Los transplantes fecales para C. diff, colitis ulcerativa, EM, depresión, trastorno bipolar y alcoholismo

5/5 - (6 votes)

Reviso informes de caso y ensayos aleatorizados con grupo de control sobre los trasplantes fecales para varias enfermedades.

Comenta
Comparte

A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Daniel González voluntario en NutritionFacts.org.

Los alimentos vegetales y el microbioma en la conservación de la salud y la prevención de enfermedades: hay pruebas de que una alimentación vegetal y rica en fibra puede prevenir distintas enfermedades frecuentes, quizá por el efecto que tienen estas alimentaciones en la composición y actividad metabólica de nuestro microbioma, las bacterias de nuestro intestino. Las bacterias buenas de nuestro colon consumen los residuos vegetales y escupen metabolitos buenos para la salud que evitan el cáncer. Como la fibra, que se metaboliza en ácidos grasos de cadena corta, con significativas propiedades antinflamatorias y anticancerígenas. Y hay microbios especiales que consumen fibra, atraviesan paredes celulares vegetales y liberan dentro los bienes antinflamatorios, antioxidantes y anticancerígenos. ¿Cuántos alimentos vegetales integrales hay que comer?

Todas las pruebas señalan a una necesidad fisiológica de cerca de 50 gramos de fibra al día, que es lo que contenía la alimentación africana tradicional, y se asocia con la prevención de enfermedades crónicas frecuentes en países industrializados. Eso es hasta el doble del mínimo recomendado y el triple del consumo actual en EE. UU. ¿Cómo se puede demostrar que el microbioma participa? Los trasplantes fecales, trasplantes de heces. Lo que es un desperdicio para una persona es un tesoro para otra.

En la actualidad, el trasplante de microbiota fecal es el método terapéutico óptimo para la infección recurrente de Clostridium difficile. La “C. diff” se considera hoy la causa intrahospitalaria más frecuente de diarrea. Es una enfermedad potencialmente mortal que puede surgir cuando los antibióticos liquidan las bacterias buenas del intestino. Para librarse de ella, necesitamos más bacterias buenas, que puede ofrecer un donante sano mediante la infusión de una suspensión líquida de las heces del donante. Ganamos con la caca.

Los trasplantes fecales han demostrado que valen para el tratamiento de diarrea recurrente por ‘C. diff’, con índices de curación del 90 %. Debido a este éxito, se han aconsejado trasplantes fecales como posible tratamiento para otras enfermedades digestivas. Por ejemplo, la enteropatía inflamatoria conocida como colitis ulcerosa. Ha habido cuatro ensayos aleatorizados y parece que los trasplantes fecales casi duplican los índices de remisión. Pero ¿y los trastornos que no son digestivos?

Este es un estudio de una serie de trasplantes fecales para esclerosis múltiple (EM). El paciente notó una mejoría en su microbioma, con más bacterias antinflamatorias que se alimentan de fibra, y hubo un aumento significativo en la concentración del factor neurótrofo derivado del cerebro, que apunta a que desempeña un papel neuroprotector en la EM, y pruebas subjetivas y objetivas de una mejora al caminar, que era el síntoma principal de EM del paciente. Para dar algo de picar a los nuevos consumidores de fibra se sometió al paciente a una alimentación rica en fibra, que está muy bien. Pero podría ayudar solo con una alimentación vegetal con trasplantes de heces o sin ellos, ya que la alimentación occidental normal fomenta la disbiosis, un desequilibrio de bacterias intestinales malas, y la neuroinflamación en la EM, mientras que la alimentación vegetal rica en fibra reduce el riesgo de EM. Hacen falta ensayos aleatorizados comparativos con placebo para evaluarlo, pero, entre tanto, se puede aumentar las bacterias buenas del intestino de la forma tradicional: con alimentos vegetales integrales ricos en fibra.

¿Y los trasplantes fecales para la depresión? El interés por el microbioma del intestino y su papel en la salud ha explotado durante los últimos años. ¿Tiene algo de esto relevancia en la psiquiatría? Puede. En muchos estudios se presentaron diferencias de microbioma entre personas con depresión y sin ella. Al fin y al cabo, un desequilibrio en los neurotransmisores está involucrado en la causa de depresión y el microbioma intestinal sintetiza grandes cantidades de esas mismas sustancias neuroactivas, como la serotonina y la dopamina. Y hay una gran autopista de información del intestino al cerebro, llamada nervio vago, que podría alterar el estado de ánimo. Los primeros trasplantes fecales se proporcionaron de abajo arriba, mediante colonoscopia, pero ahora tenemos cacápsulas: heces encapsuladas para facilitar el intercambio de heces.

