ser voluntario/a para ayudar en el sitio web.
- Lifshitz F, Lifshitz JZ. Globesity: the root causes of the obesity epidemic in the USA and now worldwide. Pediatr Endocrinol Rev. 2014;12(1):17-34.
- Speliotes EK, Willer CJ, Berndt SI, Monda KL, Thorleifsson G, Jackson AU, Lango Allen H, Lindgren CM, Luan J, Mägi R, Randall JC, Vedantam S, Winkler TW, Qi L, Workalemahu T, Heid IM, Steinthorsdottir V, Stringham HM, Weedon MN, Wheeler E, Wood AR, Ferreira T, Weyant RJ, Segrè AV, Estrada K, Liang L, Nemesh J, Park JH, Gustafsson S, Kilpeläinen TO, Yang J, Bouatia-Naji N, Esko T, Feitosa MF, Kutalik Z, Mangino M, Raychaudhuri S, Scherag A, Smith AV, Welch R, Zhao JH, Aben KK, Absher DM, Amin N, Dixon AL, Fisher E, Glazer NL, Goddard ME, Heard-Costa NL, Hoesel V, Hottenga JJ, Johansson A, Johnson T, Ketkar S, Lamina C, Li S, Moffatt MF, Myers RH, Narisu N, Perry JR, Peters MJ, Preuss M, Ripatti S, Rivadeneira F, Sandholt C, Scott LJ, Timpson NJ, Tyrer JP, van Wingerden S, Watanabe RM, White CC, Wiklund F, Barlassina C, Chasman DI, Cooper MN, Jansson JO, Lawrence RW, Pellikka N, Prokopenko I, Shi J, Thiering E, Alavere H, Alibrandi MT, Almgren P, Arnold AM, Aspelund T, Atwood LD, Balkau B, Balmforth AJ, Bennett AJ, Ben-Shlomo Y, Bergman RN, Bergmann S, Biebermann H, Blakemore AI, Boes T, Bonnycastle LL, Bornstein SR, Brown MJ, Buchanan TA, Busonero F, Campbell H, Cappuccio FP, Cavalcanti-Proença C, Chen YD, Chen CM, Chines PS, Clarke R, Coin L, Connell J, Day IN, den Heijer M, Duan J, Ebrahim S, Elliott P, Elosua R, Eiriksdottir G, Erdos MR, Eriksson JG, Facheris MF, Felix SB, Fischer-Posovszky P, Folsom AR, Friedrich N, Freimer NB, Fu M, Gaget S, Gejman PV, Geus EJ, Gieger C, Gjesing AP, Goel A, Goyette P, Grallert H, Grässler J, Greenawalt DM, Groves CJ, Gudnason V, Guiducci C, Hartikainen AL, Hassanali N, Hall AS, Havulinna AS, Hayward C, Heath AC, Hengstenberg C, Hicks AA, Hinney A, Hofman A, Homuth G, Hui J, Igl W, Iribarren C, Isomaa B, Jacobs KB, Jarick I, Jewell E, John U, Jørgensen T, Jousilahti P, Jula A, Kaakinen M, Kajantie E, Kaplan LM, Kathiresan S, Kettunen J, Kinnunen L, Knowles JW, Kolcic I, König IR, Koskinen S, Kovacs P, Kuusisto J, Kraft P, Kvaløy K, Laitinen J, Lantieri O, Lanzani C, Launer LJ, Lecoeur C, Lehtimäki T, Lettre G, Liu J, Lokki ML, Lorentzon M, Luben RN, Ludwig B; MAGIC, Manunta P, Marek D, Marre M, Martin NG, McArdle WL, McCarthy A, McKnight B, Meitinger T, Melander O, Meyre D, Midthjell K, Montgomery GW, Morken MA, Morris AP, Mulic R, Ngwa JS, Nelis M, Neville MJ, Nyholt DR, O'Donnell CJ, O'Rahilly S, Ong KK, Oostra B, Paré G, Parker AN, Perola M, Pichler I, Pietiläinen KH, Platou CG, Polasek O, Pouta A, Rafelt S, Raitakari O, Rayner