Optimizar el consumo de agua para perder peso

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Beber dos vasos de agua fría con el estómago vacío varias veces al día ayuda a perder peso.

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A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Irene Belmonte voluntaria activa en NutritionFacts.org.

Cuando bebes dos vasos de agua fría, aumenta la cantidad de noradrenalina en sangre. Ocurre lo mismo que cuando fumas varios cigarrillos o bebes varias tazas de café: el metabolismo se acelera un 30 % en una hora. Cuando lo pusieron a prueba en estudios controlados aleatorizados, vieron que aceleraba la pérdida de peso en un 44 %, lo cual lo convierte en la forma más segura, sencilla y barata de acelerar el metabolismo. 

Sin embargo, puede que este método falle si estás tomando betabloqueantes. Normalmente, los betabloqueantes se recetan para tratar problemas cardíacos o para reducir la presión arterial, suelen acabar en “lol”, como atenolol, nadolol o propranolol y se venden como Tenormin, Corgard o Inderal, respectivamente. De modo que si, por ejemplo, se recetara metoprolol (cuya marca comercial es Lopressor) antes de la toma de los dos vasos de agua, se podría prevenir su efecto en el metabolismo. La verdad es que tiene sentido, ya que la función de los betabloqueantes es bloquear los receptores beta activados por la noradrenalina. De lo contrario, los vasos de agua fría deberían funcionar, pero ¿cuándo es el mejor momento, la mejor dosis, de qué tipo y a qué temperatura?

Un solo vaso podría ser suficiente para activar la acción de la noradrenalina, pero existen más beneficios con un mínimo de dos vasos. Cuidado: nunca deberías beber más de tres vasos en una hora, ya que podrías estar saturando los riñones. Puede que, si sufres de insuficiencia cardíaca o renal, tu médico no quiera que bebas más agua de la necesaria, pero incluso teniendo riñones sanos, el beber más de tres vasos de agua por hora podría diluir los electrolitos en el cerebro y causar daños potencialmente críticos. En “Comer para no morir”, hablo del primer paciente al que maté cuando estaba de interno en el hospital. El hombre se mató bebiendo… Agua. Sufría un problema neurológico que le causaba una sed patológica. Por entonces, sabía lo suficiente como para pedir que le restringieran los líquidos y que le cortaran el agua del grifo, pero no pensé en la del inodoro.

Pero bueno, ¿tiene que ser solo agua, sin nada más? Debería dar igual, ¿no? El agua es agua, aunque tenga sabor o esté endulzada en una bebida dietética. Pero sí que importa. Cuando se trata de prevenir los desmayos antes de donar sangre, el jugo de frutas no es tan eficaz como el agua. Del mismo modo, el agua funciona para evitar que alguien se maree al levantarse de golpe, pero la misma cantidad de agua con sal, no. ¿Cuál es la diferencia, entonces?

Antes creíamos que se debía a la distensión abdominal. Cuando comemos, el cuerpo incrementa el flujo sanguíneo en el tubo digestivo y extrae la sangre de las extremidades mediante la secreción de noradrenalina. Por eso, se pensaba que beber agua era solo una forma de llenar el estómago sin ingerir calorías. Sin embargo, si bebes dos vasos de solución salina (agua salada, básicamente) el efecto desaparece, por lo que la distensión abdominal no explicaría el efecto del agua.

Ahora sabemos que el cuerpo es capaz de detectar la osmolaridad, la concentración de sustancias en un líquido, lo cual se puede demostrar al introducir líquidos con diferentes concentraciones en el estómago de un paciente a través de una sonda de alimentación y controlar, posteriormente, la producción de sudor (que es un indicador de la liberación de noradrenalina). Podría ser solo un reflejo medular, ya que también se observa en tetrapléjicos, o puede que las absorba el hígado, ya que los pacientes con trasplante de hígado (cuyos nervios han sido cercenados) liberan menos noradrenalina. Sea como sea, nuestro cuerpo lo detecta. ¿Creías que solo teníamos cinco sentidos? El recuento actual está en más de 33, así que la película de Bruce Willis quizá debería haberse llamado “El trigésimo cuarto sentido”.

