Aspartamo y el cerebro

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La razón por la que las bebidas con edulcorantes artificiales se han asociado con la depresión podría ser las alteraciones psicológicas recientemente vinculadas al aspartamo.

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Un estudio de Harvard de cientos de miles de personas comparó a bebedores de café frente a los no bebedores de este. Los que bebieron cuatro o más tazas al día parecieron tener solo la mitad del riesgo de suicidio. ¿Qué pasa con más de cuatro tazas? Un estudio de Kaiser Permanente de cien mil personas encontró que el riesgo de suicidio seguía disminuyendo: 80% más bajo con más de 6 tazas al día. Sin embargo, ocho o más tazas al día se asocian con un mayor riesgo. Tal vez los que tienen formas más graves de depresión tratan de utilizar dosis muy altas de café como una forma de automedicarse para sentirse mejor; aun así, este fue insuficiente para elevar su estado de ánimo.

También puede ser de importancia lo que se le agrega al café. El estudio de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH-AARP), que hizo seguimiento a cientos de miles de estadounidenses durante años, encontró que el consumo frecuente de bebidas azucaradas, especialmente las dietéticas, puede aumentar el riesgo de depresión en los adultos mayores; mientras que el consumo de café puede reducir el riesgo. Ya sean refrescos, bebidas con sabor a fruta o té helado; aquellos edulcorados artificialmente parecieron conllevar a un mayor riesgo. Lo mismo pasa con el té caliente o el café. Hubo un beneficio en los bebedores de café en comparación con los que no lo bebían, pero al añadir azúcar gran parte de ese beneficio desaparece y al añadir Equal or Sweet-and-Low el riesgo puede aumentar. Se han sospechado varios efectos de los edulcorantes artificiales, incluyendo efectos neurológicos. Por ejemplo, el aspartamo, el químico en Equal y NutraSweet, puede modular los neurotransmisores cerebrales como la dopamina y la serotonina; aunque la información ha sido controversial e inconsistente. Las opiniones científicas varían desde “seguro bajo cualquier condición” hasta “inseguro en cualquier dosis”.

La controversia comenzó en los años ochenta, poco después de que el aspartamo fuera aprobado. Los investigadores de la facultad de farmacéutica de la Universidad de Massachusetts y del MIT señalaron que dado el gran número de estadounidenses rutinariamente expuestos, si de los cien millones que se cree que consumían aspartamo solo el 1% hubiera excedido alguna vez la ingesta diaria aceptable del edulcorante y si solo el 1% de este grupo, coincidencialmente, tuviera una enfermedad subyacente que hiciera vulnerables sus cerebros a los efectos, entonces el número de personas que podrían manifestar reacciones cerebrales adversas atribuibles al aspartamo podría ser de aproximadamente 10000. Un número del mismo orden que el número de dolencias relacionadas con el cerebro y los nervios de los consumidores, ya registradas en la FDA antes de que dejaran de aceptar nuevos informes de reacciones adversas a los edulcorantes.

¿Quiénes podrían ser especialmente vulnerables? Las personas con un historial de depresión. Los investigadores de la Universidad Case Western diseñaron un estudio para determinar si los individuos con trastornos del estado de ánimo son particularmente vulnerables a los efectos adversos del aspartamo. A pesar de que habían planeado reclutar 40 pacientes con depresión y 40 de control, el proyecto fue suspendido prematuramente por el comité de revisión institucional, por razones de seguridad, debido a la gravedad de las reacciones al aspartamo dentro del grupo de pacientes con historia de depresión. Se decidió que no era ético continuar exponiendo a las personas a esta sustancia.

Es interesante, normalmente cuando se estudia algo, un medicamento o un alimento, la compañía usualmente lo dona a los investigadores, porque están orgullosos de los beneficios o de la seguridad de su producto. Pero la compañía NutraSweet ni siquiera aceptó vendérselo; no obstante, ellos se las arreglaron para conseguir un poco y en el lapso de una semana hubo significativamente más efectos adversos reportados en el grupo de aspartamo que en el de placebo. Concluyeron que los individuos con trastornos del estado de ánimo pueden ser particularmente sensibles al aspartamo y por lo tanto “su uso en esta población debería desaconsejarse”.

En una revisión de los efectos celulares directos e indirectos del aspartamo en el cerebro, se señaló que hay informes de que el aspartamo ha causado trastornos neurológicos y de comportamiento en personas sensibles: dolores de cabeza, insomnio y convulsiones. Pero van más allá y proponen que el consumo excesivo de aspartamo podría estar involucrado en el desarrollo de ciertos trastornos mentales y también podría comprometer el aprendizaje y el funcionamiento emocional. Concluyen que debido a todos los efectos adversos causados por el aspartamo, se sugiere realizar pruebas e investigaciones serias adicionales para eliminar cualquiera y todas las controversias; a lo que alguien escribió en la revista que en realidad no hay controversia. El aspartamo es, realmente, una sustancia potencialmente tóxica.