NW, Ridderstråle M, Rief W, Ruokonen A, Robertson NR, Rzehak P, Salomaa V, Sanders AR, Sandhu MS, Sanna S, Saramies J, Savolainen MJ, Scherag S, Schipf S, Schreiber S, Schunkert H, Silander K, Sinisalo J, Siscovick DS, Smit JH, Soranzo N, Sovio U, Stephens J, Surakka I, Swift AJ, Tammesoo ML, Tardif JC, Teder-Laving M, Teslovich TM, Thompson JR, Thomson B, Tönjes A, Tuomi T, van Meurs JB, van Ommen GJ, Vatin V, Viikari J, Visvikis-Siest S, Vitart V, Vogel CI, Voight BF, Waite LL, Wallaschofski H, Walters GB, Widen E, Wiegand S, Wild SH, Willemsen G, Witte DR, Witteman JC, Xu J, Zhang Q, Zgaga L, Ziegler A, Zitting P, Beilby JP, Farooqi IS, Hebebrand J, Huikuri HV, James AL, Kähönen M, Levinson DF, Macciardi F, Nieminen MS, Ohlsson C, Palmer LJ, Ridker PM, Stumvoll M, Beckmann JS, Boeing H, Boerwinkle E, Boomsma DI, Caulfield MJ, Chanock SJ, Collins FS, Cupples LA, Smith GD, Erdmann J, Froguel P, Grönberg H, Gyllensten U, Hall P, Hansen T, Harris TB, Hattersley AT, Hayes RB, Heinrich J, Hu FB, Hveem K, Illig T, Jarvelin MR, Kaprio J, Karpe F, Khaw KT, Kiemeney LA, Krude H, Laakso M, Lawlor DA, Metspalu A, Munroe PB, Ouwehand WH, Pedersen O, Penninx BW, Peters A, Pramstaller PP, Quertermous T, Reinehr T, Rissanen A, Rudan I, Samani NJ, Schwarz PE, Shuldiner AR, Spector TD, Tuomilehto J, Uda M, Uitterlinden A, Valle TT, Wabitsch M, Waeber G, Wareham NJ, Watkins H; Procardis Consortium, Wilson JF, Wright AF, Zillikens MC, Chatterjee N, McCarroll SA, Purcell S, Schadt EE, Visscher PM, Assimes TL, Borecki IB, Deloukas P, Fox CS, Groop LC, Haritunians T, Hunter DJ, Kaplan RC, Mohlke KL, O'Connell JR, Peltonen L, Schlessinger D, Strachan DP, van Duijn CM, Wichmann HE, Frayling TM, Thorsteinsdottir U, Abecasis GR, Barroso I, Boehnke M, Stefansson K, North KE, McCarthy MI, Hirschhorn JN, Ingelsson E, Loos RJ. Association analyses of 249,796 individuals reveal 18 new loci associated with body mass index. Nat Genet. 2010 Nov;42(11):937-48.
- Karl JP, Saltzman E. The role of whole grains in body weight regulation. Adv Nutr. 2012 Sep 1;3(5):697-707.
- Lappi J, Kolehmainen M, Mykkänen H, Poutanen K. Do large intestinal events explain the protective effects of whole grain foods against type 2 diabetes? Crit Rev Food Sci Nutr. 2013;53(6):631-40.
- Walter J, Martínez I, Rose DJ. Holobiont nutrition: considering the role of the gastrointestinal microbiota in the health benefits of whole grains. Gut Microbes. 2013 Jul-Aug;4(4):340-6.
- Martínez I, Lattimer JM, Hubach KL, Case JA, Yang J, Weber CG, Louk JA, Rose DJ, Kyureghian G, Peterson DA, Haub MD, Walter J. Gut microbiome composition is linked to whole grain-induced immunological improvements. ISME J. 2013 Feb;7(2):269-80.