En mi desafío de “La docena diaria”, clasifiqué algunos tés entre las bebidas más saludables. Después de todo, tienen agua y, además, un montón de antioxidantes. Pero si lo que buscamos es adelgazar, el agua sin más es la mejor opción, lo que explicaría la pérdida de peso significativa en individuos con sobrepeso y obesidad a los cuales se escogió al azar para que reemplazaran las bebidas dietéticas por agua durante un ensayo clínico. Esto se atribuyó al hecho de que dejasen de consumir edulcorantes artificiales, pero tal vez las bebidas dietéticas estaban demasiado concentradas para ofrecer el mismo efecto metabólico que produce el agua. Las bebidas dietéticas o el té tienen una concentración de sustancias diez veces mayor que el agua del grifo. Por lo tanto, el agua corriente en ayunas podría ser la mejor opción.

¿Y la temperatura importa? En una revista publicada por la Sociedad Estadounidense de Ingeniería Mecánica, un profesor de ingeniería sugirió que el “secreto” para adelgazar con una dieta basada en alimentos crudos era la temperatura a la que se servían. Calculó que, para llevar dos vasos de agua, incluso estando a temperatura ambiente, a la temperatura corporal, el cuerpo tendría que servirse de las reservas de grasa y consumir hasta 6.000 calorías. “¡Es muy sencillo!”, dice. Una caloría se define como la cantidad de calor necesario para elevar la temperatura de un gramo de agua en un grado Celsius. Entonces, como dos vasos de agua son aproximadamente 500 gramos, y la diferencia entre la temperatura ambiente y la temperatura corporal es de aproximadamente doce grados Celsius: 500 x 12 = más de 6000 calorías.

¿Alguien más ha visto el error? En nutrición, una “caloría” es en realidad una kilocaloría, mil veces mayor que la misma palabra que se usa en el resto de las ciencias. Complicado, ¿verdad? Lo que a mí me sorprende es que se haya publicado el artículo.

Entonces, para calentar dos vasos de agua a temperatura ambiente, en realidad solo se necesitan seis calorías, no 6000. Aunque si fueras un colibrí y bebieras cuatro veces tu peso en néctar frío, podrías quemar hasta un 2 % de las reservas de energía para calentarlo, pero eso no supone una gran diferencia para nosotros.

¿Y qué pasa cuando el agua está muy fría? Un artículo llamado “La dieta del hielo” publicado en Annals of Internal Medicine estimó que comer alrededor de un litro de hielo, algo así como un granizado enorme y sin sirope, podría hacer que quemásemos más de 150 calorías, la “misma cantidad de energía que se gasta al correr un kilómetro”. No es que tu cuerpo queme grasa directamente para calentar el agua. Lo que hace es simplemente acumular más calor residual del que normalmente libera al restringir el flujo sanguíneo en la piel. ¿Pero cómo lo hace? ¡Con noradrenalina!

Si comparas beber agua a temperatura corporal, agua a temperatura ambiente y agua fría, únicamente se restringe el flujo sanguíneo en la piel con las dos últimas. Ni el agua caliente ni la tibia podrían acelerar el metabolismo del mismo modo que lo hace el agua fría del refrigerador. Por lo tanto, el cuerpo sí que quema más calorías cuando bebe el agua fría, al menos indirectamente.

Resumiendo, dos vasos de agua fría con el estómago vacío varias veces al día. ¿Importa cuándo? Sí, en mi “Ponencia sobre pérdida de peso basada en la evidencia” podrás ver cómo beneficiarte de las calorías negativas bebiendo agua justo antes de las comidas.

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Video producción de Glass Entertainment

Gráficos de Avocado Video

A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Irene Belmonte voluntaria activa en NutritionFacts.org.