Pero, ¿qué quieren decir con consumo excesivo? En el último estudio sobre los efectos neurocomportamentales del consumo de aspartamo se puso a la gente en una dieta rica en aspartamo y se comparó con una dieta baja en aspartamo. Pero incluso la dosis alta de 25 mg/kg era sólo la mitad del límite diario de ingesta establecido por la FDA. Así que, la FDA dice que uno puede consumir con seguridad 50 mg al día; pero después de solo 8 días con la mitad de eso, los participantes tuvieron un estado de ánimo más irritable, mostraron más depresión y su desempeño empeoró en ciertas pruebas de función cerebral. Y éstas no eran personas con una historia preexistente de enfermedad mental; eran solo personas normales. Concluyeron que dado que el nivel más alto de consumo aquí probado estaba muy por debajo del nivel máximo de ingesta diaria aceptada, 40 mg en Europa, 50 mg aquí, se justifica una cuidadosa consideración al consumir productos alimenticios que puedan afectar la salud neurocomportamental. Es más fácil decirlo que hacerlo, ya que se encuentra en más de 6000 alimentos, haciendo aparentemente imposible erradicar por completo la exposición diaria a los edulcorantes artificiales. ¿Imposible? Mientras que eso puede ser cierto para la gran mayoría de los estadounidenses, es solo porque eligen comer alimentos procesados; por lo tanto esta es otra razón para ceñirse a los alimentos no procesados. Así, ni siquiera tienes que leer las listas de ingredientes, porque los alimentos más saludables en el supermercado no tienen etiqueta, ni siquiera tienen listas de ingredientes.

Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el vídeo más arriba. Esto es sólo una aproximación del audio contribuida por Katie SchloerLa traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Laura Duarte y Viviana Garcia.

Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web.

Imágenes gracias a Bukowsky18 vía Flickr y Evan-Amos vía Wikimedia.

Un estudio de Harvard de cientos de miles de personas comparó a bebedores de café frente a los no bebedores de este. Los que bebieron cuatro o más tazas al día parecieron tener solo la mitad del riesgo de suicidio. ¿Qué pasa con más de cuatro tazas? Un estudio de Kaiser Permanente de cien mil personas encontró que el riesgo de suicidio seguía disminuyendo: 80% más bajo con más de 6 tazas al día. Sin embargo, ocho o más tazas al día se asocian con un mayor riesgo. Tal vez los que tienen formas más graves de depresión tratan de utilizar dosis muy altas de café como una forma de automedicarse para sentirse mejor; aun así, este fue insuficiente para elevar su estado de ánimo.

También puede ser de importancia lo que se le agrega al café. El estudio de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH-AARP), que hizo seguimiento a cientos de miles de estadounidenses durante años, encontró que el consumo frecuente de bebidas azucaradas, especialmente las dietéticas, puede aumentar el riesgo de depresión en los adultos mayores; mientras que el consumo de café puede reducir el riesgo. Ya sean refrescos, bebidas con sabor a fruta o té helado; aquellos edulcorados artificialmente parecieron conllevar a un mayor riesgo. Lo mismo pasa con el té caliente o el café. Hubo un beneficio en los bebedores de café en comparación con los que no lo bebían, pero al añadir azúcar gran parte de ese beneficio desaparece y al añadir Equal or Sweet-and-Low el riesgo puede aumentar. Se han sospechado varios efectos de los edulcorantes artificiales, incluyendo efectos neurológicos. Por ejemplo, el aspartamo, el químico en Equal y NutraSweet, puede modular los neurotransmisores cerebrales como la dopamina y la serotonina; aunque la información ha sido controversial e inconsistente. Las opiniones científicas varían desde “seguro bajo cualquier condición” hasta “inseguro en cualquier dosis”.

La controversia comenzó en los años ochenta, poco después de que el aspartamo fuera aprobado. Los investigadores de la facultad de farmacéutica de la Universidad de Massachusetts y del MIT señalaron que dado el gran número de estadounidenses rutinariamente expuestos, si de los cien millones que se cree que consumían aspartamo solo el 1% hubiera excedido alguna vez la ingesta diaria aceptable del edulcorante y si solo el 1% de este grupo, coincidencialmente, tuviera una enfermedad subyacente que hiciera vulnerables sus cerebros a los efectos, entonces el número de personas que podrían manifestar reacciones cerebrales adversas atribuibles al aspartamo podría ser de aproximadamente 10000. Un número del mismo orden que el número de dolencias relacionadas con el cerebro y los nervios de los consumidores, ya registradas en la FDA antes de que dejaran de aceptar nuevos informes de reacciones adversas a los edulcorantes.