- Sonnenburg ED, Sonnenburg JL. Starving our microbial self: the deleterious consequences of a diet deficient in microbiota-accessible carbohydrates. Cell Metab. 2014 Nov 4;20(5):779-86.
- Cotillard A, Kennedy SP, Kong LC, Prifti E, Pons N, Le Chatelier E, Almeida M, Quinquis B, Levenez F, Galleron N, Gougis S, Rizkalla S, Batto JM, Renault P; ANR MicroObes consortium, Doré J, Zucker JD, Clément K, Ehrlich SD. Dietary intervention impact on gut microbial gene richness. Nature. 2013 Aug 29;500(7464):585-8.
- Albenberg LG, Wu GD. Diet and the intestinal microbiome: associations, functions, and implications for health and disease. Gastroenterology. 2014 May;146(6):1564-72.
- Le Chatelier E1, Nielsen T, Qin J, Prifti E, Hildebrand F, Falony G, Almeida M, Arumugam M, Batto JM, Kennedy S, Leonard P, Li J, Burgdorf K, Grarup N, Jørgensen T, Brandslund I, Nielsen HB, Juncker AS, Bertalan M, Levenez F, Pons N, Rasmussen S, Sunagawa S, Tap J, Tims S, Zoetendal EG, Brunak S, Clément K, Doré J, Kleerebezem M, Kristiansen K, Renault P, Sicheritz-Ponten T, de Vos WM, Zucker JD, Raes J, Hansen T; MetaHIT consortium, Bork P, Wang J, Ehrlich SD, Pedersen O. Richness of human gut microbiome correlates with metabolic markers. Nature. 2013 Aug 29;500(7464):541-6.
Imagen gracias a Larisa Siverina via 123rf.com. La imagen fue modificada.
A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba.
Vivimos en un “ambiente obesogénico”, rodeados de comida basura, en parte debido a las subvenciones que recibe el “complejo industrial alimentario”, que fabrica alimentos obesogénicos que crean adicción. Es decir, la raíz del problema podría hacer que sea muy difícil escapar de la obesidad”, pero mucha gente lo hace. Todo el mundo debería estar obeso, si la causa fuese simplemente externa y ambiental.
“Algunas personas parecen ser más susceptibles a ese ambiente obesogénico que otras”, lo que sugiere la existencia de un componente genético, algo confirmado por estudios con gemelos e hijos adoptados. Sin embargo, los genes identificados hasta ahora solo representan entre un 6 y un 11 % de la variación genética en el índice de masa corporal. Quizá haya que tener en cuenta la variación en el “otro genoma”, es decir, los microbios que viven en nuestro cuerpo, conocidos como el microbioma. Tenemos cien veces más genes bacterianos que genes humanos.
Un estudio descubrió que la gente suele dividirse en dos grupos: quienes tienen muchos tipos de bacterias en el intestino (mayor riqueza bacteriana) y quienes tienen menos. En el estudio, quienes tenían menor riqueza bacteriana tenían más grasa corporal, más resistencia a la insulina (causa de la diabetes tipo 2) y niveles más altos de triglicéridos y de marcadores de inflamación, como la proteína C reactiva. Las personas con menor riqueza pesaban más y también engordaron más con el paso del tiempo. La pregunta es, ¿es posible que una intervención dietética tenga un impacto real? “Varios estudios han asociado a las dietas altas en frutas, verduras y fibra con una mayor riqueza microbiana”.
Eso sí, darles suplementos de fibra no parece funcionar, ya que la clave está en la “complejidad de la composición” de los alimentos enteros e integrales, como los cereales integrales, “que podrían fomentar la existencia de más taxones bacterianos”, los tipos de bacterias, “algo que aumenta la diversidad”. El problema es que no había interés por hacer estudios con humanos sobre los efectos de los cereales integrales… hasta ahora. Los sujetos recibieron cebada integral, arroz integral, o una mezcla de ambos durante un mes, y en los tres casos se aumentó la diversidad de su comunidad bacteriana. Es posible que se necesite una gran variedad de sustratos para aumentar la diversidad bacteriana, algo que podemos conseguir con una dieta a base de plantas.
