Cómo convertirse en un superdonante de trasplante fecal

5/5 - (6 votes)

¿Qué es más importante, los probióticos o los prebióticos? ¿Dónde es mejor conseguirlos?

Comenta
Comparte

“Prácticamente cada día, todos nos enfrentamos a la actividad de nuestro intestino, y no es de extrañar que al menos algunos de nosotros hayamos desarrollado una fascinación por nuestra condición intestinal y su relación con la salud y la enfermedad”.

“Durante los últimos años, la microbiota intestinal [nuestra flora intestinal] ha sido identificada como [algo parecido a] un fascinante ‘nuevo órgano’” con todo tipo de funciones. Bien, si las bacterias en nuestro intestino forman algo parecido a un órgano completo e independiente  dentro de nuestro cuerpo, ¿qué hay de hacer un trasplante de órgano? 

¿Qué sucedería si transfirieras bacterias intestinales de personas delgadas a personas obesas? Los investigadores pensaron que “re-equilibrar las bacterias [causantes de obesidad]” con un trasplante de flora bacteriana de una persona delgada podría ayudar. Ahora querían ponerlo en práctica con un estudio controlado por placebo, lo que es sencillo hacer con drogas: se da una pastilla de azúcar. Pero, cuando estás introduciendo un tubo por la garganta y trasplantando heces, pienso, ¿qué utilizas como placebo? Como hecebo, por llamarlo de algún modo. Tanto los donantes como los sujetos trajeron excrementos frescos, y los sujetos fueron asignados al azar para, o bien recibir materia fecal de un donante, o la suya propia. Esto era el placebo: recibes tu propia materia fecal nuevamente.

De acuerdo. ¿Y qué fue lo que sucedió? La sensibilidad a la insulina de los donantes delgados era de aproximadamente 50, que es algo bueno. Alta sensibilidad a la insulina significa baja resistencia a la insulina—la causa de diabetes tipo 2 y prediabetes. Los participantes obesos comenzaron con 20 aproximadamente, y tras un implante con sus propias heces, permanecieron en aproximadamente 20. Pero el grupo de donantes obesos recibiendo de los delgados, comenzando también en valores bajos, dio un salto a valores cercanos a los de los individuos delgados.

Es interesante: no todas las heces de los donantes delgados produjeron el mismo efecto en la sensibilidad a la insulina, dado que algunos donantes tuvieron efectos muy significativos—los llamados donantes de súper heces, mientras que otros tuvieron efectos muy pequeños o ningún efecto. Resulta que este “efecto súper donante” probablemente se produce por la cantidad de bacterias intestinales productoras de ácidos grasos de cadena corta presentes sus las heces, el tipo de bacteria alimentaria que se beneficia de la fibra que comemos. Es posible que los ácidos grasos de cadena corta producidos por las bacterias que se alimentan de fibra contribuyan a la producción de hormonas intestinales que podrían causar esta mejora en la sensibilidad a la insulina.

“El uso [exitoso] de trasplantes fecales ha atraído considerable atención recientemente”, no sólo debido a su éxito, sino a su capacidad de probar la relación causa-efecto—que las bacterias en nuestro intestino pueden afectar a nuestro metabolismo. Pero, en unos pocos meses, la composición bacteriana volvió a los niveles originales; así que los efectos sobre las personas obesas fueron temporales.

Sin embargo, podemos lograr efectos similares con tan solo alimentar a las pocas bacterias intestinales buenas que ya tenemos. Supongamos que tienes un cobertizo lleno de conejitos. Aliméntalos con chicharrones, y todos se mueren. Claro, puedes repoblar el cobertizo trayendo nuevos conejitos, pero si continúas dándoles chicharrones, éstos también morirán pasado un tiempo. Mientras que si, aún comenzando con solo unos pocos conejos, les das lo que supuestamente deberían comer, crecerán y se multiplicarán, y muy pronto, tendrás muchísimos conejitos comedores fibra.

