A continuación una aproximación al contenido del audio de este video. Para ver los gráficos, tablas, imágenes o citas a los que Dr. Greger se refiere, ve el video más arriba.
En los años 60, un científico ganador del premio Pulitzer describió el problema del envenenamiento por plomo durante la niñez como “tan conocido y con causas y curas tan claras que, si no eliminamos este crimen social, nuestra sociedad se merece todos los desastres que nos han pronosticado”.
“Tenemos el conocimiento necesario para corregir este crimen social. Sabemos dónde está el plomo, cómo se expone la gente y cómo daña la salud. Lo que nos falta es la voluntad política para hacer lo que se debe hacer”. Lamentablemente, “muchos políticos consideran los costos principalmente en términos económicos y financieros e ignoran los costos de no actuar para la salud humana y los medios se subsistencia de las comunidades”.
“A estas alturas, la mayoría de los estadounidenses han oído hablar del fracaso evitable y abyecto del gobierno local, estatal y federal; de las autoridades ambientales y de los funcionarios de las compañías de agua”, de hecho, un fracaso generalizado, “para evitar el envenenamiento masivo de cientos de niños y adultos en Flint, Michigan”.
“Un plan del gobierno para ahorrar dinero llevó a los funcionarios públicos a cambiar el suministro de agua de la ciudad del Lago Hurón al Río Flint, que una vez fue el desagüe de la industria automotriz”. Los ciudadanos de Flint “se quejaron de que el agua del grifo estaba sucia y turbia. Sin embargo, los funcionarios de la ciudad, el estado y el gobierno federal no hicieron caso”.
¿Por qué? ¿Tendrá algo que ver con el hecho de que los que se quejaron están “entre los más pobres de Estados Unidos y son mayoritariamente afroamericanos”?
Durante 18 meses, los funcionarios no hicieron nada, hasta que un pediatra local descubrió la presencia deniveles de plomo muy elevados en la sangre de los niños”. Una investigación no solo encontró fallas, sino que reveló la aparente falsificación de los resultados de la calidad del agua para mantener a la gente en la ignorancia.
Aunque “este tipo específico de presunta corrupción” podría ser único de Flint, “el resultado final podría no ser tan raro en Estados Unidos, donde el sistema de aguas empieza a ser demasiado viejo”. Como dijo el presidente del Fondo de Salud Infantil, “la caja de Pandora está abierta de par en par”. Puede que Flint sea solo “la punta de un enorme iceberg”, que potencialmente quizá sea “uno de muchos icebergs”.
“Además de la pintura a base de plomo y el plomo residual del suelo”, que se puede encontrar en todas partes debido a la gasolina con plomo, “una fuente importante de exposición al plomo en la infancia proviene del agua potable como resultado de la lixiviación de las tuberías de plomo, las soldaduras de plomo o los accesorios de latón”. Aunque esto haya sido reconocido como un problema de salud en Estados Unidos desde 1845, año en que su bandera solo tenía 26 estrellas, el uso del plomo en tuberías de agua y soldaduras no se restringió hasta la enmienda de la Ley de Agua Potable Segura, 141 años después. ¿La ciudad en la que vives fue construida antes de 1986 cuando se aprobó la enmienda? Hoy en día, “no está claro el número exacto de tuberías de agua con plomo que se utilizan” ya que aproximadamente una de cada tres ciudades encuestadas se encogió de hombros “sin poder afirmar cuánto plomo hay en sus tuberías”.
Hay productos químicos anticorrosivos que se pueden añadir al agua del grifo para tratar de mantener el plomo en las tuberías. Flint podría haberlo hecho, pero les habría costado unos 100 dólares al día. Ahora, “el costo de reparar el sistema de agua de Flint se estima en 1500 millones de dólares…”.
Permíteme terminar con una cita de la heroica pediatra que dio el soplo, la Dra. Hanna-Attisha. Le preguntaron: “¿Qué consejo le daría a otros médicos que toman el papel de denunciantes?”. Ella respondió: “Este es nuestro trabajo. Por eso estudiamos medicina, para ayudar a la gente”.
La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Guillermo Escribano.
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