Además, los cambios en la flora intestinal ocurrieron al mismo tiempo que una disminución en la inflamación sistémica del cuerpo. Se creía que la fibra de los cereales integrales nos ayudaba al ralentizar la absorción del azúcar y reducir la subida en los niveles de azúcar en sangre que suele ocurrir después de comer carbohidratos refinados. Ahora se sabe que la fibra se descompone en el colon, gracias a la flora intestinal, que libera numerosas substancias beneficiosas en el torrente sanguíneo que pueden incluso tener un efecto antiinflamatorio. Así que quizás esto nos pueda ayudar a explicar los efectos protectores de los cereales integrales contra la diabetes de tipo 2. Como curiosidad, la combinación de la cebada y el arroz funcionó mejor, lo que me hace pensar en la sinergia de los alimentos. Podría ser una explicación para “la discrepancia existente sobre los efectos para la salud del consumo de cereales integrales que se suele ver en estudios epidemiológicos y de intervención”.
Los estudios observacionales “indican claramente” que quienes consumen 3 raciones o más de cereales integrales al día suelen tener un IMC más bajo, menos grasa abdominal y menor tendencia a ganar peso, aunque en ensayos clínicos recientes no se pudo probar la existencia de beneficios para el peso corporal al aleatorizar a los sujetos del ensayo a comer pan blanco o pan integral. Está claro que los cereales integrales son mejores nutricionalmente hablando y deberían recomendarse en lugar de los refinados. Sin embargo, los “ensayos de intervención podrían haber fallado a la hora de mostrar beneficios porque se centraron en una lista limitada de cereales integrales, mientras que en los ensayos epidemiológicos los sujetos consumían una mayor diversidad de cereales integrales, lo que podría crear mayor sinergia”.
La traducción y edición de este contenido ha sido realizado por Ángela Graña Varela.
Por favor considere ser voluntario/a para ayudar en el sitio web.
- Lifshitz F, Lifshitz JZ. Globesity: the root causes of the obesity epidemic in the USA and now worldwide. Pediatr Endocrinol Rev. 2014;12(1):17-34.
- Speliotes EK, Willer CJ, Berndt SI, Monda KL, Thorleifsson G, Jackson AU, Lango Allen H, Lindgren CM, Luan J, Mägi R, Randall JC, Vedantam S, Winkler TW, Qi L, Workalemahu T, Heid IM, Steinthorsdottir V, Stringham HM, Weedon MN, Wheeler E, Wood AR, Ferreira T, Weyant RJ, Segrè AV, Estrada K, Liang L, Nemesh J, Park JH, Gustafsson S, Kilpeläinen TO, Yang J, Bouatia-Naji N, Esko T, Feitosa MF, Kutalik Z, Mangino M, Raychaudhuri S, Scherag A, Smith AV, Welch R, Zhao JH, Aben KK, Absher DM, Amin N, Dixon AL, Fisher E, Glazer NL, Goddard ME, Heard-Costa NL, Hoesel V, Hottenga JJ, Johansson A, Johnson T, Ketkar S, Lamina C, Li S, Moffatt MF, Myers RH, Narisu N, Perry JR, Peters MJ, Preuss M, Ripatti S, Rivadeneira F, Sandholt C, Scott LJ, Timpson NJ, Tyrer JP, van Wingerden S, Watanabe RM, White