Los trasplantes fecales y los probióticos son tan solo soluciones temporales si continuamos dándole el combustible incorrecto a nuestro cuerpo. Pero si en cambio le suministramos prebióticos, como fibra, lo que significa “aumentar el consumo de alimentos vegetales integrales”, podemos seleccionar y promover el crecimiento de nuestras propias bacterias beneficiosas.

Sin embargo, dichos efectos pueden menguar una vez que el consumo alto de fibra cesa. Por lo tanto, nuestros hábitos alimenticios deberían “incluir un consumo continuo de grandes cantidades de alimentos ricos en fibra” para poder mejorar nuestra salud. De lo contrario, podríamos estar matando de hambre a nuestro yo microbiano.

Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el vídeo más arriba. Esto es sólo una aproximación del audio. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Adriana Telias y Adrián Bravo López.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

Iconos creados por Mourad Mokrane, Luis Prado, Renee Ramsey-Passmore, Alexander Smith, Creative Stall, Gan Khoon Lay, Jamison Wieser, y Gregor Črešnar del The Noun Project.

Créditos de imágenes: Newtown graffiti vía flickr. La imagen ha sido modificada.

Crédito de vídeo: Avocado Video

“Prácticamente cada día, todos nos enfrentamos a la actividad de nuestro intestino, y no es de extrañar que al menos algunos de nosotros hayamos desarrollado una fascinación por nuestra condición intestinal y su relación con la salud y la enfermedad”.

“Durante los últimos años, la microbiota intestinal [nuestra flora intestinal] ha sido identificada como [algo parecido a] un fascinante ‘nuevo órgano’” con todo tipo de funciones. Bien, si las bacterias en nuestro intestino forman algo parecido a un órgano completo e independiente  dentro de nuestro cuerpo, ¿qué hay de hacer un trasplante de órgano? 

¿Qué sucedería si transfirieras bacterias intestinales de personas delgadas a personas obesas? Los investigadores pensaron que “re-equilibrar las bacterias [causantes de obesidad]” con un trasplante de flora bacteriana de una persona delgada podría ayudar. Ahora querían ponerlo en práctica con un estudio controlado por placebo, lo que es sencillo hacer con drogas: se da una pastilla de azúcar. Pero, cuando estás introduciendo un tubo por la garganta y trasplantando heces, pienso, ¿qué utilizas como placebo? Como hecebo, por llamarlo de algún modo. Tanto los donantes como los sujetos trajeron excrementos frescos, y los sujetos fueron asignados al azar para, o bien recibir materia fecal de un donante, o la suya propia. Esto era el placebo: recibes tu propia materia fecal nuevamente.

De acuerdo. ¿Y qué fue lo que sucedió? La sensibilidad a la insulina de los donantes delgados era de aproximadamente 50, que es algo bueno. Alta sensibilidad a la insulina significa baja resistencia a la insulina—la causa de diabetes tipo 2 y prediabetes. Los participantes obesos comenzaron con 20 aproximadamente, y tras un implante con sus propias heces, permanecieron en aproximadamente 20. Pero el grupo de donantes obesos recibiendo de los delgados, comenzando también en valores bajos, dio un salto a valores cercanos a los de los individuos delgados.

Es interesante: no todas las heces de los donantes delgados produjeron el mismo efecto en la sensibilidad a la insulina, dado que algunos donantes tuvieron efectos muy significativos—los llamados donantes de súper heces, mientras que otros tuvieron efectos muy pequeños o ningún efecto. Resulta que este “efecto súper donante” probablemente se produce por la cantidad de bacterias intestinales productoras de ácidos grasos de cadena corta presentes sus las heces, el tipo de bacteria alimentaria que se beneficia de la fibra que comemos. Es posible que los ácidos grasos de cadena corta producidos por las bacterias que se alimentan de fibra contribuyan a la producción de hormonas intestinales que podrían causar esta mejora en la sensibilidad a la insulina.

“El uso [exitoso] de trasplantes fecales ha atraído considerable atención recientemente”, no sólo debido a su éxito, sino a su capacidad de probar la relación causa-efecto—que las bacterias en nuestro intestino pueden afectar a nuestro metabolismo. Pero, en unos pocos meses, la composición bacteriana volvió a los niveles originales; así que los efectos sobre las personas obesas fueron temporales.