Cuando bebes dos vasos de agua fría, aumenta la cantidad de noradrenalina en sangre. Ocurre lo mismo que cuando fumas varios cigarrillos o bebes varias tazas de café: el metabolismo se acelera un 30 % en una hora. Cuando lo pusieron a prueba en estudios controlados aleatorizados, vieron que aceleraba la pérdida de peso en un 44 %, lo cual lo convierte en la forma más segura, sencilla y barata de acelerar el metabolismo. 

Sin embargo, puede que este método falle si estás tomando betabloqueantes. Normalmente, los betabloqueantes se recetan para tratar problemas cardíacos o para reducir la presión arterial, suelen acabar en “lol”, como atenolol, nadolol o propranolol y se venden como Tenormin, Corgard o Inderal, respectivamente. De modo que si, por ejemplo, se recetara metoprolol (cuya marca comercial es Lopressor) antes de la toma de los dos vasos de agua, se podría prevenir su efecto en el metabolismo. La verdad es que tiene sentido, ya que la función de los betabloqueantes es bloquear los receptores beta activados por la noradrenalina. De lo contrario, los vasos de agua fría deberían funcionar, pero ¿cuándo es el mejor momento, la mejor dosis, de qué tipo y a qué temperatura?

Un solo vaso podría ser suficiente para activar la acción de la noradrenalina, pero existen más beneficios con un mínimo de dos vasos. Cuidado: nunca deberías beber más de tres vasos en una hora, ya que podrías estar saturando los riñones. Puede que, si sufres de insuficiencia cardíaca o renal, tu médico no quiera que bebas más agua de la necesaria, pero incluso teniendo riñones sanos, el beber más de tres vasos de agua por hora podría diluir los electrolitos en el cerebro y causar daños potencialmente críticos. En “Comer para no morir”, hablo del primer paciente al que maté cuando estaba de interno en el hospital. El hombre se mató bebiendo… Agua. Sufría un problema neurológico que le causaba una sed patológica. Por entonces, sabía lo suficiente como para pedir que le restringieran los líquidos y que le cortaran el agua del grifo, pero no pensé en la del inodoro.

Pero bueno, ¿tiene que ser solo agua, sin nada más? Debería dar igual, ¿no? El agua es agua, aunque tenga sabor o esté endulzada en una bebida dietética. Pero sí que importa. Cuando se trata de prevenir los desmayos antes de donar sangre, el jugo de frutas no es tan eficaz como el agua. Del mismo modo, el agua funciona para evitar que alguien se maree al levantarse de golpe, pero la misma cantidad de agua con sal, no. ¿Cuál es la diferencia, entonces?

Antes creíamos que se debía a la distensión abdominal. Cuando comemos, el cuerpo incrementa el flujo sanguíneo en el tubo digestivo y extrae la sangre de las extremidades mediante la secreción de noradrenalina. Por eso, se pensaba que beber agua era solo una forma de llenar el estómago sin ingerir calorías. Sin embargo, si bebes dos vasos de solución salina (agua salada, básicamente) el efecto desaparece, por lo que la distensión abdominal no explicaría el efecto del agua.

Ahora sabemos que el cuerpo es capaz de detectar la osmolaridad, la concentración de sustancias en un líquido, lo cual se puede demostrar al introducir líquidos con diferentes concentraciones en el estómago de un paciente a través de una sonda de alimentación y controlar, posteriormente, la producción de sudor (que es un indicador de la liberación de noradrenalina). Podría ser solo un reflejo medular, ya que también se observa en tetrapléjicos, o puede que las absorba el hígado, ya que los pacientes con trasplante de hígado (cuyos nervios han sido cercenados) liberan menos noradrenalina. Sea como sea, nuestro cuerpo lo detecta. ¿Creías que solo teníamos cinco sentidos? El recuento actual está en más de 33, así que la película de Bruce Willis quizá debería haberse llamado “El trigésimo cuarto sentido”.