Aquí hay un caso clínico de una mujer de 79 años que sufrió una tragedia y, después, perdió el apetito, se volvió introvertida, somnolienta y se quedó en cama todo el día, perdiendo 25 kilos en los siguientes seis meses. La hospitalizaron por depresión y le recetaron varios antidepresivos, pero no sirvió de nada. Así que decidieron mandar los medicamentos al cuerno y probar con un trasplante fecal. El donante fecal fue su bisnieto de 6 años, que tenía buen apetito, una personalidad extrovertida y unas heces disciplinarias, no sé ni qué significa eso. Cuatro días tras el trasplante fecal, comenzó a sentirse mejor y dos semanas después estaba francamente eufórica.

Pudo volver a casa y en seis semanas todo volvió a la normalidad. ¿Y un trasplante fecal para el trastorno bipolar? La pobre mujer entraba y salía de hospitales psiquiátricos con trastorno bipolar hasta que recibió un trasplante fecal de heces de su marido, qué romántico. Y en seis meses ya estaba asintomática. Este caso clínico se publicó en 2020, así que lleva años asintomática, ya no toma medicación y encima ha perdido más de 30 kg, puede que por recibir heces delgadas del marido o por no tomar medicamentos para la salud mental. Pasó de ser discapacitada funcional a dirigir un pequeño negocio y ha publicado dos libros.

¿Y la dependencia al alcohol? El alcoholismo se ha considerado tradicionalmente solo un trastorno mental, pero parece que esos otros síndromes psiquiátricos se relacionan con el intestino. Por eso compararon los intestinos de alcohólicos y no alcohólicos y vieron que algunos sujetos alcohólicos desarrollaron permeabilidad intestinal, que se asociaba con más antojo de alcohol. Vale, pero quizá en vez de que los problemas intestinales lleven de algún modo a antojo de alcohol, el alcohol lleve a problemas intestinales. El alcohol tal vez tenga un efecto tóxico en la pared intestinal, pero los dos grupos consumían entonces la misma cantidad de alcohol, así que, a fin de cuentas, puede que haya alguna conexión intestinal.

Este fue el estudio que dejó sorprendida a la gente. El trasplante de heces de alcohólicos a ratones causó una preferencia por el alcohol. Estos ratones no habían tenido contacto previo con el alcohol y de pronto preferían alcohol. Por lo normal, a los ratones no les gusta mucho el alcohol, pero, al alimentarles heces de un humano alcohólico, hicieron un giro de 180 grados. Espera. ¿Las bacterias intestinales pueden determinar el antojo de alcohol? Hay solo un modo de averiguarlo y es poniéndolo a prueba.

Un estudio clínico aleatorizado, con doble enmascaramiento de trasplantes de microbiota fecal por trastorno por consumo de alcohol, que es el término clínico actual para el alcoholismo. Cogieron alcohólicos con cirrosis hepática y problemas activos de bebida y los aleatorizaron para recibir un enema de placebo o un enema de trasplante fecal. En dos semanas, se redujo significativamente el antojo de alcohol en un 90 % de casos de trasplantes fecales, en comparación con el 30 % de casos de placebo. Y unos análisis de orina lo validaron, al demostrar que bebían también mucho menos, con mejoras en función intelectual y calidad de vida psicosocial.

Todo esto sigue siendo experimental, y no está sin posibles desventajas. Sí, están buscando maneras para hacer los trasplantes de heces más apetitosos. En general, se ha visto que son seguras en buena medida, aunque ha habido casos de bacterias malas transferidas de los donantes, hasta un caso letal. Incluso hay un riesgo teórico de que se podrían recibir células cancerígenas en el trasplante así que es un regalo que da muchas cosas, pero no todas buenas.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Daniel González voluntario en NutritionFacts.org.