¿Quiénes podrían ser especialmente vulnerables? Las personas con un historial de depresión. Los investigadores de la Universidad Case Western diseñaron un estudio para determinar si los individuos con trastornos del estado de ánimo son particularmente vulnerables a los efectos adversos del aspartamo. A pesar de que habían planeado reclutar 40 pacientes con depresión y 40 de control, el proyecto fue suspendido prematuramente por el comité de revisión institucional, por razones de seguridad, debido a la gravedad de las reacciones al aspartamo dentro del grupo de pacientes con historia de depresión. Se decidió que no era ético continuar exponiendo a las personas a esta sustancia.

Es interesante, normalmente cuando se estudia algo, un medicamento o un alimento, la compañía usualmente lo dona a los investigadores, porque están orgullosos de los beneficios o de la seguridad de su producto. Pero la compañía NutraSweet ni siquiera aceptó vendérselo; no obstante, ellos se las arreglaron para conseguir un poco y en el lapso de una semana hubo significativamente más efectos adversos reportados en el grupo de aspartamo que en el de placebo. Concluyeron que los individuos con trastornos del estado de ánimo pueden ser particularmente sensibles al aspartamo y por lo tanto “su uso en esta población debería desaconsejarse”.

En una revisión de los efectos celulares directos e indirectos del aspartamo en el cerebro, se señaló que hay informes de que el aspartamo ha causado trastornos neurológicos y de comportamiento en personas sensibles: dolores de cabeza, insomnio y convulsiones. Pero van más allá y proponen que el consumo excesivo de aspartamo podría estar involucrado en el desarrollo de ciertos trastornos mentales y también podría comprometer el aprendizaje y el funcionamiento emocional. Concluyen que debido a todos los efectos adversos causados por el aspartamo, se sugiere realizar pruebas e investigaciones serias adicionales para eliminar cualquiera y todas las controversias; a lo que alguien escribió en la revista que en realidad no hay controversia. El aspartamo es, realmente, una sustancia potencialmente tóxica.

Pero, ¿qué quieren decir con consumo excesivo? En el último estudio sobre los efectos neurocomportamentales del consumo de aspartamo se puso a la gente en una dieta rica en aspartamo y se comparó con una dieta baja en aspartamo. Pero incluso la dosis alta de 25 mg/kg era sólo la mitad del límite diario de ingesta establecido por la FDA. Así que, la FDA dice que uno puede consumir con seguridad 50 mg al día; pero después de solo 8 días con la mitad de eso, los participantes tuvieron un estado de ánimo más irritable, mostraron más depresión y su desempeño empeoró en ciertas pruebas de función cerebral. Y éstas no eran personas con una historia preexistente de enfermedad mental; eran solo personas normales. Concluyeron que dado que el nivel más alto de consumo aquí probado estaba muy por debajo del nivel máximo de ingesta diaria aceptada, 40 mg en Europa, 50 mg aquí, se justifica una cuidadosa consideración al consumir productos alimenticios que puedan afectar la salud neurocomportamental. Es más fácil decirlo que hacerlo, ya que se encuentra en más de 6000 alimentos, haciendo aparentemente imposible erradicar por completo la exposición diaria a los edulcorantes artificiales. ¿Imposible? Mientras que eso puede ser cierto para la gran mayoría de los estadounidenses, es solo porque eligen comer alimentos procesados; por lo tanto esta es otra razón para ceñirse a los alimentos no procesados. Así, ni siquiera tienes que leer las listas de ingredientes, porque los alimentos más saludables en el supermercado no tienen etiqueta, ni siquiera tienen listas de ingredientes.

Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el vídeo más arriba. Esto es sólo una aproximación del audio contribuida por Katie SchloerLa traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Laura Duarte y Viviana Garcia.

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Nota del Doctor

Previamente me referí al tema de los edulcorantes artificiales:

Los edulcorantes calóricos más saludables son la melaza residual y el azúcar de dátiles (dátiles enteros y deshidratados en polvo).

Actualización de 2022: tengo un par de videos sobre la alulosa: ¿Tiene efectos secundarios el edulcorante alulosa?¿Es sano el edulcorante alulosa?

El café puede reducir el riesgo de suicidio y cáncer (¿Prevenir el cáncer de hígado con café? y El café y el cáncer) pero puede afectar el flujo de sangre al corazón (El café y la función arterial).

Otras formas de mejorar el estado de ánimo incluyen:

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