En mi desafío de “La docena diaria”, clasifiqué algunos tés entre las bebidas más saludables. Después de todo, tienen agua y, además, un montón de antioxidantes. Pero si lo que buscamos es adelgazar, el agua sin más es la mejor opción, lo que explicaría la pérdida de peso significativa en individuos con sobrepeso y obesidad a los cuales se escogió al azar para que reemplazaran las bebidas dietéticas por agua durante un ensayo clínico. Esto se atribuyó al hecho de que dejasen de consumir edulcorantes artificiales, pero tal vez las bebidas dietéticas estaban demasiado concentradas para ofrecer el mismo efecto metabólico que produce el agua. Las bebidas dietéticas o el té tienen una concentración de sustancias diez veces mayor que el agua del grifo. Por lo tanto, el agua corriente en ayunas podría ser la mejor opción.

¿Y la temperatura importa? En una revista publicada por la Sociedad Estadounidense de Ingeniería Mecánica, un profesor de ingeniería sugirió que el “secreto” para adelgazar con una dieta basada en alimentos crudos era la temperatura a la que se servían. Calculó que, para llevar dos vasos de agua, incluso estando a temperatura ambiente, a la temperatura corporal, el cuerpo tendría que servirse de las reservas de grasa y consumir hasta 6.000 calorías. “¡Es muy sencillo!”, dice. Una caloría se define como la cantidad de calor necesario para elevar la temperatura de un gramo de agua en un grado Celsius. Entonces, como dos vasos de agua son aproximadamente 500 gramos, y la diferencia entre la temperatura ambiente y la temperatura corporal es de aproximadamente doce grados Celsius: 500 x 12 = más de 6000 calorías.

¿Alguien más ha visto el error? En nutrición, una “caloría” es en realidad una kilocaloría, mil veces mayor que la misma palabra que se usa en el resto de las ciencias. Complicado, ¿verdad? Lo que a mí me sorprende es que se haya publicado el artículo.

Entonces, para calentar dos vasos de agua a temperatura ambiente, en realidad solo se necesitan seis calorías, no 6000. Aunque si fueras un colibrí y bebieras cuatro veces tu peso en néctar frío, podrías quemar hasta un 2 % de las reservas de energía para calentarlo, pero eso no supone una gran diferencia para nosotros.

¿Y qué pasa cuando el agua está muy fría? Un artículo llamado “La dieta del hielo” publicado en Annals of Internal Medicine estimó que comer alrededor de un litro de hielo, algo así como un granizado enorme y sin sirope, podría hacer que quemásemos más de 150 calorías, la “misma cantidad de energía que se gasta al correr un kilómetro”. No es que tu cuerpo queme grasa directamente para calentar el agua. Lo que hace es simplemente acumular más calor residual del que normalmente libera al restringir el flujo sanguíneo en la piel. ¿Pero cómo lo hace? ¡Con noradrenalina!

Si comparas beber agua a temperatura corporal, agua a temperatura ambiente y agua fría, únicamente se restringe el flujo sanguíneo en la piel con las dos últimas. Ni el agua caliente ni la tibia podrían acelerar el metabolismo del mismo modo que lo hace el agua fría del refrigerador. Por lo tanto, el cuerpo sí que quema más calorías cuando bebe el agua fría, al menos indirectamente.

Resumiendo, dos vasos de agua fría con el estómago vacío varias veces al día. ¿Importa cuándo? Sí, en mi “Ponencia sobre pérdida de peso basada en la evidencia” podrás ver cómo beneficiarte de las calorías negativas bebiendo agua justo antes de las comidas.

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Nota del Doctor

Ya lo mencioné en mi “Ponencia sobre pérdida de peso basada en la evidencia”, que puedes ver aquí.

¿Demasiado bueno para ser verdad? No, mira mis tres últimos videos sobre el agua y la pérdida de peso: Cómo conseguir los beneficios de la efedra para la pérdida de peso sin los riesgosEl efecto de beber agua para las hormonas suprarrenales y la pérdida de peso y ¿Cuál es la manera más segura de acelerar el metabolismo?

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