CC, Wiklund F, Barlassina C, Chasman DI, Cooper MN, Jansson JO, Lawrence RW, Pellikka N, Prokopenko I, Shi J, Thiering E, Alavere H, Alibrandi MT, Almgren P, Arnold AM, Aspelund T, Atwood LD, Balkau B, Balmforth AJ, Bennett AJ, Ben-Shlomo Y, Bergman RN, Bergmann S, Biebermann H, Blakemore AI, Boes T, Bonnycastle LL, Bornstein SR, Brown MJ, Buchanan TA, Busonero F, Campbell H, Cappuccio FP, Cavalcanti-Proença C, Chen YD, Chen CM, Chines PS, Clarke R, Coin L, Connell J, Day IN, den Heijer M, Duan J, Ebrahim S, Elliott P, Elosua R, Eiriksdottir G, Erdos MR, Eriksson JG, Facheris MF, Felix SB, Fischer-Posovszky P, Folsom AR, Friedrich N, Freimer NB, Fu M, Gaget S, Gejman PV, Geus EJ, Gieger C, Gjesing AP, Goel A, Goyette P, Grallert H, Grässler J, Greenawalt DM, Groves CJ, Gudnason V, Guiducci C, Hartikainen AL, Hassanali N, Hall AS, Havulinna AS, Hayward C, Heath AC, Hengstenberg C, Hicks AA, Hinney A, Hofman A, Homuth G, Hui J, Igl W, Iribarren C, Isomaa B, Jacobs KB, Jarick I, Jewell E, John U, Jørgensen T, Jousilahti P, Jula A, Kaakinen M, Kajantie E, Kaplan LM, Kathiresan S, Kettunen J, Kinnunen L, Knowles JW, Kolcic I, König IR, Koskinen S, Kovacs P, Kuusisto J, Kraft P, Kvaløy K, Laitinen J, Lantieri O, Lanzani C, Launer LJ, Lecoeur C, Lehtimäki T, Lettre G, Liu J, Lokki ML, Lorentzon M, Luben RN, Ludwig B; MAGIC, Manunta P, Marek D, Marre M, Martin NG, McArdle WL, McCarthy A, McKnight B, Meitinger T, Melander O, Meyre D, Midthjell K, Montgomery GW, Morken MA, Morris AP, Mulic R, Ngwa JS, Nelis M, Neville MJ, Nyholt DR, O'Donnell CJ, O'Rahilly S, Ong KK, Oostra B, Paré G, Parker AN, Perola M, Pichler I, Pietiläinen KH, Platou CG, Polasek O, Pouta A, Rafelt S, Raitakari O, Rayner NW, Ridderstråle M, Rief W, Ruokonen A, Robertson NR, Rzehak P, Salomaa V, Sanders AR, Sandhu MS, Sanna S, Saramies J, Savolainen MJ, Scherag S, Schipf S, Schreiber S, Schunkert H, Silander K, Sinisalo J, Siscovick DS, Smit JH, Soranzo N, Sovio U, Stephens J, Surakka I, Swift AJ, Tammesoo ML, Tardif JC, Teder-Laving M, Teslovich TM, Thompson JR, Thomson B, Tönjes A, Tuomi T, van Meurs JB, van Ommen GJ, Vatin V, Viikari J, Visvikis-Siest S, Vitart V, Vogel CI, Voight BF, Waite LL, Wallaschofski H, Walters GB, Widen E, Wiegand S, Wild SH, Willemsen G, Witte DR, Witteman JC, Xu J, Zhang Q, Zgaga L, Ziegler A, Zitting P, Beilby JP, Farooqi IS, Hebebrand J, Huikuri HV, James AL, Kähönen M, Levinson DF, Macciardi F, Nieminen MS, Ohlsson C, Palmer LJ, Ridker PM, Stumvoll M, Beckmann JS, Boeing H, Boerwinkle E, Boomsma DI, Caulfield MJ, Chanock SJ, Collins FS, Cupples LA, Smith GD, Erdmann J, Froguel P, Grönberg H, Gyllensten U, Hall P, Hansen T, Harris TB, Hattersley AT, Hayes RB, Heinrich J, Hu FB, Hveem K, Illig T, Jarvelin MR, Kaprio J, Karpe F, Khaw KT, Kiemeney LA, Krude H, Laakso M, Lawlor DA, Metspalu A, Munroe PB, Ouwehand WH, Pedersen O, Penninx BW, Peters A, Pramstaller PP, Quertermous T, Reinehr