Los alimentos vegetales y el microbioma en la conservación de la salud y la prevención de enfermedades: hay pruebas de que una alimentación vegetal y rica en fibra puede prevenir distintas enfermedades frecuentes, quizá por el efecto que tienen estas alimentaciones en la composición y actividad metabólica de nuestro microbioma, las bacterias de nuestro intestino. Las bacterias buenas de nuestro colon consumen los residuos vegetales y escupen metabolitos buenos para la salud que evitan el cáncer. Como la fibra, que se metaboliza en ácidos grasos de cadena corta, con significativas propiedades antinflamatorias y anticancerígenas. Y hay microbios especiales que consumen fibra, atraviesan paredes celulares vegetales y liberan dentro los bienes antinflamatorios, antioxidantes y anticancerígenos. ¿Cuántos alimentos vegetales integrales hay que comer?

Todas las pruebas señalan a una necesidad fisiológica de cerca de 50 gramos de fibra al día, que es lo que contenía la alimentación africana tradicional, y se asocia con la prevención de enfermedades crónicas frecuentes en países industrializados. Eso es hasta el doble del mínimo recomendado y el triple del consumo actual en EE. UU. ¿Cómo se puede demostrar que el microbioma participa? Los trasplantes fecales, trasplantes de heces. Lo que es un desperdicio para una persona es un tesoro para otra.

En la actualidad, el trasplante de microbiota fecal es el método terapéutico óptimo para la infección recurrente de Clostridium difficile. La “C. diff” se considera hoy la causa intrahospitalaria más frecuente de diarrea. Es una enfermedad potencialmente mortal que puede surgir cuando los antibióticos liquidan las bacterias buenas del intestino. Para librarse de ella, necesitamos más bacterias buenas, que puede ofrecer un donante sano mediante la infusión de una suspensión líquida de las heces del donante. Ganamos con la caca.

Los trasplantes fecales han demostrado que valen para el tratamiento de diarrea recurrente por ‘C. diff’, con índices de curación del 90 %. Debido a este éxito, se han aconsejado trasplantes fecales como posible tratamiento para otras enfermedades digestivas. Por ejemplo, la enteropatía inflamatoria conocida como colitis ulcerosa. Ha habido cuatro ensayos aleatorizados y parece que los trasplantes fecales casi duplican los índices de remisión. Pero ¿y los trastornos que no son digestivos?

Este es un estudio de una serie de trasplantes fecales para esclerosis múltiple (EM). El paciente notó una mejoría en su microbioma, con más bacterias antinflamatorias que se alimentan de fibra, y hubo un aumento significativo en la concentración del factor neurótrofo derivado del cerebro, que apunta a que desempeña un papel neuroprotector en la EM, y pruebas subjetivas y objetivas de una mejora al caminar, que era el síntoma principal de EM del paciente. Para dar algo de picar a los nuevos consumidores de fibra se sometió al paciente a una alimentación rica en fibra, que está muy bien. Pero podría ayudar solo con una alimentación vegetal con trasplantes de heces o sin ellos, ya que la alimentación occidental normal fomenta la disbiosis, un desequilibrio de bacterias intestinales malas, y la neuroinflamación en la EM, mientras que la alimentación vegetal rica en fibra reduce el riesgo de EM. Hacen falta ensayos aleatorizados comparativos con placebo para evaluarlo, pero, entre tanto, se puede aumentar las bacterias buenas del intestino de la forma tradicional: con alimentos vegetales integrales ricos en fibra.

¿Y los trasplantes fecales para la depresión? El interés por el microbioma del intestino y su papel en la salud ha explotado durante los últimos años. ¿Tiene algo de esto relevancia en la psiquiatría? Puede. En muchos estudios se presentaron diferencias de microbioma entre personas con depresión y sin ella. Al fin y al cabo, un desequilibrio en los neurotransmisores está involucrado en la causa de depresión y el microbioma intestinal sintetiza grandes cantidades de esas mismas sustancias neuroactivas, como la serotonina y la dopamina. Y hay una gran autopista de información del intestino al cerebro, llamada nervio vago, que podría alterar el estado de ánimo. Los primeros trasplantes fecales se proporcionaron de abajo arriba, mediante colonoscopia, pero ahora tenemos cacápsulas: heces encapsuladas para facilitar el intercambio de heces.

