La mejor forma de obtener vitamina D: ¿sol, suplementos o salones?

Si se va a proponer un argumento evolutivo acerca del que debería ser el nivel “natural” de vitamina D, por que no obtenerla en la forma en que pretendió la naturaleza: ¿del sol en lugar de los suplementos? Veamos los pros y los contras. Aunque los suplementos podrían costar aproximadamente diez dólares al año, la luz solar es gratis. Nunca te tienes que preocupar sobre obtener demasiada vitamina D de la luz solar ya que tu cuerpo tiene una forma de regular su producción en la piel; entonces, no tenemos que confiar en que las compañías de suplementos, pésimamente reguladas, no etiqueten incorrectamente sus productos. Sólo aproximadamente la mitad de las marcas viene con un 10% de la cantidad que aparece en la etiqueta.

Y, la luz solar puede tener beneficios adicionales a la vitamina D, como la increíble historia sobre la forma en la que tu cuerpo utiliza los rayos casi infrarrojos del sol que penetran en tu piel para activar los derivados de la clorofila en tu flujo sanguíneo y producir C0Q10. Bueno, hay otra forma en la que parece que tu cuerpo utiliza los rayos del sol para maximizar los efectos de las verduras que comemos. Dentro de los primeros 30 minutos de exposición a los rayos ultravioleta de la luz solar, puedes tener una caída de la presión y una mejora de la función arterial, gracias a un aumento de los compuestos que liberan el óxido nítrico que fluye en tu torrente sanguíneo. Puedes incluso medir el gas de óxido nítrico saliendo directamente de tu piel. Sin duda, primero tienes que comer verduras o remolacha para que esto ocurra, pero ese combo de verduras y luz solar puede ayudar a explicar algo sobre la protección que experimentan quienes comen a base de vegetales.

La exposición matutina al sol puede ayudar a quienes sufren de trastorno afectivo estacional, como también mejorar el estado anímico de quienes viven en hogares y permanecen en sillas de ruedas. He hablado sobre los beneficios de evitar la luz en la noche, pero una baja exposición a la luz solar diurna también puede afectar nuestros niveles de melatonina, los cuales no solo regulan nuestros ritmos circadianos, sino que pueden ayudar a la prevención del cáncer y otras enfermedades. Hombres y mujeres mayores, que se exponen afuera a dos horas de luz durante el día, aparentemente secretan un 13% más de melatonina en la noche, aunque no sabemos si esto tiene alguna importancia clínica. 

Las desventajas de la exposición al sol incluyen un mayor riesgo de cataratas, una causa principal de la pérdida de la visión, aunque este riesgo puede ser minimizado utilizando un sombrero de ala ancha y gafas de sol. La luz solar también envejece tu piel, como se ilustra aquí. ¿Quién puede adivinar qué profesión tuvo este hombre? Era un conductor de camión que pasó décadas recibiendo más luz solar en el lado izquierdo de su cara, incluso a través de una ventana. Puedes ver lo que puede hacer el sol.

Los efectos de la luz solar en la piel son profundos, explicando hasta un 90% del envejecimiento visible de la piel: arrugas, engrosamiento, pérdida de elasticidad. Cosas como la exposición al sol y el fumar pueden hacerte ver 11 años más viejo. La cirugía cosmética puede hacerte ver ocho años más joven, pero un estilo de vida más saludable puede ser incluso mejor.

La razón por la cual los doctores insisten en la protección solar, no es por el aspecto juvenil, sino por el cáncer de piel. Las autoridades médicas de la Organización Mundial de la Salud, la Sociedad Americana Contra El Cáncer y el Ministerio de Salud advierten sobre un exceso de exposición al sol por una buena razón, dados los millones de cánceres de piel y las miles de muertes diagnosticadas cada año solamente en los Estados Unidos.

Los rayos UV de la luz solar son considerados como un verdadero carcinógeno, lo que significa que pueden no sólo generar el cáncer, sino promover su progreso y propagación. El melanoma es el más atemorizante, lo cuál hace el incremento de su incidencia en mujeres jóvenes particularmente alarmante. Este incremento se le ha atribuido al aumento en el uso de los salones de bronceado. La camas de bronceado y los rayos UV en general, son considerados carcinógenos clase 1, como la carne procesada, y están relacionados hasta con tres cuartos de los casos de melanoma en jóvenes: seis veces el riesgo de melanoma para quienes visitan salones de broceado diez o más veces antes de cumplir 30 años.

La industria del bronceado es un gran negocio que recibe miles de millones. Podría haber más salones de bronceado que Starbucks. Y utilizan esos dólares como la industria tabacalera, para subestimar los riesgos de sus productos. Ahora se están aprobando leyes para regular los salones de bronceado, incluyendo desde prohibiciones totales, como en Brasil, hasta restricciones de edad para menores.

Pero, al contrario del tabaco, el bronceado no es adictivo, ¿o lo es? Hay personas que se broncean de manera compulsiva y reportan una llamada euforia del bronceado. El describir el comportamiento sobre el bronceado como un desorden de abuso de sustancias, parece un poco tonto, hasta que les escaneas el cerebro, para ver cómo las mismas trayectorias de gratificación se iluminan en el cerebro, gracias a las endorfinas que tu piel libera cuando te expones a los rayos UV; hasta tal punto que puedes inducir síntomas de abstinencia, al dar medicamentos bloqueadores opiáceos a quienes se broncean. Así que, potencialmente adictivos pero peligrosos. Investigadores de Harvard sugieren que deberíamos ver el bronceado recreacional y la heroína “activando las mismas trayectorias biológicas”. 

Pero hay una razón por la cual la exposición al sol se siente bien. Es algo bueno desde el punto de vista evolutivo; porque la luz solar es la fuente natural principal de la vitamina D. Entonces, a través de la evolución, es más importante, en términos de pasar tus genes, para no morir de raquitismo durante la niñez, olvidarte del cáncer de piel al llegar a tu vejez. Al contrario de la luz solar natural, las luces de las camas de bronceado emiten UVA más que todo, lo cual es lo peor de ambos mundos; el riesgo de cáncer con poca o nada de producción de vitamina D. Pero la pequeña cantidad de UVB que muchas emiten puede ser suficiente para incrementar los niveles de vitamina D. Si solo hubiera una forma de incrementar los niveles de vitamina D sin el riesgo del cáncer. La hay: los suplementos de vitamina D.

Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el vídeo más arriba. Esto es sólo una aproximación del audio contribuida por Katie Schloer. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Santiago Velásquez y Viviana Garcia.

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Imagen gracias a Kenny Louie vía Flickr.

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