Darle sabor a la protección del ADN

A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba.

En este estudio de referencia que comparó la capacidad de diferentes especias para suprimir la inflamación, también se comparó su capacidad de proteger el ADN. El clavo, el jengibre, el romero y la cúrcuma fueron capaces de reducir significativamente la respuesta inflamatoria. Pero, ¿qué sucedió con la protección del ADN?

Si se toma una muestra de tejido de una persona al azar, alrededor del 7% de sus células mostrarían evidencia de daño en el ADN– roturas reales en las hebras de su ADN. Y, si inyectan esas células con radicales libres, se puede incrementar ese número hasta un 10%. Pero, si la persona había estado comiendo jengibre durante una semana, el daño se reduce a sólo el 8%. Esto es de una muestra de tejido tomada de alguien que no había estado consumiendo ninguna hierbas o especia. Y, como resultado, sus células fueron más vulnerables al daño del ADN por estrés oxidativo. Pero, sólo con incluir jengibre en nuestra dieta podemos reducir este daño un 25%–, y lo mismo ocurre con el romero.

Pero mira lo que pasa con la cúrcuma. El daño al ADN se disminuyó la mitad. De nuevo, el estudio no sólo consistió en mezclar cúrcuma con células en una caja de Petri. Es la comparación de lo que ocurre al exponer células extraídas de personas que consumieron especias y de personas que no consumieron especias a radicales libres. Para después esperar un tiempo y registrar las fracturas de ADN.

Y, no sólo la cúrcuma funcionó significativamente mejor, sino que funcionó una dosis significativamente menor. Esto es comparando aproximadamente una y un tercio de cucharaditas de jengibre o romero al día, contra prácticamente sólo una pizca de cúrcuma– alrededor de una octava parte de una cucharadita al día. Sin duda, se trata de una especia poderosa. Así que los animo a cocinar con esta maravillosa especia. Sabe muy bien y puede proteger a las células de nuestro cuerpo– con o sin estrés añadido. Si solamente se cuentan las roturas en el ADN en células de personas antes y después de una semana de especias, sin exponerlas a radicales libres, no se observó ninguna protección intrínseca significativa en los grupos que consumieron jengibre o romero, pero en el grupo de la cúrcuma todavía pareció reducirse el daño del ADN por la mitad.

Esto puede ser porque la curcumina no es sólo un antioxidante, sino que también aumenta la actividad de nuestras propias enzimas antioxidantes. La catalasa es una de las enzimas más activas en el cuerpo. ¡Cada una puede desintoxicar millones de radicales libres por segundo! Y, si consumes lo equivalente a unos tres cuartos de cucharadita de cúrcuma en un día, ¡la actividad de esta enzima en nuestra sangre incrementa un 75%!

Ahora, ¿por qué sugiero cocinar con ella en lugar de agregarla a un batido? Bueno, este efecto se encontró específicamente para la cúrcuma tratada con calor. Porque, en la práctica, “muchas hierbas y especias sólo se consumen después de la cocción”, se puso a prueba tanto la cúrcuma como el orégano, en sus formas crudas y cocidas. Y, en términos de daño en el ADN, los resultados de la cúrcuma cruda no fueron estadísticamente significativos, aunque se encontró lo contrario para los efectos anti-inflamatorios. Así que tal vez deberíamos comerlo en ambas formas.

Algunas recomendaciones prácticas para incrementar el consumo de curcumina en la dieta podría ser añadiendo cúrcuma a platos dulces que contengan canela y jengibre. Yo suelo agregarla a mis batidos de pastel de calabaza, que hago solamente con una lata de calabaza, arándanos congelados, dátiles deshuesados, especia para pastel de calabaza y un poco de leche vegetal. Otra recomendación consiste en cocinar con polvo de curry o cúrcuma. También se sugiere algo que se llama “leche de cúrcuma” que es, evidentemente, un “elixir tradicional de la India elaborado con leche, cúrcuma en polvo y azúcar”. Yo sólo sugeriría substituir el endulzante y la leche por unos más saludables. La leche de soya, por ejemplo, podría tener un doble beneficio.

Si estás tomando cúrcuma para combatir la inflamación, comparada con la proteína láctea, grupos de personas que padecían osteoartritis y fueron asignados al azar a la proteína de soya, experimentaron una mejoría significativa en sus rangos de movimiento articular.

La transcripción original del audio contribuida por Ariel Levitsky.

La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Luis Hernández y Leslie Salas.

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Créditos de las imágenes: EssjayNZ, Photoverulam, Meerkatbaby, Antrho_aya, Meganmillscrm, Theimpulsivebuy, doegox, Carol Mitchell y riy via Flickr; a Ayacop via Wikimedia Commons; y a Suxluvr via clker.com. Gracias a Ellen Reid por contribuir con su pericia para encontrar imágenes y a Jeff Thomas por su ayuda con Keynote.

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