Sin embargo, podemos lograr efectos similares con tan solo alimentar a las pocas bacterias intestinales buenas que ya tenemos. Supongamos que tienes un cobertizo lleno de conejitos. Aliméntalos con chicharrones, y todos se mueren. Claro, puedes repoblar el cobertizo trayendo nuevos conejitos, pero si continúas dándoles chicharrones, éstos también morirán pasado un tiempo. Mientras que si, aún comenzando con solo unos pocos conejos, les das lo que supuestamente deberían comer, crecerán y se multiplicarán, y muy pronto, tendrás muchísimos conejitos comedores fibra.

Los trasplantes fecales y los probióticos son tan solo soluciones temporales si continuamos dándole el combustible incorrecto a nuestro cuerpo. Pero si en cambio le suministramos prebióticos, como fibra, lo que significa “aumentar el consumo de alimentos vegetales integrales”, podemos seleccionar y promover el crecimiento de nuestras propias bacterias beneficiosas.

Sin embargo, dichos efectos pueden menguar una vez que el consumo alto de fibra cesa. Por lo tanto, nuestros hábitos alimenticios deberían “incluir un consumo continuo de grandes cantidades de alimentos ricos en fibra” para poder mejorar nuestra salud. De lo contrario, podríamos estar matando de hambre a nuestro yo microbiano.

Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el vídeo más arriba. Esto es sólo una aproximación del audio. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Adriana Telias y Adrián Bravo López.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

Iconos creados por Mourad Mokrane, Luis Prado, Renee Ramsey-Passmore, Alexander Smith, Creative Stall, Gan Khoon Lay, Jamison Wieser, y Gregor Črešnar del The Noun Project.

Créditos de imágenes: Newtown graffiti vía flickr. La imagen ha sido modificada.

Crédito de vídeo: Avocado Video

Nota del Doctor

Hemos cambiado a un nuevo estilo en nuestros vídeos, involucrando a especialistas en diseño de gráficos en movimiento para ayudar a hacerlos más variados. Este vídeo fue creado por Lucas Kavanagh y Jesse Lupini de Avocado Video. Lucas es un científico apasionado con encontrar nuevas maneras de comunicar conceptos complejos, quien dice estar “entusiasmado de estar trabajando con NutritionFacts para contribuir a que la información acerca de la salud evaluada por profesionales sea accesible a todo el mundo”. Jesse, por su parte, dirige y produce, y profesa un gran amor por la ciencia y la educación, diciendo que encuentra “emocionante el estar trabajando con NutritionFacts, un faro de información sobre la salud basada en ciencia en un mar de vudú nutricional y pseudo-ciencia en Internet.”

Depende de ti el decirnos qué equipo te gusta más. En los comentarios, por favor incluye tus opiniones sobre este nuevo aspecto, y qué formato prefieres. 

En otras palabras, ¿cuál te gusta más?

¡Por favor, háznoslo saber!

Y si tú o alguien que conoces es experto en gráficos en movimiento y quiere convertirse en el equipo número 5, por favor mira nuestra página de Ofertas de trabajo

El microbioma es una de las áreas más excitantes de la medicina actual. Para saber más, ver, por ejemplo:

Más sobre fuentes de prebióticos para la salud en:

En 2023 publiqué otros videos sobre transplantes fecales: Los transplantes fecales para C. diff, colitis ulcerativa, EM, depresión, trastorno bipolar y alcoholismoFecal Transplants for Aging and Weight Loss

Si no lo has hecho aún, puedes suscribirte a mis vídeos de forma gratuita haciendo clic aquí.

Échale un vistazo a la página de información sobre los recursos traducidos.

Sucríbete a nuestra newsletter gratuita y, además de mantenerte al tanto de la ciencia, recibirás de regalo la receta de wraps de garbanzos al curry del recetario de Comer para no morir.

Pin It en Pinterest

Share This