Aquí hay un caso clínico de una mujer de 79 años que sufrió una tragedia y, después, perdió el apetito, se volvió introvertida, somnolienta y se quedó en cama todo el día, perdiendo 25 kilos en los siguientes seis meses. La hospitalizaron por depresión y le recetaron varios antidepresivos, pero no sirvió de nada. Así que decidieron mandar los medicamentos al cuerno y probar con un trasplante fecal. El donante fecal fue su bisnieto de 6 años, que tenía buen apetito, una personalidad extrovertida y unas heces disciplinarias, no sé ni qué significa eso. Cuatro días tras el trasplante fecal, comenzó a sentirse mejor y dos semanas después estaba francamente eufórica.

Pudo volver a casa y en seis semanas todo volvió a la normalidad. ¿Y un trasplante fecal para el trastorno bipolar? La pobre mujer entraba y salía de hospitales psiquiátricos con trastorno bipolar hasta que recibió un trasplante fecal de heces de su marido, qué romántico. Y en seis meses ya estaba asintomática. Este caso clínico se publicó en 2020, así que lleva años asintomática, ya no toma medicación y encima ha perdido más de 30 kg, puede que por recibir heces delgadas del marido o por no tomar medicamentos para la salud mental. Pasó de ser discapacitada funcional a dirigir un pequeño negocio y ha publicado dos libros.

¿Y la dependencia al alcohol? El alcoholismo se ha considerado tradicionalmente solo un trastorno mental, pero parece que esos otros síndromes psiquiátricos se relacionan con el intestino. Por eso compararon los intestinos de alcohólicos y no alcohólicos y vieron que algunos sujetos alcohólicos desarrollaron permeabilidad intestinal, que se asociaba con más antojo de alcohol. Vale, pero quizá en vez de que los problemas intestinales lleven de algún modo a antojo de alcohol, el alcohol lleve a problemas intestinales. El alcohol tal vez tenga un efecto tóxico en la pared intestinal, pero los dos grupos consumían entonces la misma cantidad de alcohol, así que, a fin de cuentas, puede que haya alguna conexión intestinal.

Este fue el estudio que dejó sorprendida a la gente. El trasplante de heces de alcohólicos a ratones causó una preferencia por el alcohol. Estos ratones no habían tenido contacto previo con el alcohol y de pronto preferían alcohol. Por lo normal, a los ratones no les gusta mucho el alcohol, pero, al alimentarles heces de un humano alcohólico, hicieron un giro de 180 grados. Espera. ¿Las bacterias intestinales pueden determinar el antojo de alcohol? Hay solo un modo de averiguarlo y es poniéndolo a prueba.

Un estudio clínico aleatorizado, con doble enmascaramiento de trasplantes de microbiota fecal por trastorno por consumo de alcohol, que es el término clínico actual para el alcoholismo. Cogieron alcohólicos con cirrosis hepática y problemas activos de bebida y los aleatorizaron para recibir un enema de placebo o un enema de trasplante fecal. En dos semanas, se redujo significativamente el antojo de alcohol en un 90 % de casos de trasplantes fecales, en comparación con el 30 % de casos de placebo. Y unos análisis de orina lo validaron, al demostrar que bebían también mucho menos, con mejoras en función intelectual y calidad de vida psicosocial.

Todo esto sigue siendo experimental, y no está sin posibles desventajas. Sí, están buscando maneras para hacer los trasplantes de heces más apetitosos. En general, se ha visto que son seguras en buena medida, aunque ha habido casos de bacterias malas transferidas de los donantes, hasta un caso letal. Incluso hay un riesgo teórico de que se podrían recibir células cancerígenas en el trasplante así que es un regalo que da muchas cosas, pero no todas buenas.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

Gráficos de Avo Media

Nota del Doctor

¿No es una salvajada lo del antojo al alcohol?

¿Cómo podemos mejorar el microbioma sin recurrir a los batidos marrones? Para empezar, mira:

Si no lo has hecho aún, puedes suscribirte a mis videos de forma gratuita haciendo click aquí. Lee esta información importante sobre las traducciones aquí.

Sucríbete a nuestra newsletter gratuita y, además de mantenerte al tanto de la ciencia, recibirás de regalo la receta de wraps de garbanzos al curry del recetario de Comer para no morir.

Pin It en Pinterest

Share This