T, Rissanen A, Rudan I, Samani NJ, Schwarz PE, Shuldiner AR, Spector TD, Tuomilehto J, Uda M, Uitterlinden A, Valle TT, Wabitsch M, Waeber G, Wareham NJ, Watkins H; Procardis Consortium, Wilson JF, Wright AF, Zillikens MC, Chatterjee N, McCarroll SA, Purcell S, Schadt EE, Visscher PM, Assimes TL, Borecki IB, Deloukas P, Fox CS, Groop LC, Haritunians T, Hunter DJ, Kaplan RC, Mohlke KL, O'Connell JR, Peltonen L, Schlessinger D, Strachan DP, van Duijn CM, Wichmann HE, Frayling TM, Thorsteinsdottir U, Abecasis GR, Barroso I, Boehnke M, Stefansson K, North KE, McCarthy MI, Hirschhorn JN, Ingelsson E, Loos RJ. Association analyses of 249,796 individuals reveal 18 new loci associated with body mass index. Nat Genet. 2010 Nov;42(11):937-48.
- Karl JP, Saltzman E. The role of whole grains in body weight regulation. Adv Nutr. 2012 Sep 1;3(5):697-707.
- Lappi J, Kolehmainen M, Mykkänen H, Poutanen K. Do large intestinal events explain the protective effects of whole grain foods against type 2 diabetes? Crit Rev Food Sci Nutr. 2013;53(6):631-40.
- Walter J, Martínez I, Rose DJ. Holobiont nutrition: considering the role of the gastrointestinal microbiota in the health benefits of whole grains. Gut Microbes. 2013 Jul-Aug;4(4):340-6.
- Martínez I, Lattimer JM, Hubach KL, Case JA, Yang J, Weber CG, Louk JA, Rose DJ, Kyureghian G, Peterson DA, Haub MD, Walter J. Gut microbiome composition is linked to whole grain-induced immunological improvements. ISME J. 2013 Feb;7(2):269-80.
- Sonnenburg ED, Sonnenburg JL. Starving our microbial self: the deleterious consequences of a diet deficient in microbiota-accessible carbohydrates. Cell Metab. 2014 Nov 4;20(5):779-86.
- Cotillard A, Kennedy SP, Kong LC, Prifti E, Pons N, Le Chatelier E, Almeida M, Quinquis B, Levenez F, Galleron N, Gougis S, Rizkalla S, Batto JM, Renault P; ANR MicroObes consortium, Doré J, Zucker JD, Clément K, Ehrlich SD. Dietary intervention impact on gut microbial gene richness. Nature. 2013 Aug 29;500(7464):585-8.
- Albenberg LG, Wu GD. Diet and the intestinal microbiome: associations, functions, and implications for health and disease. Gastroenterology. 2014 May;146(6):1564-72.
- Le Chatelier E1, Nielsen T, Qin J, Prifti E, Hildebrand F, Falony G, Almeida M, Arumugam M, Batto JM, Kennedy S, Leonard P, Li J, Burgdorf K, Grarup N, Jørgensen T, Brandslund I, Nielsen HB, Juncker AS, Bertalan M, Levenez F, Pons N, Rasmussen S, Sunagawa S, Tap J, Tims S, Zoetendal EG, Brunak S, Clément K, Doré J, Kleerebezem M, Kristiansen K, Renault P, Sicheritz-Ponten T, de Vos WM, Zucker JD, Raes J, Hansen T; MetaHIT consortium, Bork P, Wang J, Ehrlich SD, Pedersen O. Richness of human gut microbiome correlates with metabolic markers. Nature. 2013 Aug 29;500(7464):541-6.
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Enriquecer el microbioma intestinal con los cereales integrales
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